Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.9
Notable
El Audi Q7 es un auténtico SUV de lujo. Hay calidad, equipamiento y dinamismo a raudales en el conjunto, aunque pagarás bastante por ello. Concretamente, los Audi Q7 TFSIe son las versiones híbridas enchufables del Audi Q7, las cuales ofrece algunas ventajas a la hora de circular por la ciudad y mucha potencia, aunque no podríamos afirmar que su sobrecoste resulte amortizable ni su conducción más placentera que la de otras versiones.
Todas las etapas de la historia del automóvil han tenido algo en común: la carrera tecnológica hacia la rentabilidad y la eficiencia. En épocas pasadas, cuando el petróleo no era un problema y el consumo de combustible de nuestros vehículos un simple dato, eran otros los motivos de competencia entre las marcas, tales como la potencia, el diseño, la durabilidad…
Sin embargo, en pleno 2021, con la obsesión por el consumo y la contaminación provocada por la Unión Europea y los temerosos usuarios, la búsqueda de nuevas fuentes de energía se ha convertido en el mayor desafío del transporte, dando lugar a múltiples opciones híbridas enchufables en todos los segmentos del mercado, especialmente en los de mayor tamaño.
En este contexto nacen grandes modelos como el Audi Q7 60 TFSIe que os traigo hoy, un enorme SUV que, en sus versiones de combustión interna, ofrece capacidad para hasta siete pasajeros, a fin de rivalizar con modelos de la talla de los Mercedes-Benz GLE y GLS, los Land Rover Defender y Discovery, el Range Rover Sport, los BMW X5 y X7 o el Volvo XC90.
Las novedades del restyling pasan por remozado diseño exterior e interior, la incorporación de nuevos elementos de equipamiento y mecánicas más eficientes en su conjunto. Ofrece lujo y calidad a raudales, con un confort de marcha sobresaliente, pero la relación prestaciones-consumo no es ni de lejos tan buena como sí que lo era en el Audi Q7 e-tron con motor diésel.
Diseño exterior
Estéticamente, el nuevo Audi Q7 muestra elementos SUV característicos del actual lenguaje de diseño de la marca y las versiones TFSIe apenas presentan diferencias respecto a un Q7 TDI. La vista frontal está protagonizada por la enorme parrilla Singleframe octogonal, con seis barras verticales cromadas o negras (dependiendo del acabado y el equipamiento opciuonal).
La parrilla luce los radares de los sistemas de asistencia y, en posición central, los cuatro aros, bajo los que se esconde una de las cámaras del sistema 360º con Audi parking system plus. A ambos lados de la parrilla, el Q7 equipa unos tecnológicos faros Matrix LED con intermitentes dinámicos -con lavafaros de serie- que, en opción, pueden ser LED HD Matrix con luz láser.
La verdad es que hay que destacar el alumbrado de estos últimos, aunque sólo son recomendables -por precio- si viajas mucho de noche o por zonas oscuras. En el tercio inferior vemos dos entradas de aire en dos secciones que tienen un aspecto mucho más expresivo, los sensores de aparcamiento y una protección de bajos en gris (paquete estilo gris oscuro).
Visto de lado, tiene mucha presencia, con una superficie acristalada de lo más generoso -con los cristales posteriores tintados opcionales- para favorecer la visibilidad y una superficie de las puertas limpia, salvo por la moldura inferior. Las carcasas de los retrovisores -eléctricos y calefactables opcionalmente- pueden ser de carbono y se ofrece servocierre de puertas.
En este acabado, los raíles del techo y el marco de las ventanillas van pintados en negro. Además, podemos equipar el aislamiento acústico para puertas y cristales laterales. Llenando los pasos de rueda nos encontramos con unas llantas de aleación de 20 pulgadas calzadas con unos neumáticos Goodyear Eagle SUV-4×4 en dimensiones 285/45 R20 112Y en ambos ejes.
Respecto a sus dimensiones, es todo un barco, pues alcanza los 5.06 metros de largo, 1.97 metros de ancho y 1.74 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla mide 2.995 mm y las vías delantera y trasera miden 1.679 y 1.691 mm respectivamente. El coeficiente Cx es de 0,34, la superficie frontal de 2,87 m² y el factor de resistencia de 0,98.
En la zaga también resulta imponente. La horizontalidad está muy presente en elementos como las ópticas LED con indicadores dinámicos, el portón de generosas dimensiones -eléctrico de serie-, el estilizado paragolpes y la nueva banda cromada, que crea una conexión visual entre los estilizados grupos ópticos traseros con su grafismo de aspecto técnico.
Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior con la tercera luz de freno, la gran luna trasera y el protector de bajos gris que hace las veces de difusor trasero, con dos salidas de escape a cada lado. Tampoco falta la tira de sensores de aparcamiento posterior y otra cámara. El Q7 resulta todavía más llamativo con el acabado exterior S line.
Diseño interior
El interior del Audi Q7 es sofisticado y tecnológico. El habitáculo hereda la horizontalidad del exterior y el minimalismo de otros modelos de la gama, pero llevándolo a un nivel superior en términos de lujo y refinamiento. El conjunto es ergonómico, intuitivo, sencillo de utilizar y, sobre todo, muy cómodo, especialmente los generosos asientos deportivos.
Si bien estos asientos deportivos son excelentes en agarre y mullido, los asientos S plus delanteros con diseño de rombos son soberbios, incluyendo reposacabezas integrado, ajuste eléctrico, soporte para los muslos, ajuste neumático de los laterales del asiento y soporte lumbar neumático. Pueden tener función de masaje, memoria, ventilación y climatización.
Igualmente, la calidad está muy presente, con unos ajustes impecables, una tapicería y unas molduras realmente agradables al tacto, diversas pantallas con sobresalientes gráficos y materiales blandos en prácticamente la totalidad del habitáculo. Únicamente encontraremos plásticos rígidos en las partes bajas del interior, pero estos se han cuidado a la vista y al tacto.
Hay cuatro tapicerías para los asientos en cuero o Alcantara y cuero. Tanto los elementos superiores como inferiores pueden tapizarse en cuero, lo que eleva notablemente la calidad del habitáculo. Adicionalmente se ofrecen molduras en madera, que sustituyen al tedioso Piano Black en múltiples elementos, y el paquete de luces ambiente y de contorno.
Desde luego, en calidad está muy por encima de Mercedes-Benz o Lexus. Las manos se posan cómodamente en un volante de cuero achatado de ajuste eléctrico que puede ser calefactado. Se ofrecen tres tipos de volantes y todos nos brindan acceso a las funciones más destacadas del sistema multimedia y el cuadro digital personalizable Audi Virtual Cockpit.
El Audi Virtual Cockpit se complementa con un Head-Up Display de elevadísima calidad y muy completo.
La instrumentación digital de 12,3 pulgadas con pantalla Full HD elegir entre diversas vistas, con algunas funciones propias de los híbridos enchufables. La arquitectura se combina perfectamente con el nuevo concepto de operación táctil, que prácticamente elimina los botones y controles sustituyéndolos por pantallas. Eso sí, abunda el Piano Black.
El salpicadero se presenta elegante y bien esculpido. En la consola central, figura una pantalla de 25,6 centímetros (10,1 pulgadas) que se integra hasta convertirse en casi invisible a la vista en la superficie de acabado negro brillante, denominada black panel. El problema de tantas pantallas son los reflejos cuando el sol incide sobre ellas, dificultándonos la visión.
En la consola del túnel central, que también posee ese efecto de panel negro, hay una segunda pantalla táctil de 21,8 centímetros (8,6 pulgadas). La superficie de la pantalla táctil emite una señal acústica cuando se activa una función, imitando de esta manera a los interruptores tradicionales. Lo mismo sucede con el módulo que gestiona la iluminación.
Al pulsar sobre los botones en ellas presentes, notarás como un click, lo que te ayuda a saber que has seleccionado una determinada función. Personalmente, no ha terminado de convencerme esta función, al igual que no me gusta especialmente que las pantallas acojan las funciones del climatizador, aunque es justo decir que en este caso el acceso y manejo del mismo queda a la altura de la mano y no es complicado hacerse a él.
Los gráficos de todas las pantallas y su fluidez son dignos de mención, pero cabe destacar la imagen en tres dimensiones que generan las cámaras del sistema 360º. Es un sistema realmente completo, al igual que el equipo de infoentretenimiento, que puede equiparse con dos sistemas de sonido Bang&Olufsen, DAB, LTE o televisión digital y de pago, entre otros.
El Audi smartphone interface (Apple CarPlay y Android Auto) es de serie.
Las superficies limpias y amplias transmiten la atmósfera de un salón de lujo, pudiendo equipar las teclas de control con óptica de cristal negro y aluminio ampliada. El reposabrazos central delantero desplazable de forma longitudinal y ajustable en inclinación es de serie e integra un pequeño hueco con las tomas SD y USB. La guantera es climatizada y tapizada.
En términos de habitabilidad, el Audi Q7 TFSi solo ofrece una configuración de cinco plazas. El acceso es cómodo delante y detrás, ya que al gran tamaño de las puertas se une un considerable ángulo de apertura. En las plazas posteriores personas de gran estatura viajarán cómodas, pudiéndose aprovechar el espacio para tres adultos si estos no son muy corpulentos.
Con la banqueta trasera plus, las plazas son individuales -35:30:35- y ajustables longitudinalmente y en el respaldo. La central alberga un reposabrazos que queda bastante alto, algo que se agradece. Respecto al túnel central, este es prominente, pero no exagerado, y las salidas de ventilación no son excesivamente intrusivas y dejan espacio para los pies.
En el maletero podemos encontrar anclajes, iluminación, toma de 12V, raíles y varios botones: los de abatir los asientos, el de extraer el enganche de remolque -si lo equipamos- que incluye asistente de remolque y los botones para bajar o subir en 55 mm adicionales la suspensión para cargar objetos pesados con facilidad (el borde de carga queda a 690 mm).
Como las baterías del sistema eléctrico se esconden bajo el piso del maletero, perdemos la tercera fila de asientos de otras versiones, así como el doble fondo de las variantes de cinco plazas y unos cuantos litros extra. Tenemos 650 litros ampliables hasta los 1.835 litros al abatir los asientos, pero éstos son muchos menos que en el resto de las versiones:
TDI 5 plazas | TDI 7 plazas | TFSIe | SQ7 TFSI 5 plazas | SQ7 TFSI 7 plazas | |
Volumen con 1 fila de asientos | 2.050 litros | 1.955 litros | 1.835 litros | 1.990 litros | 1.890 litros |
Volumen mínimo con 2 filas de asientos | 865 litros | 770 litros | 650 litros | 803 litros | 705 litros |
Volumen con 3 filas de asientos | – | 295 litros | – | – | 295 litros |
Motorización
La gama del Audi Q7 2021 está compuesta por motorizaciones diésel, gasolina y dos híbridos-enchufables. La gama de gasolina está representada por el poderoso SQ7 TFSI con 507 CV. En diésel hay dos opciones: el 45 TDI de 231 CV y el 50 TDI con 286 CV. Todos se combinan con un cambio tiptronic de ocho velocidades y con la tracción total permanente quattro.
Las versiones TFSIe híbridas enchufables (PHEV) combinan un motor de gasolina V6 de 3.0 litros con un potente motor eléctrico. Hay dos niveles de potencia. La versión de gama alta 60 TFSIe ofrece una potencia combinada de 456 CV, mientras que la más racional 55 TFSIe eroga 381 CV. Ambos modelos se benefician del distintivo ambiental CERO de la DGT.
Para la prueba he optado por el Audi Q7 60 TFSI e, que combina el motor V6 TFSI de 340 CV (250 kW) entre 5.200 – 6.400 rpm y 450 Nm de par entre 1.340 y 5.300 rpm con un motor eléctrico síncrono de excitación permanente (PSM) con una potencia de 94 kW (128 CV) y un par de 350 Nm, dando una potencia total combinada de 456 CV (335 kW) y 700 Nm de par.
El motor eléctrico está integrado en la carcasa del cambio tiptronic. Junto con el convertidor de par, que conecta el V6 con la transmisión, ambos conforman el módulo híbrido. El sistema de control inteligente de la tracción funciona de forma predictiva, mediante sensores y el análisis de los datos recopilados sobre la dinámica de la conducción y el comportamiento del conductor.
El sistema se combina con una batería de iones de litio con refrigeración líquida ubicada bajo el piso del maletero (que resta espacio de carga). Está compuesta de 168 celdas prismáticas que almacenan 17,3 kWh de energía, con una tensión de 308 voltios. Esto le permite homologar 42 kilómetros de autonomía en modo eléctrico según el cilo WLTP.
La velocidad máxima en este caso es de 135 km/h. Para una gestión óptima de la temperatura, su circuito de refrigeración está conectado tanto al sistema de refrigeración del climatizador del vehículo como al circuito de refrigeración de baja temperatura, utilizado para refrigerar el motor eléctrico y el módulo electrónico de potencia.
El control de la climatización cuenta con una bomba de calor altamente eficiente. Dicha bomba utiliza el calor residual de los componentes de alto voltaje. Con 1 kW de energía eléctrica, es capaz de generar hasta 3 kW de energía de calentamiento térmico. Esto hace que el vehículo sea más eficiente y también proporciona mayor confort para los ocupantes.
Para la recarga de la batería, encontraremos de serie cables para tomas domésticas e industriales, que cuentan con un panel de control y una pantalla LED. Audi proporciona un cable de tipo 3 con un conector tipo 2 para estaciones públicas de carga. En opción, el servicio Audi e-tron Charging Service proporciona acceso a más de 110.000 puntos de carga en Europa.
En una toma de corriente industrial CEE con 400 voltios y 16 amperios, la carga de la batería lleva unas 2,5 horas. El cargador integrado en el vehículo recarga la batería de iones de litio con una potencia máxima de 7,4 kW. En una toma de corriente doméstica de 2,3 kW (230 V y 10 A), la batería puede recargarse de o a 100% en aproximadamente ocho horas.
Respecto a sus prestaciones, hablamos de una mecánica que mueve con una agilidad sensacional al Q7, siendo de las más potentes de la gama. Además, lo hace con la suavidad característica de un eléctrico a baja velocidad y un refinamiento notable en autopista gracias al más que probado motor 3.0 TFSI. A 120 km/h el motor V6 gira a 1.800 rpm en 8ª velocidad.
Como cabría esperar, Audi ha trabajado muy bien la entrada en funcionamiento de la mecánica de combustión para que el confort de los ocupantes sea siempre el máximo posible, con transiciones casi imperceptibles. Además, las cifras de rendimiento son excelentes para mantener la velocidad en autopista incluso cargados o realizar adelantamientos rápidos.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 75 litros.
Para que os hagáis una idea, disponemos de una aceleración de 0 a 100 km/h en 5.7 segundos, con una recuperación de 80 a 120 km/h en 3.4 segundos y una velocidad máxima de 240 km/h. El consumo homologado es de 3.2 l/100 km en WLTP, aunque en una conducción real esta cifra puede variar mucho dependiendo de la carga de la batería.
Muchos trayectos urbanos podemos hacerlos en modo eléctrico o con unos consumos de en torno a los 3.0 litros con la batería cargada, pero sin carga podemos hablar de 13 y 14 litros en ciudad, resultando incluso difícil bajar de 10 u 11 litros en autopista. Tras la semana de pruebas, los consumos combinados han sido de 11,1 l/100 km y 11,3 kWh.
Desde luego, nada que ver con el Q7 e-tron con motor diésel que le precedía o con el Mercedes-Benz GLE 350 de.
Como es habitual en este tipo de modelos, encontramos tres modos de conducción específicos para el sistema híbrido: EV (eléctrico), Hybrid (híbrido automático) y Battery Hold (para mantener la carga de batería); los cuales se unen a los del ya conocido Audi drive select: offroad, allroad, comfort, efficiency, auto, dynamic e individual.
En modo dynamic el motor recarga la batería en mayor medida.
En el perfil dynamic del Audi drive select, con la transmisión en modo “S”, el motor eléctrico apoya al 3.0 TFSI con una marcada función boost para conseguir elevados niveles de dinamismo y agilidad. Cuando se levanta el pie del acelerador se anula el modo de marcha por inercia, con lo que el motor eléctrico recupera energía.
Adicionalmente, el pedal activo del acelerador, con puntos de presión variables durante la conducción en modo eléctrico, asiste al conductor con una respuesta háptica para que la conducción sea lo más eficiente posible. El asistente predictivo de eficiencia (PEA: predictive efficiency assistant) ajusta el funcionamiento del sistema de recuperación a cada situación.
Para ello, utiliza los datos predictivos de ruta del sistema de navegación, y monitoriza la distancia al vehículo que circula delante utilizando la cámara de vídeo y el radar. Dependiendo de la situación, el sistema elige de manera predictiva entre el modo de marcha por inercia con el motor desconectado y el modo de recuperación de energía (hasta 25 kW).
Un servofreno de accionamiento eléctrico ayuda al Q7 TFSIe a frenar y es notable en el tacto del pedal. La recuperación de la energía de frenada está disponible en cualquier situación gracias al alternador, aunque se amplifica cuando seleccionamos el modo Sport en la palanca. Para ello, la gestión de los frenos sincroniza con precisión la frenada hidráulica y eléctrica.
Ficha técnica
Version | 60 TFSIe - 6 cilindros en V + eléctrico |
---|---|
Cilindrada | 2.995 cm³ |
Potencia | 455 CV (335 kW) |
Par | 700 Nm |
Peso | 2.535 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.063 / 1.970 / 1.741 mm |
Volumen Maletero | 650 (1.835) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 5,7 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 3,4 segundos |
Velocidad máxima | 240 km/h |
Consumo homologado | 3,2 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 73 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 90.330 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
Una de las primeras cosas que te llamará la atención al sentarte tras el volante del Audi Q7 es la altura del puesto de conducción, especialmente en aquellas unidades que equipan la suspensión neumática adaptativa deportiva. Lo cierto es que por la comodidad que aporta en carretera y la practicidad que ganas fuera del asfalto, compensa.
Como cabría esperar en un vehículo de su calibre, la calidad de rodadura es excelente, la insonorización está al nivel de los mejores y viajar a bordo del Q7 es un verdadero gustazo. Es, sin duda alguna, el A8 de los SUV, lo que se complementa con un elevado número de asistencias a la conducción y hasta siete modos de conducción que van desde el eco hasta el off road.
A pesar de su mastodóntico aspecto, resulta manejable tanto en ciudad como en tramos de curvas, algo a lo que contribuyen notablemente tanto la suspensión neumática de cinco brazos como la dirección de desmultiplicación variable con eje trasero direccional, la cual nos facilita infinitamente las maniobras. El diámetro de giro es de 12,5 metros entre paredes.
Ahora podemos equipar las barras estabilizadoras activas que antes eran exclusivas del SQ7. Desacopladas en una conducción off road o por autopista mejoran el confort, mientras que al acoplarse en una conducción más deportiva incrementan la resistencia a la torsión de manera independiente en cada barra gracias a unos motores eléctricos a 48V.
A la hora de enlazar curvas, es cierto que la física es la física, pero la altura rebajada de la carrocería, la ayuda de giro de las ruedas posteriores y los diversos modos de conducción hacen que no parezca un vehículo tan grande y pesado. Aunque los balanceos no son más acusados que en otras versiones, el Q7 TFSIe se muestra algo más torpe y perezoso.
Gran parte de la culpa la tienen esos kilitos de más que le dan las baterías. En cualquier caso, es más ágil que un Range Rover Sport o un Volvo XC90, ofreciendo unos cambios de apoyo más rápidos y naturales, con un comportamiento general bastante neutro y una elevada sensación de seguridad y control, algo habitual en la gama Audi.
Fuera del asfalto, también es capaz de hacer sus pinitos. El núcleo del sistema de tracción total permanente quattro es un diferencial central con regulación puramente mecánica, que distribuye el par entre los ejes delantero y trasero en una relación de 40:60 en condiciones normales de conducción. Cuando es necesario, transfiere la mayor parte al eje con mejor tracción.
No es la mejor del mundo fuera del asfalto, pero sí que resulta muy útil en el apartado dinámico del modelo, especialmente a la hora de circular ligeros. Es importante también tener en cuenta los neumáticos, pues no encontraremos ni reductora ni bloqueos de diferencial, aunque sí veremos un asistente de descenso de pendientes.
En todo caso, el Q7 TFSIe es capaz de superar obstáculos medianamente complicados en el modo off road/lift del Drive Select, pues cuenta con un ángulo de entrada de 25,4 grados, de salida de 22,1 grados y ventral de 20,9 grados, con una profundidad de vadeo de 250 mm, una capacidad de pendiente del 60% y una altura libre total de 245 mm.
Respecto a otras variantes del Audi Q7, la única diferencia que apreciarás es el funcionamiento del equipo de frenos -compuesto por discos ventilados en ambos ejes- como consecuencia de la adición de la frenada regenerativa y el funcionamiento del asistente predictivo de eficiencia. Esencialmente, el tacto del pedal de freno requiere habituarse a él.
Lo mismo ocurre con el asistente predictivo cuando levantamos el pie del acelerador, ya que cuando el Q7 detecta que nos aproximamos a un vehículo o a una intersección, actúa de forma autónoma sobre el pedal de freno, aprovechando el primer tramo de recorrido correspondiente a la frenada regenerativa. Si el coche de delante se aleja, vuelve al avance por inercia.
Por último y, respecto a los sistemas de asistencia a la conducción, estos se agrupan en paquetes. El abanico es muy amplio, pudiendo encontrar varios niveles de pre sense, regulador de velocidad adaptativo con lector de señales y adaptación de la velocidad, sensor de ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril, asistente de aparcamiento…
Equipamiento y precio
En nuestro mercado, los nuevos Audi Q7 TFSIe cuentan con cuatro líneas de acabado: TFSIe, S line, Black line y Competition. En todos son de serie el climatizador automático de tres zonas, la instrumentación configurable Audi Virtual Cockpit, sensor de lluvia, encendido automático de luces, sistema de navegación adaptado a su condición de híbrido, suspensión adaptativa …
También sin costes ofrecen sistema de audio con bluetooth, lector de tarjetas SD, puerto USB, freno de mano eléctrico, suspensión adaptativa, acceso a internet, portón eléctrico, llantas de 19 pulgadas, faros LED, asientos delanteros con ajuste eléctricos y lumbar, tapicería en cuero y Audi parking system plus con cámara trasera, entre muchos otros elementos.
El acabado S line incorpora los paquetes S line exterior e interior con asientos deportivos delanteros, iluminación ambiente, llantas de aleación de 20 pulgadas y suspensión neumática deportiva. El acabado Black line ofrece un estilo único con llantas de aleación de 21 pulgadas, paquete de estilo gris oscuro, barras de techo y carcasas de los retrovisores en negro y lunas Privacy.
Y ya si buscas la Máxima deportividad para el Audi Q7 TFSIe debes apostar por el exclusivo acabado Competition, que incluye el paquete de estilo gris oscuro, faros Audi Matrix LED, asientos delanteros deportivos, tapizado de los asientos en Alcántara, reposabrazos central de confort, inserciones en aluminio mate y molduras de entrada en aluminio iluminadas.
En España, los precios recomendados para la gama del Audi Q7 2021 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | TFSIe | S line | Black line | Competition |
Q7 45 TDI quattro Tiptronic 231 CV | 71.080 € | 78.230 € | 80.360 € | – |
Q7 50 TDI quattro Tiptronic 286 CV | 78.080 € | 85.230 € | 87.360 € | – |
Q7 55 TFSIe quattro Tiptronic 381 CV | 79.160 € | 86.310 € | 88.200 € | – |
Q7 60 TFSIe quattro Tiptronic 456 CV | – | – | – | 90.330 € |
SQ7 TFSI quattro Tiptronic 507 CV | 117.275 € |
- Gran habitabilidad, especialmente con la banqueta trasera de asientos individuales, ya que ofrece gran modularidad.
- Hasta 39 sistemas de asistencia, radares, sensores y demás, al servicio de la seguridad y el confort.
- Empuje notable, acompañado de un sonido agradable al acelerar.
- Su calidad de rodadura, su insonorización y su confort son excelentes, especialmente con la suspensión neumática, la cual aporta un plus fuera del asfalto o a la hora de cargar objetos pesados en el maletero.
- Dinamismo gracias al eje trasero direccional y dirección de desmultiplicación variable.
- Posibilidades de equipamiento prácticamente infinitas.
- Beneficios del distintivo medioambiental CERO de la DGT.
- Abuso del Piano Black en el interior, muy sucio y sensible a los arañazos.
- Consumos elevadísimos, un sinsentido si no se carga la batería.
- Precio de partida de esta versión híbrida bastante elevado y difícil de amortizar. Personalmente optaría por un diésel y equiparía la diferencia en extras.
- Precio de los opcionales muy elevado, aunque gracias a ellos puedes tener un coche que te va a enamorar, especialmente en los viajes largos.
- La dirección es realmente cómoda, pero su exceso de asistencia la hace ser demasiado artificial y transmite poca información.
- Las baterías de esta variante híbrida hacen que perdamos capacidad de maletero y la posibilidad de equipar una tercera fila de asientos.
- El equipo de frenos podría estar mejor conseguido, ya que el tacto del pedal no es todo lo fácil de dosificar que nos gustaría, especialmente en el primer tramo (frenada regenerativa) y debido al asistente predictivo.