No es ningún secreto que en Toyota no están muy convencidos de que el futuro sea 100% eléctrico. La firma nipona quiere volver a impulsar los productos con pila de combustible y el Toyota Hilux de hidrógeno del que hoy os hablamos es buena prueba de ello. No es una novedad, pero el fabricante de automóviles nos da nuevas pistas de sus planes para el pick up.
La marca parece haber identificado una nueva oportunidad en el mercado de vehículos comerciales en términos de una oferta de productos de cero emisiones. Toyota solicitó con éxito una línea de financiación sobre un proyecto que busca ofrecer una nueva solución de movilidad limpia, y actualmente se está evaluando la venta del modelo antes de finales de la década.
El Toyota Hilux de hidrógeno
Los componentes principales del Toyota Mirai de segunda generación que probamos el pasado año son una buena base de partida para el Toyota Hilux de hidrógeno. Este prototipo utiliza tres tanques de combustible de alta presión para almacenar el hidrógeno, los cuales envían energía a una batería híbrida montada bajo la caja posterior.
De esta forma, se evita restar espacio al habitáculo. El Hilux genera electricidad a partir de una pila de combustible, en lugar de quemar hidrógeno en un motor de combustión interna más convencional. Los ingenieros de Toyota señalan que la autonomía del Hilux es de 600 km, resultando «significativamente mayor de lo que se podría lograr con un sistema eléctrico de batería«.
Cabe recordar que, en el Toyota Mirai, el motor eléctrico síncrono eroga 174 CV (128 kW) DIN en lugar de 155 CV (114 kW) DIN. La potencia total máxima del sedán se sitúa en 182 CV (134 kW) y 300 Nm de par motor, permitiéndole ofrecer mejores prestaciones. Para que os hagáis una idea, acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos. El Hilux ofrece cifras similares.
El Hilux propulsado por hidrógeno fue desarrollado inicialmente como un estudio de viabilidad entre Toyota Motor UK y Toyota Motor Europe, financiado por el gobierno del Reino Unido. Otros socios fueron Ricardo, ETL, D2H Advanced Technologies y Thatcham Research, con el apoyo adicional de Toyota Motor Corporation (TMC). Visto su éxito, ahora se estudia la viabilidad de un modelo de producción.