Tras la llegada todavía reciente del nuevo Passat, muchas miradas estuvieron puestas en sus excepcionales cualidades y los consumos que anunciaría para seguir en los primeros puestos de la tabla de ahorradores natos en la que, como Toyota o BMW, Volkswagen tiene siempre un sitio asegurado. Ahora, un tiempo después de conocerse las fantásticas cifras que homologa este modelo en prácticamente la totalidad de motorizaciones con las que se comercializa, se une la versión Bluemotion del 1.6TDI. Una de las más respetuosos con el medio ambiente.
Equipado con un cambio manual de 6 velocidades y una de las tecnologías más eficientes desarrolladas por Volkswagen, el Passat 1.6TDI Bluemotion pone el listón muy alto con sus 4,1 litros de consumo mixto homologado, 3,7 en carretera, y 4,9 en ciudad, todo ello con unas emisiones que superan escasamente los 100 gramos de CO2, mientras que en la versión familiar Variant se cierran casi inalterables.
Con esta llegada, Volkswagen se convierte en una de las referencias ecológicas dentro del panorama internacional, y con el Passat más concretamente, dentro de su segmento.
Pero otra de las grandes ventajas que ofrece el nuevo BlueMotion son unas prestaciones muy dignas para un vehículo de sus pretensiones y con el planteamiento con el que nace, y es que si bien es cierto que los 12,2 segundos (12,5 para el Variant) que necesita para acelerar de 0 a 100 no son precisamente unos datos de infarto, también lo es que unidos a los 202km/h de velocidad máxima que alcanza, en una berlina media de carácter familiar, están bastante por encima de lo que en principio a cualquiera se le pasa por la cabeza cuando escucha sus consumos.
Por su parte, la tecnología BlueMotion influye directamente en la eficiencia energética gracias a sistemas como el Start/Stop, el de regeneración de la energía de frenado, o los neumáticos de baja fricción, siendo todos ellos lo que fundamentalmente contribuye a obtener tan buenos resultados de consumo.
Desde el interior, el Passat Bluemotion es uno más de la familia, compartiendo acabados y equipamientos con el resto de motorizaciones, siendo estos últimos especialmente destacables en esta segunda generación que ahora ve la luz. Basado en el acabado Edition, toma parte del equipamiento de este como las llantas de aleación Barcelona, la radio RCD310 o el sistema de detección de fatiga entre otros, además de elementos especialmente diseñados para la ocasión como el spoiler trasero, la parrilla delantera, o el tapizado de los asientos junto con un color específico opcional Azul Glaciar para esta versión.
Su precio para la versión familiar Variant es de 27.000 euros, y de 25.750 para la berlina, a partir de ahí la extensa lista de opciones hará el resto en una berlina que, pese a no tener un precio desorbitado, todavía podía tener un equipamiento de serie mejorado además de incorporar elementos estéticos que contribuyesen a la mejora real del consumo en condiciones de tráfico abierto, como son el carenado de bajos, tan beneficioso a ciertas velocidades, o la regulación de altura de la carrocería que otros modelos sí tienen en cuenta y que contribuye a acentuar la cualidades de lo primero.
En cualquier caso, el planteamiento apunta maneras, y su éxito casi seguro hará gala de ellas.