La fiabilidad de las cajas de cambios de doble embrague del Grupo Volkswagen no ha sido tan elevada como les habría gustado y en algunos mercados asiáticos especialmente, la fama es tan mala que las ventas de sus vehículos han caído de manera exagerada. Es el caso de Malasia, Singapur y Filipinas.
En otras regiones como Australia, Nueva Zelanda, algunos mercados de África y Oriente Medio también la caja DSG ha presentado ciertos problemas, sobre todo las que tenían el embrague en seco de hace unos años, habiendo mejorado considerablemente en los más recientes.
El problema para la firma alemana es que la imagen ha quedado muy «tocada» y muchos interesados optan por otros productos para evitar la compra de un coche con caja DSG. La solución ahora pasa para Australia y Nueva Zelanda por introducir una caja de cambios automática con convertidor de par y ocho relaciones.
Si desde hace unos meses los SEAT Ateca y Skoda Karoq tienen disponible la nueva transmisión automática de ocho velocidades en algunos países fuera de la UE, el Volkswagen Golf de octava generación se sumará con una similar para las unidades asociadas al motor 1.4 TSI de 150 CV.
Australia y Nueva Zelanda serán de los primeros países en los que la caja con convertidor de par ocupará el lugar de las anteriores DSG en los modelos de entrada, es decir, los que llevan las mecánicas menos prestacionales. Los que quieran la DSG deberán elegir los GTI, R o el Alltrack.
Además de mejorar la imagen y ganar muchos clientes perdidos, Volkswagen ganará más dinero al poder comercializarlos en combinación con bloques más económico de producir que cumplen la normativa Euro 5 y no la más exigente, y cara, Euro 6d. De ahí que el motor 1.4 TSI sigan muy vigente.