Bautizado como el Infierno Verde –el piloto de Fórmula 1 Jackie Stewart acuñó apelativo Grüne Hölle– y elevado a “Meca del automovilismo”, el icónico Circuito de Nürburgring fue concebido en 1925 como una zona de pruebas. Y lo sigue siendo, pues los tiempos de vuelta en Nürburgring son una forma habitual de destacar frente a los competidores.
En el Ring los vehículos desarrollados por las distintas marcas de automóviles ruedan para ser probados, desarrollados y ajustados. Recordemos que hace unos años se mejoró el asfalto y es uno de los trazados más míticos y respetados del mundo. Alberga múltiples eventos internacionales y acoge a modelos de todas las marcas y segmentos.
Es uno de los circuitos más técnicos del mundo y sufrir un accidente en su trazado puede salirte realmente caro.
El trazado cuenta con 20.832 km de longitud total, 300 metros de cambio de altitud, 73 curvas (33 a la izquierda y 40 a la derecha), y un pico de altura de 617 metros de altura sobre el nivel del mar. Este trazado es un auténtico centro de pruebas que ha ido evolucionado a lo largo de sus casi 100 años de vida abierto al público.
Hoy en día, Nürburgring se presenta como un sello germano de calidad dinámica. En él ruedan tanto fabricantes como particulares, pero los años no pasan en balde. Precisamente por esa razón, el circuito se someterá a una importante actualización digital con 11 millones de euros de inversión para mejorar la seguridad de los vehículos y llevar la pista al futuro.
Nürburgring mira al futuro
Con el objetivo de reducir los accidentes en la pista y mejorar la seguridad en general de los conductores privados, los pilotos de prueba de la industria y los pilotos de carreras, el Ring actualizará toda su infraestructura. Las obras darán comienzo este invierno y deberían estar finalizadas para 2025, empleando tecnología de cámaras e inteligencia artificial para monitorizar toda la pista.
Se trata de uno de los proyectos de construcción más completos en los casi 100 años de historia de Nürburgring. Durante los próximos dos años, se construirá una infraestructura completamente nueva alrededor del circuito. Cobrará un papel especial la inteligencia artificial (IA), que se refinará y adaptará continuamente a la pista durante la operación en vivo.
Este sistema podrá detectar peligros, accidentes y otros eventos no programados en la pista. De esta forma, ayudará al equipo de control de operaciones a tomar medidas urgentes. En el futuro, la idea es que advierta de forma automática a los conductores de situaciones peligrosas a través de los paneles LED que se van a instalar a lo largo y ancho del circuito.
También veremos cimientos para mástiles a prueba de tormentas para anclar cámaras HD especiales, movimientos de tierra para tender cables de fibra óptica y de alimentación, y sistemas fuera de la red para el suministro de energía. Todas las imágenes e información se transmitirán directamente al centro de control de operaciones a través de los cables de fibra óptica.