Si en los últimos años has estado buscando un compacto del segmento C, seguro que te han llamado la atención dos modelos a los que la gente les tiene cierto aprecio por su relación calidad/equipamiento/precio y, sobre todo, por la garantía que anuncian.
Me refiero a dos fuertes opciones, el Kia Cee´d y el Hyundai i30, dos hermanos coreanos que bajo sus respectivas marcas compiten en un segmento copado de “grandes”, eso sí, con unos precios muy buenos, un equipamiento bastante competitivo y una gama de motores que a pesar de no salir mala, sí que puede tacharse de ligeramente “gastona” respecto a otras alternativas.
Sin embargo y, a pesar de la existencia del Hyundai i30 Turbo, nos quedamos con un regustillo agridulce tras probarlo. Sabemos que la marca lo puede hacer mejor, mucho mejor, y para ello ahora se añade la letra ‘N’ a la ecuación. Como algunos recordaréis, esta división N tiene su central de operaciones en unas instalaciones cercanas al mítico circuito de Nürburgring, así que teniendo en cuenta este hecho y que es allí donde se ha divisado la primera unidad camuflada, parece lógico pensar que el compacto más picante de Hyundai llegará al mercado bajo la denominación i30 N y ofreciendo al público mucha de la tecnología que vimos el pasado Salón de París con el Hyundai RN30.
Encontraremos dos transmisiones disponibles para el Hyundai i30 N: un cambio manual de seis velocidades con una función de ajuste de revoluciones y una caja automática de doble embrague con ocho velocidades.
Este equipaba el poderoso motor de 2.0 litros con un turbocompresor elevado hasta los 380 CV de potencia (280 kW) y un par máximo de 451 Nm, lo que le convertiría en un rival del mismísimo Ford Focus RS -una opción que no fue descartada por los responsables de la marca de cara a un futuro más lejano-, aunque por ahora el i30 N solo lo veremos con dos opciones de potencia más modestas sobre ese mismo bloque de cuatro cilindros: una más enfocada a carretera con 185 kW/250 CV y otra más radical con 205 kW/275 CV. Vamos, algo similar a lo que hacen Peugeot o SEAT con los 308 GTI y Leon CUPRA, respectivamente.
Estéticamente destacará por su carrocería de 5 puertas con paragolpes, faldones y detalles más deportivos, una parrilla rediseñada, un difusor más agresivo que albergará un sistema de escape deportivo y unas llantas de 19 pulgadas calzadas con neumáticos Pirelli P-Zero. Lo mismo ocurrirá en el habitáculo, donde los protagonistas serán el volante y los asientos deportivos, una palanca de cambios y un cuadro de instrumentos enfocados al alto rendimiento con indicador de cambio y zona roja variable. En el apartado técnico, por su parte, no faltarán una suspensión ajustable, nuevo eje delantero, diversos modos de conducción, un control de estabilidad con modo circuito y un diferencial de deslizamiento limitado.
Por ahora poco más os podemos adelantar del prototipo. Mucho me temo que aun tendremos que esperar unas cuantas semanas para conocer al modelo definitivo, aunque quién sabe si llegará a estar en el Salón de Ginebra 2017 el próximo mes de marzo. Lo que sí sabemos es que su producción está programada para comenzar en diciembre de este mismo año en la planta de la marca ubicada en la República Checa.