La berlina más lujosa del mundo estrena generación y para celebrarlo el Grupo BMW ha realizado un espectacular evento en Londrés. La nueva entrega del Rolls Royce Phantom se parece mucho a su predecesor pero sin embargo, según aclara la firma, no comparte piezas con su predecesor.
La octava generación de un modelo con un centenar de años se presenta como la máxima representación de lujo, la ostentación y tecnología. Entre otras cosas estrena una plataforma completamente nueva realizada en aluminio que le ha permitido adelgazar algunos kilos y de paso, hacerlo más eficaz una vez en marcha (es un 30% más rígido).
Hablar de Rolls Royce es hablar de calidad, materiales de primera y muchas horas de trabajo a mano. Ya sea el cuero como el aluminio, la madera o cualquier otro recubrimiento que encuentres en el Phantom está terminado con mimo y siempre con la máxima calidad posible para poder satisfacer el inconformismo de esos maniáticos millonarios que pueden acceder a uno.
Bajo el capó se mantiene el icónico motor de gasolina con 6,75 litros y doce cilindros que desarrolla 571 CV de potencia y un par máximo de 900 Nm desde sólo 1.700 rpm. Se combina con una transmisión automática con ocho velocidades asistida por satélite desarrollada por ZF que suponemos tiene un funcionamiento impecable (es lo que se espera de un vehículo así).
Aunque las prestaciones nunca han sido el reclamo principal de los Rolls Royce, el Phantom no se puede decir que sea precisamente un vehículo lento. Según declara la firma británica es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en sólo 5,3 segundos en el «corto» y en 5,4 segundos cuando se habla de la variante con batalla alargada.
Para maximizar el confort del habitáculo, cuenta con una sofisticada suspensión neumática que se adapta a la carretera en todo momento, logrando reducir las irregularidades al máximo. Funciona en combinación con una cámara que se adelanta al estado del asfalto para ajustar los amortiguadores, de manera que siempre sabe cómo satisfacer a los ocupantes.
La apertura de las puertas posteriores se mantienen en «sentido contrario a la marcha» y están asistidas para que no resulten pesadas o simplemente no quieras mancharte las manos un día de lluvia (si es que no tienes chófer). Según la nota de prensa, 130 kg de peso se han ido en la insonorización del habitáculo, haciendo uso de cristales de 6mm que aíslan a la perfección de lo que sucede en el exterior.
Los toques clásicos del interior se acompañan de la última tecnología. La instrumentación por ejemplo tiene un estilo tradicional pero es completamente digital, con 12,3 pulgadas y además el conductor podrá personalizarla. Otros elementos de equipamiento son el sistema Area View (360º), visión nocturna, control de crucero activo, alerta de objetos en ángulo muerto, salida de carril, peatones, fatiga, Head Up Display, Wi-Fi, etc.
El Rolls Royce Phantom es en definitiva una verdadera berlina de máximo lujo qué cumplirá con creces las aspiraciones de sus propietarios ya sea al volante o bien cómodamente desde el asiento posterior. Por supuesto como buen Rolls Royce, al modelo de serie se le pueden realizar tanta modificaciones (y caprichos) como el cliente esté dispuesto a pagar. Ya sabes, con dinero no hay barreras.
No me gusta!