Aunque en BMW están muy callados, en los próximos meses llegará el nuevo BMW Serie 1 a los concesionarios -entendemos que llegará a las exposiciones en el último trimestre del 2019- justo después de su presentación en el próximo Salón del Automóvil de Frankfurt, donde la marca dará a conocer el modelo definitivo.
El modelo va a cambiar bastante, tal y como hemos podido saber gracias a Autocar y a algunos detalles que se le han escapado a algunos miembros de la marca. El modelo contará con el último diseño de BMW con riñones más grandes, faros más rasgados y una mayor dotación de serie. El modelo va a ser «replanteado» por completo y además de ofrecer una mayor practicidad, será más rentable para la marca y contará con una posibilidad aún mayor de versiones.
Para empezar, la próxima generación del BMW perderá presumiblemente su eje trasero propulsor y migrará hacia la tracción delantera. Con este cambio, BMW busca dar respuesta a una clientela que ya no se fija en estos detalles y prefiere por ejemplo un mayor equipamiento, una mayor conectividad o un mayor maletero -tal y como ofrecen competidores como el Mercedes-Benz Clase A o el Audi A3 al cual le toca renovación pronto-. Con la migración a la tracción delantera el modelo ganará volumen y aprovechamiento del maletero y también prominencia en su túnel de transmisión por lo que los pasajeros de la segunda fila de asientos -en concreto el de la plaza central- ganará espacio para las piernas. Con la pérdida de la propulsión, los analistas sugieren que BMW ahorraría cerca de 700 euros por unidad, pudiendo aumentar equipamiento, reducir el precio del modelo o incluso aumentar el beneficio.
Si a esto le sumamos el ahorro en la nueva política de compartir piezas con series superiores y otros modelos de MINI, BMW podría llegar a ahorrar más de 1300 millones de euros anualmente en la nueva generación, algo que le serviría para afrontar el nuevo desarrollo de la cada vez más próxima revolución del automóvil.
El nuevo BMW Serie 1 abandonará la actual plataforma y migrará hacia la plataforma FAAR, una plataforma más versátil que permitirá al modelo contar con mayores cotas y espacios así como albergar sistemas de propulsión híbridos enchufables, un sistema eléctrico y mecánicas gasolina y diésel.
Entre los principales rumores que atañen al nuevo BMW Serie 1 nos encontramos con la posibilidad de que el modelo monte su motor de forma transversal en lugar de longitudinal. Con esto, BMW ganaría espacio en el habitáculo, algo de lo que han pecado la primera y la segunda generación del modelo.
La plataforma FAAR es una versión evolucionada de la exitosa plataforma UKL que emplea MINI y BMW para algunos modelos.
Por el momento, la propulsión quedaría limitada al BMW Serie 2 como versión de acceso con este sistema de tracción. La nueva BMW Serie 2 contaría con una versión coupé y una versión Gran Coupé similar a la que ya encontramos en la Serie 4 pero a escala.
Respecto a las versiones más familiares de la Serie 2, parece que por el momento, BMW recortaría su presencia a la versión Active Tourer, cortando por completo la presencia del Gran Tourer.
Cómo se va diluyendo poco a poco la esencia de BMW con tal de perseguir objetivos comerciales. Si lo que quieren es llegar a más público a lo mejor lo que tendrían que hacer es crear una marca accesoria a tal efecto, y dejar la marca original con sus atributos originales. Digo yo.