El escenario elegido por Subaru para presentar la nueva generación del XV es lógicamente Ginebra, el evento del motor más importante del continente europeo. Se podrá adquirir a lo largo del segundo semestre y como en la generación anterior, deriva del Impreza. Aunque por su aspecto no parece especialmente novedoso, es un vehículo completamente nuevo.
Desarrollado sobre la nueva plataforma modular, el XV presume de una mayor rigidez y ligereza. Incluso con una altura libre suelo más generosa, Subaru dice que se ha conseguido rebajar el centro de gravedad, lo que permitirá un comportamiento dinámico mucho más eficaz y parecido al de un turismo sin que perjudique sus maneras fuera del asfalto.
Como buen crossover, el XV cuenta con una gran cantidad de elementos que añaden una estética más campera. Entre otras cosas hay que destacar las barras de techo, protectores de bajos, las molduras plásticas por todo el contorno de la carrocería, los cristales tintados, las llantas de aleación de diseño específico, etc. Respecto al Impreza también son nuevos los paragolpes.
El interior del XV también evoluciona positivamente tanto en diseño como en presentación. Más moderno y atractivo, se han mejorado los plásticos para recubrir las distintas superficies, prestando mayor atención también a los ajustes. En la consola central destaca la nueva pantalla táctil de generoso tamaño perfectamente integrada (no es un parche como antes) con una notable conectividad y menús intuitivos.
Entre el equipamiento disponible hay que señalar el control de crucero adaptativo, sistema de frenada de emergencia, aviso pre-colisión y alerta de cambio de carril, todos ellos dentro del pack Eyesight que será de serie en todas las versiones. También podrán tener SmartBeam, iluminación inteligente en curvas, alerta de objetos en ángulo muerto, detector de objetos en maniobras de marcha atrás y lector de señales de tráfico.
Otros elementos que podrán equipar los nuevos XV son el techo solar eléctrico, sistema de acceso y arranque sin llave, faros LED, sensor de lluvia, encendido automático de luces, tapizado en piel, asientos térmicos, espejos plegables, faros antiniebla, un completo ordenador de viaje con pantalla a color, bluetooth, USB, Apple Car Play, etc.
De momento la única motorización anunciada es un mejorado dos litros de gasolina con inyección directa y 156 CV de potencia que se combina con la transmisión Lineartronic (CVT) y por supuesto con la tracción total a las cuatro ruedas AWD. Suponemos que para Europa no se quedarán fuera los 2.0 Bóxer Diésel ya usados en la generación actual, y una alternativa más sencilla con 1,6 litros en gasolina aunque de momento no han sido confirmados.