Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable
Si la nueva receta del Audi Q3 nos había encantado, la remasterización del modelo y su conversión en un modelo de corte coupé nos ha vuelto a sorprender. Lo cierto es que si lo comparamos con sus rivales de Mercedes-Benz y BMW, podemos confirmar que el Q3 Sportback está muy bien resuelto y es, sin lugar a dudas, un modelo muy equilibrado en todos los sentidos.
Son muchos los que opinaban que la anterior generación del Audi Q3 no era nada del otro mundo y que no estaba a la altura de lo que se esperaba de un modelo de la firma de los cuatro aros. Que algunos rivales se lo comían con patatas era un hecho, pero se acabó, el nuevo Audi Q3 ha llegado al mercado con suficientes argumentos como para callar muchas bocas.
El Audi Q3 es un modelo clave para el desarrollo y las ventas de la compañía de Ingolstadt, así que no es de extrañar que no se haya escatimado en su desarrollo y hayan aparecido nuevas versiones como este atractivo Sportback. El modelo llega con un diseño más deportivo, una mayor calidad de interiores y una elevada dosis de sistemas de asistencia y entretenimiento.
El SUV germano soluciona esos «problemillas» con los que contaba la anterior generación en capacidad de carga y habitabilidad, pues ahora encontramos el Audi Q2 justo un escalón por debajo. A pesar de su línea de techo más pronunciada que en el Q3 normal, la capacidad de carga y la habitabilidad son tan buenas como en este y puede mirar a sus rivales a la cara.
El segmento está lleno de enemigos de los que Audi ha tomado nota y, en ciertos aspectos los ha igualado, pero otros los ha superado. Si hacemos un plano general del segmento, tenemos al BMW X2, al Mercedes-Benz GLA, al Jaguar E-Pace, al Volvo XC40 o al Range Rover Evoque. Sin duda, rivales muy fuertes, pero atento a los ases en la manga del Q3 Sportback…
Diseño exterior
El nuevo Audi Q3 Sportback cuenta con un diseño que continúa las líneas que la marca alemana ya nos avanzó con el exitoso Q2. Las superficies tensas y bien definidas transmiten potencia y alta calidad. Gracias a la caída del techo, tiene una imagen mucho más deportiva que el Q3 y los clientes tendrán muchas posibilidades para personalizar su coche.
El frontal irradia masculinidad, con una parrilla Singleframe octogonal generosa que queda enmarcada por un borde cromado ancho y cuenta con ocho lamas verticales. La trama horizontal que queda en segundo plano está pintada en negro y añade profundidad. En los Black Line Edition como esta unidad se sustituyen los cromados por negro de alto brillo.
A ambos lados del frontal encontramos los faros Matrix LED (de serie los intermitentes son halógenos). Estos faros LED incorporan funciones especiales para ciudad, cruces, carreteras, autopista, circulación por la izquierda o mal tiempo. Incluyen luz diurna de diodos luminosos y lavafaros, así como intermitentes LED dinámicos (solo en los faros posteriores).
Para rematar el frontal, Audi ha incorporado varios elementos que pretenden simular entradas de aire y que le dan un aspecto muy deportivo e interesante. En la parte baja nos encontramos con una entrada de aire horizontalmente en la que se encuentra la batería de sensores de aparcamiento delanteros y el sistema de radar frontal.
Las líneas del frontal fluyen a través de un ligero capó hacia la generosa luna delantera.
En la vista lateral vemos un largo capó y una marcada línea de cintura que, además de ser ligeramente ascendente, descansa sobre unos abultados y musculosos pasos de rueda. En el Sportback el techo es más bajo y su caída hacia la parte posterior comienza antes, lo que empeora la visibilidad a través de la luna trasera y reduce sensiblemente la altura detrás.
Los pasos de rueda se encuentran enmarcados por una zona que puede ir pintada en color de la carrocería (en otros acabados) o en color contraste. En este caso, el Q3 Sportback equipa unas llantas de aleación Audi Sport de 19 pulgadas que están calzadas por unos neumáticos Hankook Ventus S1 evo2 SUV de medidas 255/45 R19 104Y en ambos ejes.
La superficie de las puertas queda totalmente limpia de protecciones y el espacio acristalado es suficiente para favorecer la visibilidad, pero algo claustrofóbico en la segunda fila, contando con las lunas posteriores tintadas. Por otra parte, esta unidad de pruebas equipa los retrovisores eléctricos y calefactables, así como la llave de confort manos libres.
En medidas, el Audi Q3 Sportback crece respecto al Q3 hasta alcanzar los 4.50 metros de longitud (+16 mm), 1.84 metros de ancho (-6 mm) y 1.57 metros de alto (-2,9 mm). La batalla se mantiene en 2.680 milímetros, una de las mejores del segmento. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0.34, con una superficie frontal de 2,40 m² y un factor de resistencia de 0,82.
En la zaga encontramos un diseño más atrevido, pero nada que ver con lo que nos adelantó el Audi Q2. El marcado spoiler del techo integra la tercera luz de freno y cuenta con dos aletines en negro que le dan un toque más dinámico al conjunto. Los afilados grupos ópticos de efecto tridimensional cuentan con tecnología Full LED e intermitentes dinámicos.
En esta unidad no faltan la tira de sensores de aparcamiento posteriores ni la cámara de 360º con Park Assist. En este modelo destaca el marcado difusor trasero plástico que le da el toque final de deportividad al conjunto. Vista desde arriba, esta unidad de pruebas cuenta con una antena de tipo aleta de tiburón y con un generoso techo corredizo eléctrico de cristal.
Diseño interior
El interior del anterior Q3 se había quedado algo desfasado respecto a la competencia, por eso Audi ha centrado sus esfuerzos en crear un habitáculo más cercano a las clases superiores de la gama para los Q3 y Q3 Sportback (idénticos). Ha mejorado los materiales empleados, ha optimizado los ajustes y ha integrado una pantalla de excelente resolución en el salpicadero.
Los materiales empleados son blandos en su mayoría, con escasos componentes en plástico rígido, salvo en las partes más bajas, donde no encontramos el agradable mullido de la parte alta del salpicadero. Con todo y con eso, los ajustes son muy buenos y los plásticos son vistosos, con ausencia de crujidos o vibraciones incluso al hacer fuerza sobre ellos.
Las teclas que hay en el salpicadero recuerdan a los tradicionales conmutadores y bajo los mismo, encontramos un generoso hueco portaobjetos que puede equiparse con sistema de carga por inducción. En el salpicadero resaltan los embellecedores en aluminio y el anagrama de Audi (quattro en otras versiones), resaltado por la iluminación ambiental.
Para el interior se ofrecen molduras en aluminio y madera, así como múltiples combinaciones de tapizados en cuero, Alcántara, tela, piel…
También se presenta más despejado el túnel central, donde encontramos a dos posavasos, el freno de mano eléctrico y la palanca del cambio automático S-tronic de siete relaciones. En una posición algo más retrasada nos topamos con el reposabrazos, que se puede ajustar en longitud y en altura. Esconde bajo el mismo una guantera de tamaño medio.
Esta unidad dispone de un deportivo volante multifunción de tres radios con levas solidarias (de plástico) que cuenta con la corona achatada y está revestido en cuero, montando el emblema ‘S’ en la parte inferior. Hay tres volantes a elegir: el normal, el deportivo y el normal calefactado. Además, el tacto y grosor del mismo son muy agradables.
Tras el volante y, para la instrumentación, encontramos el conocido y personalizable Audi Virtual Cockpit de hasta 12,3 pulgadas (10,25” los básicos) con abundante información. Por su parte, el cuadro para operar el sistema de luces abandona la clásica «ruleta» y hereda el elemento táctil de sus hermanos mayores, algo que mejora la apariencia y el aspecto tecnológico.
Uno de los elementos más destacables del Audi Q3 Sportback son los deportivos asientos tapizados en cuero con el emblema ‘S’. En esta unidad son eléctricos para conductor y acompañante como opción, pero pueden ser manuales -o eléctrico solo para el conductor-, calefactados, tener regulación lumbar y anclajes ISOFIX en el caso del pasajero.
Estos asientos son realmente cómodos y ofrecen un agarre más que suficiente. Son de serie salvo en el acabado base.
El climatizador automático regula la temperatura del habitáculo en dos zonas y puede funcionar en dos modos climáticos diferentes, denominados eco y normal. En el modo eco, el climatizador automático se basa en una línea característica de consumo optimizado para establecer la temperatura interior seleccionada, aumentando así aún más la eficiencia.
El sistema MMI que se monta a bordo cuenta con una pantalla fija que, en esta versión, tiene una diagonal de 10,1 pulgadas (la básica es de 8,8 pulgadas). Es muy rápida, cuenta con excelente percepción táctil y los gráficos son de primera. Los sistemas Audi connect y Navegación requieren ser activados en opción, como Apple CarPlay y Android Auto.
El acceso a las plazas traseras es cómodo gracias al buen ángulo (aunque no destacable) de apertura de las puertas, pero algo peor que en el Q3. De igual forma, hay un poco menos de anchura, altura y espacio para las piernas, aunque alguien de hasta 1,85 metros irá cómodo. Eso sí, sólo podrán viajar cómodamente dos ocupantes, como es habitual en el segmento.
El maletero cubica un mínimo de 530 litros (dependiendo de la posición de los asientos de la segunda fila, que se desplaza dos centímetros menos que en el Q3), que aumentan hasta los 1.400 litros abatiendo el respaldo de los asientos traseros -40:20:40-. La superficie de carga es plana, aunque podemos colocar la base del piso a dos alturas.
Por su parte, el portón eléctrico del maletero de serie deja una apertura de carga ancha, quedando el borde de carga a una altura libre al suelo de 830 milímetros (casi un centímetro más alta que en el Audi Q3). Bajo el suelo del maletero encontramos un espacio para la rueda de repuesto de emergencia y un altavoz de graves.
Motorización
La oferta mecánica del Audi Q3 Sportback contempla opciones diésel y gasolina. En gasolina están los bloques 35 TFSI con 150 CV y 45 TFSI con 230 CV. El primero recurre al conocido bloque de 1.5 litros y, el segundo, al 2.0 TFSI, muy extendido en el Grupo VAG. Se combinan con la tracción quattro y la caja S-Tronic. Por encima queda el RS Q3 Sportback de 400 CV.
La oferta diésel contempla el 35 TDI, que hace uso del bloque 2.0 TDI de 150 CV y que puede pedirse con caja S-Tronic (solo con tracción delantera) o bien con la transmisión manual de seis velocidades (en exclusiva con la tracción quattro). Por encima queda el 2.0 TDI de 190 CV (denominado 40 TDI) con cambio S-Tronic y tracción quattro.
Para la prueba me he decantado por el 35 TDI, uno de los más demandados. Cuenta con un bloque fabricado en hierro y aluminio que, con 1.968 cm3, cuatro válvulas, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler, desarrolla una potencia de 150 CV (110 kW) entre las 3.500 y las 4.200 rpm.
Está asociado a un par máximo de 340 Nm a partir de las 1.750 rpm y hasta las 3.000 rpm. No es un rango excesivamente amplio de revoluciones, pero como empuja desde muy bajas vueltas (1.400 rpm), es bastante aprovechable. En cualquier caso, la mayor parte de la fuerza empieza en casi 2.000 rpm, por lo que la sensación de aceleración no es grande.
El Q3 Sportback nos ofrece una entrega de potencia lineal en la parte baja del cuentavueltas, sin apenas vibraciones, y empuja con la fuerza necesaria en la gran mayoría de situaciones, aunque es cierto que a la hora de adelantar en autopistas o carreteras secundarias necesitarás tiempo y espacio para llevar a cabo la maniobra si vas cargado de personas o equipaje.
Para la mayoría de los usuarios, las cifras de esta versión serán más que adecuadas para un uso racional y polivalente del vehículo, todo ello asociado a un mayor equilibrio prestaciones-consumo, pero si lo que deseas es un motor voluntarioso, quizá deberías plantearte la compra del bloque de 190 CV, irá mucho más desahogado.
Cabe resaltar que no es muy tragón, especialmente en autopista, donde el motor gira a 1.800 rpm a 120 km/h en séptima velocidad. La marca homologa un consumo combinado de 5.9 litros a los 100 kilómetros, datos que he podido comprobar que distan sensiblemente de la realidad, pero se mantienen racionales incluso viajando cuatro personas con equipaje.
Durante la prueba, el consumo medio se detuvo en los 7.2 litros tras más de 1.000 kilómetros recorridos, rondando los 9.0 litros en ciudad y bajando hasta el entorno de los 6.5 litros en carretera (7.5 l/100 km yendo completamente cargado en un viaje). El depósito de combustible tiene una capacidad de 60 litros.
En una conducción normal la caja S tronic sube de marcha al alcanzar las 2.000 vueltas.
La caja automática de doble embrague y siete relaciones es tan satisfactoria como en el resto de los modelos que la equipan, destacando por suavidad y rapidez, aunque no está enfocada ni mucho menos a un uso deportivo. En este modelo parece patinar ligeramente cuando salimos desde parado. Ofrece levas tras el volante y un modo secuencial en la palanca de cambios.
Ficha técnica
Version | 35 TDI - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.968 cm³ |
Potencia | 150 CV (110 kW) @ 3.500 - 4.200 rpm |
Par | 340 Nm @ 1.750 - 3.000 rpm |
Peso | 1.655 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.500 / 1.843 / 1.567 mm |
Volumen Maletero | 530 (1.400) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 8,2 segundos |
Velocidad máxima | 205 km/h |
Consumo homologado | 5,9 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 153 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 47.590 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
Al volante, el Audi Q3 Sportback no decepciona. La postura de conducción es algo más elevada que la de un turismo, algo que se agradece a la hora de entrar y salir del habitáculo, pero en ningún caso tenemos la sensación de ir en un vehículo grande y la visibilidad es aceptable en todos los ángulos. A pesar de ello, se agradecen los sensores de aparcamiento y las cámaras.
Estos nos ayudan a maniobrar en los espacios más reducidos para evitar disgustos con alguna columna revoltosa que se cambia de sitio repentinamente, pero como os digo, ni sus dimensiones ni la visibilidad son un hándicap en la urbe y los aparcamientos. Además, ofrece un diámetro de giro de 11,8 metros entre paredes, un valor adecuado.
La dirección paramétrica de serie cuenta con asistencia en función de la velocidad y un buen equilibrio entre rapidez y precisión. Lo que es una pena es que no sea algo más informativa, ya que cuando buscamos los límites hay ocasiones en las que no terminamos de saber por dónde van las ruedas. Eso sí, es muy sencillo de conducir incluso deprisa por sus reacciones nobles.
Además, hablamos de un modelo agradable de conducir en cualquier circunstancia, haciendo gala de un gran confort incluso con la suspensión deportiva de este acabado. Esta se muestra más firme que las otras que podemos equipar (la de serie o con amortiguadores controlados electrónicamente), pero no resulta seca y contiene muy bien los balanceos de la carrocería.
En todos los casos monta un esquema McPherson delantero y de paralelogramo deformable trasero. Lo que no es especialmente rápido son los cambios de apoyo, salvo con la suspensión damper control, muy recomendable si buscas grandes saltos entre confort y conducción dinámica. A mi juicio, merece la pena el desembolso si pasas cierto tiempo en la carretera.
A nivel de asistencias, podemos equipar el regulador de velocidad activo, el asistente de conducción adaptativo, la alerta por cambio involuntario de carril, el asistente de tráfico trasero cruzado o el frenado automático de emergencia con detección de peatones y ciclistas en la carretera, entre otros. Muchas de estas tecnologías son de serie.
Finalmente y, fuera del asfalto, el Audi Q3 Sportback no goza de unas capacidades off road despampanantes, ni siquiera equipando la tracción quattro, pero poca gente pretende darle ese uso. Sí que se desenvuelve con soltura por caminos de baja dificultad, aunque la altura libre no es de las mayores del segmento: 170 milímetros.
Equipamiento y precio
La gama del Audi Q3 en España está compuesta por los acabados Base, Advanced, S-Line y Black Line. Desde el más sencillo ya cuentan con climatizador automático de dos zonas, Virtual Cockpit, aviso pre-colisión, detector de fatiga, sensor de lluvia, encendido automático de luces, cuatro elevalunas eléctricos, ordenador de viaje, llantas de aleación y espejos térmicos.
Otros elementos también estándar son la alerta de cambio de carril, llantas de 17 pulgadas, limitador de velocidad, sistema multimedia con pantalla a color, bluetooth, USB, control por voz, seis altavoces, llamada de emergencia, dirección variable, suspensión deportiva, espejo interior fotosensible, detector de objetos en ángulo muerto, asiento posterior partido…
El Audi Q3 Sportback es aproximadamente 3.000 euros más caro que un Audi Q3.
Como buen alemán, existe la posibilidad de equiparlo con un amplio catálogo de opcionales capaces de subir el precio final como la espuma, destacando especialmente la calefacción auxilia, el HomeLink, el gancho de remolque y el equipo de sonido Bang & Olufsen Premium Sound System 3D, además de los ya mencionados.
En España, los precios recomendados de la gama del Audi Q3 Sportback sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Base | Advanced | S-Line | Black Line |
35 TFSI 150 CV 6MT | 39.320 € | 42.120 € | 44.120 € | 46.120 € |
35 TFSI 150 CV S-Tronic | 41.710 € | 44.510 € | 46.510 € | 48.510 € |
45 TFSI 230 CV quattro S-Tronic | 50.620 € | 53.530 € | 55.660 € | 57.740 € |
35 TDI 150 CV quattro 6MT | – | – | 45.530 € | – |
35 TDI 150 CV S-Tronic | 40.650 € | 43.450 € | 45.590 € | 47.590 € |
35 TDI 150 CV quattro S-tronic | 43.020 € | 45.820 € | 47.920 € | 49.920 € |
40 TDI 190 CV quattro S-Tronic | 45.310 € | – | 50.340 € | 52.340 € |
RS Q3 | 75.360 € |
- Excelente salto cualitativo y tamaño adecuado.
- Como siempre, la calidad percibida es elevada.
- Buena insonorización interior, le penaliza el sonido de la mecánica.
- Buen equilibrio entre dinamismo y confort incluso con la suspensión deportiva, pero no es un referente en agilidad.
- Generoso y atrevido equipamiento de serie. Amplio catálogo de opcionales disponible.
- Algo justo de prestaciones si vamos cargados.
- Si quieres un Q3 bien equipado, la factura final se dispara.
- Abuso del Piano Black, muy sensible a arañazos y manchas.
- Alguna laguna en el equipo de serie con elementos que contrarrestan el espíritu tecnológico.
- Pierde en habitabilidad respecto al Q3 y cuesta 3.000 euros más.
- Mecánica ruidosa y lenta en respuesta. El cambio parece patinar ligeramente al salir desde parado.
- Empleo abundante de plástico rígido en algunas zonas como la consola central, aunque sean agradables al tacto y la vista.