Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.3
Notable+
La nueva -y cuarta- generación del BMW X5 llega con una elevada carga tecnológica, una calidad de realización soberbia y muchas posibilidades de equipamiento. En su primera etapa comercial la oferta es algo reducida, pero con el paso del tiempo se irán sumando nuevas alternativas, siendo la híbrida xDrive45e una de las más apetecibles con sus 80 km de autonomía eléctrica.
La cuarta generación del patriarca de la familia X inicia un nuevo capítulo en la exitosa historia del Sports Activity Vehicle (SAV) fundador del segmento, del cual se han vendido ya más de 2,2 millones de unidades hasta la fecha. Más grande, equipado y avanzado, el nuevo BMW X5 supone un salto muy grande en los aspectos más importantes.
Desde 1998 hay un BMW X5 en la oferta del fabricante alemán. La primera generación llegó con cierto miedo y sin demasiadas expectativas para complementar a las berlinas de corte más tradicional. Lo que parecía un segmento casi exclusivo de los Range Rover, pronto dejó de serlo y Mercedes, Audi o la propia BMW lograron captar la atención del público rápidamente.
Ahora, la nueva generación del BMW X5 se caracteriza por la claridad en las líneas de diseño, una conducción mucho más confortable, deportiva y autónoma, una mayor capacidad fuera del asfalto e innovadores elementos de equipamiento como el nuevo cuadro de instrumentos totalmente digital de la compañía bávara.
No hay que olvidar que los crossover y SUV suponen ya un tercio de las ventas para BMW y en ciertos países esa cuota se eleva mucho más, por lo que no es de extrañar que el en el nuevo X5 la firma bávara haya puesto toda la carne en el asador para dejar atrás al mismísimo Serie 7. La producción se llevará a cabo en la planta de BMW en Spartanburg (EE.UU.).
Veamos, ¿qué hay de nuevo, viejo?
Diseño exterior
En términos de diseño, vemos un nuevo lenguaje de diseño claro y robusto que se aleja ligeramente del conocido hasta la fecha en los BMW X3 y BMW X4, a fin de que la diferenciación sea un poco mayor entre ambos modelos. Inicia la nueva senda estética que seguirán los modelos X, con superficies esculpidas y poderosas en todos los ángulos.
En el frontal destaca una gran rejilla envolvente y de una sola pieza con los riñones de BMW. Se trata de una parrilla activa que se abre en función de las necesidades de refrigeración del motor y se complementa con los ‘Air Breather’ laterales, produciendo una reducción significativa de las turbulencias de aire en las ruedas y una canalización dirigida del flujo del viento.
La enorme parrilla de borde cromado se ve escoltada en sus extremos por la luz láser -2.461€- con faros LED adaptativos -849€- y asistente para luz de carretera -160€-. Ofrecen una iluminación sensacional. En una posición intermedia se localizan los sensores de aparcamiento frontales de serie.
Las líneas del capó quedan bien marcadas y dan paso a una generosa luna delantera que ofrece excelente visibilidad.
En el tercio inferior vemos tres nuevas entradas de aire, dando cobijo la central al radar de los asistentes de conducción y las de los laterales a las luces antiniebla LED de diseño fino y horizontal. Se enmarcan en un embellecedor negro y no faltan los cromados nuevamente. Este acabado luce un protector delantero y trasero en color plata.
Visto de perfil ha ganado en empaque. El alargado capó y los marcados pasos de rueda le otorgan una vista más dura y musculosa. Presenta una generosa superficie acristalada -con cristales acústicos (689€) y posteriores tintados (554€)- y no falta la mencionada salida de aire de la marca en la aleta delantera.
Llenan los pasos de rueda unas llantas de aleación de 20 pulgadas -2.071€- (hay hasta 22”) calzadas con neumáticos runflat Pirelli PZero en dimensiones 275/45 R20 110Y delante y 305/40 R20 112Y detrás. Estos neumáticos ofrecen un gran agarre y su adecuado perfil no repercute en una menor comodidad.
La superficie de las puertas es limpia salvo en su parte inferior, con apertura y cierre sin llave -1.415€- y estriberas laterales en aluminio -677€-. En este caso los espejos retrovisores integran los intermitentes y una llamativa línea de carácter rematada con una línea de techo dinámica le proporciona al X5 robustez y dinamismo a partes iguales.
Podemos darle un toque deportivo con los frenos M -677€- con pinzas azules.
El modelo es significativamente más grande que su predecesor: la longitud aumenta en 36 mm hasta 4.922 mm; el ancho en 66 mm, para llegar a los 2.004 mm; y la altura en 19 mm, hasta 1.745 mm. La distancia entre ejes crece 42 mm, llegando a los 2.975 mm. Los anchos de vía delantero y trasero alcanzan los 1.666 y 1.685 mm, respectivamente, con un Cx de 0,31.
En la zaga también gana en prestancia, con unas ópticas traseras alargadas de diseño tridimensional que llevan tecnología LED. El portón eléctrico de generosas dimensiones que se abre en dos partes, los detalles deportivos como la doble salida de escape real y el estilizado paragolpes son otras de las señas de identidad de esta vista.
Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior, los aletines de la luna en negro y el protector plástico inferior. Tampoco falta tira de sensores de aparcamiento posteriores y el Parking Assistant Plus con Surround View con Top View, Remote 3D View, PDC y sistema de aparcamiento semiautónomo -1.477€-.
Vista desde arriba, esta unidad de pruebas cuenta con una antena de tipo aleta de tiburón, carriles longitudinales para la baca y un techo panorámico de cristal Sky Lounge que integra iluminación LED -3.384€-. Hay otro sin iluminación, también panorámico y de apertura eléctrica por 2.338€.
Podemos sustituir los cromados del borde de las ventanas y de los carriles longitudinales del techo por un color negro convencional, un negro brillante o aluminio satinado. Igualmente, está disponible el cierre automático de puertas (SCA) -788€- y la visión nocturna con detección de peatones -2.584€-.
Diseño interior
Si pasamos al interior, la calidad de los acabados, el tacto de los controles y el remate de los ajustes es de primera, de lo mejor que encontramos en el segmento. No hay crujidos, no hay vibraciones y todo funciona como la seda, pues la calidad de realización es excelente, haciendo uso de materiales acolchados muy agradables y unos ajustes impecables.
Hay detalles de calidad como el salpicadero de cuero -930€- o la llamativa iluminación interior, situándose en calidad y confort por encima de referentes como el Audi Q7, el Audi Q8 o el Volvo XC90. El volante es de nueva factura y puede ser calefactado -345€- y deportivo M -296€-. Lo más llamativo es su iluminación cuando actúan los asistentes de conducción.
Tras el volante encontramos el nuevo cuadro de instrumentos digital de BMW (BMW Operating System 7.0). Con un diseño uniforme y personalizable, se complementa con la pantalla de control de 12,3 pulgadas de la consola central, que permite visualizar el contenido en tiempo real en hasta diez páginas del menú principal libremente configurables.
Me ha parecido curioso que la base de la guantera de las puertas no esté forrada en un modelo de esta categoría.
El conjunto es realmente intuitivo y sencillo de manejar. Además, el cliente tiene la opción de controlador todo mediante el mando del iDrive, el control táctil, el control de voz y el control mediante gestos, aunque es cierto que el MBUX de Mercedes-Benz está un escalón por encima. Tampoco falta un Head-Up Display -1.645€- claramente estructurado en el parabrisas.
El control del climatizador de cuatro zonas -556€- destaca por el atractivo display para la temperatura, un detalle de alto valor. Como veis, toda esta superficie se ha rediseñado, al igual que las salidas de ventilación, y bajo las mismas encontramos algunos controles del sistema de información y entretenimiento.
Algo más abajo encontramos un hueco portaobjetos cubierto donde se ubican dos posavasos que pueden ser climatizados (entre 3 y 55 grados), una toma de 12V, el cargador inductivo del smartphone -580€- y una toma USB. Me ha llamado la atención que esta es la única toma USB convencional que hay, el resto son USB-C, como ocurre en el Mercedes-Benz Clase A.
La consola central queda rematada por el iDrive, la palanca de cambios con la aplicación de cristal ‘CraftedClarity’ -769€-, el selector de modos de conducción, los ajustes para la suspensión neumática, el botón del Auto Hold, el freno de mano eléctrico y el selector de los modos de conducción fuera del asfalto que ofrece el nuevo paquete xOffroad.
La consola central acaba en un cómodo reposabrazos fijo que esconde en su interior una guantera de aceptable tamaño. Es calefactable si equipamos el paquete de confort de temperatura delantero -888€-. Para los asientos traseros también se ofrece calefacción -947€- que se puede combinar con el climatizador de cuatro zonas.
Los asientos de confort delanteros son excelentes en mullido y agarre -1.527€-. Además, las funciones de masaje -1.302€-, la memoria, el soporte lumbar -320€-, la calefacción -473€- o la ventilación -1.006€- nos ayudan a encontrar la temperatura, la posición y la inclinación ideal para cada cuerpo. También están los de serie y los deportivos.
El acceso a las plazas traseras es bueno, pero el grado de apertura de las puertas puede mejorarse.
Las dimensiones exteriores curiosamente no se traducen en mayor espacio interior. Ofrece buenas cotas en las plazas traseras, donde tres adultos pueden viajar cómodos incluso en distancias medias y largas, pero no varían respecto a su predecesor. La pega es que el túnel de transmisión no es muy prominente, pero las salidas de ventilación posteriores sí.
Igualmente, el mullido de dicha plaza central es algo más duro a causa del reposabrazos. En la segunda fila podemos equipar entretenimiento Professional -3.136€- y persianas para las ventanillas con plegado y desplegado mecánico -320€-. Por otra parte, es destacable la buena insonorización interior con los cristales acústicos -663€-.
Respecto al maletero, este cubica un total de 650 litros, ampliables a 1.870 litros al abatir los asientos -40:20:40-, quedando el suelo plano. Cuenta con unas formas muy regulares y un doble fondo generoso que cuenta con soportes para albergar pequeñas herramientas, una rueda de repuesto de emergencia -355€- y la red de separación del maletero -225€-.
El portón se abre en dos partes de accionamiento eléctrico, lo que resulta muy práctico en aquellas ocasiones en las que vamos a transportar objetos livianos o poco voluminosos. El borde de carga se sitúa a 770 mm de altura al suelo, pero con la suspensión neumática puede ajustarse hasta los 730 mm.
Motorización
La nueva generación del BMW X5 arranca con una gama algo limitada que con el tiempo se irá completando. En gasolina la única alternativa es el xDrive40i con 340 CV de potencia en combinación con la caja automática de ocho relaciones y la tracción total. En diésel se ofrecen los xDrive30d con 265 CV y el M50d asociado al explosivo bloque con 400 CV.
Para la prueba me he decantado por la mecánica xDrive30d, equipada con un bloque de aluminio con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa por conducto común, geometría variable y admisión variables e intercooler que, con 2.993 cm3, seis cilindros y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 265 CV (195 kW) a 4.000 rpm.
Todo ello viene asociado a un par máximo de 620 Nm entre las 2.000 y las 2.500 rpm, lo que no representa un rango demasiado amplio de revoluciones. Sin embargo, que no te engañen esas cifras ni el hecho de que se trate de la versión de acceso, pues asociado a la transmisión automática de ocho relaciones nunca te faltará potencia.
En meses posteriores al lanzamiento la gama se irá completando con nuevas variantes mecánicas como el esperado PHEV xDrive45e.
Empieza a empujar con fuerza realmente a partir de las 1.900 rpm, aunque en una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha en el entorno de las 1.800 vueltas, lo que junto al Start/Stop ayuda a contener los consumos. A un ritmo más elevado sin llegar a practicar una conducción deportiva, el cambio sube de marcha a unas 2.500 revoluciones.
Por lo general es un motor muy suave que entrega la potencia de manera enérgica y lineal, con cierta contundencia. Ahora hablaré de las cifras de forma más concreta, pero sin lugar a duda es la mecánica más recomendada para aquellos que quieren una potencia razonable y suficiente sin que se disparen los consumos.
Como os digo, para la mayoría de los usuarios, las cifras de esta versión serán más que suficientes para cualquier uso del vehículo en diversos entornos (ciudad, autopista, carreteras secundarias…), ofreciendo a su vez buenos consumos en una conducción real.
BMW declara 6.8 litros en ciudad, 5.6 litros en extraurbano y 6.0 litros en ciclo combinado, pero el consumo urbano real ronda los 11 litros, bajando al entorno los 7.1 litros en carretera y deteniéndose en una media de 7.8 litros a los 100 kilómetros tras la semana de pruebas. El depósito de combustible tiene 85 litros de capacidad.
Cabe señalar que el cambio automático de ocho relaciones por convertidor de par es muy suave y suficientemente rápido tanto para un uso normal del X5 como algo más deportivo, siendo prácticamente imperceptible. La palanca tiene un modo secuencial y posición Sport, aunque en este caso no encontramos tras el volante (sí con cambio deportivo).
Por último y, aquellos que quieran un toque más deportivo, pueden optar por el sistema de escape deportivo M -604€-. El modo se controla mediante el Driving Experience Control, de forma que los modos de conducción SPORT y SPORT+ van acompañados de un sonido emocional y distintivo.
Ficha técnica
Version | xDrive30d - 6 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 2.993 cm³ |
Potencia | 265 CV (195 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 620 Nm @ 2.000 - 2.500 rpm |
Peso | 2.185 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.922 / 2.004 / 1.745 mm |
Volumen Maletero | 650 (1.870) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 6,5 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,2 segundos |
Velocidad máxima | 230 km/h |
Consumo homologado | 6,8 / 5,6 / 6,0 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 158 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 76.000 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
Sin lugar a duda, los puntos fuertes del nuevo BMW X5 son el confort de marcha, la calidad de rodadura y el dinamismo de los que hace gala, lo que le sitúa en el escalafón más alto del segmento (a falta de poner a prueba el nuevo Mercedes-Benz GLE, que también apunta muy alto).
La altura del puesto de conducción y del vehículo en cuestión nos proporcionan una vista de la carretera generosa y muy desahogada, sin embargo, sus dimensiones son considerables, especialmente la anchura, lo que nos complicará algo más la tarea de maniobrar en espacios estrechos a pesar de los asistentes.
En este sentido, es de gran ayuda la dirección activa integral -1.479€-. Hasta 60 km/h, el eje gira en sentido contrario a las ruedas delanteras para ofrecer más ángulo de giro (diámetro de giro entre paredes de unos 12.6 metros) y, a altas velocidades, el eje gira en el mismo sentido. Esto nos ofrece una dinámica mejorada en todos los sentidos.
Como cabría esperar en un vehículo de su calibre, la calidad de rodadura es sobresaliente, la insonorización está al nivel de los mejores y viajar a bordo del X5 es un verdadero gustazo. Es, sin duda alguna, el Serie7 de los SUV en este sentido, lo que se complementa con múltiples asistencias al conductor, incluida la conducción semi-autónoma.
Digna de mención es su capacidad para aunar un gran aplomo y estabilidad en carretera con el mejor comportamiento dinámico del segmento. Si bien la física es la física y son más de dos toneladas de peso, los balanceos quedan muy bien contenidos y la sensación de control y seguridad es muy elevada incluso cuando le buscamos las cosquillas en tramos de curvas.
En este sentido, ayuda el diferencial deportivo M con distribución variable del par entre las ruedas traseras, que optimiza la tracción y la estabilidad al cambiar de carril de forma dinámica y al acelerar en la salida de las curvas, a velocidades elevadas y con independencia del estado del asfalto, también sobre nieve, hielo o grava.
Conectado con el Control Dinámico de Estabilidad (DSC), permite un manejo más preciso en aceleraciones transversales extremas y, la regulación continua y permanente del bloqueo del diferencial, nos ofrece una experiencia de conducción dinámica con un mejor control del vehículo.
En conjunto, los cambios de apoyo y la dirección son rápidos y esta no peca de un exceso de asistencia como ocurre en algunos de sus rivales. Si bien no es tan informativa y precisa como la de algunos de los deportivos de la marca, tanto el tacto y grosor del volante como la respuesta de la dirección te parecerán muy placenteros.
A la gran confianza en la conducción se une un excelente confort proporcionado por la suspensión neumática adaptativa en ambos ejes -2.485€-, que filtra de maravilla incluso sobre terrenos rotos. Parece que vayas flotando sobre el asfalto. Es automática, pero podemos regular su altura de forma manual en un intervalo de 80 mm con un botón o desde la Display Key.
Las barras estabilizadoras son normales en todas las versiones del BMW X5 salvo en el M50d, que las lleva de tipo activo.
Fuera del asfalto, el Audi BMW X5 también es capaz de hacer sus pinitos. La tracción xDrive es la misma que podemos encontrar en otros modelos de la gama, un sistema de tracción total permanente diferencial central autoblocante, pero en este modelo y, como novedad, puede complementarse con el Paquete xOffroad 3.136€-.
Este paquete incluye la suspensión adaptativa, diversas protecciones, pantallas específicas en la instrumentación y la pantalla de control y cuatro modos de conducción para circular sobre sobre arena, rocas, grava o nieve. Eso sí, es importante tener en cuenta los neumáticos que usamos y su perfil, pues no encontraremos ni reductora ni bloqueos de diferencial.
Sí que encontramos un asistente de descenso de pendientes y, sin la suspensión neumática (con ella mejoran las cifras), cuenta con un ángulo de entrada de 25.2º, de salida de 22.3º y ventral de 20.2º, con una profundidad de vadeo de 500 mm, una capacidad de pendiente del 60% y una altura libre de 214 mm (254 mm con la suspensión neumática).
En materia de asistencias a la conducción, cuenta con detector de objetos en ángulo muerto, alerta y asistente de cambio de carril, lector de señales de tráfico, aviso pre-colisión, detector de fatiga, frenada automática en ciudad o un mejorado asistente en atascos. Además, estrena el nuevo Asistente de Parada de Emergencia.
Con este sistema el propio X5 toma los mandos cuando el conductor se ve incapacitado por una urgencia médica. El coche es capaz de parar en el mismo carril o incluso en el arcén dependiendo del entorno y lugar dónde se produzca el problema. El conductor solo tendrá que tirar del freno de mano (cuando circule entre 70 y 100 km/h) para que el sistema se active.
Este sistema se acompaña de una llamada a los servicios de emergencia para que asistan al conductor lo antes posible.
Llama también la atención el asistente de marcha atrás, capaz de reconocer los últimos 50 metros recorridos para, en caso de tener algún problema, recorrerlos marcha atrás sin necesidad de hacer absolutamente nada más que controlar el freno. Se encienden los indicadores luminosos del volante y funciona aunque apaguemos el motor.
Equipamiento y precio
En España, todos los BMW X5 incluyen de serie el climatizador automático, freno de mano eléctrico, sistema multimedia con navegación y pantalla de 12,3 pulgadas, bluetooth, puertos USB, acceso a internet y a aplicaciones, instrumentación digital, espejos térmicos, cuatro elevalunas eléctricos, cierre con mando, arranque por botón y portón trasero eléctrico.
También sin coste podemos encontrar faros Full LED, volante multifunción en piel, apoyabrazos central delantero y trasero, retrovisores abatibles, aviso pre-colisión, alerta de cambio de carril, frenada automática en ciudad, detector de peatones, detector de fatiga, sensor de lluvia, encendido automático de luces…
Tenemos dos líneas de acabado disponibles, la xLine más campera -3.750€- y el paquete deportivo M -6.800€-. Entre los opcionales más destacados, además de los ya mencionados, podemos encontrar la calefacción auxiliar -2.030€-, la Display Key -357€- y el sistema de sonido envolvente Bowers & Wilkins Diamond -6.768€-.
Los precios recomendados en España para la gama del BMW X5 sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
X5 xDrive40i | 340 CV / (250 kW) | 72.800€ |
X5 xDrive40i 7 plazas | 340 CV / (250 kW) | 75.630€ |
X5 xDrive30d | 265 CV / (195 kW) | 76.000€ |
X5 xDrive30d 7 plazas | 265 CV / (195 kW) | 78.722€ |
X5 M50d | 400 CV / (294 kW) | 111.900€ |
X5 M50d 7 plazas | 400 CV / (294 kW) | 115.223€ |
X5 xDrive45e iPerformance | 394 CV / (290 kW) | Próximamente |
- Gran calidad de realización interior. Empleo de materiales muy acertado que incrementan la sensación de excelencia.
- Abundantes posibilidades de equipamiento.
- Nuevos modos de conducción fuera del asfalto con el paquete xOffroad.
- Confort y dinámica superiores a pesar de sus notables dimensiones.
- Fuerte apuesta por la tecnología, especialmente en materia de asistencias a la conducción.
- Prestaciones más que suficientes incluso en esta versión de acceso.
- Grandes consumos para tratarse de un vehículo de más de dos toneladas.
- Sus dimensiones pasan factura en aparcamientos y otros espacios reducidos.
- Precio de partida bastante elevado, superior al de todos sus rivales.
- Precio desorbitado de algunos opcionales.
- La pantalla de la instrumentación podría estar mejor integrada y cubrir todo el espacio en lugar de ser rectangular, como ocurre en Audi.
- Base de las guanteras de las puertas sin forrar.
- La mayoría de tomas USB son USB-C.