Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable
Tracción delantera, formato monovolumen, mecánicas tricilíndricas… El BMW Serie 2 Active Tourer cambió la concepción clásica de BMW, pero gracias a ello apareció en el mercado el MPV compacto más deportivo del segmento. La tracción delantera no es más que la simple evolución y el fruto de la necesidad de acercarse a un nuevo cliente que no aprecia o necesita propulsión, pero sí que busca un vehículo espacioso, familiar y siente cierta atracción hacia la compañía bávara.
El BMW Serie 2 Active Tourer es un vehículo que levantó mucha polémica en 2015 al tratarse del primer modelo de la historia de la compañía bávara con tracción delantera y el segundo en montar bajo el capó motorizaciones tricilíndricas, con vistas a reducir costes de fabricación, ser más competitivos y liberar espacio en la zona de carga.
Con ello logró acercarse a un nuevo grupo de compradores y, en apenas cuatro años de comercialización, ha conseguido captar la atención de un amplio volumen de público gracias a su comportamiento dinámico, soluciones interesantes para la carga y unos habitáculos generosos en sus cotas.
En 2018, la gama del BMW Serie 2 Active Tourer y Gran Tourer recibió una actualización en el apartado estético, en el habitáculo, en las posibilidades de equipamiento y en la oferta mecánica para posicionarse todavía mejor frente a un ya veterano Volkswagen Golf Sportsvan y un recién estrenado Mercedes-Benz Clase B que no se lo pondrá nada fácil.
Con un precio intermedio frente a sus rivales, ofrece amplias posibilidades de equipamiento, buena carga tecnológica en materia de seguridad y asistencias a la conducción y un comportamiento dinámico que lo convierten en un gran producto nacido para conquistar a las familias que prefieren optar por un monovolumen frente a la ya asentada moda SUV.
Diseño exterior
El Serie 2 Active Tourer es un BMW en cuanto a diseño exterior, aunque podemos distinguir a la legua que se trata de un vehículo monovolumen. En su frontal nos encontramos con los característicos riñones (algo más grandes tras el restyling) con listones verticales en negro, escoltados en sus extremos por unos faros Full LED adaptativos -1.645€ o 1.053€ no adaptativos-.
Gracias a la parrilla activa, el coeficiente aerodinámico Cx es de 0.28, lo que confirma sus excelentes cualidades aerodinámicas. Las tapas ocultas tras la rejilla se activan según sea necesario, algo que también ocurre en las entradas de aire inferiores, ubicadas en un paragolpes rediseñado que luce más agresivo que nunca.
Escoltando a esta entrada de aire inferior con lamas horizontales nos topamos con el emplazamiento de los faros antiniebla delanteros, que ahora pueden ser de LED -249€-. A esta misma altura, en caso de equiparlos, nos encontraremos con los recomendables sensores de aparcamiento delanteros -947€-.
Las líneas del frontal se trasladan al resto del vehículo a través de un abombado y ligero capó. La generosa luna delantera, llamativamente inclinada, así como las marcadas superficies en forma de ‘V’ del capó, consiguen que el BMW Serie 2 Active Tourer parezca más bajo y que tenga una imagen marcadamente deportiva.
Visto de lado, el BMW Serie 2 Active Tourer cuenta con varias superficies cóncavas y convexas que se extienden por el lateral. La más importante es la que se encuentra a la altura de los ergonómicos tiradores de las puertas y que se extiende hasta la zaga del vehículo. Además, esta unidad cuenta con el sistema de apertura y cierre sin llave -462€-.
El Serie 2 Active Tourer puede montar llantas de entre 16 y 19 pulgadas.
La silueta con forma de cuña ofrece un aspecto muy dinámico al modelo, con un área de las puertas libre de protecciones y una superficie acristalada notable que incluye lunas posteriores tintadas -414€-. La vista lateral se completa con unas llantas de aleación de 18 pulgadas -1.965€- calzadas con unos neumáticos runflat Michelin Primacy 3 en dimensiones 225/45 R18 95W.
En dimensiones, el Serie 2 Active Tourer 2019 mide 4.35 metros de largo (+10 mm), 1.80 metros de ancho y 1.55 metros de alto. La batalla alcanza los 2.670 milímetros y los anchos de vía delantero y trasero los 1.561 mm y 1.562 mm, respectivamente. El Serie 2 Gran Tourer de siete plazas es 220 mm más largo.
Los retrovisores ofrecen plegado eléctrico -296€-, ajuste automático al aparcar -580€- y pueden contar con las carcasas en negro.
Ya en la zaga, llama la atención la anchura del modelo, especialmente remarcada por los pilotos LED y la horizontalidad de las líneas. Son novedad el paragolpes, el difusor y el diámetro de las salidas de escape, que ahora es mayor. Junto a los sensores de aparcamiento posteriores -533€-, podemos equipar la cámara de marcha atrás -473€- y el asistente.
Gracias a una boca de carga baja y al gran espacio que deja el portón eléctrico -580€- cuando está abierto, es muy sencillo acceder al maletero y cargar objetos pesados. En la luneta trasera podemos apreciar unos deflectores montados en posición vertical que, junto con el alerón posterior, completan el moderno diseño.
El limpia-luneta, mientras no se usa, desaparece debajo del alerón, ofreciendo un diseño mucho más limpio, mientras que el spoiler alberga la tercera luz de freno. Por último y, visto desde arriba, nos encontraremos con una antena de tipo aleta de tiburón, dos raíles cromados o negros -355€ o 272€- y un techo solar panorámico practicable -1.479€- en su primera mitad de accionamiento eléctrico.
Diseño interior
En el interior los cambios tras el restyling son más reducidos, limitándose a los asientos delanteros, ahora más cómodos y con nuevos tapizados (hasta nueve); las molduras decorativas (hasta seis), una instrumentación renovada y un nuevo selector del cambio para las versiones con caja automática. La pantalla táctil puede ser de 6,5 u 8,8 pulgadas.
Si lo comparamos con los últimos lanzamientos del fabricante, al Serie 2 Active Tourer ya le pesan un poco los años, pero mantiene los elevados estándares de calidad del fabricante, con gran parte de las superficies acolchadas, unos ajustes de primera y un tacto de los elementos muy agradable. Los plásticos rígidos quedan reservados a las partes menos visibles.
Hablamos de un modelo que combina una ejemplar espaciosidad, un elevado confort y gran funcionalidad.
La verdad es que es un interior ergonómico en el que todo está al alcance de la mano del conductor y del acompañante, pero cabe señalar que la postura de conducción es notablemente más vertical que en los turismos del fabricante. En cualquier caso, todo es hacerse a ello, pues no resulta para nada incómodo incluso en largos viajes.
En términos de confort, todos los asientos son realmente cómodos, pero en los delanteros podemos contar adicionalmente con ajustes eléctricos y memoria -1.124€ memoria solo conductor-, calefacción -414€- y apoyo lumbar -272€-. Opcionalmente se ofrecen unos asientos deportivos -580€-.
Las manos se posan cómodamente en el volante multifunción de cuero (calefactado por 225€). Opcionalmente encontramos un volante deportivo con levas -130€- y el volante M -473€-. Tras el mismo encontramos el remozado cuadro de instrumentos, compuesto por dos diales y un display multifunción a color que amplia los indicadores del ordenador de a bordo.
El Head Up Display -710€- se proyecta sobre una lámina de plástico, no sobre el parabrisas.
El salpicadero se encuentra presidido por una pantalla táctil de 8,8 pulgadas en esta unidad -3.184€-. Cuenta con el último software del fabricante, por lo que es fluido, intuitivo y sencillo de manejar desde el iDrive. Los gráficos son buenos, es compatible con Android Auto y Apple CarPlay sin cables -355€-, y puede tener asistente personal -296€-, Wifi, navegación -1.527€- e información de tráfico -189€-.
Bajo la pantalla tenemos dos de las cuatro salidas de aire, seguidas del equipo de música y el climatizador bizona con display monocromo. Entre medias de ambos encontramos un hueco portaobjetos para ubicar pequeños utensilios o el smartphone. Ya en la consola se incorporan el botón de desactivación del control de tracción y el Driving Experience Control.
A estos les siguen la palanca selectora del cambio automático, el freno de estacionamiento eléctrico y el controlador iDrive, todo ello sobre una superficie rematada en el tedioso Piano Black. En una posición más retrasada están los posavasos y un segundo hueco portaobjetos con carga inalámbrica para teléfonos -473€- que queda oculto por el reposabrazos central -178€-.
En términos de habitabilidad, el acceso al modelo es sencillo en todas las plazas gracias a unas puertas amplias, aunque el ángulo de apertura de las puertas traseras podría mejorarse. Está homologado para cinco ocupantes, pero por anchura en la segunda fila serán solo cuatro pasajeros los que viajarán con gran comodidad.
Por altura y distancia para las piernas, no hay problema para personas de hasta 1,90 metros. Además, en la segunda fila encontraremos anclajes ISOFIX (107€ en plaza delantera), dos salidas de ventilación ubicadas en la prolongación de la consola y una toma de corriente de 12 voltios. Como accesorios, hay disponibles mesitas y pantallas para estas plazas.
El volumen del maletero es de 468 litros, ampliable cómodamente a 1.510 litros si abatimos los respaldos de los asientos traseros (40:20:40) y dejamos una superficie de carga totalmente plana. Hay diversos enganches y el compartimiento de carga tiene un sólido piso plegable que le confiere más versatilidad al maletero.
Sin embargo, este es fijo, no puede colocarse a diferentes alturas. Bajo el mismo se ubica un práctico espacio de múltiples funciones de carga con 70 litros de capacidad. De serie la apertura y el cierre del portón trasero es eléctrico -580€- y el borde de carga queda a 650 mm del suelo. En opción se puede equipar una rueda de repuesto.
Motorización
La gama mecánica mejora su eficiencia y funcionamiento. La oferta de gasolina arranca con el 218i asociado a un cambio manual de seis relaciones que ahora desarrolla 140 CV (4 CV más que antes). Por encima quedan los 220i de 192 CV con cambio DCT de siete velocidades y 225i de 231 CV, este último asociado a la tracción xDrive y al cambio automático de ocho relaciones.
En diésel se mantienen los conocidos 216d de 116 CV, 218d de 150 CV y 220d de 190 CV. El diésel más pequeño puede solicitarse con la nueva caja de doble embrague con siete velocidades, siendo la automática de ocho relaciones ya conocida la opción preferida para los diésel más potentes. Precisamente estas dos alternativas también ofrecen la tracción total en opción.
No varía el 225xe Active Tourer. Con su bloque híbrido que combina el motor de gasolina 1.5 Turbo con otro eléctrico desarrolla 224 CV de potencia en conjunto y se beneficia de la codiciada pegatina ECO de la DGT. Este híbrido-enchufable (PHEV) puede recorrer en modo eléctrico 41 kilómetros según declara la marca, aunque en condiciones reales es algo menos.
Para la prueba me he decantado por el motor de acceso gasolina con cambio automático, el 218i DCT, un bloque con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa e intercooler que, con 1.499 cm³ y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 140 CV (103 kW) entre las 4.600 y las 6.500 rpm, todo ello asociado a un par máximo de 220 Nm entre 1.480 y 4.200 vueltas.
Gracias al generoso rango de revoluciones en el que empuja, ofrece una aceleración razonable y buenas recuperaciones, especialmente asociado a esta transmisiones automática. Resulta elástico y es sencillo aprovechar todas sus posibilidades, por lo que aquellos usuarios que no necesiten altas dosis de potencia quedarán más que satisfechos con esta alternativa.
Este motor ahora cuenta con un árbol de equilibrado diferente para reducir las vibraciones que produce al funcionar.
Debemos ser conscientes de que no se trata ni mucho menos de una mecánica poderosa, pero juega con la baza de lograr un gran equilibrio en la balanza prestaciones-consumos. Es más, a media carga mantiene con soltura la velocidad en autopista (el motor gira a 2.100 rpm a 120 km/h -en D7-), aunque le cuesta ganar velocidad de forma enérgica en estas condiciones.
Me ha sorprendido gratamente la baja rumorosidad del motor para tratarse de un tricilíndrico. No transmite casi vibraciones al interior y su sonoridad apenas es apreciable, especialmente a medida que el motor gana temperatura. Además, cuando levantamos el pie del acelerador en autopista, el motor tiene la función de avance por inercia y el Start/Stop es de serie.
Por otra parte, sus buenas prestaciones se complementan con tres modos de conducción que modifican diversos parámetros del vehículo, como la respuesta al acelerador, la dureza de la dirección… Estos son los Comfort, Sport y Eco. La única pega es que la diferencia entre ellos no es excesivamente palpable, aunque sí que podemos apreciarla.
Respecto a los consumos, la marca homologa 7.1 litros en urbano, 5.0 litros en extra-urbano y un ciclo combinado de 5.8 litros a los 100 km según el procedimiento WLTP, pero en una conducción real ha rondado los 10 litros en ciudad y los 7.3 litros en carretera, mientras que el consumo medio se detuvo en 8.6 litros a los 100 km tras la semana de pruebas.
Por último, no podemos olvidar el cambio automático de doble embrague y siete velocidades, que se muestra tan suave y rápido como es habitual en la marca, subiendo de marcha en el entorno de las 2.000 rpm cuando circulamos tranquilos. Personalmente, me gusta más el cambio de ocho relaciones con levas tras el volante, pero muchos usuarios no lo echarán en falta en un monovolumen.
Ficha técnica
Version | 218i DCT - 3 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.499 cm³ |
Potencia | 140 CV (103 kW) @ 4.600 - 6.500 rpm |
Par | 220 Nm @ 1.480 - 4.200 rpm |
Peso | 1.460 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.354 / 1.800 / 1.555 mm |
Volumen Maletero | 468 (1.510) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 8,2 segundos |
Velocidad máxima | 205 km/h |
Consumo homologado | 7,1 / 5,0 / 5,8 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 132 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 33.199 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
Si la mecánica del BMW Serie 2 Active Tourer 218i no ha terminado de convencerte, lo hará su conducción. En este sentido llama la atención la postura de conducción, algo más vertical de lo que nos tiene acostumbrados la marca, pero para nada incómoda una vez nos hacemos a ella. Además, conduciremos en una posición elevada, lo que mejora la visibilidad.
Esta es buena en todos los ángulos, por lo que maniobrar con el Serie 2 AT es tarea sencilla. Como complemento y, pese a sus contenidas medidas, permite equipar diversos sensores y cámaras para facilitarnos la conducción en ciudad y en espacios reducidos, todo ello rematado por un más que aceptable ddiámetro de giro de 11,3 metros entre paredes.
En autopista, hablamos de un modelo que destaca en aplomo y confort. La suspensión -McPherson delante y paralelogramo deformable detrás- es firme, pero resulta más cómoda que en otros modelos de la marca más enfocados a la deportividad. Esto nos permite ganar en estabilidad y lograr un paso por curva más asentado, pero sin comprometer la comodidad de los pasajeros.
El interior queda bien insonorizado de serie, aunque no cuenta con opciones de aislamiento adicionales.
Aquellos que busquen un tarado más deportivo tienen a su disposición la suspensión deportiva M -402€-, que viene con una reducción de altura de 10 mm. Además de los muelles más cortos, es más firme. En conjunto, el resultado es un centro de gravedad más bajo, lo cual se traduce en una suspensión más directa, una menor tendencia al balanceo y una mayor agilidad.
Si por el contrario buscamos un plus de confort, siempre podemos optar por la suspensión adaptativa -1.006€-, que nos permite adaptar las características de la amortiguación a nuestras necesidades individuales y seguir optimizando el dinamismo de conducción. Podemos elegir entre el modo estándar Comfort y el Sport, en el cuál los amortiguadores están más rígidos.
Los distintos modos de conducción se activan mediante el Driving Experience Control en la consola central.
El modo Sport es especialmente útil a la hora de adentrarnos por carreteras un poco más reviradas. Si bien hablamos de un monovolumen y sus características dinámicas son limitadas, sí que podemos apreciar en este modelo una mayor compenetración entre conductor y vehículo, algo que no encontramos entre sus principales rivales.
En este sentido, la dirección es suficientemente rápida como para enlazar curvas con cierta agilidad. No es tan precisa como en los BMW más deportivos y su notable asistencia es perceptible, pero transmite buen feedback para tratarse de este segmento. Además, aquellos que busquen mayores sensaciones, podrán optar por la dirección deportiva variable -296€-.
Esta dirección con Servotronic facilita una conducción directa y ágil con menos movimientos del volante, al tiempo que reacciona con diferente desmultiplicación del volante dependiendo del giro. Por otra parte, ofrece una asistencia de la dirección en función de la velocidad, lo que es realmente cómodo a la hora de maniobrar en espacios reducidos o circular por autopista.
Rematan el gran conjunto los asistentes a la conducción. En este sentido, no está tan equipado como los últimos lanzamientos de la firma bávara, o como el rival más reciente, el Mercedes-Benz Clase B, pero sí que ofrece algunas ayudas realmente interesantes que se engloban dentro de los paquetes Driving Assistant o Driving Assistant Plus.
Entre ellos no faltan el asistente de luz de carretera, el indicador del límite de velocidad, el aviso de salida de trayecto, los avisos de colisión y peatones con función de freno en ciudad y el control de crucero basado en cámara con función Stop&Go y asistente de retenciones. El control de crucero con función de freno puede instalarse de forma individual -509€-.
Equipamiento y precio
En España, todos los BMW Serie 2 Active/Gran Tourer incluyen de serie ABS, EBD, TCS, ESP, TPMS, múltiples airbags, asistente al arranque en cuestas, anclajes ISOFIX, encendido automático de luces, sensor de lluvia, luces diurnas por LEDS, aviso pre-colisión, detector de peatones, frenada automática en ciudad…
También sin coste cuentan con climatizador automático de dos zonas, ordenador de viaje, cuatro elevalunas eléctricos, cierre con mando, arranque por botón, limitador de velocidad, freno de mano eléctrico, volante forrado en piel, sistema de sonido con pantalla de 6,5 pulgadas, bluetooth, USB, seis altavoces y asiento posterior abatible, entre otros.
Tenemos cinco acabados disponibles: Advantage -2.100€-, Sport -4.400€-, Luxury -5.300€-, M Sport -5.900€- y el paquete deportivo M -5.900€-; así como varios paquetes de equipamiento que salen algo mejor de precio. Entre los opcionales más destacados la bola de remolque -947€- y el sistema de sonido Hi-Fi Harman/Kardon-935€-.
Los precios recomendados en España para la gama del BMW Serie 2 Active/Gran Tourer sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Active Tourer | Gra Tourer |
218i 140 CV 6MT | 30.950€ | 32.750€ |
218i 140 CV 7DCT | 33.199€ | 34.999€ |
220i 192 CV 7DCT | 34.550€ | 36.050€ |
225i 231 CV xDrive 8AT | 40.700€ | – |
225xe iPerformance 224 CV AT | 38.750€ | – |
216d 116 CV 6MT | 29.200€ | 30.700€ |
216d 116 CV 7DCT | 31.364€ | 32.864€ |
218d 150 CV 6MT | 31.650€ | 33.450€ |
218d 150 CV 8AT | 33.928€ | 37.130€ |
218d 150 CV xDrive 8AT | 36.250€ | 38.050€ |
220d 190 CV 8AT | 38.100€ | 40.350€ |
220d 190 CV xDrive 8AT | 40.600€ | 42.850€ |
- Gran calidad de realización tanto en el exterior como en el interior.
- Amplias posibilidades de equipamiento.
- Hay opción de siete plazas (Gran Tourer).
- Precio más atractivo que el del Clase B actualmente.
- Habitabilidad y gran espacio de carga realmente configurable gracias al desplazamiento de la fila posterior.
- Interesante gama de motorizaciones, con opción híbrida-enchufable.
- Mecánica suave y con prestaciones suficientes para muchos usuarios sin que se disparen los consumos.
- Comportamiento dinámico por encima de sus rivales.
- Precio de algunos opcionales.
- Consumos algo elevados.
- Comienzan a pesarle los años frente al Clase B, recién renovado.
- Abuso de Piano Black en la consola central y el salpicadero, muy sucio y sensible a los arañazos.
- Plazas traseras sin elementos de confort como calefacción o regulación de temperatura (tampoco en el Mercedes-Benz o el Volkswagen Golf Sportsvan).