Hace justo 10 años, Skoda cogió un Octavia RS modificado y lo plantó en las famosas salinas de Bonneville de Estados Unidos para tratar de registrar un récord.
A los mandos de este Škoda Octavia vRS especialmente preparado estaba el periodista Richard Meaden que por cierto lanzó el automóvil hasta las 227,080 mph -365,4 km/h-.
El modelo se convirtió oficialmente en el automóvil de producción de inducción forzada de 2.0 litros más rápido, registrando esta velocidad y siendo la misma aprobada por la Asociación de Cronometraje del Sur de California (SCTA).
Para conmemorar la ocasión, ŠKODA ha completado una restauración del Octavia vRS 2011, devolviéndolo a la misma especificación que completó el recorrido final a lo largo de las salinas.
Tras la restauración la unidad fue puesta a prueba en Millbrook Proving Ground.
Aunque el Octavia ‘Salt spec’ de 2011 se convirtió en el primer Škoda en mantener un récord oficial de velocidad en tierra, el objetivo original era romper la barrera de las 322 km/h.
En origen la unidad del récord era un Skoda Octavia vRS 2.0 TSI en Corrida Red que estaba destinado a la flota de pruebas y prensa pero que acabó en el proyecto Bonneville. Aunque se basaba en la mecánica TSI, la unidad requirió de grandes modificaciones para el récord.
Entre las mejoras clave se incluyeron un sistema de inyección modificado para entregar más combustible al motor (ocho inyectores) y un sistema de refrigeración con un radiador de 10 litros.
La transmisión instalada contaba con engranajes más largos procedentes de un Octavia GreenLine. Los discos de freno y las pinzas se quitaron y se reemplazaron por un paracaídas para garantizar que el automóvil pudiera detenerse de manera segura en la superficie de sal.
A pesar de los años que han pasado, Škoda todavía tiene el récord de velocidad en tierra en la categoría G / PS.
Fuente | Skoda