Estaba claro que la marca de los cuatro aros no se iba a quedar con los brazos cruzados mientras que Mercedes-Benz y BMW se reparten una porción del pastel con sus GLE Coupé y X6, respectivamente. Si bien es cierto que llega un tanto retrasado, el Salón de Detroit 2017 ha sido el escenario elegido por la compañía germana para mostrar de forma conceptual el hermano mayor y coupé del exitoso Q7: el Audi Q8 Concept.
Según asegura la propia marca, este prototipo representa una síntesis entre el estilo emocional de un coupé y la amplitud y versatilidad que caracterizan a un SUV, a fin de abrir un nuevo segmento en la categoría de los grandes SUV de lujo gracias a sus 5,02 metros de longitud, 1,70 metros de altura, 2,04 metros de anchura y una distancia entre ejes de tres metros.
Lógicamente, en su estética no faltarán los rasgos más característicos de la marca, tales como la parrilla Singleframe octogonal con diseño tridimensional, cuyo aspecto es algo más ancho que en el resto de modelos de la gama; tecnología Matrix láser digital para las luces largas y de cruce; algunos elementos de diseño que nos recordarán al Audi Ur-quattro de los años ochenta como el pilar C o los pasos de rueda; y, como no, detalles determinantes de un SUV coupé como el borde inferior de las ventanillas laterales o los hombros con un acentuado dinamismo, todo ello rematado con unas equilibradas proporciones que prestarán igual énfasis a la parte delantera y a la zona trasera.
“El Q8 concept es un Audi en su máxima expresión, una muestra de la fortaleza de nuestra marca tanto en tecnología como en diseño, al mismo tiempo que proporciona una visión de lo que será el futuro SUV de gran tamaño que produciremos en serie”, comenta Dietmar Voggenreiter, miembro del Consejo de Dirección de AUDI AG.
Pero es quizá en la zaga donde el Audi Q8 Concept exuda deportividad, con un doble labio tipo spoiler que forma un llamativo contorno sobre el portón eléctrico del maletero o la tira de luces que se extiende por todo el ancho de la parte trasera a modo de firma específica de la gama e-tron. Además, la placa de matrícula del Audi Q8 concept está situada sobre una franja negra entre las luces, otro detalle que era típico del Audi Ur-quattro, mientras que el difusor está realizado en aluminio.
Pero si su diseño te parece sorprendente, espera a conocer el interior, donde encontramos un auténtico salón con espacio para que cuatro adultos viajen cómodamente incluso con su equipaje (630 litros de capacidad de carga). Sus rasgos estéticos siguen la línea ya vista en el Prologue, con una arquitectura que destaca por sus innovadoras pantallas y por el concepto de funcionamiento. Toda la anchura del frontal del panel de instrumentos está diseñada para ser una superficie que va descendiendo en diferentes etapas hacia el interior del vehículo. La zona central de control y las pantallas están integradas en lo que se conoce como “black panel”, una pieza negra brillante enmarcada por un perfil de aluminio.
Si los sensores del asiento detectan que hay un pasajero sentado en el asiento del acompañante, la pantalla táctil muestra sus configuraciones de climatización. Sin embargo, esta función no está disponible cuando el conductor viaja solo.
Por otra parte, un marco de aluminio bordea la pantalla TFT del conductor, consistente en un potenciado Audi virtual cockpit de 12,3 pulgadas. Adicionalmente, el Q8 Concept cuenta con un Head-Up Display de apariencia analógica que proyecta la información con una aplicación inteligente de la realidad aumentada, al tiempo que las notificaciones de los sistemas de ayuda al conductor también combinan los mundos virtual y físico. Como se puede apreciar, la esencia deportiva exterior también está presente en el habitáculo, con unos asientos de corte deportivo y una dinámica palanca para la transmisión tiptronic de ocho velocidades.
Bajo el capó, los 333 CV (245 kW) y 500 Nm de par que rinde el motor 3.0 TFSI, en combinación con los 100 kW de potencia y 330 Nm que produce el motor eléctrico, logran una potencia conjunta de 449 CV (330 kW) y 700 Nm de par que hacen que este enorme SUV pueda acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 5,4 segundos. Dispone de una autonomía de hasta 60 kilómetros circulando en modo completamente eléctrico gracias a su batería de 17,9 kWh y superior a los 1.000 kilómetros combinando ambos motores –2,3 litros a los 100 km-. Para cargar la batería por completo con una toma de salida de 7,2 kW se necesitan, aproximadamente, dos horas y media.
El modelo cuenta con un sistema de gestión híbrido inteligente y flexible, además de tres modos de conducción ya vistos en otros modelos de esta índole: EV, hybrid y battery hold.
Para un mejor rendimiento, el chasis está equipado con la suspensión neumática adaptativa y deportiva, que permite ajustar la distancia al suelo de la carrocería en dos niveles, los cuales cuentan con 90 milímetros de diferencia en altura entre sí. Para los frenos se ha optado por unos discos cerámicos de 20 pulgadas de diámetro que detendrán al modelo sin esfuerzo. Y ojo, que lejos de ser un mero ejercicio de diseño, desde Audi afirman que el modelo de producción llegará el próximo año para unirse a los Bentley Bentayga, Porsche Cayenne y Lamborghini Urus como SUV deportivos de gama alta del Grupo Volkswagen.