Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.1
Notable+
Si bien es cierto que el Audi Q2 no es el mejor producto de la firma de los cuatro aros, esta versión ‘S’ deportiva es tema aparte. Ninguno de los rivales directos del Audi SQ2 ofrece semejantes dosis de potencia y una conducción tan segura, aunque has de ser consciente de que lo bueno se paga caro. Es sencillo de conducir y muy eficaz sobre el asfalto, pero… ¡Qué hay de la diversión?
El Audi SQ2 es el crossover más picante de la firma alemana. Puede que las versiones convencionales del Audi Q2 no terminen de convencerte y nadie te culpará por ello, pero es innegable que en términos de calidad y diseño les saca bastante ventaja a rivales de la talla de los Jeep Renegade, Fiat 500X, Mazda CX-3, Peugeot 2008, Renault Captur u Opel Mokka.
En cualquier caso, este Audi SQ2 está un nivel por encima de sus hermanos de gama en acabados y rendimiento. No hay alternativas igual de potentes entre sus competidores directos y es comparable únicamente a otros modelos de mayor tamaño como el BMW X2 M35i o el CUPRA Ateca. Su precio es intermedio entre ambos.
Curiosamente, cuenta con el mismo motor de gasolina turboalimentado de 2.0 litros que el Audi S3, pero es en torno a 1.300 euros más caro que este. Ambos son similares en espacio interior y cuentan con una potencia total de 300 CV y un par motor de 400 Nm, los cuales les permiten alcanzar los 100 km/h desde parado en sólo 4,8 segundos.
Como cabría esperar en un Audi de sus características, el SQ2 equipa de serie la tracción total inteligente quattro y una caja de cambios S tronic de doble embrague y siete velocidades. Sobre el papel parece tenerlas todas consigo, pero ahora viene la prueba de fuego: ¿Qué es capaz de ofrecernos el Audi SQ2 en el día a día?
Diseño exterior
El Audi SQ2 exuda deportividad, pero con la discreción característica de la firma de los cuatro aros. Tiene algunos elementos específicos, tales como el entramado de la parrilla con barras verticales, las tomas de aire frontales de mayor tamaño, los faldones laterales, el alerón del techo y las cuatro salidas de escape. Ahora lo veremos con más detalle.
En el frontal encontramos la gran parrilla Singleframe y el anagrama ’SQ2’. Esta unidad de pruebas cuenta con el Paquete Exterior SQ2 -950€-, que elimina el borde cromado e inserta un cerco en Piano Black. El negro ofrece una mayor profundidad a la mirada del crossover, al tiempo que el pronunciado paragolpes ensancha la parte frontal del vehículo.
A ambos lados del frontal encontramos los faros LED con Smartbeam -170€-, cuya luz se asemeja a la luz diurna. Estos faros LED incorporan funciones especiales para ciudad, cruces, carreteras, autopista, circulación por la izquierda o mal tiempo. Incluyen luz diurna de diodos luminosos en forma de flecha, así como intermitentes LED dinámicos.
En la vista lateral, las marcadas taloneras y los prominentes pasos de rueda representan el espíritu deportivo. Las llantas de aleación de 19 pulgadas y las pinzas de freno ‘S’ en color rojo -405€- reflejan su extraordinario rendimiento. Estas calzan unos neumáticos Hankook Ventus S1 evo2 de medidas 235/40 R19 96Y en ambos ejes.
La superficie de las puertas queda totalmente limpia de protecciones y el espacio acristalado es suficiente para favorecer la visibilidad, contando con las lunas posteriores tintadas -510€-. Por otra parte, esta unidad de pruebas equipa los retrovisores eléctricos y calefactables -120€-, así como la llave de confort manos libres -495€-.
En medidas, el Audi SQ2 alcanza los 4.21 metros de longitud, 1.80 metros de ancho y 1.52 metros de alto. La batalla es de 2.594 mm y el ancho de vía delantero es de 1.547 mm, mientras que el trasero es de 1.551 mm. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0.34, con una superficie frontal de 2,29 m² y un factor de resistencia de 0,78.
El marcado spoiler trasero del techo que integra la tercera luz de freno, el distintivo difusor con líneas verticales, así como los dos escapes ovales dobles componen la llamativa y horizontal zaga. Los grandes grupos ópticos traseros de efecto tridimensional también cuentan con la tecnología Full LED e intermitentes dinámicos.
No faltan la tira de sensores de aparcamiento posteriores y la cámara de marcha atrás -485€- con Audi parking system plus -435€-. Por último y, vista desde arriba, esta unidad de pruebas cuenta con una antena de tipo aleta de tiburón en negro. Opcionalmente, también podemos montar un generoso techo corredizo eléctrico de cristal -1.440€-.
Diseño interior
La discreción se mantiene en el habitáculo del Audi SQ2, aunque encontramos algunas ‘chucherías’ específicas de lo más suculento. En términos de diseño, el salpicadero se ha trazado siguiendo el perfil de un ala. Su forma es delgada y plana, al tiempo que parece flotar sobre la consola central, que se inclina suavemente hacia el conductor.
Los materiales empleados son blandos en su mayoría, con escasos componentes en plástico rígido, salvo en las partes más bajas, donde no encontramos el agradable mullido de la parte alta del salpicadero. Con todo y con eso, los ajustes son muy buenos, con ausencia de crujidos o vibraciones incluso al hacer fuerza sobre ellos.
Las teclas que hay en su centro recuerdan a los tradicionales conmutadores y este diseño ha sido posible gracias al traslado de la unidad central para los sistemas de infotainment a la consola central. En el salpicadero resaltan los embellecedores en aluminio cepillado y el anagrama quattro, resaltado por la iluminación ambiental -305€-.
También se presenta más despejada la consola del túnel central, aunque los huecos portaobjetos no son abundantes, limitándose a dos posavasos y un pequeño espacio. Por otra parte y, gracias al freno de estacionamiento electromecánico, se ha podido ganar espacio para el terminal de la unidad de mando del MMI.
Esta unidad dispone de un deportivo volante multifunción de tres radios al que le vienen como anillo al dedo las levas. Es una pena que estas no sean muy grandes y estén fabricadas en plástico. Adicionalmente, el volante cuenta con la corona achatada y está revestido en cuero, montando el emblema ‘S’ en la parte inferior.
El tacto y grosor del volante son muy agradables, facilitándonos jugar con él curva tras curva. Tras el mismo y, para la instrumentación, encontramos el conocido y personalizable Audi Virtual Cockpit con abundante información. Hay una pantalla exclusiva ‘S’ con el cuentarrevoluciones en el centro que lo hace realmente deportivo.
Uno de los elementos más destacables del Audi SQ2 son los deportivos asientos tapizados en piel Nappa Fina bicolor en forma de rombos con costuras de color rojo y el emblema ‘S’ en el reposacabezas. La pega es que sus ajustes son manuales, algo difícil de entender en un coche que supera los 50.000 euros. Los asientos pueden ser calefactados -420€- y tener regulación lumbar -310€-.
En esta unidad, el Paquete Interior SQ2 -2.285€- añade Cuero el cuero Napa fina bicolor, las inserciones interiores iluminadas, las alfombrillas delanteras con bordado en forma de diamante SQ2, el anillo interior de la salidas de aire en color rojo y la funda de llave con logo SQ2. Los pedales son de acero inoxidable.
El climatizador automático regula la temperatura del habitáculo en dos zonas y puede funcionar en dos modos climáticos diferentes, denominados eco y normal. En el modo eco, el climatizador automático se basa en una línea característica de consumo optimizado para establecer la temperatura interior seleccionada, aumentando así aún más la eficiencia.
El sistema MMI que se monta a bordo cuenta con una pantalla fija que, en esta versión, tiene una diagonal de 7 pulgadas. Es una solución poco práctica, pues queda un poco “pegote”. El terminal de manejo del MMI navigation plus se encuentra en la consola central, que se presenta ordenada y despejada. Desde el mismo sistema pueden ajustarse infinidad de parámetros del vehículo.
En las plazas traseras no hay asideros y las salidas de ventilación quedan bajo los asientos delanteros.
El acceso a las plazas traseras es cómodo gracias al buen ángulo (aunque no destacable) de apertura de las puertas y las plazas traseras homologan espacio para tres pasajeros, aunque si os soy sincero, sólo podrán viajar cómodamente dos ocupantes de hasta 1,85 metros, como es habitual en prácticamente la totalidad de vehículos de estas dimensiones.
El maletero cubica 355 litros, que aumentan hasta los 1.000 litros abatiendo el respaldo de los asientos traseros -40:20:40 por 320€-. La superficie de carga es plana y el portón eléctrico del maletero -620€- deja una apertura de carga ancha. Bajo el suelo del maletero encontramos un espacio para la rueda de repuesto de emergencia -160€- y un altavoz de graves.
Motorización
En el Audi SQ2, el plato fuerte se encuentra bajo el capó, donde se esconde el motor de gasolina turboalimentado de 2.0 litros TFSI del Audi S3. Más concretamente, hablamos de un motor con 1.984 cm³ de desplazamiento, dos árboles de levas en la culata, inyección mixta directa/indirecta, turbo, intercooler y Start/Stop.
Este motor de alto rendimiento es capaz de producir 300 CV (221 kW) de potencia entre las 5.300 y las 6.500 rpm, así como un par de 400 Nm de par máximo disponibles de forma constante entre las 2.000 y las 5.200 vueltas, aunque empuja de manera frenética hasta la línea roja, situada a 6.500 rpm. Es, sencillamente, adictivo.
Además, en el modo dynamic del Audi drive select, la mecánica responde incluso de manera más directa, con breves cambios de marcha del S tronic y un sonido más marcado que pone de manifiesto sus elevadas capacidades. En cifras, acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,8 segundos, con un 80-120 km/h en 4,2 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h.
En total, hay cinco modos de conducción: efficiency, comfort, auto, dynamic e individual.
Pero ojo, porque no todo son prestaciones, el 2.0 TFSI también nos ofrece un elevado placer al volante en una conducción más relajada, contando incluso con un modo de avance por inercia que selecciona el punto muerto si llevamos activado el modo efficiency. Por otra parte, en autopista, circulando en séptima velocidad a 120 km/h, el motor gira a apenas 2.100 rpm.
La única pega es que los consumos resultan algo elevados en todas las circunstancias y son muy sensibles a los cambios de ritmo, así que podemos encontrar cifras muy dispares en función de como tengamos el día. La marca homologa 8.8 litros en urbano, 6.2 litros en extraurbano y 7.2 litros en ciclo combinado.
Sin embargo, conduciendo de forma tranquila, el ordenador de a bordo indicaba una media de 7.4 l/100 km en carretera, cifra que se sitúa sobre los 11 litros en ciudad. Tras la semana de pruebas, el consumo medio se detuvo en 8.8 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 55 litros, lo cual garantiza una autonomía más que razonable.
Esta mecánica está asociada a un cambio S tronic de siete velocidades, el cual podemos operar en los modos automáticos D o S, o cambiar mediante las levas o el modo secuencial de la palanca de cambios. Lo cierto es que hablamos de una transmisión realmente rápida y muy suave, salvo por algún cambio brusco a baja velocidad.
Los dos embragues del S tronic están en un baño de aceite. Una pequeña bomba accionada mecánicamente les suministra aceite, pero en situaciones de alta demanda de prestaciones se activa una segunda bomba. Este suministro de aceite extra baja la fricción de los componentes y asegura su durabilidad al tiempo que mantiene las altas prestaciones intactas.
En una conducción tranquila y modo ‘auto’, el cambio sube de marcha en el entorno de las 2.000 vueltas.
Ficha técnica
Version | 2.0 TFSI - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.984 cm³ |
Potencia | 300 CV (221 kW) @ 5.300 - 6.500 rpm |
Par | 400 Nm @ 2.000 - 5.200 rpm |
Peso | 1.585 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.210 / 1.802 / 1.524 mm |
Volumen Maletero | 355 (1.000) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 4,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,2 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | 8,8 / 6,2 / 7,2 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 163 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 54.680 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
Probablemente al ponerte al volante del Audi SQ2 no te sientas a bordo de un auténtico deportivo por la postura de conducción más bien elevada y el espacio que tienes a tu alrededor, pero basta con poner el modo dynamic, la palanca en modo Sport y pisar con fuerza el acelerador para darte cuenta de que te lo vas a pasar bien, muy bien.
Si bien no es tan suculento como los modelos RS de la compañía, sí que hace gala del estupendo comportamiento dinámico de los modelos más deportivos de la firma de los cuatro aros, ese que para muchos es demasiado perfecto. La favorable distribución de pesos entre los ejes, la tracción quattro y la precisión de su dirección te llevan allí por donde marques el rumbo.
El mencionado sistema quattro transfiere la potencia del motor al asfalto con suma facilidad, permitiéndote conducir a ritmo muy ágil con total estabilidad y sensación de seguridad. Su componente central es el embrague hidráulico multidisco controlado electrónicamente, que es capaz de transferir hasta el 100% de la fuerza a la parte trasera si las ruedas delanteras pierden agarre.
Gracias a ello es un coche con una capacidad de adherencia sorprendente que, además, resulta extremadamente fácil de conducir dadas sus dimensiones y la buena visibilidad. El embrague multiplaca está montado en el eje trasero por razones de distribución del peso, y distribuye el par entre los ejes delantero y trasero en milisegundos.
Al sistema de tracción total inteligente se une una dirección rápida y precisa, lo que nos permite un paso por curva extremadamente rápido. Ofrece en todo momento una sensación de control máxima, incluso cuando buscamos los límites, por lo que muchos quizás echen de menos un poco más de diversión en este sentido, un poco de mano dura con sus errores.
Mención aparte merece también la suspensión -McPherson delante y paralelogramo deformable detrás-, que tiene unos amortiguadores de dureza fija. Son más firmes que los del resto de la gama, reduciendo la altura total de la carrocería en 20 mm, pero son muy cómodos y permiten al SQ2 virar prácticamente plano incluso en aquellas curvas más cerradas.
Los frenos son eficaces, pero requieren un poco de adaptación a la hora de dosificarlos correctamente.
Rematan el conjunto unos discos de freno que miden 340 milímetros (13.4 pulgadas) de diámetro en la parte delantera y 310 milímetros (12.2 pulgadas) en la parte trasera. Son particularmente duraderos y, sus calibradores, lucen el distintivo ‘S’ y están opcionalmente pintados de rojo en esta unidad, en lugar de negro.
A nivel de asistencias permite equipar detector de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico, aviso de salida de carril -760€- con función de asistencia -1.435€-, Audi pre-sense -255€- regulador de velocidad activo con función Stop&Go -495€- y sistema de aparcamiento semi-automático -585€. El paquete más completo de asistencias tiene un coste de 1.435 euros.
Equipamiento y precio
El equipamiento de serie del Audi SQ2 incluye asientos deportivos, un reposabrazos central delantero, aire acondicionado automático, un volante multifunción deportivo y el sistema de información del conductor con pantalla a color. El Virtual Cockpit reemplaza al sistema FIS con una pantalla de 12,3 pulgadas con tres modos de visualización diferentes.
Otros elementos de serie son las llantas de 19 pulgadas, faros LED con intermitentes dinámicos, sensores de aparcamiento traseros, iluminación ambiental, retrovisor interior antideslumbrante, retrovisores exteriores eléctricos, calefactables y abatibles eléctricamente, acceso y arranque sin llave, frenos deportivos o climatizador automático, entre otros.
De manera opcional se ofrecen varios paquetes para el exterior y el interior de los que ya hemos hablado en el primer y segundo apartado, así como un amplio abanico de opcionales. Junto a los ya mencionados destacan el equipo de sonido Bang & Olufsen -1.005€-, el Head Up Display -760€- o el cargador inalámbrico para smartphone (en el reposabrazos central) -435€-.
- Equipamiento abundante respecto a las versiones básicas (aunque no todo lo completo que nos gustaría).
- Diseño que exuda deportividad, pero libre de ornamentaciones o elementos aerodinámicos exagerados, lo que le da mayores posibilidades de uso al modelo.
- Polivalencia de uso, es divertido a la hora de enlazar curvas exprimiendo su potencia y cómodo para viajar, todo ello rematado con una capacidad de aceleración y un sonido que enamoran.
- Motor potente, con unas prestaciones excelentes.
- Sonido de la mecánica adictivo, aunque a falta de versión ‘RS’, podría resultar algo más salvaje.
- No tiene rivales directos por tamaño.
- Precio elevado con algunas lagunas de equipamiento, como los ajustes de los asientos manuales, no hay eléctrico en opción.
- Pantalla del salpicadero fija.
- Es demasiado perfecto. Es cuestión de gustos, pero resulta tan fácil conducirlo que no requiere gran concentración al volante y, por tanto, se merman las sensaciones que ofrece respecto a otros compactos deportivos más “juguetones”.
- Algunos detalles como los gráficos de la pantalla (algo pequeña, además) o el hecho de que las levas sean de plástico podrían mejorarse.
- Consumos algo elevados.
- Quinta plaza incómoda. Sin asideros en la segunda fila.