Parecía que el escándalo del Dieselgate ya era agua pasada y que Volkswagen había aprendido de sus errores, pero ahora podríamos estar ante un nuevo caso de manipulación de emisiones. Según ha informado el periódico Bild am Sonntag, podría haber 370.000 vehículos afectados. Es el turno de la Autoridad Federal de Transporte de Motor (KBA), que tendrá que decidir si el fabricante alemán ha cometido una nueva infracción de manipulación del software.
El motor afectado sería el bloque diésel TDI de 1.2 litros que encontramos en modelos tan populares como el Volkswagen Polo. La KBA abrió una investigación para averiguar si una actualización del software en este motor habría permitido falsear las pruebas de emisiones. En 2016 la marca aseguró que este no había empleado ningún dispositivo ilegal, pero la KBA está estudiando presentar cargos contra los directivos de la marca por sospechas de fraude.
De momento no hay demasiada información, solamente que el caso está siendo investigado. Así, la KBA estaría considerando llamar a revisión a 30.000 vehículos afectados solo en Alemania, en total en toda Europa podría haber en torno a 370.000 coches con este motor bajo sospecha. El Ministerio de Transporte de Alemania no ha querido mover ficha hasta que la investigación de la KBA no haya concluido, un nuevo caso que podría convertirse en un nuevo varapalo para la marca germana.
Un portavoz de Volkswagen ha desvelado que los controles de calidad internos para los vehículos diésel con motores de 1.2 litros (modelo EA189) habrían sacado a la luz algunas irregularidades que ahora se están analizando. Además, añadió que habían informado a las autoridades y que actualmente mantienen un diálogo fluido con las diferentes instituciones al cargo de la investigación. Un nuevo caso de manipulación de emisiones que podría afectar a miles de conductores, aunque de momento hay que habrá que esperar a que la justicia actúe.