La oferta de DFSK en el modelo español se ha enriquecido con dos modelos SUV, los DFSK E5 y DFSK 600. Tras hablaros del primero, hoy nos centraremos en este último. Destaca por su equipamiento completo y espacio para llevar hasta siete pasajeros en sus tres filas de asientos. La garantía es de siete años y su precio difícil de igualar.
Entre los rivales del modelo de mayor tamaño de la compañía china en España tenemos los KIA Sorento, Hyundai Santa Fe, Škoda Kodiaq, SEAT Tarraco, Renault Espace, Peugeot 5008, SsangYong Rexton y Nissan X-Trail. Por precio es la opción más barata con mucha diferencia. Eso sí, hay algunos puntos en los que no iguala a sus competidores.
Antes de hablar en detalle del DFSK 600, queremos hacer mención al salto evolutivo de los modelos de DFSK. Si bien están lejos de ser un producto premium, la gama actual frente a sus predecesores suponen un tremendo avance en calidad, diseño y dotación. Es preciso reconocer el esfuerzo que ha hecho la firma por ponerse al día en Europa.
Diseño exterior
Según la compañía, el DFSK 600 destaca por su diseño sofisticado y elegante. Son características destacadas del exterior la limpieza de las líneas y las proporciones compactas. Los elementos en negro sustituyen a los cromados y una enorme parrilla delantera preside el frontal. En su extremos superior, una delgada línea LED une los faros.
Estos cuentan con tecnología full LED de serie, aunque carecen de funciones adicionales como las cortas/largas automáticas. En el capó preside la denominación de la marca; mientras que en los extremos del paragolpes dos entradas de aire adicionales incluyen detalles en rojo. En el alargado y horizontal capó, varios nervios le dan mayor presencia.
Este finaliza en una generosa luna delantera que favorece la visibilidad. Asimismo, se complementa con una amplia área acristalada en los perfiles. Por su parte, la superficie de las puertas está libre de ornamentaciones, con unos pasos de rueda bien definidos. En ellos podemos encontrar de serie unas llantas multirradio grises de 18 pulgadas.
Calzan unos neumáticos Hankook Ventus S1 evo3 en dimensiones 225/55 R18 102Y XL. Si hablamos de medidas, alcanza los 4.72 metros de largo, 1.87 metros de ancho y 1.71 metros de alto. La distancia entre ejes es de 2.785 mm; con una altura libre al suelo de 200 mm. Los anchos de vía delantero y trasero miden 1.585 y 1.580 mm, respectivamente.
Para la carrocería se ofrecen tan solo cuatro colores exterior. Lucen tonos clásicos y hay acabados sólido y metalizado. En esta unidad vemos el Gris Espacial. Los nervios de la vista lateral hacen fluir el diseño hacia la zaga, dándole el marco en negro de los cristales un toque dinámico al conjunto. Los carriles longitudinales de techo también van en negro.
Ya en la zaga, es claramente palpable la horizontalidad de las líneas. Esto queda patente, en primer lugar, en el prominente alerón del techo. Integra la tercera luz de freno y tiene aletines negros en sus extremos. La luna posterior, de correctas dimensiones, ofrece buena visibilidad. Va integrada en un portón de apertura y cierre manuales.
Dicha horizontalidad también puede apreciarse en los pilotos traseros de ancho completo. A media altura vemos la denominación y la matrícula. En el extremo inferior, los catadióptricos, los sensores de aparcamiento y dos embellecedores cromados que simulan las colas de escape se ubican en el paragolpes plástico. El techo solar es de serie.
Diseño interior
En el habitáculo, DFSK ha querido apostar por la calidad y el espacio. Las superficies blandas son generosas y se complementan con molduras en imitación de madera para aportar valor y elegancia. Los plásticos rígidos, también presentes, se reservan a la botonería y las partes menos visibles. Por lo general, todos los elementos son agradables al tacto.
Tampoco desmerece el empaque, sin vibraciones ni crujidos al avanzar. Sin ser premium, la sensación de solidez que transmite es buena. Es cierto que tendremos que esperar algún tiempo para comprobar la durabilidad de los materiales, pero no es algo que podamos juzgar ahora. Lo que sí choca son algunas lagunas de equipamiento que encontramos.
Por ejemplo, el espejo retrovisor interior no ofrece ajuste electrocrómico automático; o el volante solo puede ajustarse en profundidad. Esto hace que, la postura de conducción, que es elevada, quizá no te resulte cómoda en función de tu altura. Además, el recorrido longitudinal del asiento es reducido. Los cinturones sí pueden regularse en altura.
Los asientos, por su parte, tienen un mullido agradable, ventilación, calefacción y ajuste eléctrico. Con respecto al diseño, DFSK apuesta por el minimalismo y hay buen confort interior. El salpicadero presenta dos pantallas. Comenzando por la instrumentación digital, esta tiene 7 pulgadas. Ofrece poca personalización y textos en inglés.
Claramente no destaca en calidad y modernidad, pero la información queda clara y bien ordenada. En esete modelo no puede complementarse con un Head-Up Display ni siquiera en opción. Para el sistema de infoentretenimiento vemos una pantalla de 12,3 pulgadas con control por voz. Su calidad, gráficos y fluidez son meramente aceptables.
Cambia el software con respecto al DFSK E5, que resulta más convincente tanto por usabilidad como por funcionalidades. Por ejemplo, en este 600 no podemos elegir la temperatura, solo hay niveles entre el 9 y el -9. Esto se debe a que el nivel de acabado disponible en nuestro país es el intermedio, quedando un escalón por debajo del DFSK E5.
El sistema es compatible con Android Auto y Apple CarPlay por cable. No ofrece actualizaciones OTA, aunque sí diversas apps. Nos gusta que, si bien muchas funciones se manejan desde la pantalla, se han dejado fuera los controles básicos del climatizador monozona. Los botones para manejarlo te recordarán a Mercedes-Benz.
Ya en la consola central, una tapa en el tedioso negro brillante alberga un hueco portaobjetos. En ella están la toma USB convencional (no hay USB-C) y la toma de 12V. A continuación vemos la palanca del cambio y una serie de botones: selector de modos de conducción, freno de mano eléctrico, ayuda al descenso de pendientes, Auto Hold…
Algo más retrasados quedan dos posavasos cubiertos y un reposabrazos fijo con guantera. Esta tiene un espacio muy amplio y es refrigerada. El espacio de almacenamiento interior es bueno, aunque no destaca entre los SUV familiares de siete plazas. Sobre el techo de las plazas delanteras hay un portagafas forrado e iluminación halógena.
Sí que destaca en el segmento por amplitud. La segunda fila ofrece buen espacio para que dos adultos de incluso 1,90 metros viajen con buen confort. Tanto el espacio para las piernas como la altura al techo son destacable, con una banqueta deslizable y con ajuste del respaldo. Lo que está en la media del segmento es la anchura entre puertas.
Esto hará que tres adultos no vayan especialmente cómodos a la hora de viajar. También encontramos un reposabrazos central con posavasos que queda a buena altura; salidas de ventilación, iluminación halógena, huecos portaobjetos, asideros y porta-revistas en los respaldos delanteros. El suelo es prácticamente plano en esta fila.
Los anclajes ISOFIX tienen un acceso complicado.
En la segunda fila, la terminación se ha cuidado como en la primera. Tenemos superficies blandas en las puertas y las moldura que imitan la madera. Con respecto a la tercera fila, su uso es adecuado para personas de hasta 1,75 metros. Es cierto que el acceso y el plegado de los asientos requieren de cierta maña, pero el espacio es bueno.
Con respecto al maletero, tenemos 465 litros con cinco plazas y 187 litros con siete. Son cifras en la media y podemos ampliarlos hasta 1.432 litros abatiendo la segunda fila -60:40-. La superficie de carga es plana. Las formas son regulares y el acabado correcto. Tenemos iluminación halógena, aunque escasos enganches. Hay un pequeño doble fondo.
En él caben algunas herramientas y la bandeja cubreequipajes. Lo que no es tan convincente es que, al colocar esta, si no reclinamos del todo la segunda fila, queda un hueco por el que se ve lo que llevamos en el maletero. La rueda de repuesto de emergencia la equipa de serie y el portón es manual. El borde de carga queda a 800 mm del suelo.
Motorización DFSK 600
La motorización del DFSK 600 es un motor gasolina 1.5 TGDI de cuatro cilindros con culata de 16 válvulas, inyección directa y turbocompresor. Su potencia máxima es de 184 CV (135 kW) a 5.500 rpm. Va acompañada de un par máximo de 300 Nm entre las 1.600 y las 4.000 vueltas. La caja de cambios es automática por convertidor de par con seis relaciones.
Esto le permite declarar un 0 a 100 km/h en 10,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 185 km/h. La recuperación de 80 a 120 km/h se completa en 6,5 segundos entre marchas. Son unas cifras racionales para moverse con soltura si no se quieren/necesitan grandes prestaciones. Como ahora veremos, es un coche que invita a ir tranquilo.
Con una aceleración lineal y progresiva, se desenvuelve acertadamente en la gran mayoría de las situaciones. En 6ª velocidad, a 120 km/h, el motor gira a 2.250 rpm. Si necesitas más potencia, el E5 nos parece una opción más acertada por prestaciones si se tiene posibilidad de instalar un enchufe. Sobre todo, cuando hay carga en la batería.
Tampoco los consumos de la variante de gasolina brillan. DFSK declara un homologado WLTP de 8,6 l/100 km. En una conducción real, durante la semana de pruebas hemos obtenido una media de 8,7 l/100 km. En autopista, a velocidad legal ronda los 7,5-8 l/100 km; mientras que en ciudad los consumos se disparan al entorno de los 10 l/100 km.
El depósito de gasolina tiene una capacidad de 58 litros. Esto brinda una autonomía adecuada. Para el día a día y largos viajes, estamos ante un modelo interesante por su relación valor/precio. Por último y con respecto al cambio, este es suave en funcionamiento. No brilla en rapidez, pero tampoco es necesaria dada su concepción.
Para la mayoría de los usuarios, su funcionamiento es más que acertado, con la comodidad de no tener que preocuparse por cambiar de marcha. No encontramos levas tras el volante, pero sí un modo secuencial en la palanca de cambios. Adicionalmente, tenemos tres modos de conducción. Se denominan Eco, Normal y Sport.
Por último y, a nivel funcionamiento, cabe destacar que es una mecánica algo más tosca que la de sus rivales europeos. Si bien no resulta molesta ni por sonido ni por vibraciones, es cierto que el ruido procedente del motor es apreciable de manera constante en el habitáculo. Creemos que DFSK podría trabajar un poco más su refinamiento.
Version | Luxury - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.499 cm³ |
Potencia | 184 CV (135 kW) @ 5.500 rpm |
Par | 300 Nm @ 1.600 - 4.000 rpm |
Peso | 1.835 Kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.720 / 1.865 / 1.710 mm |
Volumen Maletero | 187-465-1.432 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 6,5 segundos |
Velocidad máxima | 185 km/h |
Consumo homologado | 8,6 l/100 km |
Emisiones CO2 por km | 197 g/km |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 28.499 euros |
Comportamiento DFSK 600
A nivel de conducción, DFSK ha priorizado claramente la comodidad a la agilidad. El DFSK 600 se ha desarrollado sobre un chasis en aleación de aluminio resistente y ligera. Va acompañado por una suspensión delantera de doble triángulo superpuesto. En el eje trasero, nos encontramos con una suspensión independiente multibrazo trapezoidal.
Al volante, se trata de un coche fácil de conducir en su conjunto, aunque he de confesaros que me gustó más el DFSK E5 en diversos aspectos. Por ejemplo, el híbrido enchufable se siente algo más aplomado en carretera y con mayor empaque. En cualquier caso, ambos son acertadas opciones en el día a día y para viajar por vías rápidas a velocidad legal.
Veamos algunas particularidades. La suspensión del DFSK 600, pese a ser la misma que en el E5, tiene un tarado ligeramente más blando y un recorrido más corto, aunque filtra bien las irregularidades del asfalto. Solo en movimientos rápidos de las ruedas es un poco rebotón. Por otra parte, en tramos revirados no se siente especialmente ágil.
Si aumentamos el ritmo en curvas lentas, los balanceos son apreciables y la carrocería hace gala de movimiento amplios. No hay reacciones bruscas, pero los cambios de trayectoria y la dirección no brindan rapidez. Esta hace gala de un tacto artificial y su marcada asistencia evita que tengamos apenas feedback. Podemos ajustar la dureza en tres niveles.
En autopista la dirección se vuelve más firme.
Pese a todo, no creo que vaya a suponer un hándicap para aquellos que practican una conducción sosegada. Para estos usuarios, el coche cumple sin mayor problema. Permite circular con seguridad – aunque no siempre lo transmita- y brinda buena calidad de rodadura al avanzar. La insonorización, por su parte, está en la media del segmento.
En la ciudad y los espacios reducidos, el DFSK 600 no se siente incómodo. Su postura de conducción elevada ayuda. Solo cabe mencionar que la visibilidad hacia el tres cuartos trasero no es excelente. Tampoco es un problema con los sensores y cámaras traseros. Su diámetro de giro es normal, aunque la firma china no nos ha facilitado el dato exacto.
Lo que más me ha gustado frente al E5 es el tacto de los frenos. Resulta algo blando, pero más natural al carecer de frenada regenerativa. No requiere de cierto período de adaptación al tacto del pedal y se muestran eficaces para una conducción normal. Monta discos ventilados delante (300 mm) y discos macizos detrás (298 mm).
Fuera del asfalto, el DFSK 600 solo es recomendable para pistas de baja dificultad. Pese a su buena altura de la carrocería (200 mm), no ofrece unas cotas off road reseñables, neumáticos adecuados ni tracción total de serie o en opción. Tampoco tenemos un modo para superficies de baja adherencia, pero sí control de descenso de pendientes.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, no faltan el asistente autónomo de frenada, control de crucero, control de presión de neumáticos o ayuda de arranque en cuesta, pero carece de los ADAS más avanzados. Lo cierto es que en este sentido no viene tan completo como el E5 ni como muchos rivales, ni siquiera en opción.
Equipamiento y precio
El DFSK 600 se ofrece desde 25.499 euros con el IVA y los descuentos incluidos (28.498 € PVP)-. El acabado Luxury, donde el único extra es la pintura metalizada, equipa de serie volante multifunción en piel, climatizador, pantalla táctil de 12,3 pulgadas con Android Auto y Apple CarPlay, conectividad bluetooth y USB, cierre centralizado…
Son también de serie otros elementos como techo solar, cámara de visión trasera, sensores traseros de ayuda al aparcamiento, tapicería de cuero artificial, asientos delanteros con calefacción, ventilación y ajustes eléctricos, sistema de grabación de imágenes en caso de accidente, instrumentación digital de 7 pulgadas y siete plazas, entre otros.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
6.9
Bien+
El DFSK 600 se ofrece en el mercado español con un motor de gasolina y un precio imbatible para competir con la amplia oferta de SUV de siete plazas disponible. Destaca por su buen espacio interior, una calidad intermedia, un equipamiento de confort completo y una conducción agradable si no eres exigente. En definitiva, una alternativa a tener en cuenta si estás buscando una compra asequible y equilibrada.
Lo bueno
- El precio lo convierte en una de las alternativas SUV de 7 plazas más baratas del mercado.
- Gran espacio en la segunda y tercera fila de asientos.
- Calidad interior trabajada, con buen empaque.
- Potencia razonable y equilibrada.
Lo mejorable
- Falta equipamiento tecnológico que sí tienen sus rivales y un sistema multimedia a la altura. No hay ni tomas USB-C.
- Se queda corto en ADAS frente a sus rivales.
- Tacto blando de las suspensiones y la dirección. No se siente especialmente firme al aumentar el ritmo.
- Mecánica algo tosca y de consumos elevados.