Tres años después de que conociésemos el prototipo T-Cross Breeze Concept, Volkswagen nos presentó oficialmente el resultado de aquél llamativo concept: el Volkswagen T-Roc Cabrio, que se alza como el primer descapotable crossover compacto que combina la apariencia y las ventajas de los SUV clásicos con la experiencia de conducción única que ofrece un descapotable.
Su principal rasgo diferenciador, como estarás imaginando, es la capota de tela de alta calidad que se abre en solo 9 segundos a velocidades de hasta 30 km/h. En términos de diseño es muy similar al ya conocido T-Roc, aumentando el tamaño de las puertas y la batalla para ofrecer un habitáculo amplio. En medidas, hablamos de 4.268 mm de largo, 1.811 mm de ancho (sin retrovisores) y 1.522 mm de alto.
La batalla se extiende hasta los 2.630 mm, al tiempo que conductor y acompañante van sentados a 599 mm del suelo (616 mm detrás). Como ya ocurriera en el Range Rover Evoque Cabrio, el hueco para la capota es independiente del maletero, pero este pierde el amplio portón para dar paso a una pequeña boca de carga. Eso sí, la capacidad de maletero es más que aceptable, con unos razonables 284 litros.
Se ofrecen dos niveles de acabado con las mismas posibilidades de personalización del resto de la gama T-Roc: las líneas Style y R-Line. En ellas encontramos de serie llantas de 17 pulgadas (19″ opcionales), sistema de infotainment «Composition», USB, Bluetooth, iluminación ambiental, frenada de emergencia en ciudad, sistema de detección de peatones, freno anti colisiones múltiples, Lane Assist…
En cuanto a mecánicas, la gama del T-Roc Cabrio es algo limitada pero centra la atención en lo que buscan los usuarios actualmente. El bloque de acceso es el 1.0 TSI de 115 CV con cambio manual, dejando el 1.5 TSI EVO de 150 CV para los que desean algo más de prestaciones. Este último puede tener cambio manual o DSG. Aquí tienes todos los precios.