Después del nacimiento del que ha sido uno de los modelos más espectaculares de Audi, el fabricante de Ingolstadt anuncia mejoras técnicas y de equipamiento para el Audi A7 Sportback.
Ante la aceptación de un diseño tan peculiar, estará disponible desde ya la versión 3.0TDI de 204cv con tracción quattro y cambio automático de siete velocidades y doble embrague S-Tronic, que contribuye a una mejora de prestaciones con respecto a la versión de tracción delantera, favoreciendo una aceleración hasta 100km/h de 7,2 segundos desde parado, continuando hasta los 235km/h de velocidad máxima que logra.
La motorización de entrada a la gama diesel seguirá siendo el conocido 3.0TDI de 204cv asociado a un cambio Multitronic de variación continua de 8 velocidades, disponible a partir de 58.000 euros.
Al igual que el resto de motorizaciones, la última versión del A7 logra mantener un nivel de eficiencia impresionante ofreciendo todo lo que cabe esperar de una berlina de alta gama, y es que pocos motores diesel de 6 cilindros consiguen, en vehículos de esta envergadura, unas prestaciones de primer nivel.
Más ligero, el A7 Sportback está fabricado en una combinación de acero del 15% con una alta proporción de aluminio, lo que le permite una agilidad y unas capacidades ruteras más propias de otro segmento.
En el apartado estético no se contemplan cambios más allá de la incorporación de un nuevo modelo de llantas de 18 pulgadas, que junto a una línea marcadamente deportiva para lo que se espera de una berlina, y una cintura rebajada que termina en una zaga achatada con un alerón trasero escamoteable, realzan más si cabe la imagen agresiva del A7 Sportback.
Como novedad, entre el equipamiento de serie contará con una banqueta trasera dividida en tres asientos independientes con tres puntos de anclaje que permiten dar cabida a 5 adultos cómodamente añadiendo al mismo tiempo un nuevo elemento de practicidad al espacioso interior, permitiendo con los asientos abatidos una capacidad de carga de hasta 1.390 litros.
Se incorporará también un extenso equipamiento ya conocido de otros modelos como son una cámara térmica de visión nocturna, el Multi Media Interface (MMI) con pantalla táctil de 8” en color, sistema de navegación GPS con lectura de tarjetas SD, teclado sensible al tacto estrenado en el A8, disco duro interno, un módulo UMTS de enlace inalámbrico WLAN para alimentar el sistema de navegación con mapas 3D de Google Earth que crea un punto de acceso WiFi en el coche para acceder a Internet móvil, suspensión dinámica Audi Adaptive con tres modos de funcionamiento, y un sin fin de gadgets y curiosidades para que al A7 no le falte de nada y no haya dos iguales.
El peldaño más alto lo forman las versiones S-Line, que incorporan llantas de 19 pulgadas, tapicería de cuero Valcona, molduras interiores y exteriores S-Line, asientos deportivos envolventes y una regulación dinámica diferente con una suspensión más firme que rebaja la altura al suelo en función de la carga y del estilo de conducción. Pero sin duda para los más puristas Audi dispone de una versión de su tracción quattro con diferencial deportivo que reparte el par entre ambos trenes optimizando la tracción y favoreciendo una agilidad y un manejo de conducción exquisitos.
El A7 dispone también de una versión de 245cv del 3.0TDI, así como de un motor atmosférico de 208cv que representa el acceso a la gama de gasolina, seguido del 3.0TFSI de 300cv con que culmina, todos vinculados a la tracción quattro y al cambio S-Tronic.
En su acabado más básico, el nuevo A7 Sportback 3.0 TDI 204cv quattro tendrá un precio de acceso de 61.000 euros, y aunque ya se pueden cursar pedidos de él, las primeras unidades no está previsto que lleguen hasta otoño. Habrá que esperar para tener la que a mi juicio es una de las motorizaciones más equilibradas de este salón rodante con pinta de deportivo.