Jaguar, después del Salón del Automóvil de Los Ángeles, volverá al ataque dentro del segmento de los superdeportivos con su nuevo XKR-S Convertible, un descapotable, lujoso, potente pero muy, muy deportivo. Tanto es así, que es el Jaguar más potente que jamás se ha fabricado.
En este modelo todo es impactante, desde su exterior hasta el corazón V8 que se localiza bajo el capó. Un modelo muy semejante a la versión Coupé, pero con ese ventaja de poder disfrutar de la conducción a cielo abierto un día por carreteras de montaña.
MECÁNICA
Bajo su capó se encuentra una bestia devoradora de gasolina. El motor está formado por un bloque AJ-V8 sobrealimentado de 5 litros de cilindrada capaz de rendir nada menos que 550cv de potencia. Mucha, muchísima potencia, pero sus 680N/m de par máximo también están a la altura de lo que se podría esperar de un V8 sobrealimentado.
Toda la fuerza que produce el motor se entrega a las ruedas traseras gracias a una nueva caja de cambios automática de seis relaciones, la cual permite conseguir una aceleración de 0 a 100Km/h en ¡4,4 segundos! y permite catapultar al Jaguar a más de 300Km/h.
Como os podréis imaginar, conducir semejante vehículo sin techo, debe de ser una experiencia inolvidable. Como en la mayoría de los superdeportivos siempre hay un pero. En este caso, el que he encontrado yo se localiza en el peso en conjunto de este Jaguar, ya que controlar 550cv y 1.753Kg para un conductor normal no debe ser tan fácil como parece.
Como dijo Jeremy Clarkson, el peso lo estropea todo. Las prestaciones, el manejo, la capacidad de frenada, la maniobrabilidad, son unos de los principales perjudicados por el exceso de peso. Sino, que se lo pregunten al Bugatti Veyron.
Para intentar solucionar los problemas que conlleva el peso, se ha recurrido a una suspensión delantera más rígida y con una mayor precisión, mientras que en el eje trasero solamente se han endurecido un poco los amortiguadores, para aumentar el paso por curva.
EXTERIOR E INTERIOR
Aparte de su sonido, lo más impactante de este modelo es su estética. Una combinación de deportividad con el lujo que ha caracterizado siempre a la marca inglesa, hacen de este XK el coche perfecto para conducir en el caso de que no te puedas permitir un Aston Martin DBS Volante.
El exterior mezcla unos colores blancos para la carrocería, mientras que gran parte del alerón trasero, la capota y el difusor están pintados en un negro, haciendo la combinación perfecta en un deportivo de este calibre.
En su interior destacan los nuevos asientos deportivos Perfomance cubiertos al completo de cuero, al igual que el salpicadero y la consola central.
Un gran vehículo que captará gran parte de las miradas en Los Ángeles, pero como ya he dicho, no todo es una imagen con la que poder pasear por nuestro barrio para hacer girar cabezas ya que una buena mecánica también es muy importante y para eso están los V12 de Aston Martin.
A continuación os dejo un vídeo donde aparece por primera ante las cámaras este lobo hambriento: