Como buen amante de los coches que eres probablemente alguna vez has soñado con que una marca de deportivos de élite te fabrique un deportivo único, solo para ti. Vamos, lo que viene siendo un one-off. Por suerte o por desgracia, en este mundo hay bastante gente que se podría permitir económicamente este capricho, pero ojo, porque conseguir que una marca como Ferrari te fabrique una unidad exclusiva no es tan fácil como parece…
Dicen que poderoso caballero es don dinero, aunque algunas veces lo de personarse en un concesionario con un maletín lleno de fajos de billetes no siempre funciona, pues estas unidades extremadamente personalizadas son para darlas de comer aparte. Con todo y con eso, hay algunos afortunados que ven su sueño hecho realidad, como el propietario del Ferrari P80/C que os traigo hoy.
Una vez más, la firma italiana ha demostrado que es capaz de seguir creando superdeportivos únicos y al más alto nivel, aunque quizás no para todos los gustos. El Ferrari P80/C está llamado a convertirse en el coche más radical y exclusivo creado por la división de proyectos especiales de la firma del Cavallino Rampante y su diseño está inspirado en los vehículos de competición de los años ’60.
Su desarrollo comenzó en 2015, por lo que hablamos también del Ferrari que más tiempo ha requerido para ver la luz. Y desde luego, no es para menos, porque su propietario exigió una investigación en profundidad sobre el diseño, un largo desarrollo de ingeniería y una «prueba aerodinámica escrupulosa«. Por ahora se desconoce quién es el propietario y cuánto ha costado, pero podemos imaginar que la cifra tiene unos cuantos ceros…
Sí que sabemos que Ferrari define a su cliente como «un gran conocedor del mundo Ferrari«, de ahí que quisiera tomar como inspiración dos modelos icónicos de la historia de la compañía: el 330 P3/P4 y el Dino 206 S de 1966. Era todo un reto para el Ferrari Styling Center, porque tuvieron que desarrollar un automóvil prácticamente desde cero en lugar de basarse en un producto de su gama actual.
Sí que se pudo aprovechar el chasis del Ferrari 488 GT3, tanto por rendimiento como por la mayor distancia entre ejes respecto al 488 GTB convencional (+50 mm). Eso permitió una mayor libertad creativa a los diseñadores, quienes adelantaron la cabina para que el deportivo pudiera lucir una sección trasera alargada que le da al automóvil un carácter más agresivo.
Otros aspectos destacados del diseño incluyen los musculosos alerones delanteros y traseros, los marcados pasos de rueda, las voluminosas tomas de aire o el parabrisas envolvente, elementos característicos de las berlinettas 330 P3/4, Dino 206 S y 250 LM. Además, el cliente pidió dos configuraciones, una para circuito con el enorme alerón de fibra de carbono y llantas de 18 pulgadas; y otra para exhibiciones con llantas de 21 pulgadas, sin apéndices aerodinámicos y con el alerón desmontado.
La gran mayoría de los componentes están hechos en fibra de carbono, aunque solo es visible en los elementos más técnicos, mientras que el resto de la carrocería está pintado en un atractivo Rosso Vero brillante. En el interior, vemos un volante y unos asientos de competición con arneses, una jaula antivuelco, un salpicadero rediseñado y paneles de las puertas en fibra de carbono, entre otros.
Por desgracia, no hay noticias sobre la mecánica, pero el Ferrari 488 GT3 esconde en sus entrañas un motor 3.9 V8 Twin-Turbo con 550 CV, aunque sin las limitaciones propias de la competición, este es capaz de desarrollar una potencia máxima de 720 CV. Está asociado a una transmisión de doble embrague con siete relaciones y su homologación es únicamente para circuito.