No hay nada mejor para un fabricante de automóviles que vender toda la producción de un vehículo justo antes de su lanzamiento, algo que les podría permitir aumentar la producción en el caso de que fuese interesante para la firma. Es lo que le ha ocurrido a Opel con el nuevo Mokka-e.
Desde que comenzase la recepción de pedidos del nuevo eléctrico de la firma alemana, los concesionarios y las distintas webs no han dejado de contabilizar pedidos hasta agotar toda la producción prevista para los primeros 12 meses y que se estima en unas 25.000 unidades.
La gran mayoría de los pedidos han tenido lugar en Alemania, un país en el que los incentivos para los vehículos eléctricos alcanzan los 9.570 € y los convierten en productos muy apetecibles para un gran número de hogares (junto a otras ventajas que reciben en este país). Otros países importantes son Holanda, Noruega y Francia.
El Opel Mokka-e está equipado con el conocido bloque eléctrico de 136 CV ya visto en muchos productos de PSA acompañado de una batería de iones de litio con 50 kWh de capacidad que no otorga una autonomía real demasiado generosa pero que puede ser suficiente para muchos usuaros (ronda los 240 km reales).