La compañía alemana sigue creciendo y trabajando sobre la mejor tecnología. El objetivo no es otro que mantenerse en la punta de lanza del vanguardismo en el sector del automóvil. El nuevo Audi A8 ya está aquí y llega con una propuesta renovada, adaptada a las nuevas demandas, y sin perder ni un ápice de su esencia. Hoy probamos el Audi A8 L 60 TFSIe.
El A8 se ha posicionado con el paso de los años como un referente en el mercado de coches de gama alta. Es el que lleva a diario el mismísimo Presidente del Gobierno, y es que su carácter dinámico se puede combinar con la elegancia. Así se aprecia en la nueva propuesta de Audi. El renovado A8 destaca por un estilo deportivo, poderoso, elegante y muy lujoso.
Disponible con batalla corta y larga en nuestro país (el S8 solo en batalla corta), la oferta mecánica contempla tras el lavado de cara opciones diésel, gasolina e híbrida enchufable. A estas se suman, como cabría esperar, tecnologías de última generación. Y no solo hablamos del interior, sino especialmente en materia de seguridad y asistencias a la conducción.
El Audi A8, el BMW Serie 7 y el Mercedes-Benz Clase S son la crème de la crème de las berlinas de representación. Son los buques insignia de cada casa, los tres alemanes por excelencia, la opción preferida de los ejecutivos. Verdaderos salones rodantes en los que viajar se convierte en un verdadero lujo y placer desde 1994, 1977 y 1954, respectivamente.
Diseño exterior
El nuevo Audi A8 mantiene la línea elegante y tecnológica, pero le da una vuelta de tuerca al diseño. En la vista frontal, la inclinada luna aislante y calefactable -con limpiaparabrisas con inyectores integrados- tras la que se pueden distinguir algunas de las cámaras de los sistemas de asistencia da paso a un musculoso capó en forma de ‘V’ de marcadas líneas.
Este desemboca de forma natural en una gran parrilla Singleframe propia de la marca. La base de esta es ahora más ancha. Además, cuenta con unos ángulos cromados que aumentan de tamaño desde la parte inferior y que adornan la parrilla. Las tomas de aire laterales son más verticales, como los faros. Incluyen tecnología LED con indicadores dinámicos de serie.
En opción tenemos los faros LED HD Matrix. Por encima de estos están los excelentes y recomendables faros Digital Matrix LED con tecnología DMD, luz láser y OLED. Estos presentan una particular firma lumínica y novedosas funciones. El dispositivo digital de microespejos es comparables a un proyector de vídeo.
Cada faro contiene aproximadamente 1,3 millones de microespejos que dispersan la luz. Esto permite ajustar el haz de luz con la máxima precisión. Gracias a esta tecnología se incorpora una nueva función de luces de carril y de orientación para circular por carretera. En este caso, los faros emiten una alfombra de luz que ilumina con especial intensidad el carril.
Tampoco faltan los lavafaros. La vista lateral no es menos llamativa, presentando una línea de cintura ascendente y un espacio acristalado generoso. Las lunas posteriores son tintadas e insonorizantes. La superficie de las puertas queda completamente limpia de protecciones. Lo que sí podemos apreciar son abundantes cromados a lo largo y ancho de la carrocería.
Los espejos retrovisores integran los intermitentes y cuentan con una base en negro a contraste. En dimensiones, Audi A8 L mide 5.32 metros de longitud, 1.95 metros de ancho y 1.49 metros de alto. La batalla es de 3.128 mm. Por su parte, los anchos de vía miden 1.645 mm en el eje delantero y 1.633 mm en el trasero.
Destacan especialmente la sutil y pronunciada caída del techo; así como el marcado nervio de la sección inferior de las puertas. Las llantas son de 20 pulgadas con diseño de 10 radios en Y, negro antracita y torneado brillante. Están calzadas con neumáticos Goodyear Eagle F1 en medidas 235/40 R20 104Y delante y 265/40 R20 104Y detrás.
Remata el atractivo diseño la zaga. Una generosa luna y una horizontalidad marcada parecen asentar con contundencia al modelo sobre el asfalto. Llaman especialmente la atención los pilotos OLED digitales que están unidos. La firma lumínica es personalizable. La inserción del difusor en el paragolpes está acentuada y rediseñada con franjas horizontales.
Las luces traseras tienen una función de indicación de proximidad. Si un vehículo se acerca por detrás a menos de dos metros, se activan todos los segmentos OLED. Visto desde arriba, hay una antena de tipo aleta de tiburón y un techo corredizo eléctrico opcional. Para el exterior se ofrecen el paquete de estilo negro, el nuevo paquete S line, detalles en carbono y en cromado.
Diseño interior
En el interior del nuevo A8 los cambios son menores. Los asientos están tapizados con cuero Valetta de serie. Como alternativa se ofrece cuero Valcona con la posibilidad de elegir el nuevo color Marrón Coñac. Una novedad es el material de microfibra sostenible Dinamica para los paneles de las puertas, el guarnecido de los pilares y el revestimiento del techo.
Lo que está claro es que el habitáculo de este buque insignia no te va a dejar indiferente. No sólo su diseño es tecnológico, sino que además se ha mimado al detalle el empleo de todos los materiales. Por supuesto, también se han rematado con esmero los ajustes. Como guinda del pastel, encontramos un nivel de comodidad y equipamiento sublimes.
Hay calidad allí donde mires. Estos asientos deportivos ‘S’ delanteros son excelentes en agarre y mullido, tan cómodos como deportivos. Pueden contar con ajuste eléctrico y lumbar, función de masaje, memoria y climatización. Esto permite encontrar la temperatura, la posición y la inclinación ideal para cada cuerpo. Para la tapicería hay más de 10 opciones de cuero.
Las manos se posan cómodamente en un volante de cuero de cuatro brazos multifunción eléctrico. Puede ser calefactado y las levas son de serie. Este nos brinda acceso a las funciones más destacadas, pero que también nos permite navegar a través de los menús y el mundo de funcionalidades que nos ofrece el Audi Virtual Cockpit.
La instrumentación digital de 12,3 pulgadas permite elegir entre diversas vistas, algunas específicas de este PHEV. Se combina con un completo Head-Up Display. La arquitectura se integra con el nuevo concepto de operación táctil. Prácticamente elimina los botones y controles sustituyéndolos por pantallas. Lo que sí vemos es excesivo Piano Black.
El salpicadero se presenta elegante y bien esculpido. En la consola central, figura una pantalla de 25,6 centímetros (10,1 pulgadas). Esta se integra hasta convertirse en casi invisible a la vista en la superficie de acabado negro brillante black panel. El problema de tantas pantallas son los reflejos cuando el sol incide sobre ellas, dificultándonos la visión.
La consola del túnel central también posee ese efecto de panel negro. En ella hay una segunda pantalla táctil de 21,8 centímetros (8,6 pulgadas). La superficie de la pantalla táctil emite una señal acústica cuando se activa una función. Imita de esta manera a los interruptores tradicionales. Lo mismo sucede con el módulo que gestiona la iluminación.
Para introducir las direcciones de navegación en el Audi A8 puedes o bien teclearla o bien escribirla en la pantalla.
Al pulsar sobre los botones en ellas presentes, notarás como un click. Esto te ayuda a saber que has seleccionado una determinada función. Personalmente, no ha terminado de convencerme esta función; al igual que no me gusta especialmente que las pantallas acojan las funciones del climatizador. Eso sí, es justo decir que en este caso el acceso y manejo del mismo queda a la altura de la mano y no es complicado hacerse a él.
Los gráficos de todas las pantallas y su fluidez son dignos de mención. Cabe destacar la imagen en tres dimensiones que generan las cámaras del sistema 360º. Es un sistema realmente completo, al igual que el equipo de infoentretenimiento. Puede contar con navegación, Apple Carplay y Android Auto, sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced, DAB+, TV…
El sistema de audio Bang & Olufsen Sound System está concebido para los oídos más exigentes. Lleva el sonido 3D a las plazas traseras con un alto nivel de calidad. Un amplificador de 1.920 vatios se encarga del funcionamiento de los 23 altavoces. Por su parte, las lentes de los tweeter se activan eléctricamente en el salpicadero. Es, sencillamente, espectacular.
El Audi A8 L ofrece una configuración de cuatro o cinco plazas. Las plazas traseras laterales son realmente cómodas y generosas en todas sus cotas. Está claro que es un coche para que te lleven, porque el nivel de lujo y comodidad es excepcional. Pueden ser calefactadas, ventiladas, con masaje y ofrecen múltiples reglajes eléctricos, permitiéndonos estirarnos.
En esta unidad no hay plaza central. El enorme reposabrazos acoge los ajustes eléctricos de los asientos, dos posavasos, una guantera con tomas USB y una tableta integrada fija. Desde ella los pasajeros pueden controlar prácticamente la totalidad de las funciones del vehículo. El climatizador es de cuatro zonas, con múltiples salidas de ventilación en la segunda fila.
Respecto al maletero, cubica un total de 390 litros. Es menor que en otras versiones. Si abatimos los asientos posteriores puede ampliarse. Goza de unas formas muy regulares y un doble fondo un tanto escaso. El portón tiene un buen tamaño y accionamiento eléctrico en opción. Es de serie el sistema de acceso sin llave al vehículo.
Por el contrario, la Audi connected key, la toma de 12V, el mecanismo que completa el cierre de las puertas de manera automática, las pantallas traseras y el enchufe de 230V en la segunda fila de asientos son opcionales. El borde de carga se sitúa a aproximadamente 710 mm de altura al suelo.
Motorización Audi A8 L 60 TFSIe
La gama del Audi Q7 2021 está compuesta por motorizaciones diésel, gasolina e híbridoa enchufable. La gama de gasolina está representada por el poderoso S8 TFSI con 571 CV. En diésel encontramos únicamente el 50 TDI de 286 CV. Ambos se combinan con un cambio tiptronic de ocho velocidades y con la tracción total permanente quattro.
La versión TFSIe híbrida enchufable (PHEV) combina un motor de gasolina V6 de 3.0 litros con un potente motor eléctrico. En este modelo solo se ofrece la versión de gama alta 60 TFSIe. Ofrece una potencia combinada de 462 CV. Se beneficia del distintivo ambiental CERO de la DGT. Desaparecen, por lo tanto, los 55 TFSI (340 CV), 60 TFSI (460 CV) y 60 TDI (435 CV).
Para la prueba he optado por el Audi A8 L 60 TFSIe. Combina el motor V6 TFSI de 340 CV (250 kW) entre 5.200 y 6.400 rpm; así como 450 Nm de par entre 1.370 y 4.500 rpm, con un motor eléctrico síncrono de excitación permanente (PSM) con una potencia de 100 kW (136 CV) y un par de 350 Nm. Brinda una potencia total combinada de 462 CV (340 kW) y 700 Nm de par.
El motor eléctrico está integrado en la carcasa del cambio tiptronic. Junto con el convertidor de par, que conecta el V6 con la transmisión, ambos conforman el módulo híbrido. El sistema de control inteligente de la tracción funciona de forma predictiva; mediante sensores y el análisis de los datos recopilados sobre la dinámica de la conducción y el comportamiento del conductor.
El sistema se combina con una batería de iones de litio con refrigeración líquida ubicada bajo el piso del maletero (que resta espacio de carga). Está compuesta de celdas prismáticas que almacenan 17,9 kWh de energía (14,4 kWh útiles), con una tensión de 385 voltios. Esto le permite homologar 58 kilómetros de autonomía en modo eléctrico según el ciclo WLTP.
La velocidad máxima en modo eléctrico es de 135 km/h. Para una gestión óptima de la temperatura, su circuito de refrigeración está conectado tanto al sistema de refrigeración del climatizador del vehículo como al circuito de refrigeración de baja temperatura, utilizado para refrigerar el motor eléctrico y el módulo electrónico de potencia.
El control de la climatización cuenta con una bomba de calor altamente eficiente. Dicha bomba utiliza el calor residual de los componentes de alto voltaje. Con 1 kW de energía eléctrica, es capaz de generar hasta 3 kW de energía de calentamiento térmico. Esto hace que el vehículo sea más eficiente y también proporciona mayor confort para los ocupantes.
Para la recarga de la batería, encontraremos de serie cables para tomas domésticas e industriales, que cuentan con un panel de control y una pantalla LED. Audi proporciona un cable de tipo 3 con un conector tipo 2 para estaciones públicas de carga. En opción, el servicio Audi e-tron Charging Service proporciona acceso a más de 110.000 puntos de carga en Europa.
En una toma de corriente industrial CEE con 400 voltios y 16 amperios, la carga de la batería lleva unas 2,5 horas. El cargador integrado en el vehículo recarga la batería de iones de litio con una potencia máxima de 7,4 kW. En una toma de corriente doméstica de 2,3 kW (230 V y 10 A), la batería puede recargarse de o a 100% en aproximadamente ocho horas.
Respecto a sus prestaciones, hablamos de una mecánica que mueve con una agilidad sensacional al A8 L, siendo de las más potentes de la gama. Además, lo hace con la suavidad característica de un eléctrico a baja velocidad y un refinamiento notable en autopista gracias al más que probado motor 3.0 TFSI. A 120 km/h el motor V6 gira a 1.800 rpm en 8ª velocidad.
Como cabría esperar, Audi ha trabajado muy bien la entrada en funcionamiento de la mecánica de combustión para que el confort de los ocupantes sea siempre el máximo posible, con transiciones casi imperceptibles. Además, las cifras de rendimiento son excelentes para mantener la velocidad en autopista incluso cargados o realizar adelantamientos rápidos.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 65 litros.
Para que os hagáis una idea, disponemos de una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.9 segundos. Recupera de 80 a 120 km/h en 3.1 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h. El consumo homologado es de 1.9 l/100 km en WLTP. Eso sí, hay que tener en cuenta que, en una conducción real, esta cifra puede variar dependiendo de la carga de la batería.
Muchos trayectos urbanos podemos hacerlos en modo eléctrico o con unos consumos de en torno a los 3.0 litros con la batería cargada. Sin carga podemos hablar de unos 8.0 litros en ciudad, resultando incluso difícil bajar de 7.0 litros en autopista. Tras la semana de pruebas, los consumos combinados han sido de 5,6 l/100 km y 9,8 kWh.
Como es habitual en este tipo de modelos, encontramos tres modos de conducción específicos para el sistema híbrido. Son los EV (eléctrico), Hybrid (híbrido automático) y Battery Hold (para mantener la carga de batería); los cuales se unen a los del ya conocido Audi drive select: comfort, efficiency, auto, dynamic e individual.
En modo dynamic el motor recarga la batería en mayor medida.
En el perfil dynamic del Audi drive select, con la transmisión en modo “S”, el motor eléctrico apoya al 3.0 TFSI con una marcada función boost para conseguir elevados niveles de dinamismo y agilidad. Cuando se levanta el pie del acelerador se anula el modo de marcha por inercia, con lo que el motor eléctrico recupera energía.
Adicionalmente, el pedal activo del acelerador, con puntos de presión variables durante la conducción en modo eléctrico, asiste al conductor con una respuesta háptica para que la conducción sea lo más eficiente posible. El asistente predictivo de eficiencia (PEA: predictive efficiency assistant) ajusta el funcionamiento del sistema de recuperación a cada situación.
Para ello, utiliza los datos predictivos de ruta del sistema de navegación, y monitoriza la distancia al vehículo que circula delante utilizando la cámara de vídeo y el radar. Dependiendo de la situación, el sistema elige de manera predictiva entre el modo de marcha por inercia con el motor desconectado y el modo de recuperación de energía (hasta 25 kW).
Un servofreno de accionamiento eléctrico ayuda al A8 L 60 TFSIe a frenar y es notable en el tacto del pedal. La recuperación de la energía de frenada está disponible en cualquier situación gracias al alternador, aunque se amplifica cuando seleccionamos el modo Sport en la palanca. Para ello, la gestión de los frenos sincroniza con precisión la frenada hidráulica y eléctrica.
Version | A8 L 60 TFSIe - 6 cilindros en V + eléctrico |
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Cilindrada | 2.995 cm³ |
Potencia | 462 CV (340 kW) |
Par | 700 Nm |
Peso | 2.415 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.320 / 1.945 / 1.488 mm |
Volumen Maletero | 390 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 4,9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 3,1 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | 1,9 l/100 km en ciclo combinado |
Autonomía eléctrica | 58 kilómetros WLTP |
Emisiones CO2 por km | 42 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | Cero |
Precio de partida | 122.300 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Audi A8 L 60 TFSIe
A nivel dinámico, el comportamiento del Audi A8 L es digno de mención, sobre todo por sus dimensiones y peso. Es capaz de aportar a todos los pasajeros un gran confort, pero también sorprendente gratamente por agilidad. Pone la guinda del pastel la suspensión, que se eleva en los resaltos y al acceder/bajar del vehículo 50 mm. Es un salón rodante.
La comodidad es algo que podríamos esperar en una berlina semejante, enfocada a los largos viajes por carretera. Sin embargo, se complementa con rápidos cambios de apoyo y una gran sutileza al moverse. Resulta extremadamente seguro, estable y fácil de conducir incluso a un ritmo elevado. Hay que dar gracias al trabajo realizado por los ingenieros sobre el chasis.
Es una pena que el volante tenga un diámetro tan grande. Esto le resta algo de practicidad a la hora de maniobrar en ciudad o de enlazar curvas lentas. Pese a ello, goza de una dirección suficientemente rápida y precisa como para llevar a cabo cambios ágiles de trayectoria. En esta unidad se combina con el sistema de dirección en las cuatro ruedas.
Con ello, ofrece mayor estabilidad y dinamismo. En el eje delantero cambia la desmultiplicación en función de las circunstancias; mientras que en el eje trasero las ruedas giran en el mismo sentido que las delanteras o en sentido opuesto, en función de la velocidad. El diámetro de giro es de 12,9 metros entre paredes sin este sistema.
Salvo en el S8, el diferencial deportivo es opcional. Si lo equipamos, distribuye de forma activa el par entre las ruedas traseras para aportar un mayor dinamismo. Forma parte de la tracción integral permanente quattro de todas las versiones. Además, garantiza una dinámica de conducción estimulante en todas las situaciones.
Cuando se conduce de forma deportiva en carreteras de curvas, distribuye el par entre las ruedas del eje trasero según sea necesario. Esta vectorización activa del par motor mejora la tracción, la dinámica y la estabilidad. Para ello, integra una etapa de transmisión en cada lado, que se acopla mediante un embrague multidisco de accionamiento hidráulico.
Recordemos que todos los sistemas son gobernados por la plataforma electrónica de chasis (ECP). Gracias a ella, todos los sistemas trabajan de manera conjunta para mejorar la comodidad y el dinamismo. Al mismo tiempo, nos ofrecen la máxima precisión en función de las circunstancias. En conjunto, la sensación es de llevar una berlina mucho más pequeña.
Si comparamos el Audi A8 con un BMW Serie 7, no encontraremos tanta deportividad, pero sí un plus de confort. Por su parte, el Mercedes-Benz Clase S destaca en calidad de rodadura y sensación de confort gracias a la brillante suspensión que equipa. Tampoco en asistencias a la conducción y tecnología se ha quedado atrás la berlina de la estrella.
El A8 L es, sin lugar a duda, una de las berlinas más equilibradas dinámicamente. Pero ojo, también una de las que me ha transmitido un tacto más artificial a la hora de conducirla a causa de la gran asistencia de la dirección. Es muy cómodo y lo hace todo bien, pero es un coche demasiado neutro en sensaciones para aquellos que busquen ese plus en un coche.
Además, me ha parecido que la diferencia entre los diversos modos de conducción no es excesivamente apreciable. Sí que considero sobresaliente la suspensión neumática activa predictiva. Es capaz de filtrar muy eficazmente las irregularidades del asfalto y, a su vez, de contener de manera excelente los balanceos de la carrocería incluso circulando a buen ritmo.
La insonorización alcanza un nivel superior de serie, pero Audi ofrece opcionalmente un acristalado acústico.
El sistema de alta tecnología funciona en combinación con la suspensión neumática. Puede hacer subir o bajar cada rueda individualmente por medio de actuadores electromecánicos. Por tanto, permite controlar de forma activa la posición de la carrocería en cualquier situación. La cámara frontal, que detecta irregularidades del pavimento de cierta entidad, permite que esto se haga de forma predictiva.
El modo Comfort + constituye un perfil nuevo con el que abordar las curvas se convierte en una confortable experiencia. La carrocería se inclina hacia el interior de la curva hasta en 3 grados, reduciendo el efecto de la aceleración lateral para los ocupantes. En modo dynamic, el A8 L muestra una reacción instantánea a la entrada de cada curva.
Respecto a otras variantes del Audi A8, la única diferencia que apreciarás es el funcionamiento del equipo de frenos. Está compuesto por discos ventilados en ambos ejes. Al contar con la frenada regenerativa y el asistente predictivo de eficiencia, el tacto del pedal de freno requiere habituarse a él. En cualquier caso, no es algo especialmente reseñable.
Más sorprenderá a los usuarios el asistente predictivo. Cuando levantamos el pie del acelerador y el A8 detecta que nos aproximamos a un vehículo o a una intersección, actúa de forma autónoma sobre el pedal de freno. En esencia, aprovecha el primer tramo de recorrido correspondiente a la frenada regenerativa. Si el coche de delante se aleja, vuelve al avance por inercia.
En cuanto a los sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad, podemos encontrar el asistente de conducción adaptativo, asistente de atascos, sistema de mantenimiento de carril, asistente predictivo de eficiencia, frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones y ciclistas, asistente de visión nocturna y Audi pre sense 360°, entre muchos otros.
Equipando el Audi pre sense 360°, si el sistema detecta un inminente impacto lateral a más de 25 km/h, puede funcionar en combinación con la suspensión activa predictiva para elevar instantáneamente la carrocería hasta en 80 mm. Esto lleva la zona de los estribos laterales a una mejor posición para absorber la energía del impacto, mitigando las potenciales consecuencias.
Equipamiento y precio
El equipamiento del Audi A8 L es realmente completo, incluyendo unas llantas de 19 pulgadas, suspensión neumática, Audi pre sense de seguridad y asistencia, faros con tecnología LED, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara posterior, control de crucero adaptativo, lunas acústicas, tracción quattro, asientos eléctricos con calefacción y memoria…
No menos interesante es el extenso listado de opcionales, que incluye paquetes con hasta 38 sistemas de asistencia y seguridad, llantas de hasta 21 pulgadas, faros digitales, parabrisas insonorizante y calefactable, gancho de remolque, pantallas en la parte trasera, radio y televisión digital y Head-Up Display, entre otros. Eso sí, cuidado con la factura final.
La gama del Audi A8 arranca en 110.130 euros sin descuentos ni promociones para el 50 TDI de batalla corta. El pináculo de la gama es el Audi S8, que parte de 168.840 euros sin descuentos ni promociones. En el caso de este Audi A8 L 60 TFSIe hablamos de un precio inicial de 122.300 euros también sin descuentos ni promociones.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.4
Notable+
El Audi A8 es sin duda alguna una excelente opción si eres de los adinerados que pueden permitirse una berlina de representación de esta clase y con más de 460 CV bajo el capó. Poderoso, tecnológico y plagado de lujo, es el coche en el que te encantaría viajar a diario. Su avanzada suspensión es una delicia y representa el paso previo para el siguiente nivel, la conducción autónoma.
Lo bueno
- El sistema de iluminación digital es un fuera de serie.
- El confort y el lujo interior son sobresalientes, especialmente en las plazas posteriores. Destacan la calidad de rodadura y la insonorización.
- Posibilidades de equipamiento prácticamente infinitas.
- La calidad de construcción y estructuración interior sobresale.
- Sensación de control elevadísima, con un comportamiento dinámico y agilidad excelentes gracias al equipamiento opcional. Parece una berlina más pequeña de lo que es.
- Fuerte apuesta por la tecnología, sobre todo en materia de asistencias a la conducción.
- La suspensión activa predictiva es, sencillamente, excepcional.
Lo mejorable
- Consumos superiores a los del Mercedes-Benz S 580e.
- Menor autonomía eléctrica que el Mercedes-Benz S 580e.
- El negro brillante es un claro problema debido a la facilidad de deterioro y a la necesidad constante de limpieza. Se abusa de él.
- Precio de partida elevado, aunque en la línea de sus rivales. El precio de algunos opcionales es excesivo.
- Dimensiones en espacios reducidos, calles estrechas y aparcamientos.
- La dirección es realmente cómoda, pero su exceso de asistencia la hace ser demasiado artificial y transmite poca información.
- Las baterías de esta variante híbrida hacen que perdamos capacidad de maletero.