Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.4
Notable+
El Audi SQ8 es refinado, elegante, deportivo, SUV, muy potente y tiene pegatina ECO. Vamos, lo es casi todo, excepto barato. Su elevado precio de adquisición, su excesivo peso y, sobre todo, una media de 25.000 euros en extras para completar el equipo lo distancia de las mentes realistas. Eso sí, es un modelo único y si te lo puedes permitir, no deberías dudar en hacerte con uno.
Fiel a los prototipos Q8 y Q8 Sport, el Audi Q8 arriesga en diseño y combina la elegancia de un coupé de lujo de cuatro puertas y la versatilidad propia de un SUV de gran tamaño. Cuenta con unas dimensiones tan mastodónticas como las del Audi Q7, pero lo cierto es que el toque más deportivo es apreciable, especialmente en esta variante ‘S’ y su hermano mayor, el RS Q8.
Para el interior no hay apenas novedades respecto a las versiones convencionales ni a los últimos lanzamientos de la firma de los cuatro aros, como el Audi A8, el Audi A6 o el Audi A7 Sportback de los que ya te hemos hablado. Ofrece un habitáculo plagado de tecnología y equipamiento que puede personalizarse al gusto hasta límites insospechados.
Rival de los BMW X6, Mercedes-Benz GLE Coupé, Maserati Levante y Porsche Cayenne Coupé, con esta mecánica diésel mild hybrid ofrece una potencia que te deja pegada al asiento y pegatina ECO, pero su precio también es más elevado. Muchos usuarios seguramente encontrarán con facilidad un sitio mejor en el que meter esta suma de dinero.
Por el contrario, si lo que buscas es representación, diseño, prestaciones y tecnología sin que se te disparen los consumos tanto como la factura final, no lo dudes ni un minuto más, saca la cartera y cómprate un Audi SQ8, porque a pesar de poder encontrar mejores opciones en el mercado, ninguna va a poner a tu disposición un motor con esta relación potencia/consumo.
Diseño exterior
El nuevo Audi Q8 cuenta con una estética propia, una nueva línea de diseño que, a pesar de asemejarse a la de sus hermanos de la familia Q, marca una nueva dirección en el lenguaje de diseño de la compañía. Su estética será una de las principales razones de compra, pero echo en falta una mayor diferenciación entre este SQ8 y un Audi Q8 con paquete S line.
En el exterior, las novedades pasan por la adición de algunos elementos ‘S’ específicos como las cuatro salidas de escape, las entradas de aire rediseñadas, la parrilla delantera, las carcasas de los espejos retrovisores, el difusor posterior en plata, las insignias ‘S’ o las llantas opcionales de hasta 23 pulgadas. A pesar de los cambios, las piezas son realmente similares.
En la vista frontal, la inclinada luna aislante, acústica y calefactable tras la que se pueden distinguir algunas de las cámaras de los sistemas de asistencia da paso a un musculoso capó en forma de ‘V’ de marcadas líneas. También podemos equipar limpiaparabrisas adaptativos con eyectores integrados, una opción muy práctica para no reducir la visibilidad durante la marcha.
Este desemboca de forma natural en una gran parrilla Singleframe específica para el SQ8. Puede elegirse en varias terminaciones, pues en todas las versiones contaremos con acabados en color contraste que realzan la robustez y el enfoque deportivo del modelo. En este caso se ha aplicado al exterior el paquete de alto brillo negro que afecta a varios elementos.
En la calandra podemos distinguir los radares de algunos sistemas de asistencia, una de las cámaras del sistema de aparcamiento asistido, parte de los sensores de aparcamiento delanteros, la matrícula y el logo de la marca. A ambos lados no faltan los excelentes y recomendables faros Matrix LED con indicadores dinámicos (LED convencionales de serie).
Estos presentan una particular firma lumínica, aunque por desgracia no podemos equipar los faros láser de Audi. Inmediatamente debajo de las ópticas se aprecian los lavafaros y unas tomas de aire laterales enmarcadas en un embellecedor negro brillante, que ponen el contraste con el color de la carrocería y dirigen el flujo de aire hacia los pasos de rueda.
La vista lateral no es menos llamativa, presentando una línea de cintura ascendente, un área acristalada justa -con las lunas posteriores tintadas e insonorizantes-, una línea de techo descendente, una superficie de las puertas completamente limpia de protecciones y unas ventanillas que carecen de marco superior. Es imponente y deportivo a partes iguales.
Las carcasas de los espejos pueden tener diferentes acabados. También hay un Paquete Carbon Style para el exterior.
Destacan especialmente la pronunciada caída del techo y los pasos de rueda resaltados, que albergan unas llantas de 22 pulgadas (hay entre 21” y 23”) calzadas con neumáticos Continental SportContact 6 285/40 R22 110Y XL. Tras ellas encontraremos unos discos ventilados en ambos ejes con pinzas en rojo (carbocerámicos con pinzas antracita en opción).
El Audi SQ8 es más corto que el Q7 pero es más ancho y más bajo que este. Mide 5.01 metros de longitud, 1.99 metros de ancho y 1.71 metros de alto. La batalla es de 2.996 mm y los anchos de vía de 1.679 mm delante y 1.687 mm detrás. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0.34, con una superficie frontal de 2,84 m² y un factor de resistencia de 0,97.
Remata el atractivo diseño la zaga, con una inclinada luna que permite una visibilidad bastante justa y unos hombros musculosos que parecen asentar con contundencia al modelo sobre el asfalto en un guiño al Audi Quattro. Llama especialmente la atención el marcado spoiler con la tercera luz de freno integrada y las insignias propias de esta mecánica.
Los pilotos traseros LED de efecto tridimensional son un espectáculo y están interconectadas por un filamento LED, dando lugar a una firma lumínica única. Se enmarcan en una zona en color negro brillante que nos ofrece una vista al pasado de la marca. No faltan la tira de sensores posteriores y un difusor en el extremo inferior con detalles en color plata.
Por desgracia, solo dos de las cuatro salidas de escape que buscan incrementar la deportividad son funcionales. Por último y, visto desde arriba, nos encontramos con una antena de tipo aleta de tiburón, unas barras longitudinales (en gris o negro) y un techo panorámico practicable en su primera mitad con cortinilla y funcionamiento eléctrico.
Diseño interior
El interior del SQ8 es generoso a la par que lujoso. No sólo su diseño es tecnológico, sino que además se ha mimado al detalle el empleo de todos los materiales y se han rematado con esmero los ajustes, desbordando calidad mires donde mires. Los materiales, los tactos, las superficies y la construcción son muy buenas, pero como el exterior, calcadas al resto de Q8.
También he de criticar una vez más el abuso de las superficies en acabado brillante. El odioso y sensible Piano Black inunda la consola central y las decoraciones del coche, y lo peor de todo es que no pueden ser reemplazadas por otro material opcional como ocurre en los modelos de la competencia. En este caso solo podemos variar las molduras (aluminio, carbono o madera).
Los asientos deportivos plus delanteros son excelentes (deportivos de serie) y ofrecen infinitas posibilidades de ajuste. Cuentan con un diseño semi-bácquet con los reposacabezas integrados (puede ser un hándicap para personas de cierta altura) y la ‘S’ bordada, además de permitir incorporar las funciones de masaje, memoria, calefacción y ventilación.
Los cinturones de seguridad pueden regularse en altura.
Los dos tipos de asientos disponibles reparten perfectamente el peso del cuerpo y cuentan con un acolchado cómodo apto para los viajes más largos. Opcionalmente, también podemos equipar los asientos calefactados delanteros y traseros, los reposacabezas de confort y el apoyabrazos central delantero de confort, que es deslizable.
Las manos se posan cómodamente en un volante de cuero con tres radios multifunción (hay tres disponibles) eléctrico y calefactado que nos brinda acceso a las funciones más destacadas, pero que también nos permite navegar a través de los menús y el mundo de funcionalidades que nos ofrece el Audi Virtual Cockpit. Cuenta con levas de pequeño tamaño tras el volante.
La instrumentación digital de 12,3 pulgadas con pantalla Full HD de 1920 × 720 píxeles de resolución permite elegir entre diversas vistas, con un modo de visualización específico en el SQ8. La arquitectura se combina perfectamente con el nuevo concepto de operación táctil, que prácticamente elimina los botones y controles sustituyéndolos por pantallas.
Las superficies limpias y amplias transmiten la atmósfera de un salón de lujo, pudiendo optar por un total de tres molduras. Para la tapicería, hay solo seis posibilidades (21 en el Q8 convencional) que abarcan la tela, el Alcántara y diversos tipos de cuero con distintas calidades. Además, se ofrecen varios paquetes de cuero y opciones para el techo interior.
Uno de los puntos que más me gusta últimamente de los interiores de Audi es el paquete de iluminación ambiental LED. Este acompaña a nuestra vista y la relaja en las horas de conducción con menos luz, dándole un toque muy especial al interior que derrocha calidad y exquisito aspecto. También se ofrece LED de acceso con proyección delante y detrás.
Las líneas que definen el interior producen volúmenes claramente definidos en los que predomina la horizontalidad, con lo que el salpicadero se presenta elegante y bien esculpido. En la consola central, figura una pantalla de 25,6 centímetros (10,1 pulgadas) que se integra hasta convertirse en casi invisible a la vista en la superficie de acabado negro brillante.
Todos los iconos, gráficos e información textual aparecen sobre un fondo negro. En la consola del túnel central, que también posee ese efecto negro, hay una segunda pantalla táctil de 21,8 centímetros (8,6 pulgadas). La superficie de la pantalla táctil emite una respuesta háptica cuando se activa una función, imitando los interruptores tradicionales.
Esto te ayuda a saber que has seleccionado una determinada función. Personalmente, no ha terminado de convencerme esta función, al igual que no me gusta especialmente que las pantallas acojan las funciones del climatizador, aunque es justo decir que en este caso el acceso y manejo del mismo queda a la altura de la mano y no es complicado hacerse a él.
Los gráficos de todas las pantallas y su fluidez son dignos de mención, pero cabe destacar la imagen en tres dimensiones que generan las cámaras del sistema 360º que ya estrenó BMW en el Serie 7. Es un sistema realmente completo, al igual que el equipo de infoentretenimiento. En la galería podéis ver algunas imágenes de los mismos.
En términos de habitabilidad, el Audi SQ8 ofrece un cómodo acceso a unas plazas espaciosas, anchas y muy ergonómicas para cinco ocupantes. Detrás, la banqueta trasera plus nos permite contar con tres asientos individuales y una banqueta con regulación longitudinal en 10 cm, además de poder colocar el respaldo en tres posiciones diferentes de inclinación.
El espacio para las piernas las cabezas y los codos en la parte trasera es muy bueno y la plaza central resulta medianamente operativa y cómoda para un adulto de baja estatura, ya que el túnel de transmisión no es excesivamente prominente y el mullido resulta agradable a pesar de la presencia de un reposabrazos central. Hay disponible un climatizador cuatrizona.
El espacio para almacenar objetos es muy generoso en lo general, pero poco práctico en lo particular. El nuevo SQ8 cuenta con un total de 14 litros distribuidos por los diferentes huecos del habitáculo, pero para el conductor resultan bastante justos, pues se limitan a los posavasos cubiertos, el espacio bajo el apoyabrazos -muy reducido- y otro en la puerta.
Respecto al maletero, este cubica un total de 605 litros, ampliables a 1.775 litros al abatir los asientos -40:20:40-. En este caso, el suelo queda casi plano. Van acompañados de unas formas muy regulares, huecos con redes en los laterales, diversos puntos de fijación y un doble fondo que permite albergar una rueda de repuesto de emergencia y pequeñas herramientas.
El portón es realmente grande y de accionamiento eléctrico, pero el sistema de acceso sin llave al vehículo es opcional, igual que el mecanismo que completa el cierre de las puertas de manera automática. El borde de carga se sitúa a 770 mm de altura al suelo, pero con la suspensión neumática puede ajustarse mediante un par de botones situados en el maletero.
Motorización
La gama del Audi Q8 2020 está compuesta por tres motorizaciones diésel y dos mecánicas de gasolina. La gama de gasolina parte del 55 TFSI con 340 CV. Por encima solo encontramos el poderoso Audi RS Q8 con 600 CV que, curiosamente, cuenta con un sistema micro híbrido que le permite beneficiarse de la pegatina ECO de la DGT.
La gama diésel parte del 45 TDI con 231 CV y sigue con el 50 TDI de 286 CV, que es el que tuve la ocasión de probar anteriormente. Alcanza su máximo esplendor en el Audi SQ8 de 435 CV que nos atañe hoy. Todos están asociados al cambio automático de ocho relaciones tiptronic y a la tracción total inteligente quattro.
Del motor del Audi SQ8 y su tecnología ya os hablé en su momento con todo lujo de detalles (aunque haciendo referencia al Audi SQ7 que equipa esta misma mecánica), explicándoos cómo actúa su turbocompresor eléctrico para eliminar el ‘turbo lag’, por lo que me remitiré a aquel artículo para que conozcáis la teoría. Ahora es el momento de hablar de la práctica.
La novedad es que se trata de una mecánica micro híbrida –mild hybrid (MHEV)- equipada con un sistema eléctrico de 48V, Stop&Start y sistema de regeneración de energía de la frenada. Con este sistema se consiguen reducir los consumos ligeramente sin elevar los costes de manera importante y te permite disfrutar de la codiciada pegatina ECO.
Eso sí, no es un sistema híbrido al uso, pues sólo funciona entre 55 y 160 km/h. En estas circunstancias, cuando el conductor levanta el pie del acelerador, el SQ8 avanza en “modo vela” con el motor apagado hasta 40 segundos, ahorrando en torno a 0,7 l/100 km. En el sistema también influyen otros factores, como las pendientes pronunciadas.
Además, consigue recuperar hasta 12 kW en la deceleración y es capaz de rearrancar el motor de combustión de manera casi imperceptible. Básicamente se trata de una máquina eléctrica conectada al cigüeñal por una correa que actúa como generador y motor de arranque. Se complementa con el Auto Hold para el cambio automático, con gran suavidad en conjunto.
El motor es un bloque V8 con 3.956 cm³ de desplazamiento que, con dos árboles de levas en cada culata, inyección directa por conducto común, turbo, compresor e intercooler, es capaz de desarrollar una potencia total de 435 CV (320 kW) entre las 3.750 y las 4.750 rpm, así como 900 Nm de par entre las 1.250 y las 3.250 vueltas.
Empuja con contundencia desde muy abajo y no lo dicen sólo las cifras, sino que es posible verlo cuando mantenemos una velocidad regular en una carretera llana, donde el motor apenas gira a 1.000 rpm en sexta velocidad a 60 km/h. Por otra parte, circulando a 120 km/h por autopista en octava velocidad, el motor gira a solo 1.600 rpm.
La buena cifra de par nos ofrece una notable aceleración a partir de las 1.900 revoluciones, pegándonos incluso al asiento ligeramente, aunque es cierto que la respuesta al acelerador no es de las más inmediatas del segmento, ni siquiera en modo Dynamic, por lo que requiere anticipación en adelantamientos y salidas rápidas.
La mayor parte de la culpa la tiene la gestión del cambio, que siempre trata de ir en la marcha más alta y a las menores vueltas posibles, necesitando bajar varias marchas cuando aceleramos a fondo. Eso sí, la calidad de rodadura es elevada, con una excelente insonorización del interior y del vano motor, así como un agradable sonido de la mecánica al acelerar.
Por otra parte, este SUV establece nuevos puntos de referencia en el segmento al combinar elevadas prestaciones con unos consumos ajustados y el sistema micro híbrido. En este sentido no tiene rival en el mercado. En cifras, acelera impasible hasta los 100 km/h desde parado en 4,8 segundos y es capaz de recuperar de 80 a 120 km/h en apenas 3,5 segundos.
Alcanza una velocidad máxima limitada de 250 km/h y llaman especialmente la atención los consumos, porque aparte de homologar los más bajos de su clase para la potencia que tiene (9,0 litros en combinado WLTP), en una conducción real es capaz de rondar los 9.0 litros en carretera y los 13 litros en ciudad, con una media tras la semana de pruebas de 10.1 l/100 km.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 85 litros, por lo que la autonomía en largos viajes supera los 800 kilómetros.
Por otra parte, encontramos hasta siete modos de conducción en el Audi drive select de esta unidad, los cuales modifican de forma notoria diversos parámetros de la conducción (suspensión, dureza de volante y amortiguación, climatizador, respuesta del acelerador…): lift/offroad, allroad, efficiency, comfort, auto, dynamic e individual.
No menos satisfactorio es el cambio tiptronic de ocho velocidades, que es ideal para un uso tanto racional como ligeramente dinámico (que no puramente deportivo) del SQ8, aunque es cierto que no resulta tan rápida como el S tronic de doble embrague de la marca (más brusca a baja velocidad, por otra parte) y eso se nota al pisar a fondo el acelerador.
Este cambio por convertidor de par goza de modo secuencial en la palanca y de levas tras el volante, aunque es cierto que estas son demasiado pequeñas para este modelo y están fabricadas en plástico. En una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha a apenas 1.700 rpm, modificando su comportamiento en función del modo de conducción seleccionado.
Nunca te faltará potencia, en ninguna circunstancia, y a cada aceleración le acompaña un sutil ronroneo de la mecánica -gracias a unas válvulas en el escape- que en ningún caso llega a ser estridente, manteniéndose siempre discreto, pero recordándonos que vamos a bordo de un SUV muy potente… Lógicamente, el sonido no es tan bonito como el del RS Q8.
Ficha técnica
Version | 4.0 TDI - 8 cilindros en V |
---|---|
Cilindrada | 3.956 cm³ |
Potencia | 435 CV (320 kW) @ 3.750 - 4.750 rpm |
Par | 900 Nm @ 1.250 - 3.250 rpm |
Peso | 2.440 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.006 / 1.995 / 1.708 mm |
Volumen Maletero | 605 (1.755) litros mínimo |
Aceleración 0 a 100 km/h | 4,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 3,5 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | 9,0 / 12,1 - 9,3 - 7,5 - 8,8 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 204 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 122.720 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento
La altura del puesto de conducción y del vehículo en cuestión nos proporcionan una vista de la carretera generosa y muy desahogada, sin embargo, la vista trasera se ver recortada por la caída del techo y la inclinación manifiesta de la luneta trasera, lo que nos complicará algo más la tarea de maniobrar en espacios estrechos (diámetro de giro entre paredes de 13.3 metros).
En este sentido, son de gran ayuda la cremallera de la dirección de paso variable de serie y el eje trasero direccional opcional. A bajas velocidades, el eje gira (hasta 5 grados) en sentido contrario a las ruedas delanteras para ofrecer más ángulo de giro (diámetro de giro entre paredes de unos 12,3 metros) y, a altas velocidades, el eje gira (hasta 1,5 grados) en el mismo sentido.
La dirección variable y el eje trasero direccional nos aportan una dinámica mejorada en todos los sentidos.
Como cabría esperar en un vehículo de su calibre, la calidad de rodadura es sobresaliente, la insonorización está al nivel de los mejores y viajar a bordo del SQ8 es un verdadero gustazo. Es, sin duda alguna, el A8 de los SUV en este sentido, lo que se complementa con hasta 39 asistencias a la conducción (asistente de carril, de frenada, visión nocturna…).
Llama la atención cómo es capaz de combinar su aplomo en carretera con su agilidad en tramos de curvas, pero es inapreciable un plus respecto a otros Q8. Hablamos de un bicho de más de dos toneladas, pues aunque su estructura está hecha de diversos tipos de aluminio y acero, no tiene piezas de fibra de carbono o magnesio, materiales que sí se encuentran en el A8.
A la hora de enlazar curvas, es cierto que la física es la física, pero la altura rebajada de la carrocería, la ayuda de giro de las ruedas posteriores y los diversos modos de conducción hacen que no parezca un vehículo tan grande y pesado. Los cambios de apoyo y la dirección son rápidos, pero esta peca de un exceso de asistencia notable, con bastante poco feedback.
Personalmente y, como ya comentó en su momento mi compañero Luis durante el contacto de la presentación, considero que la relación de desmultiplicación no se adapta al peso del vehículo y nos engaña demasiado, camuflando en exceso el comportamiento y transmitiendo una sensación que no da mucha confianza. Si realmente buscas deportividad, probablemente un Porsche Cayenne Coupé se ajuste más a tus necesidades.
Además, es una pena que el volante tenga un diámetro tan grande, lo cual le resta algo de practicidad a la hora de maniobrar en ciudad o de enlazar curvas lentas. Con todo y con eso, aunque tratemos de buscar el límite el SQ8 se mueve con naturalidad y sutileza, reaccionando de manera noble y precisa, lo que lo hace extremadamente fácil de conducir incluso a un ritmo elevado.
A la gran confianza en la conducción se une un gran confort proporcionado por la suspensión neumática deportiva adaptativa regulable en tres modos. En los modos ‘auto’ y ‘confort’, rebaja en 40 mm la altura de la carrocería a velocidades por encima de los 120 km/h, mejorando la aerodinámica y la estabilidad. Estando parados, podemos reducir la altura en 65 mm.
En conjunto, esta suspensión es capaz de regular la altura de la carrocería en un margen de 90 mm para que también podamos aventurarnos fuera del asfalto. A nivel dinámico, destacan las barras estabilizadoras activas. Unos motores eléctricos a 48V varían su resistencia a la torsión para minimizar el balanceo de la carrocería, mientras que a ritmo normal en línea recta se desconectan.
El tren de rodaje advanced añade un diferencial trasero autoblocante (diferencial deportivo).
En materia off road, el Audi SQ8 también es capaz de hacer sus pinitos. La tracción quattro es la misma que podemos encontrar en otros modelos de la gama, un sistema de tracción total permanente diferencial central autoblocante, aunque debes de tener en cuenta que los neumáticos deportivos de bajo perfil no son los más adecuados para aventurarse por el campo.
En condiciones normales, proporciona un 40% del par al eje delantero pero que, en condiciones adversas, es capaz de variar dicha cifra entre un 15 y un 70 por ciento. No es la mejor del mundo fuera del asfalto, pero sí que resulta muy útil en el apartado dinámico del modelo, especialmente a la hora de circular ligeros.
Es importante también tener en cuenta los neumáticos, pues no encontraremos ni reductora ni bloqueos de diferencial, aunque sí veremos un asistente de descenso de pendientes. Como os decía, en este caso, el tamaño de llanta de 22“ no será tu mejor aliado para meterte por terreno muy rotos, sin perjuicio de poder superar sin esfuerzos caminos de baja dificultad.
En todo caso, el SQ8 es capaz de superar obstáculos medianamente complicados, pues equipando la suspensión neumática cuenta con un ángulo de entrada de 22.1º, de salida de 23,8º y ventral de 19.8º, con una profundidad de vadeo de 535 mm, una capacidad de pendiente del 60% y una altura libre máxima de 254 mm.
Equipamiento y precio
El nuevo Audi SQ8 2020 cuenta con un completo equipamiento de serie que incluye elementos como la suspensión adaptativa con regulación de dureza, las llantas de 21 pulgadas, las luces LED, el sistema MMI Navegación plus con MMI touch response, Audi virtual cockpit, Audi smarphone inferface, portón de maletero eléctrico, climatizador bizona y un larguísimo etcétera.
Como parte de su estética deportiva, tampoco faltan en la dotación de serie el paquete deportivo exterior e interior ‘S’, los frenos delanteros sobredimensionados, el cuadro de instrumentos digital específico, los anagramas propios del modelo, los tapizados en cuero y Alcántara con molduras en aluminio y los asistentes a la conducción comunes a la gama Q8.
Como buen modelo alemán que es, existe la posibilidad de equiparlo con un amplio catálogo de opcionales, destacando especialmente el asistente de visión nocturna, la calefacción estacionaria o el HomeLink, además de los ya mencionados. Eso sí, has de tener en cuenta que la mayoría de los opcionales tienen un coste notablemente elevado.
En España, los precios para toda la gama del Audi Q8 2020 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
Q8 55 TFSI quattro tiptronic | 340 CV (250 kW) | 85.610 € |
Q8 45 TDI quattro tiptronic | 231 CV (170 kW) | 82.610 € |
Q8 50 TDI quattro tiptronic | 286 CV (210 kW) | 86.130 € |
SQ8 TDI quattro tiptronic | 435 CV (320 kW) | 122.720 € |
RS Q8 | 600 CV (441 kW) | 155.700 € |
- Diseño exterior rompedor y fuera de lo convencional en la marca.
- Su calidad y presentación son de lo mejor de la categoría.
- Gran cantidad de opcionales disponibles.
- Hasta 39 sistemas de asistencia, radares, sensores y demás, al servicio de la seguridad y el confort.
- Sistema mild-hybrid de 48V que permite reducir los consumos y beneficiarte de la pegatina ECO.
- Empuje notable, acompañado de un sonido agradable al acelerar y unos consumos realmente ajustados dadas sus dimensiones, potencia y peso.
- Comportamiento dinámico y agilidad muy buenos, especialmente con el diferencial deportivo y la dirección activa en las cuatro ruedas.
- Gran comodidad a bordo y excelente insonorización.
- Poca diferenciación exterior e interior respecto a un Audi Q8 con paquete S line.
- Elevado peso de partida.
- El precio es un hándicap y puede haber mejores opciones.
- Equipamiento básico generoso, pero corto en innovación.
- Abuso en las superficies de acabado glosso piano black.
- Respuesta al acelerador algo lenta a causa de la gestión del cambio que siempre busca ir en la marcha más alta posible en la gran mayoría de modos del Drive Select.
- No puede equipar la brillante suspensión Audi AI del A8.