El Salón del Automóvil de Frankfurt abrirá sus puertas al público en menos de dos días. Las marcas ya están poniendo toda la masa sobre la sartén. Audi no es menos y está presentado novedades como el Urban Concet, A2, y sus berlinas deportivas. Pero hoy no anunciamos otro Audi «más», os hablamos del cambio que ha sufrido el RS5, la bestia de la marca de los cuatro aros.
Mecánicamente no sufre cambios. Sigue montando el mismo bloque V8 de 4.2 litros, atmosférico que rinde 450cv a 8.250 rpm. Un motor con el que quitar las pegatinas al actual M3.
Para poder transmitir toda esa potencia al suelo utiliza una caja de cambios automática de doble embrague ( S Tronic ) de siete relaciones y un innovador sistema de tracción total permanente, Quattro. Este sistema cuenta con un engranaje de corona que reparte un 60% de la fuerza del motor al eje trasero en condiciones normales. Esta entrega de par a las ruedas traseras puede incrementarse hasta el 85 % o llegar a disminuir al 30%.
Las únicas diferencias se encuentran en su estética. Ha sido adaptada a la nueva imagen de la marca. Cuenta con una parrilla y faros delanteros completamente nuevos, unos asientos deportivos, regulación eléctrica para los asientos y un alerón trasero que se levanta cuando superamos los 120 Km/h o también a través de un botón que hay al lado de la palanca de cambios.
Sus prestaciones están a la altura de la clase de coche que es. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos. En cambio su velocidad máxima es de 280 Km/h ( limitada electronicamente ).