Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.1
Notable+
El BMW X1 de nueva generación es mucho más completo e interesante que su predecesor, especialmente tras el restyling de 2019. Presume de una imagen fresca, dinámica y elegante que puede adaptarse al gusto gracias a los paquetes opcionales; resulta más equilibrado que antes, cuenta con diversas opciones mecánicas en las que no falta un PHEV y el comportamiento dinámico sigue brillando.
BMW superó con creces las críticas recibidas por el primer X1 con un producto prácticamente redondo como es esta segunda generación del modelo. En un segmento tan disputado como el de los crossovers compactos es importante tener una buena apuesta en el mercado, y esa es precisamente la razón por la cual la compañía bávara ha actualizado sutilmente el X1 en 2019.
El nuevo BMW X1 es ahora un modelo más elegante, proporcionado y versátil que, además, presume de una terminación al nivel que uno espera de un BMW, con mayores posibilidades de equipamiento que su predecesor que dejan al interesado la posibilidad de añadir cualquier gadget de entre un extenso listado con tecnologías de última generación.
Esta generación estrenó plataforma, motores de tres cilindros para los básicos y la tracción delantera en los sDrive, algo que seguimos viendo tras el facelift. Su base también la emplean otros modelos como los BMW X2, Serie 2 Active Tourer/Gran Tourer y el MINI Clubman, aunque siempre con los cambios oportunos para adaptarlos a la filosofía de cada modelo.
El BMW X1 puede elegirse con tracción delantera o en variantes con tracción total, a fin de rivalizar con los Jaguar E-PACE, Volvo XC40, Range Rover Evoque, Audi Q3 y Mercedes-Benz GLA. Se puede optar por bloques gasolina y diésel, así como por un PHEV. Tampoco falta el catálogo de accesorios M Performance para hacer todavía más picante la estética del modelo.
Diseño exterior
El BMW X1 2019 ha sido sometido a una profunda revisión de la parte delantera y de la trasera. Exteriormente, presume de unas equilibradas formas compactas y musculosas que definen y dibujan mejor la esencia crossover. La pasión por el detalle queda presente en cada lugar, jugando con la estampación de las puertas y los apliques decorativos.
Las novedades visuales realzan la sensación de deportividad y elegancia, especialmente en los nuevos acabados. El frontal se mantiene fiel al formato BMW, con los clásicos riñones tomando todo el protagonismo. Como habrás adivinado, estos han aumentado de tamaño y ahora se unen en el centro, siguiendo la estela de los últimos lanzamientos de la firma
Son también novedad los faros LED autoadaptables con un diseño más estilizado y el paragolpes, que integra los faros antiniebla LED y cuenta con unas tomas de aire de mayores dimensiones. No faltan los detalles cromados, las protecciones de bajos en color plata y el embellecedor plástico que bordea la carrocería para darle un toque más campero.
Visto de perfil de perfil ha ganado en empaque. Mantiene la vista dura y musculosa propia de un crossover, añadiendo cuatro nuevos diseños de llantas y una nueva iluminación bajo los espejos retrovisores que proyecta en dos tonos la imagen “X1” cuando se desbloquea el coche. Presenta una generosa superficie acristalada -con los cristales posteriores oscurecidos-.
La superficie de las puertas es limpia, sin embellecedores, salvo por la mencionada protección plástica inferior al más puro estilo SUV. Tampoco faltan los detalles cromados. Llenando los pasos de rueda nos encontramos con unas llantas de aleación de 19 pulgadas calzadas con unos neumáticos Pirelli P Zero en dimensiones 225/45 R18 96Y en ambos ejes.
Los espejos retrovisores eléctricos integran los intermitentes y los marcados nervios siguen una línea ascendente que le proporciona al X1 robustez y dinamismo a partes iguales. En dimensiones, alcanza los 4.45 metros de largo, 1.82 metros de ancho y 1,60 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla asciende hasta los 2.670 milímetros.
La zaga del BMW X1 también presenta nuevos rasgos de estilo. Por ejemplo, ahora la inserción en el faldón posterior adopta el color de la carrocería de serie y tenemos unas ópticas con tecnología Full LED. El portón de apertura eléctrica con generosas dimensiones y el estilizado paragolpes son otras de las señas de identidad de esta vista.
Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior con la tercera luz de freno integrada y el protector plástico inferior con embellecedor cromado. Tampoco falta tira de sensores de aparcamiento posterior, la cámara y, en este caso, dos salidas de escape redondeadas (90 mm de diámetro). Ojo, porque muchos de los elementos mencionados son opcionales.
Diseño interior
En el interior no hay grandes cambios. La calidad de los acabados, el tacto de los controles y el remate de los ajustes siguen siendo de primera, encontrándonos en este acabado xLine (también en Sport y M Sport) con algunos detalles como las costuras de contraste en el salpicadero, negro en su parte superior y del color de la tapicería en la inferior.
No hay crujidos, no hay vibraciones y todo funciona como la seda, pues la calidad de realización es excelente, haciendo gran uso de materiales acolchados muy agradables al tacto en la mayoría de los guarnecidos y unos ajustes impecables. Para toda la gama del BMW X1 también hay tres nuevas variantes de tapicería, dando como resultado 10 opciones en total.
Como suele ocurrir en las unidades de prensa, el completo equipamiento hace que sea complicado imaginar una versión “de serie”, posiblemente menos impactantes al primer vistazo. BMW ofrece miles de posibilidades de personalización, pudiendo jugar con los tapizados, los apliques decorativos y el tamaño de la pantalla situada en posición central.
Los asientos de serie son cómodos y ofrecen buena visibilidad al quedar algo elevados, pero ofrecen poco agarre en la banqueta. También he echado en falta que esta sea un poco más larga para recoger mejor las piernas. Opcionalmente hay disponibles unos asientos deportivos, pudiendo ambos equiparse con ajuste eléctrico y memoria, soporte lumbar y calefacción.
Los cinturones no tienen posibilidad de ajuste en altura, un hándicap para las personas de menor estatura.
Las manos se posan cómodamente sobre un grueso volante multifunción de suave cuero muy agradable al tacto, un signo característico de BMW que, personalmente, me encanta. Puede ser calefactado y se ofrecen un volante deportivo y otro M. En las versiones más equipadas, a la vista queda un recomendable Head-Up display muy completo en información.
Un detalle que no termina de convencer es la instrumentación analógica con pantalla de 5.7 pulgadas. Los dos relojes principales resultan claros, pero la información inferior queda tapada por el volante para algunos conductores y, por tanto, muchos de los datos del ordenador de viaje no están visibles, debiendo forzar la postura para consultarlos.
En la consola central se incluye de serie en todas las versiones una pantalla de 6,5 pulgadas a color desde la que se pueden consultar los datos del sistema de sonido, el navegador más sencillo si se equipase y algunos parámetros del vehículo. En opción encontramos otra pantalla con 8,8” o bien la nueva pantalla táctil de 10,25”, mucho más vistosa y completa.
Este último sistema se puede controlar mediante el controlador BMW iDrive, por voz o con la pantalla táctil. La pantalla de información central constituye la plataforma ideal para explorar la rica variedad del sistema de Info-entretenimiento y para acceder a los servicios digitales de BMW Connected Drive, cuya última versión está disponible como opción en el BMW X1.
Respecto a la habitabilidad, hay que señalar que el acceso a las plazas traseras es bastante cómodo para tratarse de un SUV compacto. No sólo contamos con un acceso ancho, sino que además va acorde a un ángulo de apertura generoso. El espacio para las piernas es notable para el tamaño del modelo y la altura al techo más que suficiente -incluso con el techo solar-.
Sigue siendo uno de los modelos más destacables del segmento por espacio.
La plaza central es utilizable, pero no muy cómoda, pues presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión, las salidas de ventilación y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos. Esta 2ª fila de asientos dispone de ajuste longitudinal de 13 cm -opcional- y del respaldo en tres posiciones, ofreciéndonos unos litros de maletero extra para cargar objetos voluminosos.
El maletero cubica 505 litros, o 1.550 litros si abatimos los asientos -40:20:40-. El X1 destaca por su modularidad, ya que ofrece unas formas muy regulares, huecos laterales y un doble fondo bajo el piso del maletero bastante generoso. La única pega es que, al abatir los asientos, el piso queda con una ligera inclinación. El portón puede ser de apertura y cierre eléctricos.
Motorización
En España los usuarios pueden optar por una importante variedad de versiones en gasolina con potencias entre los 140 y 190 CV, y diésel entre los 116 y 231 CV. Según la opción elegida podrán tener tracción delantera o total xDrive, así como cambio manual, de doble embrague o automático. Podéis ver más detalles en el apartado de ‘Equipamiento y precio’.
La gran novedad es la mecánica híbrida-enchufable (PHEV) que cuenta con el distintivo medioambiental CERO de la DGT gracias a su autonomía eléctrica de 57 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP. Bajo el capó, este BMW X1 ofrece una mecánica de gasolina con 1.5 litros TwinPower Turbo, sólo tres cilindros, 125 CV (92 kW) y 220 Nm.
El motor de combustión se combina con otro eléctrico de 95 CV (70 kW) y 165 Nm de par máximo para conseguir una potencia final combinada de 220 CV (162 kW) y un par de 385 Nm. Está asociado a la transmisión Steptronic de 6 velocidades. Cuando funcionan los dos motores, este modelo es un tracción total, dado que el eléctrico se encarga de mover las ruedas posteriores.
Todas las versiones diésel y gasolina cumplen con la normativa Euro 6d-TEMP. Los X1 sDrive 16d y xDrive 25d cumplen incluso con la Euro 6d. Como en su día probé el BMW X1 sDrive18d, en esta ocasión he optado por la mecánica xDrive20d, que sube un escalón en la gama para aquellos que buscan combinar buenas prestaciones con consumos razonables.
Hablamos de un bloque de aluminio con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa por conducto común, geometría variable y admisión variables e intercooler que, con 1.995 cm3 y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 190 CV (140 kW) a 4.000 rpm y un par máximo de 400 Nm a partir de las 1.750 rpm hasta las 2.500 vueltas.
Puede parecer que no empuja en un rango excesivamente amplio de revoluciones, pero asociado a la transmisión automática de ocho relaciones es bastante aprovechable y tiene mucho tirón, empezando a empujar con fuerza realmente a partir de las 1.500 rpm, aunque en una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha en el entorno de las 1.800 vueltas.
Esto ayuda a contener los consumos, complementándose con el sistema Start/Stop, cuyo funcionamiento es realmente suave. Con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7.8 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en 5.4 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 219 km/h. En carretera el motor gira a 1.800 rpm a 120 km/h.
Si en el BMW X3 os dije que esta motorización era bastante equilibrada y nada excesiva para el modelo, en el X1 ofrece unas cifras ligeramente superiores que quizás para algunos usuarios resulten incluso excesivas si no le van a dar un uso muy dinámico al vehículo. Si no sueles viajar muy cargado, probablemente el BMW X1 sDrive18d cumpla satisfactoriamente tus expectativas.
Respecto a los consumos, la marca homologa un combinado en ciclo WLTP de 5.6 l/100 km, dato que he podido comprobar que se aleja del consumo real, aunque este se mantiene razonable. Durante la prueba, el consumo medio se detuvo en los 7.1 litros, ascendiendo a los 8.5 litros en ciudad y bajando hasta los 6.1 litros en carretera. El depósito es de 51 litros.
Por último y, respecto al cambio, este es muy suave y sorprendentemente rápido para un uso tanto normal como deportivo del X1, siendo prácticamente imperceptible y respondiendo muy rápido a las órdenes que le damos al seleccionar las levas o el modo secuencial en la palanca de cambio.
Ha demostrado buen funcionamiento incluso en maniobras a baja velocidad, algo que en otros modelos dentro de la propia gama de BMW me pareció ligeramente brusco. La palanca tiene un modo secuencial y posición Sport, añadiéndose unas levas tras el volante que, pese a ser de plástico, ofrecen un tacto bastante agradable. Giran solidarias con el volante.
Ficha técnica
Version | xDrive20d - 4 en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.995 cm³ |
Potencia | 190 CV (140 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.750 - 2.500 rpm |
Peso | 1.690 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.447 / 1.821 / 1.598 mm |
Volumen Maletero | 505 (1.550) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,4 segundos |
Velocidad máxima | 219 km/h |
Consumo homologado | 5,6 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 147 g/km de CO₂ (Euro 6d-TEMP) |
Precio de partida | 42.450 euros (este motor sin acabado, extras ni descuentos) |
Comportamiento
Al volante del modelo 2019 no encontramos cambios reseñables respecto a las versiones anteriores al facelift. El BMW X1 sigue siendo un coche ágil, con una conducción que no dista en exceso de la de un compacto. La visibilidad es buena y manejarse con él incluso en aparcamientos es extremadamente sencillo, especialmente si equipamos algunos asistentes.
Además, la tracción total supone un plus a la hora de enlazar curvas (más que fuera del asfalto), lo que da como resultado un coche con elevada calidad de rodadura. Si bien no llega al nivel de un X3 o un Q5, sí que parece de un segmento superior en muchos aspectos. El trabajo de los ingenieros sobre el chasis y las suspensiones está muy conseguido.
Los balanceos son discretos, con cambios de apoyo rápidos, algo lógico teniendo en cuenta que su altura al suelo tampoco es muy elevada. En cualquier caso, se puede apreciar una mayor precisión del conjunto si equipamos los neumáticos de mayor tamaño (estos de 19 pulgadas) y la suspensión deportiva ‘M’, más enfocada al dinamismo.
Respecto a las suspensiones de serie, hablamos de un esquema McPherson delantero y de paralelogramo deformable trasero, con una firmeza suficiente para alcanzar un paso por curva rápido sin perjudicar a la comodidad de los pasajeros cuando circulamos por autopista. El equilibrio está muy logrado, con una buena capacidad de filtrado en tramos en peor estado.
El BMW X1 incluye de serie la dirección asistida Servotronic, la cual regula el grado de asistencia en función de la velocidad del coche. Opcionalmente, se puede optar por la dirección deportiva M, que destaca por ser de desmultiplicación fija -no como la del Serie 3-, de modo que la relación entre el movimiento del volante y el giro de las ruedas siempre es igual.
Además, el tacto del volante y la dirección invitan a practicar una conducción algo más dinámica que en sus rivales. Está claro que no tiene un tacto de dirección como el de un deportivo, pero en este aspecto tampoco le podemos poner reproches al X1, pues es suficientemente rápida, precisa e informativa como para buscarle las cosquillas a este SUV en una mañana de domingo por la sierra.
Fuera del asfalto, no goza de unas capacidades off road despampanantes, especialmente si lo asociamos a unos neumáticos de perfil bajo. A pesar de ello, se desenvuelve de forma aceptable por caminos de baja dificultad y tiene buena altura libre al suelo, de 183 centímetros, con una capacidad de vadeo de 25 centímetros.
Por último y, respecto a los sistemas de asistencia a la conducción, el BMW X1 puede contar con regulador de velocidad activo, asistente por cambio involuntario de carril, detector de objetos en el ángulo muerto, aparcamiento asistido, protección preventiva de los ocupantes, asistente de atascos, asistente de aviso de accidente, detección de peatones con frenada…
Equipamiento y precio
El equipamiento de serie ha mejorado sensiblemente y ahora todos los BMW X1 incluyen de serie las llantas de aleación de 17 pulgadas, climatizador automático bizona, ordenador de viaje, limitador de velocidad, cuatro elevalunas eléctricos, freno de mano eléctrico, pilotos traseros LED, sensor de lluvia, encendido automático de luces, arranque por botón…
La terminación Advantage -1.850€- suma los faros Full LED, control de crucero con función frenado, portón posterior con apertura y cierre eléctricos, y sensores de aparcamiento traseros. Por su parte, la terminación Sport -4.100€- añade asientos deportivos, molduras y tapizado exclusivos, llantas de aleación de 18 pulgadas y asientos más envolventes, entre otros.
Las versiones X-Line -4.200€- tienen la misma dotación que el Sport, pero con un enfoque más campero. El paquete deportivo M -4.441€- cuenta con paragolpes específicos, llantas más grandes, taloneras, suspensión rebajada y otros detalles muy interesantes. Finalmente, el acabado M-Sport -6.150€- añade lo mejor de los Sport y el pack M.
Como es habitual, también se ofrece un extenso listado de opcionales con distintos tapizados (en piel, alcántara…), techo solar panorámico, acceso confort, alerta de cambio de carril, cámara posterior, asientos eléctricos y térmicos, SmartBeam, lector de señales de tráfico, asistente al aparcamiento, Wi-Fi, sistema de navegación… Eso sí, la mayoría no son baratos.
En España, los precios recomendados para la gama del BMW X1 2019 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Potencia | Precio |
X1 sDrive 18i 6MT | 140 CV / 103 kW | 35.700 € |
X1 sDrive 18i 7DCT | 140 CV / 103 kW | 37.949 € |
X1 sDrive 20i 7DCT | 192 CV / 141 kW | 40.100 € |
X1 xDrive 192 CV 7DCT | 192 CV / 141 kW | 41.500 € |
X1 xDrive 25i 8AT | 231 CV / 170 kW | Próximamente |
X1 xDrive 25e AT | 220 CV / 162 kW | Próximamente |
X1 sDrive 16d 6MT | 116 CV / 85 kW | 33.400 € |
X1 sDrive 16d 7DCT | 116 CV / 85 kW | 35.564 € |
X1 sDrive 18d 6MT | 150 CV / 110 kW | 34.400 € |
X1 sDrive 18d 8AT | 150 CV / 110 kW | 36.678 € |
X1 xDrive 18d 6MT | 150 CV / 110 kW | 38.000 € |
X1 xDrive 18d 8AT | 150 CV / 110 kW | 40.367 € |
X1 sDrive 20d 8AT | 190 CV / 140 kW | 40.850 € |
X1 xDrive 20d 8AT | 190 CV / 140 kW | 42.450 € |
X1 xDrive 25d 8AT | 231 CV / 170 kW | 46.700€ |
- Destaca por presentación, acabados, posibilidades de equipamiento y habitabilidad.
- Comportamiento dinámico excelente, tanto por dirección como por suspensiones y puesta a punto del chasis.
- Motor suave y enérgico.
- El funcionamiento del cambio automático permite aprovechar muy bien las posibilidades del motor y su funcionamiento es reseñable, muy recomendable equiparlo.
- Funcionalidad al equipar la banqueta trasera longitudinal y las mesitas plegables (aunque estas dan sensación de menor calidad). Doble fondo del maletero generoso.
- La instrumentación no termina de verse bien al quedar tapada por el volante.
- Precio de algunos extras que deberían ser de serie.
- No permite equipar cortinillas en las plazas traseras.
- La suspensión deportiva puede resultar algo brusca en algunas situaciones.
- La banqueta de los asientos delanteros de serie es algo corta y no ofrece gran agarre.