Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.5
Notable+
El BMW X7 es el pináculo del lujo en la gama X de la compañía bávara. Su diseño es imponente lo mires por donde lo mires, su interior rebosa calidad y lujo, sus mecánicas empujan implacables, su tecnología es de lo más avanzado y su abundante equipamiento no te dejará indiferente. Eso sí, la factura final tampoco.
Los chicos de la firma bávara han querido aprovechar el 20 aniversario de la llegada del primer BMW X para lanzar al mercado su mayor apuesta SUV, un auténtico buque insignia plagado de calidad, equipamiento y lujo para triunfar en aquellos mercados donde la demanda de este tipo de vehículos es muy elevada, como los Estados Unidos y China.
Si en su día el primer BMW X5 se consideró una apuesta arriesgada y desde el primer momento cerró bocas convirtiéndose en un auténtico éxito, el BMW X7 llega para repetir la jugada. Por tamaño, no tiene prácticamente rival, salvo el Land Rover Range Rover LWB y la nueva generación del Mercedes-Benz GLS con el que lo comparamos en un artículo.
Es al otro lado del Charco donde se fabrica este singular todocamino, más concretamente en la factoría de Spartanburg, Carolina del Norte, y llega a nuestro mercado con una oferta de mecánicas diésel y gasolina que poco a poco se irá completando con otras variantes, entre las que no debería faltar un híbrido-enchufable.
A nivel de equipamiento y tecnología, incorpora lo mejor de lo mejor conocido en la compañía alemana. Las posibilidades son infinitas y, en su conjunto, son capaces de hacer que esta mole de 5,15 metros de longitud se mueva como si de un SUV compacto se tratase con hasta siete pasajeros a bordo. Y ojo, porque todos viajarán muy cómodos…
Diseño exterior
El BMW X7 hereda elnuevo lenguaje de diseño claro y robusto que ya vimos en el nuevo BMW X5 y que se aleja del conocido hasta la fecha en los BMW X3 y BMW X4, a fin de que la diferenciación sea un poco mayor entre estos modelos. Continúa la nueva senda estética que seguirán los modelos X, con superficies esculpidas y poderosas en todos los ángulos.
En el frontal destacan dos enormes riñones (los más grandes junto a los del BMW Serie 7 2019, como buques insignia que son) de una sola pieza. Se trata de una parrilla activa que se abre en función de las necesidades de refrigeración del motor y se complementa con los ‘Air Breather’ laterales para reducir las turbulencias y dirigir el flujo de aire.
La enorme parrilla de borde cromado se ve escoltada en sus extremos por los faros Full LED que, opcionalmente, pueden contar con tecnología láser -2.154€-, faros adaptativos y asistente para luz de carretera. Ofrecen una iluminación sensacional con alcance de hasta 600 metros. En una posición intermedia se localizan los sensores de aparcamiento frontales.
Las líneas del capó quedan bien marcadas y dan paso a una generosa luna delantera que ofrece excelente visibilidad.
En el tercio inferior vemos tres nuevas entradas de aire, dando cobijo la central al radar de los asistentes de conducción y las de los laterales a las luces antiniebla LED de diseño fino y horizontal. Se enmarcan en un embellecedor cromado en este acabado Design Pure Excellence. Podemos montar un paragolpes más deportivo y musculoso en el acabado M.
Visto de perfil es gigante. El alargado capó y los marcados pasos de rueda le otorgan una vista dura y musculosa. Presenta una generosa superficie acristalada -con cristales acústicos y posteriores tintados (640€)- y no falta la mencionada salida de aire de la marca en la aleta delantera, así como la curva Hofmeister posterior.
Llenan los pasos de rueda unas enormes llantas de aleación de 22 pulgadas -1.777€-(hay entre 20 y 22”) calzadas con neumáticos runflat Pirelli PZero en diferentes dimensiones delante y detrás,más concretamente 275/40 R22 107Y y 315/35 R22 111Y. Estos neumáticos ofrecen un gran agarre y su bajo perfil no repercute en una menor comodidad.
La superficie de las puertas es limpia en su totalidad, con apertura y cierre sin llave y molduras laterales en cromado. Opcionalmente se pueden equipar estriberas en aluminio -738€-. En este caso los espejos retrovisores integran los intermitentes y una llamativa línea de carácter a media altura le proporciona al X7 robustez y dinamismo a partes iguales.
Podemos darle un toque deportivo con los frenos M con pinzas azules -677€- que, en el acabado M, están incluidos.
El modelo es significativamente grande: la longitud es de 5.15 metros, el ancho de 2.00 metros y la altura de 1.80 metros. La distancia entre ejes es de 3.105 mm y los anchos de vía delantero y trasero alcanzan los 1.684 y 1.705 mm, respectivamente, con un Cx de 0.33, una superficie frontal de 3 m² y un factor de resistencia de 0,99.
En la zaga presume de personalidad y prestancia, con unas ópticas traseras alargadas de diseño tridimensional que llevan tecnología LED y quedan unidas por una línea cromada. El generoso portón eléctrico con manos libres se abre en dos partes y no faltan detalles como la doble salida de escape real y un marcado paragolpes.
Llaman especialmente la atención elementos como el sutil spoiler superior, los aletines de la luna en negro y la protección plástica de bajos inferior. Tampoco falta tira de sensores de aparcamiento posteriores y el Parking Assistant Plus con Surround View con Top View, Remote 3D View, PDC y sistema de aparcamiento semiautónomo -1.538€-.
Vista desde arriba, esta unidad de pruebas cuenta con una antena de tipo aleta de tiburón, carriles longitudinales para la baca en aluminio y un techo panorámico de cristal Sky Lounge que integra iluminación LED -1.108€-. Este incluye cristal para la tercera fila de asientos.
Podemos sustituir los cromados del borde de las ventanas y de los carriles longitudinales del techo por un color negro convencional, un negro brillante -444€- o aluminio satinado. Igualmente, está disponible el cierre automático de puertas (SCA) -861€- y la visión nocturna con detección de peatones -2.584€-.
Diseño interior
Si pasamos al interior, la calidad de los acabados, el tacto de los controles y el remate de los ajustes es de primera, de lo mejor que encontramos en el segmento. No hay crujidos, no hay vibraciones y todo funciona como la seda, pues la calidad de realización es excelente, haciendo uso de materiales acolchados muy agradables y unos ajustes impecables.
Hay detalles de calidad como el salpicadero de cuero -1.579€- o la llamativa iluminación interior, situándose en calidad y confort por encima de referentes como el Audi Q7 o el Volvo XC90. El volante puede ser calefactado -1.046€ en paquete- y deportivo M -308€-. Lo más llamativo es su iluminación cuando actúan los asistentes de conducción.
Tras el volante encontramos el nuevo cuadro de instrumentos digital de BMW (BMW Operating System 7.0). Con un diseño uniforme y personalizable, se complementa con la pantalla de control de 12,3 pulgadas de la consola central, que permite visualizar el contenido en tiempo real en hasta diez páginas del menú principal libremente configurables.
El conjunto es realmente intuitivo y sencillo de manejar. Además, el cliente tiene la opción de controlarlo todo mediante el mando del iDrive, el control táctil, el control de voz y el control mediante gestos. Los gráficos son de primera y la fluidez reseñable. Tampoco falta un Head-Up Display de gran tamaño claramente estructurado en el parabrisas.
El control del climatizador de cinco zonas -1.169€- destaca por el atractivo display para la temperatura. Como veis, toda esta superficie es idéntica a la del X5 (hechas en un plástico un poco frío al tacto), incluso las atractivas salidas de ventilación. Bajo las mismas encontramos algunos controles del sistema de información y entretenimiento.
Más abajo encontramos un hueco portaobjetos cubierto donde se ubican dos posavasos que pueden ser climatizados (entre 3 y 55 grados) -308€-, una toma de 12V, el cargador inductivo del smartphone y una toma USB. Me ha llamado la atención que esta es la única toma USB convencional que hay, el resto son USB-C – y hay hasta siete repartidas por el vehículo.
La consola central queda rematada por el iDrive, la palanca de cambios con la aplicación de cristal ‘CraftedClarity’ -923€- de Swarovsky, el selector de modos de conducción, los ajustes para la suspensión neumática, el botón del Auto Hold, el freno de mano eléctrico y el selector de los modos de conducción fuera del asfalto que ofrece el paquete xOffroad.
La consola central acaba en un cómodo reposabrazos fijo que esconde en su interior una guantera de aceptable tamaño. Es calefactable si equipamos el paquete de confort de temperatura delantero -1.046€-. Para los asientos traseros también se ofrece calefacción -1.292€-, entre otros lujos que ahora veremos.
Los asientos de confort delanteros son excelentes en mullido y agarre. Además, las funciones de masaje, la memoria, el soporte lumbar, la calefacción o la ventilación -1.046 en paquete- nos ayudan a encontrar la temperatura, la posición y la inclinación ideal para cada cuerpo. En otros acabados podemos optar por los asientos deportivos y por los cinturones ‘M’.
El acceso a las plazas traseras es bueno, pero el grado de apertura de las puertas puede mejorarse.
Las dimensiones exteriores se traducen en un inmenso espacio interior, con buenas cotas en todas las plazas. En este caso vemos la configuración de seis asientos -1.046€-, por lo que, en la segunda fila, en lugar de una banqueta continua de tres plazas, se cuenta con dos asientos de confort individuales con reposacabezas de confort y reposabrazos en el centro.
Estos asientos se pueden mover longitudinalmente por separado y es posible ajustar la inclinación del respaldo, de modo que ambos ocupantes de las plazas traseras puedan encontrar fácilmente la posición más cómoda de forma independiente. Los ajustes son eléctricos, lo que resulta muy cómodo, pero también muy lento para acceder a la tercera fila.
Además de aumentar el confort durante el viaje, la opción de seis plazas facilita el acceso a la tercera fila de asientos, una tercera fila de verdad en la que no sólo encontramos comodidades como las salidas de ventilación con regulación de temperatura, los reposabrazos, las tomas USB-C, los posavasos o la iluminación LED, sino también grandes dosis de espacio.
Lógicamente, no son tan cómodos ni ofrecen tanto espacio para la cabeza y las piernas como el resto de los asientos, pero en cualquier caso dos adultos de mediana estatura pueden viajar en ellas con bastante comodidad. Normalmente, esta tercera fila queda reservada solo para niños, lo que es un punto muy a favor del X7.
Por su parte, en la segunda fila de asientos podemos equipar entretenimiento Professional -3.261€-, con dos monitores independientes de alta resolución (10,2 pulgadas), y persianas para las ventanillas con plegado y desplegado eléctrico -948€-. Además, es destacable la buena insonorización interior con los cristales acústicos de serie.
Respecto al maletero, cubica 750 litros con cinco plazas y 326 litros con 6/7 plazas, ampliables a 2.120 litros al abatir los asientos. Cuenta con unas formas muy regulares y un doble fondo generoso -de unos 70 litros- que cuenta con soportes para albergar pequeñas herramientas, una rueda de repuesto de emergencia opcional -369€- y la red de separación del maletero.
El portón se abre en dos partes de accionamiento eléctrico, lo que resulta muy práctico en aquellas ocasiones en las que vamos a transportar objetos livianos o poco voluminosos. El borde de carga se sitúa a 780 mm de altura al suelo, pero con la suspensión neumática puede ajustarse hasta los 740 mm con solo pulsar un botón situado en el maletero.
Motorización
Los interesados en el nuevo BMW X7 podrán elegir la versión xDrive40i como opción de acceso en gasolina. Tiene un motor de 3.0 litros y seis cilindros que desarrolla 340 CV de potencia y se combina con una caja de cambios automática con ocho velocidades y con el sistema de tracción total a las cuatro ruedas. Por encima queda el M50i con 530 CV.
En diésel la gama parte con el xDrive30d asociado al bloque de 3.0 litros y seis cilindros que desarrolla 265 CV de potencia. Como ocurre en todos los X7, equipa la caja automática de ocho velocidades y tracción total. Los que busquen mayores prestaciones podrán elegir el M50d con nada menos que 400 CV bajo el capó.
Para la prueba me he decantado por la mecánica xDrive30d, equipada con un bloque de aluminio con dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, admisión variable, turbo, geometría variable, intercooler que, con 2.993 cm3, seis cilindros y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 265 CV (195 kW) a 4.000 rpm.
La gama se irá completando con nuevas variantes mecánicas, contando posiblemente con un PHEV como el del BMW X5.
Está asociado a un par máximo de 620 Nm entre las 2.000 y las 2.500 rpm, lo que no representa un amplio de revoluciones, pero sí una cifra elevada que le da al X7 una aceleración enérgica para el peso del conjunto. Si bien no te pega al asiento, goza de potencia suficiente como para enfrentarse a diferentes entornos sin que tengas sensación de falta de empuje.
Empieza a empujar con fuerza realmente por encima de las 2.200 rpm, aunque en una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha en el entorno de las 1.800 vueltas, lo que junto al Start/Stop ayuda a contener los consumos. A un ritmo más elevado sin llegar a practicar una conducción deportiva, el cambio sube de marcha a unas 2.500 revoluciones.
Para que os hagáis una idea, con sus cifras de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7.0 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en unos más que aceptables 5.7 segundos (entre marchas) y alcanzando una velocidad máxima de 227 km/h. En carretera el motor gira a solo 1.500 vueltas en octava velocidad a 120 km/h.
Para ser un diésel, resulta un motor muy suave y silencioso -además de que el habitáculo cuenta con un aislamiento excepcional-, aunque no tan refinado como el bloque de gasolina xDrive40d. Eso sí, los consumos no tienen nada que ver en ambos casos, pues esta versión diésel el consumo apenas es sensible a los cambios de ritmo.
Para la mayoría de los usuarios, las cifras que entrega el xDrive30d serán más que suficientes para cualquier uso del vehículo en diversos entornos (ciudad, autopista, carreteras secundarias…), ofreciendo a su vez buenos consumos en una conducción real que permiten una mayor autonomía en largos viajes. Hicimos más de 800 km sin visitar la gasolinera.
Durante la semana de prueba, aproveché para viajar por Navarra y el País Vasco. Íbamos seis personas a bordo del X7 con nuestro equipaje, por lo que el modelo iba al límite de su capacidad. El consumo en autopista fue de 7.6 litros, con una cifra final -después de más de 1.000 km recorridos- de 8.1 litros a los 100 km. Y ojo, recorrimos todo tipo de entornos.
Por su parte, la marca homologa un consumo combinado de 8.2 litros, con unas cifras de 9.6 litros a baja velocidad, 8.5 litros a velocidad media, 7.3 litros a velocidad alta y 8.5 litros a los 100 kilómetros circulando a velocidad muy alta (según el ciclo de homologación WLTP). El depósito de combustible tiene 80 litros de capacidad y el de AdBlue 22 litros.
Encontramos cuatro modos de conducción: ECO Pro, Confort, Sport y Adaptative, con un notable salto en reacciones entre ellos y diversas posibilidades de personalización. Varían distintos parámetros de la dirección, la suspensión y el motor, resultando reseñables la afilada respuesta del acelerador en el modo Sport y el avance por inercia en el modo ECO Pro.
Cabe señalar que el cambio automático de ocho relaciones por convertidor de par es muy suave y suficientemente rápido tanto para un uso normal del X7 como algo más deportivo, siendo prácticamente imperceptible. La palanca tiene un modo secuencial y posición Sport, además de encontrarnos levas de generoso tamaño tras el volante.
Por último y, aquellos que quieran un toque más deportivo, pueden optar por el sistema de escape deportivo M -628€-, cuyo sonido está muy logrado a pesar de ser un diésel. El modo se controla mediante el Driving Experience Control, de forma que los modos de conducción Sport y Sport Individual van acompañados de un sonido emocional y distintivo.
Ficha técnica
Version | xDrive30d - 6 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 2.993 cm³ |
Potencia | 265 CV (195 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 620 Nm @ 2.000 - 2.500 rpm |
Peso | 2.445 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.151 / 2.000 / 1.805 mm |
Volumen Maletero | 750 (2.120) [326 con 7 plazas] litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,0 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,7 segundos |
Velocidad máxima | 227 km/h |
Consumo homologado | 8,2 / 9,6 - 8,5 - 7,3 - 8,5 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 171 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 98.950 euros (este motor sin extras ni descuentos) |
Comportamiento
Al igual que ocurre en el X5, los puntos fuertes del nuevo BMW X7 son el confort de marcha, la calidad de rodadura y el cierto dinamismo -para ser el vehículo que es- de los que hace gala, lo que le sitúa en el escalafón más alto del segmento (a falta de poner a prueba el nuevo Mercedes-Benz GLS, que también apunta muy alto).
La altura del puesto de conducción y del vehículo en cuestión nos proporcionan una vista de la carretera generosa y muy desahogada, sin embargo, sus dimensiones son considerables, especialmente la anchura y la longitud, lo que nos complicará algo más la tarea de maniobrar en espacios estrechos y aparcamientos a pesar de los asistentes.
En este sentido, es de gran ayuda la dirección activa integral -1.538€-. Hasta 60 km/h, el eje gira en sentido contrario a las ruedas delanteras para ofrecer más ángulo de giro (diámetro de giro entre paredes de 13 metros) y, a altas velocidades, el eje gira en el mismo sentido. Esto nos ofrece una dinámica mejorada en todos los sentidos.
Como cabría esperar en un vehículo de su calibre, la calidad de rodadura es sobresaliente, la insonorización está al nivel de los mejores y viajar a bordo del X7 es un verdadero gustazo. Es, sin duda alguna, el Serie7 de los SUV en este sentido, lo que se complementa con múltiples asistencias al conductor, incluida la conducción semi-autónoma.
Digna de mención es su capacidad para aunar un gran aplomo y estabilidad en carretera con un buen comportamiento dinámico. Los balanceos son acusados con el ajuste confort de la suspensión, pero el salto es notable en modo Sport. Al fin y al cabo, la física es la física y son más de dos toneladas de peso, pero por lo general los balanceos quedan bien contenidos.
La sensación de control y seguridad es elevada incluso cuando aumentamos un poco el ritmo en tramos de curvas.
En este sentido, ayuda el diferencial deportivo M con distribución variable del par entre las ruedas traseras, que optimiza la tracción y la estabilidad al cambiar de carril de forma dinámica y al acelerar en la salida de las curvas, a velocidades elevadas y con independencia del estado del asfalto, también sobre nieve, hielo o grava.
Conectado con el Control Dinámico de Estabilidad (DSC), permite un manejo más preciso en aceleraciones transversales fuertes y, la regulación continua y permanente del bloqueo del diferencial, nos ofrece una experiencia de conducción dinámica con un mejor control del vehículo. En cualquier caso, no es un modelo enfocado a sacarnos sonrisas en cada curva.
En conjunto, los cambios de apoyo y la dirección son enérgicos, pero es palpable el elevado grado de asistencia. Si bien no es tan informativa y precisa como la de algunos de los modelos más compactos de la marca, tanto el tacto y grosor del volante como la respuesta de la dirección te parecerán placenteros, especialmente en el modo Sport, que se vuelve más directa.
A la gran confianza en la conducción se une un excelente confort proporcionado por la suspensión neumática adaptativa en ambos ejes, que filtra de maravilla incluso sobre terrenos rotos. Parece que vayas flotando sobre el asfalto. Es automática, pero podemos regular su altura de forma manual en un intervalo de 80 mm con un botón o desde la Display Key.
Fuera del asfalto, el BMW X7 también es capaz de hacer sus pinitos. La tracción xDrive es la misma que podemos encontrar en otros modelos de la gama, un sistema de tracción total permanente diferencial central autoblocante, pero en este modelo y, como novedad, puede complementarse con el Paquete xOffroad -2.338€-.
Este paquete incluye diversas protecciones, pantallas específicas en la instrumentación y la pantalla de control y cuatro modos de conducción para circular sobre sobre arena, rocas, grava o nieve. Eso sí, es importante tener en cuenta los neumáticos que usamos y su perfil, pues no encontraremos ni reductora ni bloqueos de diferencial.
Sí que encontramos un asistente de descenso de pendientes y unas cotas aceptables gracias a la suspensión neumática, declarando un ángulo de entrada de 25º, de salida de 22.2º y ventral de 19.8º, con una profundidad de vadeo de 500 mm, una capacidad de pendiente del 60% y una altura libre de 221 mm.
En materia de asistencias a la conducción –paquete Driving Assistant Professional (3.200€)-, cuenta con detector de objetos en ángulo muerto, alerta y asistente de cambio de carril, lector de señales de tráfico, aviso pre-colisión, detector de fatiga, frenada automática en ciudad o un mejorado asistente en atascos. Además, estrena el nuevo Asistente de Parada de Emergencia.
Con este sistema el propio X7 toma los mandos cuando el conductor se ve incapacitado por una urgencia médica. El coche es capaz de parar en el mismo carril o incluso en el arcén dependiendo del entorno y lugar dónde se produzca el problema. El conductor solo tendrá que tirar del freno de mano (cuando circule entre 70 y 100 km/h) para que el sistema se active.
Este sistema se acompaña de una llamada a los servicios de emergencia para que asistan al conductor lo antes posible.
Llama también la atención el asistente de marcha atrás, capaz de reconocer los últimos 50 metros recorridos (hasta 36 km/h) para, en caso de tener algún problema, recorrerlos marcha atrás (hasta 9 km/h) sin necesidad de hacer absolutamente nada más que controlar el freno. Se encienden los indicadores luminosos del volante y funciona aunque apaguemos el motor.
Equipamiento y precio
En seguridad todos los BMW X7 incluyen en el mercado español ABS, EBD, TCS, ESP, múltiples airbags, alerta de cambio de carril con asistencia sobre el volante, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, asistente al arranque en cuestas, detector de peatones, detector de fatiga, faros Full LED, SmartBeam y antinieblas LED.
Otros elementos de serie en todos los BMW X7 son las llantas de aleación de 20 pulgadas, alarma, ventanillas laminadas, volante y asientos con ajuste eléctrico, techo panorámico de cristal, climatizador cuatrizona, tapizado en piel, alfombrillas, arranque por botón, acceso sin llave, detector de objetos en ángulo muerto, lector de señales de tráfico y portón automático.
El sistema multimedia incluye pantalla a color de 10.3 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto sin cables, bluetooth, puerto USB, acceso a internet, eCall, Wi-Fi, sistema de visión cenital, asistente al aparcamiento automático e instrumentación configurable de 12.3 pulgadas, entre otros.
Tenemos dos líneas de acabado disponibles, la Design Pure Excellence más lujosa -5.450€- y el paquete deportivo M -7.100€-, además de dos paquetes de equipamiento muy completos denominados Innovation -4.250€- y First Class -7.750€-. Como es habitual, también existe un amplio catálogo de opcionales disponible e incluso accesorios M Performance.
En España, los precios recomendados para el BMW X7 2019 sin descuentos ni promociones quedan de la siguiente manera:
Modelo | Potencia | Precio |
X7 xDrive40i | 340 CV / 250 kW | 99.950€ |
X7 M50i | 530 CV / 390 kW | 124.200€ |
X7 xDrive30d | 265 CV / 195 kW | 98.950€ |
X7 M50d | 400 CV / 294 kW | 124.000€ |
- Gran calidad de realización interior. Empleo de materiales muy acertados que incrementan la sensación de excelencia.
- Abundantes posibilidades de equipamiento.
- Nuevos modos de conducción fuera del asfalto con el paquete xOffroad.
- Confort y dinámica superiores a pesar de sus notables dimensiones.
- Fuerte apuesta por la tecnología, especialmente en materia de asistencias a la conducción.
- Prestaciones más que suficientes con unos consumos realmente buenos.
- Configuración de seis asientos interior con reglajes eléctricos en segunda fila.
- Espacio, acceso y comodidades para los pasajeros de la tercera fila de asientos.
- Sus dimensiones pasan factura en aparcamientos y otros espacios reducidos, incluso con las asistencias.
- Precio de partida bastante elevado y precio desorbitado de algunos opcionales.
- La pantalla de la instrumentación podría estar mejor integrada y cubrir todo el espacio en lugar de ser rectangular, como ocurre en Audi.
- La mayoría de tomas USB son USB-C (aunque hay que tener en cuenta que es el futuro).
- Con los asientos eléctricos de la segunda fila, el acceso a la tercera fila es muy lento.