El Audi S8 llegó al mercado en 2019, apenas un año después de que la firma de los cuatro aros presentara la última generación del A8. Concebido como el pináculo del lujo y la potencia dentro de la gama de modelos de la firma alemana, esconde un poderoso motor V8 4.0 TFSI de 571 CV y 800 Nm de par, en lugar de una mecánica diésel.
Ya sabéis que últimamente Audi está optando por los bloques diésel para su gama ‘S’, así que es todo un alivio que en el buque insignia se haya mantenido un potente motor biturbo de gasolina. Eso sí, no falta la tecnología de hibridación suave MHEV, la cual permite beneficiarse del distintivo ECO de la DGT gracias a su alternador de 48 voltios y su batería de iones de litio.
Disponible solo con batalla corta en nuestro país, toda la potencia se transmite al asfalto a través del sistema de tracción total inteligente quattro, al que se suman un diferencial deportivo y el sistema de dirección en las cuatro ruedas. Este permite mejorar la maniobrabilidad a baja velocidad y proporciona una mayor estabilidad a velocidades más altas.
El Audi S8, el BMW M760Li xDrive y el Mercedes-AMG S 63 4MATIC+ L son la crème de la crème de las berlinas de representación. Son los buques insignia de cada casa, los tres alemanes por excelencia, la opción preferida de los ejecutivos. Incluso en las versiones convencionales hablamos de verdaderos salones rodantes en los que viajar se convierte en un verdadero lujo y placer desde 1994, 1977 y 1954, respectivamente.
Diseño exterior
El Audi S8 mantiene la línea elegante y tecnológica del A8, pero le da una vuelta de tuerca a la deportividad. En la vista frontal, la inclinada luna aislante y calefactable -con limpiaparabrisas con inyectores integrados- tras la que se pueden distinguir algunas de las cámaras de los sistemas de asistencia da paso a un musculoso capó en forma de ‘V’ de marcadas líneas.
Este desemboca de forma natural en una gran parrilla Singleframe propia de la marca. En ella podemos distinguir los radares de algunos sistemas de asistencia, una de las cámaras del sistema de visión 360º, la cámara de visión nocturna, parte de los sensores de aparcamiento delanteros, la matrícula y el logo de la marca en color negro opcional.
A ambos lados no faltan los excelentes y recomendables faros Matrix LED con indicadores dinámicos de serie, que presentan una particular firma lumínica tridimensional. Opcionalmente, como en esta unidad, podemos equipar los faros Audi Matrix LED HD con luz láser y OLED también con indicadores dinámicos. No faltan los lavafaros.
La vista lateral no es menos llamativa, presentando una línea de cintura ascendente, un espacio acristalado generoso -con las lunas posteriores tintadas e insonorizantes-, una superficie de las puertas completamente limpia de protecciones y un detalle negro en el borde de las puertas que le da el toque de deportividad definitivo al conjunto.
Los espejos retrovisores integran los intermitentes y cuentan con una base en negro a contraste. En dimensiones, Audi S8 mide 5.18 metros de longitud, 1.95 metros de ancho y 1.47 metros de alto, por lo que no es pequeño. La batalla es de 2.998 mm y los anchos de vía de 1.628 mm delante y 1.617 mm detrás. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0,27.
Destacan especialmente la sutil y pronunciada caída del techo, el marcado nervio de la sección inferior de las puertas y las llantas de 21 pulgadas opcionales con diseño de 5 radios dobles, calzadas con neumáticos Pirelli P Zero en medidas 265/35 R21 101Y. Tras ellas encontraremos unos discos carbocerámicos opcionales (350 mm delante y 330 mm detrás).
Remata el atractivo diseño la zaga, con una generosa luna y una horizontalidad marcada que parece asentar con contundencia al modelo sobre el asfalto. Llaman especialmente la atención los pilotos OLED de efecto tridimensional que están unidos. No faltan la tira de sensores posteriores y un difusor en el extremo inferior con dos colas de escape dobles cromadas.
Visto desde arriba, encontramos una antena de tipo aleta de tiburón y un techo corredizo eléctrico opcional. Aquellos que quieran un Audi S8 aún más deportivo, disponen del paquete óptico de estilo negro, el paquete óptico de estilo negro con los aros en negro de esta unidad y las carcasas de los retrovisores también en negro o en fibra de carbono.
Diseño interior
El exterior del Audi S8 es deportivo y futurista, pero el interior tampoco va a dejarte indiferente. No sólo su diseño es tecnológico, sino que además se ha mimado al detalle el empleo de todos los materiales y se han rematado con esmero los ajustes. Como guinda del pastel, encontramos un nivel de comodidad y equipamiento sublimes.
Hay calidad allí donde mires. Estos asientos deportivos ‘S’ delanteros son excelentes en agarre y mullido, tan cómodo como deportivos. Pueden contar con ajuste eléctrico y lumbar, función de masaje, memoria y climatización, lo que permite encontrar la temperatura, la posición y la inclinación ideal para cada cuerpo. Para la tapicería hay hasta 11 opciones de cuero.
Las manos se posan cómodamente en un volante de cuero de cuatro brazos multifunción eléctrico que puede ser calefactado. Las levas son de serie. Este nos brinda acceso a las funciones más destacadas, pero que también nos permite navegar a través de los menús y el mundo de funcionalidades que nos ofrece el Audi Virtual Cockpit.
La instrumentación digital de 12,3 pulgadas permite elegir entre diversas vistas y se combina con un completo Head-Up Display. La arquitectura se combina perfectamente con el nuevo concepto de operación táctil, que prácticamente elimina los botones y controles sustituyéndolos por pantallas. Lo que sí vemos es excesivo Piano Black.
El reposabrazos central delantero de confort es desplazable de forma longitudinal y ajustable en inclinación. La guantera es climatizada y tapizada.
El salpicadero se presenta elegante y bien esculpido. En la consola central, figura una pantalla de 25,6 centímetros (10,1 pulgadas) que se integra hasta convertirse en casi invisible a la vista en la superficie de acabado negro brillante, denominada black panel. El problema de tantas pantallas son los reflejos cuando el sol incide sobre ellas, dificultándonos la visión.
En la consola del túnel central, que también posee ese efecto de panel negro, hay una segunda pantalla táctil de 21,8 centímetros (8,6 pulgadas). La superficie de la pantalla táctil emite una señal acústica cuando se activa una función, imitando de esta manera a los interruptores tradicionales. Lo mismo sucede con el módulo que gestiona la iluminación.
Para introducir las direcciones de navegación en el Audi S8 puedes o bien teclearla o bien escribirla en la pantalla.
Al pulsar sobre los botones en ellas presentes, notarás como un click, lo que te ayuda a saber que has seleccionado una determinada función. Personalmente, no ha terminado de convencerme esta función, al igual que no me gusta especialmente que las pantallas acojan las funciones del climatizador, aunque es justo decir que en este caso el acceso y manejo del mismo queda a la altura de la mano y no es complicado hacerse a él.
Los gráficos de todas las pantallas y su fluidez son dignos de mención, pero cabe destacar la imagen en tres dimensiones que generan las cámaras del sistema 360º. Es un sistema realmente completo, al igual que el equipo de infoentretenimiento. Puede contar con navegación, Apple Carplay y Android Auto, sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced, DAB+, TV…
El Audi S8 ofrece una configuración de cinco plazas. Las dos plazas traseras laterales son realmente cómodas y generosas en todas sus cotas. Está claro que es un coche para que te lleven, porque el nivel de lujo y comodidad es excepcional. Pueden ser calefactadas, ventiladas, con masaje y ofrecen múltiples reglajes eléctricos, permitiéndonos estirarnos.
La plaza central es únicamente para sacarnos de un apuro, ya que el reposabrazos que alberga acoge los ajustes eléctricos de los asientos, dos posavasos, una guantera con tomas USB y una tableta extraíble desde la que los pasajeros pueden controlar prácticamente la totalidad de las funciones del vehículo. El climatizador es de cuatro zonas.
Respecto al maletero, cubica un total de 505 litros, aunque si abatimos los asientos posteriores puede ampliarse. Goza de unas formas muy regulares y un doble fondo que permite albergar una rueda de repuesto de emergencia. La única pega es que en la parte final, justo antes de los asientos, encontramos un salto que le resta versatilidad.
El portón es aceptable y de accionamiento eléctrico en opción. Es de serie el sistema de acceso sin llave al vehículo, pero no la Audi connected key, la toma de 12V, el mecanismo que completa el cierre de las puertas de manera automática, las pantallas traseras y el enchufe de 230V en la segunda fila de asientos. El borde de carga se sitúa a 700 mm de altura al suelo.
Motorización Audi S8
La gama mecánica del A8 contempla versiones gasolina, diésel y un híbrido enchufable, con potencias que van desde los 286 CV hasta los 571 CV. Puedes ver todas las motorizaciones en el apartado de equipamiento y precio. Gracias al sistema mild hybrid de 48V, los gasolina y diésel se benefician del distintivo ECO, mientras que los PHEV llevan la CERO.
En el Audi S8 encontramos el mismo bloque de aluminio que Porsche monta en las versiones Turbo de los Cayenne y Panamera. Hablamos de un V8 de 4.0 litros (3.996 cm3), dos árboles de levas en cada culata, inyección directa, turbo, intercooler y Start/Stop. Eroga 571 CV (420 kW) a 6.000 rpm y un par máximo de 800 Nm entre 2.000 y 4.500 rpm.
El empuje es soberbio, con unas prestaciones de primer nivel. Resulta elástico e insaciable, con un apetito frenético para subir de vueltas y una entrega constante de potencia en una banda de revoluciones amplia. En la marcha adecuada, la respuesta al acelerador es inmediata y es capaz de pegarnos con fuerza al asiento a cualquier régimen y en cualquier circunstancia.
El S8 entrega la potencia de forma contundente, pero progresiva, de menos a más, y la capacidad de la tracción quattro para absorber semejantes dosis de par y potencia y transmitirlas a las ruedas es sensacional. Notas como el chasis se revuelve al pisar el acelerador a fondo, pero todo se mantiene bajo control sin que tengas que hacer ningún esfuerzo.
El bloque biturbo tiene una potencia específica alcanza los 142,9 CV por litro de cilindrada, lo que significa que cada CV apenas tiene que mover alrededor de 4 kg de peso en vacío. El par específico también es impresionante: 200 Nm por litro de cilindrada. Por cada kilogramo de peso, hay 2,855 Nm disponibles para conseguir una aceleración dinámica.
El motor gira a 1.800 vueltas a 120 km/h en octava velocidad, lo que ayuda a contener los consumos.
Cuando mayor lag notaremos es en aquellos momentos en los que pisamos a fondo el acelerador, en los que hay unas décimas de segundo en los que percibes claramente que el Audi S8 parece pararse a pensar y, de repente ¡PUM! Se convierte en uno de esos coches capaces de ponerte los pelos de punta en cada aceleración. Aquí puedes verlo enfrentarse al RS 6 Avant:
Adicionalmente, podemos ajustar gestión del motor y de la transmisión, la dirección asistida, la suspensión, la dirección dinámica en las cuatro ruedas, el diferencial deportivo quattro, el sonido del motor y el funcionamiento del climatizador con el Audi drive select, que nos permite elegir entre los modos de conducción comfort+, auto, dynamic, efficiency e individual.
La única “pega” que puedo sacarle es que el interior está tan bien aislado que muchas veces nos cuesta escuchar el bonito y gutural rugido del V8 en cada aceleración. Por suerte, en el modo dynamic se abre una mariposa controlada electrónicamente ubicada delante del silenciador auxiliar izquierdo, lo que hace que el sonido se vuelva algo más fuerte.
Para que el escape sea emocional, el Audi S8 está equipado de serie con el sistema Active Noise Cancellation.
En cifras, es capaz de catapultarnos hasta los 100 km/h en solo 3.8 segundos y hasta los 200 km/h en apenas 14.3 segundos, con una recuperación de 80-120 km/h en 2.3 segundos y una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Con las mecánicas más racionales, las prestaciones son mejor que buenas, por lo que esta versión queda reservada para aquellos que buscan ir sobrados de potencia y quieren ese toque picante adicional en la berlina.
Un aspecto que probablemente no te guste tanto serán los consumos, aunque son mucho mejores de lo que esperaba. La marca homologa 11.6 l/100 km en combinado WLTP, aunque en una conducción real rondarás los 15 litros en ciudad y los 9.0 litros en carretera, con una media de 11.6 litros a los 100 km tras una semana de prueba.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 82 litros, lo que garantiza una buena autonomía.
Esto se debe en buena parte al sistema Mild-Hybrid con sistema eléctrico principal de 48 voltios, lo que le permite beneficiarse del codiciado distintivo ambiental ECO de la DGT. El componente principal es un alternador/motor de arranque (BAS) movido por correa. Puede recuperar hasta 8 kW de potencia en una desaceleración suave y almacenarlos en una batería de iones de litio de 0,47 kWh.
Si retiramos el pie del acelerador a una velocidad de entre 55 y 160 km/h, el sistema de control de marcha selecciona entre dos opciones, dependiendo de la situación y del modo activado en el Audi drive select: recupera energía o avanza en modo de marcha por inercia con el motor apagado, durante un periodo máximo de 40 segundos.
Al pisar de nuevo el acelerador, el BAS vuelve a poner en marcha el propulsor. La tecnología MHEV permite el funcionamiento del sistema de arranque y parada automáticos (start-stop) desde una velocidad de 22 km/h. De esta manera es posible una reducción del consumo de combustible de hasta 0,8 l/100 km en conducción normal.
Tampoco falta el sistema de desconexión de cilindros Audi cylinder on demand (COD), que desactiva de forma individual y selectiva los cilindros en situaciones de baja carga. Su inusual secuencia de encendido 1-3-7-2-6-5-4-8 confiere al 4.0 TFSI un sonido que resulta a la vez sofisticado y deportivo. Cada cambio se ejecuta en milisegundos y es prácticamente imperceptible.
También puede que te llame la atención que Audi haya optado por la transmisión tiptronic de ocho relaciones en lugar de equipar la deportiva caja S tronic de doble embrague, pero en realidad no es nada descabellado. Es cierto que la S tronic es más rápida, pero no es tan sumamente suave como la que encontramos en este modelo, y precisamente ahí está la clave.
La combinación de confort y dinamismo que logra este coche es una de sus grandes bazas. Además, el amplio rango de relaciones permitidas por el sistema ayuda a optimizar la eficiencia del combustible y, en una conducción tranquila, el motor sube de marcha en el entorno de las 1.800 rpm. Solo es algo brusco al cambiar cuando aceleramos a fondo.
Cabe destacar que esta caja cuenta con transiciones optimizadas entre marchas y los modos E, D y S. Transmite la potencia a la tracción total permanente quattro. Si queremos un plus de diversión al volante, siempre podemos apostar por el modo secuencial de la palanca de cambios o por las levas solidarias ubicadas tras el volante.
Información técnica
El V8 tiene un ángulo entre bancadas de cilindros de 90 grados, y una cilindrada de 3.996 cc (diámetro x carrera: 86,0 x 86,0 mm). Su cárter está fabricado en fundición de aluminio, y pesa sólo 39,1 kg. Una bomba de aceite de caudal totalmente variable acciona el circuito de lubricación, que se divide en galerías separadas para el bloque y las culatas.
Este innovador diseño garantiza el suministro de aceite incluso en condiciones extremas de aceleración lateral y longitudinal. El accionamiento de las válvulas se realiza mediante cadenas accionadas por el cigüeñal a través de un eje intermedio. El motor ofrece un concentrado de soluciones de alta tecnología en todas las áreas.
Para garantizar el llenado de los cilindros en cualquier situación de funcionamiento, los árboles de levas de admisión y escape se pueden ajustar en 50 grados. Cada bancada de cilindros cuenta con su propia bomba de alimentación de combustible, que genera una presión de hasta 250 bar.
Los inyectores, localizados en el centro de la cámara de combustión, pulverizan el combustible a través de siete orificios, siguiendo estrategias de inyección especiales en función de las necesidades, desde el arranque en frío hasta la plena carga. La enorme cifra de par que el 4.0 TFSI genera desde bajas revoluciones se debe en gran parte a los dos turbocompresores twin-scroll.
Cada uno de ellos suministra aire a una culata, con una presión de sobrealimentación relativa de 1,8 bar. Las culatas tienen el lado de admisión en la parte exterior de la V que forman los cilindros, y el escape en el interior. De esta forma, los dos turbocompresores están ubicados cerca de las válvulas de escape, en el interior de la V, con el intercooler situado en el exterior.
Tanto el catalizador previo como el principal están situados muy cerca del motor, para que puedan alcanzar su temperatura óptima de funcionamiento muy poco tiempo después del arranque. El nuevo Audi S8 está equipado con dos filtros de partículas de gasolina, y cumple la última homologación de emisiones, la EU6DG.
Version | S8 TFSI quattro - 8 cilindros en V |
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Cilindrada | 3.996 cm³ |
Potencia | 571 CV (420 kW) @ 6.000 |
Par | 800 Nm @ 2.000 - 4.500 rpm |
Peso | 2.305 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.179 / 1.945 / 1.474 mm |
Volumen Maletero | 505 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 3,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 2,3 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | 11,6 / 20,1 - 12,3 - 9,7 - 9,6 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 263 g/km de CO₂ (Euro 6d) |
Pegatina de la DGT | Eco |
Precio de partida | 162.370 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Audi S8
A nivel dinámico, el comportamiento del Audi S8 es digno de mención, tanto por comodidad por la manera en la que se enfrenta a los tramos de curvas. Su confort y agilidad a pesar de sus notables dimensiones y un peso superior a las dos toneladas son dignos de alabanza. Pone la guinda del pastel la suspensión, que se eleva en los resaltos y al acceder/bajar del vehículo 50 mm.
La comodidad es algo que podríamos esperar en una berlina semejante, enfocada a los largos viajes por carretera, pero sorprenden los rápidos cambios de apoyo y la sutileza con la que se mueve, resultando extremadamente seguro, estable y fácil de conducir incluso a un ritmo elevado gracias al trabajo realizado por los ingenieros sobre el chasis.
Es una pena que el volante tenga un diámetro tan grande, lo cual le resta algo de practicidad a la hora de maniobrar en ciudad o de enlazar curvas lentas, pero goza de una dirección suficientemente rápida y precisa como para llevar a cabo cambios ágiles de trayectoria. En esta unidad se combina de serie con el sistema de dirección en las cuatro ruedas.
Con ello, ofrece mayor estabilidad y dinamismo. En el eje delantero cambia la desmultiplicación en función de las circunstancias y, en el eje trasero, las ruedas giran en el mismo sentido que las delanteras o en sentido opuesto, en función de la velocidad. El diámetro de giro es de solo 11,4 metros entre paredes.
Audi ofrece una selección de hasta 38 sistemas de asistencia a la conducción en el S8. Todas las asistencias funcionan con mucha suavidad.
También de serie es el diferencial deportivo, el cual distribuye de forma activa el par entre las ruedas traseras para aportar un mayor dinamismo. Forma parte de la tracción integral permanente quattro, y garantiza una dinámica de conducción estimulante en todas las situaciones.
Cuando se conduce de forma deportiva en carreteras de curvas, distribuye el par entre las ruedas del eje trasero según sea necesario. Esta vectorización activa del par motor mejora la tracción, la dinámica y la estabilidad. Para ello, integra una etapa de transmisión en cada lado, que se acopla mediante un embrague multidisco de accionamiento hidráulico.
Recordemos que todos los sistemas son gobernados por la plataforma electrónica de chasis (ECP). Gracias a ella, todos los sistemas trabajan de manera conjunta para mejorar la comodidad y el dinamismo. Al mismo tiempo, nos ofrecen la máxima precisión en función de las circunstancias. En conjunto, la sensación es de llevar una berlina mucho más pequeña.
Si comparamos el Audi S8 con un BMW Serie 7, no encontraremos tanta deportividad, pero sí un plus de confort. Por su parte, el Mercedes-Benz Clase S destaca en calidad de rodadura y sensación de confort gracias a la brillante suspensión que equipa. Tampoco en asistencias a la conducción y tecnología se ha quedado atrás la berlina de la estrella.
Es, sin lugar a duda, una de las berlinas más equilibradas dinámicamente, aunque también es una de las que me ha transmitido un tacto más artificial a la hora de conducirla, especialmente a causa de la gran asistencia de la dirección. Es muy cómodo y lo hace todo bien, pero es un coche demasiado neutro en sensaciones para tratarse de una variante deportiva.
Además, me ha parecido que la diferencia entre los diversos modos de conducción no es excesivamente apreciable. Sí que considero sobresaliente la suspensión neumática activa predictiva, que es capaz de filtrar muy eficazmente las irregularidades del asfalto y, a su vez, de contener de manera excelente los balanceos de la carrocería incluso circulando a buen ritmo.
La insonorización alcanza un nivel superior de serie, pero Audi ofrece opcionalmente un acristalado acústico.
El sistema de alta tecnología funciona en combinación con la suspensión neumática. Puede hacer subir o bajar cada rueda individualmente por medio de actuadores electromecánicos. Por tanto, permite controlar de forma activa la posición de la carrocería en cualquier situación. La cámara frontal, que detecta irregularidades del pavimento de cierta entidad, permite que esto se haga de forma predictiva.
El modo Comfort + constituye un perfil nuevo, con el que abordar las curvas se convierte en una confortable experiencia. La carrocería se inclina hacia el interior de la curva hasta en 3 grados, reduciendo el efecto de la aceleración lateral para los ocupantes. En modo dynamic, el S8 muestra una reacción instantánea a la entrada de cada curva.
Respecto al equipo de frenado, hablamos de discos ventilados en ambos ejes. Resultan fáciles de dosificar y cómodos de manejar, pues los frenos no clavan el vehículo con solo rozar el pedal. Opcionalmente, los clientes pueden elegir los discos de freno carbocerámicos, con un diámetro de 420 mm en el eje delantero y de 370 mm en el trasero.
Estos frenos, ventilados internamente, aportan una mayor duración, y su peso incluyendo las pinzas es 9,6 kilogramos más ligero que los de hierro fundido. Cada pinza delantera tiene diez pistones. Resultan infatigables y de una eficacia sin igual, pero debes plantearte si realmente les vas a dar uso porque son un opcional realmente caro.
En cuanto a los sistemas de asistencia a la conducción y de seguridad, podemos encontrar el asistente de conducción adaptativo, asistente de atascos, sistema de mantenimiento de carril, asistente predictivo de eficiencia, frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones y ciclistas, asistente de visión nocturna y Audi pre sense 360°, entre muchos otros.
Equipando el Audi pre sense 360°, si el sistema detecta un inminente impacto lateral a más de 25 km/h, puede funcionar en combinación con la suspensión activa predictiva para elevar instantáneamente la carrocería hasta en 80 mm. Esto lleva la zona de los estribos laterales a una mejor posición para absorber la energía del impacto, mitigando las potenciales consecuencias.
Equipamiento y precio
El equipamiento del Audi S8 es realmente completo, incluyendo unas llantas de 20 pulgadas, suspensión neumática activa y adaptativa, equipo de sonido Bang & Olufsen, logotipos ‘S’, cámaras 360, asientos deportivos, diferencial trasero deportivo, Virtual Cockpit, molduras en Carbon Vector, Audi pre sense, dirección en las cuatro ruedas, faros HD Matrix LED…
No menos interesante es el extenso listado de opcionales, que incluye frenos carbocerámicos, paquetes con hasta 38 sistemas de asistencia y seguridad, llantas de 21 pulgadas, faros láser, parabrisas insonorizante y calefactable, gancho de remolque, pantallas en la parte trasera, radio y televisión digital y Head-Up Display, entre otros. Eso sí, cuidado con la factura final.
En España, los precios recomendados para toda la gama del Audi A8 2021 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Potencia | Distintivo DGT | Precio | |
A8 50 TDI quattro | 286 CV (210 kW) | ECO | 107.020 € |
A8 55 TFSI quattro | 340 CV (250 kW) | ECO | 113.890 € |
A8 60 TFSI quattro | 460 CV (338 kW) | ECO | 133.030 € |
A8 60 TFSIe quattro | 449 CV (330 kW) | CERO | 113.150 € |
S8 TFSI quattro | 571 CV (420 kW) | ECO | 162.370 € |
A8 L 50 TDI quattro | 286 CV (210 kW) | ECO | 110.040 € |
A8 L 55 TFSI quattro | 340 CV (250 kW) | ECO | 117.020 € |
A8 L 60 TFSI quattro | 460 CV (338 kW) | ECO | 136.160 € |
A8 L 60 TFSIe quattro | 449 CV (330 kW) | CERO | 116.090 € |
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.8
Sobresaliente
El Audi S8 es sin duda alguna una excelente opción si eres de los adinerados que pueden permitirse una berlina de representación de esta clase y con casi 600 CV bajo el capó. Poderoso, tecnológico y plagado de lujo, es el coche en el que te encantaría viajar a diario. Su avanzada suspensión es una delicia y representa el paso previo para el siguiente nivel, la conducción autónoma.
Lo bueno
- El sistema de iluminación es un fuera de serie.
- El confort y el lujo interior son sobresalientes, especialmente en las plazas posteriores. Destacan la calidad de rodadura y la insonorización.
- La calidad de construcción y estructuración interior sobresale.
- Sistema mild hybrid de 48V que permite reducir los consumos y beneficiarte de la pegatina ECO.
- Sensación de control elevadísima, con un comportamiento dinámico y agilidad excelentes gracias al equipamiento de serie. Parece una berlina más pequeña de lo que es.
- El empuje y el sonido del bloque V8 son adictivos, especialmente en línea recta.
- Fuerte apuesta por la tecnología, sobre todo en materia de asistencias a la conducción.
- La suspensión activa predictiva es, sencillamente, excepcional.
Lo mejorable
- Las pantallas táctiles y su ajuste sensitivo son algo extrañas.
- El negro brillante es un claro problema debido a la facilidad de deterioro y a la necesidad constante de limpieza, y en el S8 se abusa de él.
- Los consumos son elevados, con el diésel más prestacional no quedarás decepcionado.
- Precio de partida elevado, aunque en la línea de sus rivales. El precio de algunos opcionales es excesivamente elevado.
- No se vende con carrocería larga, algo que sí ocurre en sus rivales.
- Dimensiones en espacios reducidos, calles estrechas y aparcamientos.