Es de sobra conocido por los amantes del automóvil, como de unos años a esta parte Lexus, con cada nuevo modelo, sorprende con su evolución y por la firme competencia que cada vez más va suponiendo para el liderazgo alemán de reconocidas marcas. Su crecimiento comercial es la prueba de cómo poco a poco Lexus ha sabido acercarse a muchos de los conductores que, aunque de prestigio, todavía no la conocen o no la situan al nivel que tan justamente se merece.
El Lexus LFA supuso un antes y un después entre los deportivos de la marca, ofreciendo una eficacia dinámica nunca antes vista entre sus modelos, y es que si bien los de la L no es el primer coupé que fabrican, entre este y su predecesor el Lexus SC, todo parecido es pura coincidencia.
A su eficacia demostrada se suma un nuevo paquete de equipamiento dinámico denominado “Edición Nürburgring” que, a partir de la modificación de determinados elementos, permitio al LFA batir un nuevo record de vuelta rápida al Nordschleife parando el crono en 7 minutos 14 segundos, mejorando con este tiempo en casi 9 segundos el anterior record (7:22:85).
Su objetivo era superar los 7:19 establecidos recientemente por el Chevrolet Corvette ZR1 con la última versión de los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup, y lo consiguió evitando que este sellase el record.
Este paquete de equipamiento consta de un incremento de potencia hasta 566cv para compensar la resistencia que ofrecen todos los nuevos aditamentos aerodinámicos, consiguiendo igualmente con todo ello acelerar desde 0 hasta 100km/h en 3,7 segundos continuando hasta 327km/h de velocidad máxima que alcanza. Para asimilar estas prestaciones la suspensión sufre una puesta a punto, buscando un corte más deportivo aun, con una reducción de altura de 10mm y un tarado algo más firme, y la adopción de unas llantas radiales de magnesio especiales de este paquete con neumático de alta adherencia.
Estéticamente no difiere casi en absoluto de un LFA de serie, a parte de por los aditamentos estéticos, por la incorporación de unos acabados igualmente exclusivos, con tres colores de carrocería únicos como el blanco espacial, un negro mate, un negro obsidiana, y un naranja, que se complementarán con tres combinaciones interiores: negro-negro, negro-rojo, y negro-púrpura.
Donde más se aprecia el cambio de aires es en el habitáculo, inundado casi por completo con fibra de carbono con detalles en consola central, paneles de puerta, volante… en la persecución del mayor espíritu deportivo posible, con la adopción de un pedalier de aluminio, tres modos de conducción distintos y hasta unos baquets también de fibra de carbono tapizados en alcántara que lo que tienen de racing lo tienen de angosto (deben estar pensados para Richard Hammond).
El sobreprecio aproximado de esta sobreequipación ronda los 4000 euros, y aunque no abulta excesivamente para lo que supone a mayores, sin duda por lo que más aceptación puede tener es porque paralelamente se está adquiriendo un curso de conducción individualizado en el Nordschleife con uno de los instructores jefe de Nürburgring, mas el añadido de un pase gratuito para todo un año para conducir en el circuito.
Prevista su comercialización a partir de 2012, solo 50 de las 500 unidades que ya han sido solicitadas a fábrica incluyen este paquete en opción.