Desde su nacimiento, el BMW X2 ha pretendido conquistar a un público más joven de lo habitual, al que le gusta disfrutar del tiempo libre y no quiere prescindir de la alta calidad de los productos de la firma alemana. Hoy nos ponemos al volante del BMW X2 sDrive18d, la ahorradora opción de acceso a la gama diésel con un acabado muy especial.
Aunque no lo parezca es más largo que el BMW X1, pero conserva la batalla y es algo más bajo, pareciendo más ancho de lo que verdaderamente es. Resulta más caro que este y menos práctico, pero también más dinámico y sugerente en sus formas, sobre todo si optamos por esta edición deportiva M Mesh Edition que añade mucho equipamiento y elementos propios.
Con detalles de diseño exclusivo, la M Mesh Edition basada en el modelo M Sport X busca, según BMW, atraer a clientes aún más activos y extrovertidos. El modelo cuenta con un aspecto distintivo y se ofrece con tres motores diésel, dos motores de gasolina y una variante híbrida enchufable. La tracción puede ser total o sencilla y la transmisión manual o automática.
Aunque pueda parecer un serio rival para el Audi Q2, el BMW está situado por tamaño en un escalón superior y por tanto es un compacto en toda regla. Hace uso de la plataforma de los BMW X1, Serie 2 AT/GT y MINI Countryman; enfrentándose a algunos SUV como los Audi Q3 Sportback, Jaguar E-PACE, Mercedes-Benz GLA, Range Rover Evoque y Volvo XC40.
Diseño exterior
Una de las grandes bazas con las que juega el BMW X2 es el diseño. Tomando como base el modelo M Sport X, este M Mesh Edition cuenta con un aspecto distintivo gracias los riñones con malla BMW M en negro de alto brillo. Esta luce un elaborado patrón de cuadrícula tridimensional. A ambos lados se ubican los faros Full LED con contenido ampliado.
Con este nivel de acabado, sin lugar a duda acapara todas las miradas el paquete aerodinámico M, el cual incluye un faldón delantero, faldón trasero y revestimiento de las estriberas laterales específicas M para transmitir dinamismo en estado puro y poner de relieve el carácter deportivo del vehículo.
Para la carrocería se ha optado por el exclusivo color M Brooklyn Grey metallic (hay cinco colores disponibles); mientras que la tonalidad Frozen Black-Brown metalizado, que recuerda al moca, adorna las inserciones en el parachoques, los llamativos revestimientos en los umbrales laterales, las puertas y los embellecedores de los pasos de rueda.
La edición especial también incluye llamativas láminas en el capó, en el lateral del parachoques y en las puertas delantera y trasera. Dependiendo del color exterior elegido, las láminas opcionales son negras. El modelo también cuenta con nuevas llantas aerodinámicas M en 19 pulgadas (o 20 opcionales) con inserciones en el color del respectivo foiling.
En este caso, están calzadas con unos excelentes neumáticos Michelin Pilot Sport 4 en dimensiones 225/45 R19 96W para ambos ejes. Una nueva característica es la proyección de un logotipo X2 desde el retrovisor exterior del lado del conductor como parte del paquete de iluminación estándar. Las lunas traseras están tintadas de manera opcional.
En dimensiones, el BMW X2 M Mesh Edition alcanza los 4.36 metros de largo, 1.82 metros de ancho y 1.53 metros de alto. La batalla mide 2.760 mm y las vías delantera y trasera miden 1.563 y 1.562 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0.28, con una superficie frontal de 2,37 m² y un factor de resistencia de 0,66.
Para potenciar la deportividad, el modelo equipa el Shadow Line de brillo intenso BMW Individual con características ampliadas, incluidos el marco de la rejilla en forma de riñón de malla M, un anillo alrededor del emblema en negro de alto brillo y embellecedores del doble tubo de escape en cromo negro. Sobre la luna trasera no falta un prominente alerón.
La apertura del maletero se lleva a cabo con el logo de la marca. Sobre el techo vemos una antena de aleta de tiburón y un techo solar panorámico practicable con cortinilla eléctrica. Son elementos opcionales el paquete retrovisores, la apertura/cierre manos libres, los sensores de aparcamiento perimetrales, la cámara trasera y el asistente de aparcamiento.
Diseño interior
En el interior, el BMW X2 M Mesh Edition cuenta con acentos en dos colores, así como asientos deportivos M con reposacabezas integrados, ajustes eléctricos, memoria, ajuste lumbar y de los cojines laterales. Están tapizados en cuero Dakota en los distintivos colores moka y Alcantara antracita, con costuras naranjas a contraste.
Dichas costuras también están presentes en el salpicadero y la consola central. Se suman las alfombrillas con ribetes y costuras en naranja. Rematan el conjunto los umbrales de las puertas con letras Edition. El modelo equipa molduras interiores en aluminio hexagonal antracita y techo interior BMW Individual en deportivo antracita.
Tampoco faltan los pedales de acero inoxidable M, reposapiés del conductor M, volante de cuero M y llave del vehículo con designación M de serie. En las unidades con transmisión manual encontramos la palanca de cambios con designación M. En conjunto, la sensación de calidad es elevada, pues no hay materiales de aspecto pobre o malas uniones entre piezas.
No hay crujidos, no hay vibraciones y todo funciona como la seda, pues la calidad de realización es excelente, haciendo gran uso de materiales acolchados muy agradables al tacto y a la vista. Por su parte, los asientos son cómodos y ofrecen un agarre notable, aunque el reposacabezas no será cómodo para las personas altas. Los cinturones no tienen regulación.
El diseño queda algo atrás respecto a los BMW más actuales, ya le toca renovarse.
Algo que me encanta de los BMW y que debería mantenerse siempre en los modelos de la marca es el tacto y el grosor del volante. Es diferente al resto y extremadamente agradable (aunque para gustos los colores). Tras este se esconde la instrumentación, que pese a ser parcialmente digital mantiene los antiguos diales de BMW con una pantalla central.
En la consola central encontramos una pantalla con 8,8 pulgadas que se equipa con algunos paquetes, mucho más vistosa y completa que la de serie. Queda un poco alejada del conductor para manejarse de forma táctil, pero sus funciones también pueden manejarse desde el tradicional iDrive, localizado en la consola central, y goza de excelentes gráficos y fluidez.
Respecto a la habitabilidad, hay que señalar que el acceso a las plazas traseras es cómodo para tratarse de un SUV compacto. No sólo contamos con un acceso ancho, sino que además va acorde a un ángulo de apertura generoso. El espacio para las piernas es notable para el tamaño del modelo y la altura al techo suficiente para adultos de hasta 1,90 metros.
Hay numerosos huecos para dejar objetos, algunos de ellos grandes y útiles. El de la consola central tiene cortinilla.
En el segmento está en una posición intermedia por espacio, pero resulta menos espacioso y práctico que un BMW X1. La plaza central es utilizable, pero no muy cómoda, ya que presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores o un mullido algo más duro y sobreelevado a causa del reposabrazos central.
Cabe mencionar que las plazas traseras dan la sensación de ser algo angostas a causa de la forma de las puertas traseras y la generosa anchura del pilar C, que ensombrece un poco el interior (resulta más oscuro que un X1, aunque con el techo solar se soluciona bastante esa sensación). En centímetros reales, es espacioso.
El maletero cubica un total de 470 litros, resultando de los mayores del segmento, aunque si abatimos los asientos -40:20:40-, el volumen asciende a 1.355 litros. Dicho espacio de carga ofrece unas formas muy regulares, huecos laterales y un doble fondo bajo el piso del maletero bastante generoso. El borde de carga queda a 740 mm del suelo.
Motorización BMW X2 sDrive18d
En España podemos optar por una importante variedad de versiones en gasolina con potencias entre los 136 y 306 CV (M35i), y diésel entre los 116 y 231 CV. Según la opción elegida podrán tener tracción delantera o total xDrive, así como cambio manual (6M), de doble embrague (8V) o por convertidor de par (8V).
La gran novedad es la mecánica híbrida-enchufable (PHEV) que cuenta con el distintivo medioambiental CERO de la DGT gracias a su autonomía eléctrica de 53 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP. Bajo el capó, este BMW X2 ofrece una mecánica de gasolina con 1.5 litros TwinPower Turbo, sólo tres cilindros, 125 CV (92 kW) y 220 Nm.
El motor de combustión se combina con otro eléctrico de 95 CV (70 kW) y 165 Nm de par máximo para conseguir una potencia final combinada de 220 CV (162 kW) y un par de 385 Nm. Está asociado a la transmisión Steptronic de 6 velocidades. Cuando funcionan los dos motores, este modelo es un tracción total, dado que el eléctrico se encarga de mover las ruedas posteriores.
Todas las versiones diésel y gasolina cumplen con la normativa Euro 6d-TEMP, pero no hay opciones mild hybrid con distintivo ECO. Como en su día probé el BMW X2 sDrive20d, en esta ocasión he bajado un peldaño para optar por el acceso a la gama, el sDrive18d con caja automática, una opción cómoda, ahorradora y, sobre todo, muy demandada.
Hablamos de un bloque de cuatro cilindros en aluminio con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa por conducto común, geometría variable e intercooler que, con 1.995 cm3 y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 150 CV (110 kW) a 4.000 rpm y un par máximo de 350 Nm a partir de las 1.750 rpm hasta las 2.500 vueltas.
Puede parecer que no empuja en un rango amplio de revoluciones, pero asociado a la transmisión automática es bastante elástico, aunque no prestacional. Pese a sus buenos bajos, empieza a ganar fuerza a partir de las 1.500 rpm, acelerando con progresividad. En una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha en el entorno de las 1.800 vueltas.
Esto ayuda a contener los consumos, complementándose con el sistema Start/Stop, cuyo funcionamiento es realmente suave. Con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9.2 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en 6.9 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 207 km/h. En carretera el motor gira a 1.800 rpm a 120 km/h.
Estas cifras quizás resulten algo justas para algunos usuarios que le van a dar un uso muy dinámico o suelen viajar cargados. Con cuatro pasajeros y el maletero lleno, quedamos algo limitados en algún adelantamiento rápido en vías secundarias, pero si el grueso de tus viajes es por vías rápidas, el BMW X2 sDrive18d cumplirá satisfactoriamente tus expectativas.
Es un motor muy suave, solo algo ruidoso al arrancar en frío, pero el habitáculo está bien aislado.
Respecto a los consumos, la marca homologa un combinado en ciclo WLTP de 5.4 l/100 km, dato que he podido comprobar que se aleja del consumo real, aunque este se mantiene razonable. Durante la prueba, el consumo medio se detuvo en los 6.2 litros, ascendiendo a los 7.5 litros en ciudad y bajando hasta los 5.2 litros en carretera. El depósito es de 51 litros.
Por último y, respecto al cambio, este es muy suave y sorprendentemente rápido para un uso tanto normal como más dinámico del X2, siendo prácticamente imperceptible y respondiendo muy rápido a las órdenes que le damos al seleccionar las levas solidarias -de plástico´- o el modo secuencial en la palanca de cambio (también encontramos la posición ‘S’).
Version | sDrive18d Aut. - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.995 cm³ |
Potencia | 150 CV (110 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 350 Nm @ 1.750 - 2.500 rpm |
Peso | 1.615 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.360 / 1.824 / 1.526 mm |
Volumen Maletero | 470 (1.355) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,9 segundos |
Velocidad máxima | 207 km/h |
Consumo homologado | 5,4 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 140 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 43.283 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento BMW X2 sDrive18d
Si el BMW X2 M Mesh Edition no te cautiva por su aspecto exterior ni por su cuidado interior, probablemente terminará de conquistarte en el apartado dinámico, pues su conducción es de lo más parecido a un turismo que puedes encontrar en el segmento de los SUV compactos. Con ello, le da una vuelta de tuerca al dinamismo que ofrece el BMW X1.
Su puesto de conducción queda algo elevado, pero esto no es impedimento para que el todocamino se mueva como pez en el agua a la hora de afrontar curvas. Sí cabe mencionar que, con unas llantas de perfil mayor y un acabado menos deportivo, podríamos lograr mayor calidad de rodadura a la hora de viajar cuando el asfalto no está en perfecto estado.
Con todo y con eso, no podríamos decir que se trate de un coche incómodo. Si bien hay alternativas más confortables, el X2 nos aporta un plus de firmeza en carreteras de montaña. Adicionalmente, el habitáculo queda bien aislado del exterior, algo de lo que adolecen algunos de sus rivales, sobre todo los pertenecientes al segmento generalista.
En términos dinámicos, en este acabado encontramos algunos elementos específicos como la suspensión deportiva M. Mantiene la estructura McPherson delantera y de paralelogramo deformable en el eje posterior, pero está rebajada en 10 milímetros y se caracteriza por un contar con un tarado deportivo. Podemos variar su firmeza con el selector de modos.
El resultado es un centro de gravedad del vehículo más bajo tanto visual como técnicamente, una suspensión más directa, una menor tendencia al balanceo de la carrocería y una mayor agilidad del vehículo. A pesar de tener los muelles más cortos, filtra de manera más que aceptable las irregularidades, pero es más firme e incluye estabilizadores adaptados.
Además, hemos de tener en cuenta que este elemento se complementa con la dirección deportiva M, la cual también aporta un punto extra de dinamismo al conjunto. Esta dirección deportiva con Servotronic facilita una conducción directa y ágil con menos movimientos del volante. Resulta buena en conjunto, aunque peca ligeramente de exceso de asistencia.
Sí que es cierto que dirige el vehículo con mayor precisión y ofrece un manejo notablemente optimizado, especialmente para la conducción deportiva por curvas cerradas, así como en maniobras evasivas. La dirección deportiva M funciona en toda la zona del ángulo de dirección con una desmultiplicación directa y lineal de 15,9.
Como los movimientos que requiere la dirección son reducidos, la comodidad al aparcar, girar y maniobrar es elevada, ya que el conductor tiene que hacer menos esfuerzo de dirección. Además, esto se complementa en la ciudad con un diámetro de giro de 11,3 metros entre paredes y con las cámaras de aparcamiento y los sensores.
En todos los casos, el sistema Servotronic proporciona una asistencia a la dirección variable. Probablemente el único elemento menos enfocado a la deportividad del modelo sea el equipo de frenos, pues en un modelo tan ágil y con tan buen paso por curva esperaba un plus en la frenada. En cualquier caso, no es algo que vaya a preocupar a la mayoría de los usuarios.
Los frenos son fácilmente dosificables y eficaces para un uso normal del modelo, especialmente en el caso de esta mecánica poco potente. Monta discos ventilados en ambos ejes y únicamente he echado en falta algo más de contundencia y de resistencia al sobrecalentamiento a la hora de exprimir un poco en tramos de montaña al X2.
Fuera del asfalto, el X2 es capaz de hacer sus pinitos en caminos de baja dificultad, pero sin la tracción xDrive tampoco debemos irnos demasiado de aventuras, ni siquiera con unos neumáticos adecuados. Sus ángulos sin la suspensión deportiva son de 16º -entrada- y 26º -salida-, con una altura libre de serie de 182 milímetros. En esta versión son menores.
Por último y, respecto a los sistemas de asistencia a la conducción, el BMW X2 puede contar con regulador de velocidad activo, asistente por cambio involuntario de carril, detector de objetos en el ángulo muerto, aparcamiento asistido, protección preventiva de los ocupantes, asistente de atascos, asistente de aviso de accidente, detección de peatones con frenada…
Equipamiento y precio
El BMW X2 supone un sobrecoste de unos 2.600€ respecto al X1 a igualdad de motor y equipamiento. En el BMW X2 los alemanes ofertan varias líneas de equipamiento que mejoran la relación valor-precio. Los usuarios pueden elegir las líneas Advantage, Impulse, M-Sport, M-Sport X, M Mesh Edition y M. Este último solo disponible para el BMW X2 M35i.
El equipamiento de serie en todos los BMW X2 contempla el climatizador automático de dos zonas, faros LED, cuatro elevalunas eléctricos, sensor de lluvia, encendido automático de luces, ordenador de viaje, llantas de aleación de 17 pulgadas, arranque por botón, volante multifunción, sistema de sonido con pantalla de 6.5 pulgadas, bluetooth, USB…
En el caso del M Mesh Edition de la prueba encontramos adicionalmente dirección deportiva M, suspensión M Sport, paquete exterior M Sport X, control de crucero con función de freno, sensores de aparcamiento traseros, portón trasero eléctrico, llantas de 19 pulgadas, asientos M Sport en cuero, detalles interiores en naranja, faros Full LED, paquete de iluminación…
Su precio de partida sin descuentos ni promociones es de 43.283 euros, por lo que el sobrecoste respecto a la versión base (33.800 euros) es considerable. Es la versión más cara de la gama, a excepción del X2 M35i. Lógicamente, la factura final puede dispararse recurriendo al completo catálogo de opcionales disponible, que en este caso se agrupa en paquetes.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.9
Notable+
El BMW X2 propone una imagen más agresiva y dinámica que el X1 para conquistar a muchos usuarios, especialmente en el caso de esta edición especial deportiva M Mesh Edition cargada de equipamiento. No es tan práctico y capaz en su habitáculo, pero sí que presume de una terminación muy cuidada que justifica en cierta medida su precio elevado.
Lo bueno
- Fiel al ADN de la marca, pero cargado de personalidad.
- El tacto de la dirección es de los mejores del segmento, especialmente si nos vamos a un acabado de corte deportivo como este.
- Las posibilidades de equipamiento son amplias, pero ojo con la factura final.
- Comportamiento dinámico excelente, tanto por dirección como por suspensiones y puesta a punto del chasis.
- La capacidad de maletero también está entre las mejores.
- Excelentes consumos con potencia más que suficiente para muchos usuarios.
Lo mejorable
- El equipamiento opcional solo está disponible en paquetes en la M Mesh Edition.
- Precio elevado.
- La plaza central trasera resulta bastante justa y la sensación en la segunda fila de asientos es algo angosta y oscura.
- Algunos extras deberían ser de serie.
- La calidad de rodadura con neumáticos anchos y de bajo perfil, así como con el paquete deportivo de suspensión, se ve ligeramente comprometida, aunque no resulta incómodo.
- Interior desactualizado respecto a los productos más recientes de la marca.