Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.3
Notable+
El nuevo Focus se presenta en el mercado con una nueva filosofía de diseño y una aerodinámica líder en su segmento. Como viene siendo ya tradición en Ford, ofrece un interior más espacioso combinado con materiales y acabados de buena calidad. Su precio se sitúa en un escalón intermedio, ofrece mecánicas de hasta 280 CV y diversas variantes de carrocería con un amplio equipamiento.
El segmento C es un segmento muy representativo en Europa, así que parece lógico que Ford haya puesto toda la carne en el asador en su último modelo. El nuevo Ford Focus ha sido desarrollado desde cero y lo cierto es que su evolución es notable, ofreciéndonos diversas opciones de carrocería y una picante versión ST desarrollada por Ford Performance.
Desarrollado sobre la plataforma C2 de Ford, el resultado un modelo más atractivo, equipado, tecnológico, seguro y con una puesta a punto sublime. El exterior es relativamente discreto y en su interior la comodidad, el refinamiento y la deportividad han sido las principales prioridades, ofreciéndonos uno de los productos más completos del mercado.
Si en su día me sorprendió el Ford Fiesta ST y lo consideré una de las referencias del mercado, el Focus ST no iba a ser menos, y es que últimamente los chicos de Ford Performance están que se salen. Se ofrece con carrocería hatchback y familiar, así como con mecánicas diésel y gasolina y cambio manual o automático, como ya ocurría con su predecesor.
Más adelante veremos un Focus RS, pero hasta entonces esta variante ST va a dar mucha guerra. Está en la media de precio del segmento, enfrentándose a rivales como el Renault Mégane R.S., el Hyundai i30 N, el Peugeot 308 GTi, el SEAT León CUPRA, el Volkswagen Golf GTI o el Honda Civic Type R. La tracción es siempre delantera.
Diseño exterior
Probablemente ya te hayas dado cuenta de que el nuevo Ford Focus ST se diferencia bastante poco a nivel estético del Ford Focus ST-Line de 182 CV que probé hace algún tiempo. Es algo más deportivo y cuenta con algunos elementos específicos que lo hacen realmente atractivo, pero siempre con cierta discreción, evitando las macarradas de algunos rivales.
El paquete deportivo exterior del Ford Focus ST incluye los paragolpes delantero y trasero de diseño exclusivo, las salidas de escape cromadas enmarcadas en un nuevo difusor, el alerón posterior y las llantas de aleación específicas de 19 pulgadas. También se incluye la suspensión deportiva con menor altura libre al suelo.
En conjunto, un exterior muy escultural y atlético que luce un perfil más bajo y elegante, con cortos voladizos delanteros y traseros, esquinas truncadas y características aerodinámicas armoniosamente integradas. Además, la posición del habitáculo hacia atrás proporciona una postura fuerte y dinámica con una impresión compacta.
En el frontal, llama especialmente la atención la gran parrilla, una seña de identidad de la última generación de modelos Ford en la que se pueden leer las siglas ‘ST’. A ambos lados de la parrilla nos encontramos con unos alargados faros delanteros que montan tecnología Full LED e incluso ser adaptativos -550€ en Paquete Diseño Premium-.
En este sentido, el Sistema de Iluminación Frontal Adaptativa ajusta el ángulo y la intensidad de los faros para adaptarse al entorno de conducción, añadiendo luces largas que no deslumbran, lo que evita la posibilidad de deslumbrar accidentalmente a otros conductores y ayuda a los usuarios a ver mejor la carretera por la noche.
La parte inferior logra que el diseño parezca más asentado sobre la carretera. Una entrada de aire en posición horizontal resalta la anchura del modelo. A ambos lados de la misma, el Focus ST cuenta con unos embellecedores que integran los faros antiniebla LED con función cornering de serie. No faltan los sensores de aparcamiento delanteros.
Visto de perfil, el aumento de la distancia entre ejes en 53 milímetros hace posible incrementar el diámetro del neumático, lo que permite elevar los pasos de rueda y reducir la percepción de la longitud y la masa visual. Tampoco falta en el caso de este ST una altura rebajada en 10 mm, con muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras exclusivos.
En dimensiones, hablamos de una longitud de 4.39 metros, una anchura de 1.82 metros y una altura de 1.46 metros, todo ello acompañado de una batalla de 2.700 milímetros. Las vías delantera y trasera alcanzan los 1.567 mm y 1.556 mm, respectivamente. El coeficiente aerodinámico Cx es de 0,27 en este modelo.
Como he mencionado, cuenta con unos generosos pasos de rueda en los que alberga llantas de 19 pulgadas, calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S para mejorar el agarre y el comportamiento dinámico. Ofrecen unas dimensiones 235/35 ZR19 91Y y, tras las llantas, se esconden unas pinzas de freno rematadas en color rojo.
La superficie de las puertas queda limpia de ornamentaciones, pero podemos equipar el protector de puertas -150€- que se despliega al abrir las mismas. Igualmente, el área acristalada es generosa, favoreciendo la visibilidad, al tiempo que los atrevidos elementos de los estribos inferiores del ST dirigen el aire a las entradas del difusor de aire.
El Paquete Parking -150€- integra el aparcamiento asistido y el protector de puertas.
En la parte trasera, las luces con tecnología LED confieren al Focus una mayor visibilidad y lo hacen más reconocible sobre la carretera. Los nuevos pilotos traseros son más anchos y otorgan un aspecto más asentado y robusto al compacto. Adicionalmente, el hecho de que los pilotos cuenten con dos colores permite cierto contraste en las pinturas claras.
La parte superior de la luneta trasera se encuentra protegida por un spoiler con la tercera luz de freno integrada y dos aletines laterales en negro brillante. A media altura encontramos el logo de la marca en posición central y la denominación del modelo, bajo la que se esconde la cámara de marcha atrás, que en este acabado es de serie.
Hay que señalar que el difusor trasero del Focus ST tiene un estilo más agresivo, igual que el mencionado spoiler deportivo y las aberturas frontales son de mayor tamaño para mejorar el rendimiento y revelar los componentes del motor que hay detrás -en el segundo caso-. En el difusor se integran dos salidas de escape y no faltan los sensores de aparcamiento posteriores.
Diseño interior
Al igual que en el exterior, el interior del nuevo Focus ST presenta nuevos elementos específicos de diseño y materiales que le confieren un carácter distintivo y deportivo, como las molduras con efecto de fibra de carbono en las puertas y el salpicadero, los asientos deportivos firmados por Recaro o las siglas ST repartidas por el habitáculo.
Es evidente que se ha llevado a cabo un importante salto de calidad, con un diseño más limpio y minimalista. Si había algo que no nos gustaba de su predecesor era la gran cantidad de botones que se concentraban en la consola central. Ahora vemos un extra de cuidado, junto con un volante forrado en cuero de 3 radios que garantiza un buen tacto para el conductor.
Si bien seguimos encontrando plásticos duros en algunos elementos, especialmente en las partes más bajas, la percepción visual es mejor y su acabado está más cuidado que antes. Además, gracias a la presencia de las mencionadas molduras que en este caso imitan la fibra de carbono, se ha conseguido reforzar aún más la calidad del habitáculo.
Como se puede ver, ahora todos los elementos del salpicadero imprimen un diseño más limpio y ordenado, empezando por dejar solo los botones más necesarios (los del climatizador y el sistema multimedia esencialmente). Los asientos son cómodos a pesar de su diseño y ofrecen un excelente agarre tanto en el respaldo como en la banqueta.
Estos asientos de piel parcial ofrecen ajustes eléctricos para el conductor, con ajuste lumbar e incluso calefacción gracias al Paquete Winter -175€-. Este añade parabrisas térmico, asientos delanteros con calefacción y volante calefactado. Curiosamente, los huecos portaobjetos están revestidos de goma o moqueta, salvo la guantera, un detalle de gran valor.
Por su parte, el volante equipa el Paquete Tecnológico -400€-, que añade una serie de botones para tener a mano funciones como el control de crucero y el selector de distancia a mantener con el vehículo que nos precede. Incluye asistente de evasión de obstáculos, control de crucero adaptativo, control de luces de carretera y reconocimiento de señales de tráfico.
En cuando al sistema multimedia, equipa de serie una pantalla de 8 pulgadas con SYNC 3 y navegador (el sistema de sonido B&O Play es opcional -300€-). Su funcionamiento, percepción táctil y gráficos son muy satisfactorios y ofrece gran visibilidad, pero continuamente saltan mensajes molestos que desvían la atención.
Son también de serie la consola central con reposabrazos deslizable y guantera, los diversos espacios portaobjetos, el pomo de la palanca de cambios forrado en cuero y el freno de estacionamiento eléctrico (con transmisión automática de ocho velocidades y para los modelos de series altas con transmisión manual.) El cargador inalámbrico de teléfono es opcional -150€-.
La sensación de amplitud y espacio ha mejorado notablemente, gracias en parte a la generosa superficie acristalada. Las dimensiones en el interior han crecido, especialmente en lo que se refiere a anchura para los hombros en todas las plazas (+60 mm en las traseras), y se sitúa en una buena posición respecto a sus oponentes directos.
En las plazas traseras nos sorprende el buen espacio disponible para las piernas (+50 mm), algo más limitado para la cabeza si llevamos a pasajeros de más de 1.90 metros. Esta homologado para cinco ocupantes, aunque como suele ser habitual en este segmento, únicamente cuatro pasajeros viajarán con gran comodidad. En las plazas exteriores encontramos anclajes ISOFIX.
Me ha gustado la presencia de un acceso directo al maletero para poder llevar objetos más grandes. Forma parte del Paquete Familiar, -260€-, que incluye adicionalmente el cierre eléctrico de seguridad para niños y el asiento del pasajero ajustable en altura. Por supuesto, no falta un apoyabrazos central para ofrecer un plus de comodidad en la segunda fila.
El interior del nuevo Focus ST merece una nota alta y los asientos Recaro aportan el toque definitivo al conjunto.
En este acabado, el equipamiento de serie ya incluye el climatizador automático bizona, el sensor de lluvia y luces, el retrovisor autocrómico interior y los retrovisores exteriores térmicos pleglables eléctricamente, que en el resto de la gama son opcionales. El acceso y arranque sin llave se mantiene como opción -350€-.
Las plazas posteriores no cuentan con salidas de ventilación centrales ni puntos de conexión USB, solo con una toma de 12V.
El maletero también ha crecido, aunque no demasiado. Ahora disponemos de un total de 375 litros de capacidad, ampliables al plegar los asientos traseros -60:40- hasta 1.354 litros. En él encontraremos unas formas muy regulares, iluminación, unos ganchos de plástico para colocar los triángulos de señalización y cuatro argollas metálicas.
Bajo el piso vemos el subwoofer, una pieza compartimentada de poliestireno expandido y una rueda de repuesto mini opcional -100€-. Adicionalmente, la firma del óvalo azul nos ofrece una alfombrilla para el maletero -50€- y gancho de remolque -700€-.
Motorización
El Ford Focus ST se ofrece con dos mecánicas. De una parte, el bloque 2.3 Ecoboost gasolina con 280 CV de potencia y un par máximo de 440 Nm; y de otra, el motor 2.0 EcoBlue diésel de 190 CV y 400 Nm de par. Ambos vienen con la caja de cambios manual de seis velocidades, pero en el gasolina podemos optar por una caja de cambios automática de siete velocidades.
Para la prueba me he decantado por el bloque de gasolina con transmisión manual, un motor fabricado en aluminio que, con 2.261 cm³ de cilindrada, dos árboles de levas en la culata, inyección mixta directa, turbo e intercooler, es capaz de entregar una potencia de 280 CV (206 kW) a 5.500 rpm y 420 Nm de par motor entre las 3.000 y las 4.000 rpm.
Es una evolución del motor que equipan el actual Focus RS y el Ford Mustang Ecoboost. Si bien esperaba un motor algo más explosivo, me ha sorprendido gratamente por lo bajo de vueltas que es capaz de girar sin vibraciones ni traqueteos. Incluso por debajo de 1.500 rpm gana fuerza, aunque es cierto que su verdadero empuje no llega hasta casi alcanzar las 3.000 rpm.
Su entrega de potencia resulta lineal, pero muy contundente. Aunque no llegue a pegarte al asiento, tiene fuerza más que de sobra para mover los 1.508 kilos del modelo, incluso si circulamos cargados. Además, sube bastante rápido de vueltas hasta el corte de inyección -a 6.700 rpm-, obligándonos a jugar con el agradable cambio manual.
Destaca en esta mecánica que el turbocompresor tiene una válvula de descarga controlada electrónicamente y un sistema para reducir el retraso de la respuesta del turbo. Lo que hace el sistema durante apenas un segundo es mantener la válvula del acelerador parcialmente abierta para mantener la rueda compresora girando y ofrecernos una respuesta inmediata.
Otro punto que destacar es el agradable sonido que acompaña cada aceleración, encontrándonos incluso con petardeos al subir de marcha en los modos Sport y Track. Eso sí, el sonido no es mecánico (no tiene válvula de mariposa como el Fiesta ST), sino electrónico, aunque es cierto que está bien conseguido y no parece artificial.
Esencialmente, lo que hace el sistema Electronic Sound Enhacement es amplificar en mayor o menor medida las diferentes frecuencias del sonido del escape en función del modo que llevemos seleccionado. Siempre resulta perceptible en el habitáculo, aunque es cierto que no resulta para nada molesto. Y hablando de modos de conducción, podemos encontrar hasta cuatro.
De serie contamos con los modos Slippery -Resbaladizo-, Normal y Sport, pero con el paquete Performance -1.200€- sumamos un cuarto modo Track -Circuito- que nos aporta un plus de diversión, como os contaré en el apartado de comportamiento. El botón para cambiar entre modos está en el volante, con un botón específico para el modo Sport.
Estos modos modifican la sensibilidad del pedal del acelerador, el funcionamiento de la suspensión CCD, la asistencia de la dirección y el funcionamiento de las ayudas electrónicas, retrasando o reduciendo su entrada en acción. En este sentido, es digna de destacar la diferenciación que ha logrado Ford Performance entre los diversos ajustes para cada modo.
Por otra parte, el Focus ST combina eficazmente buenas dosis de potencia con gran confort y unos consumos razonables. Para que os hagáis una idea, durante la semana de pruebas, el ordenador de a bordo se movía en torno a los 7.3 litros en autopista y 9.0 litros en ciudad, con una media final de 8.4 litros a los 100 km.
Ford, por su parte, declara 8.2 litros a los 100 km en ciclo combinado y el depósito de combustible tiene una capacidad de 52 litros, la misma que el resto de las versiones del Focus. Circulando a 120 km/h, el motor gira a 2.700 rpm en sexta velocidad, por lo que al pisar el acelerador muestra una respuesta rápida y eficaz sin tener que reducir marchas.
Pone la guinda del pastel al conjunto el cambio manual de seis velocidades, convenientemente afinado para ofrecernos un tacto deportivo y preciso. Si bien es cierto que no alcanza el nivel de perfección del cambio del Honda Civic Type R, no se le pueden sacar pegas, con un escalonamiento, un guiado y unos recorridos realmente acertados.
Adicionalmente, con el paquete Performance contamos con el ajuste de revoluciones desactivable «RevMatching» (solo en el motor de gasolina), que ajusta las revoluciones del motor y del eje de salida de la caja de cambios al reducir marchas, suavizando con ello notablemente la maniobra e imitando el ‘punta-tacón’. Tampoco faltan el Launch Control y el «Flat Shift».
Esta función, algo menos conocida, evita que el motor se revolucione en exceso cuando se pisa el embrague para subir de marcha y no se ha soltado del todo el acelerador. La caja manual de seis relaciones es en realidad la misma que la del Focus RS 2016, con la cual comparte piñonería y desarrollos. Eso sí, está convenientemente adaptada a la tracción delantera del Focus ST.
Ficha técnica
Version | 2.3 EcoBoost - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 2.261 cm³ |
Potencia | 280 CV (206 kW) @ 5.500 rpm |
Par | 420 Nm @ 3.000 - 4.000 rpm |
Peso | 1.508 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.388 / 1.825 / 1.458 mm |
Volumen Maletero | 375 (1.354) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 5,7 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 3,9 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | 8,2 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 179 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 35.150 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
El Ford Focus ST tiene todas las papeletas para convertirse en uno de los compactos picantes de referencia. Cuenta con toda una variedad de mejoras de rendimiento en las suspensiones, los frenos y el tren motriz, al tiempo que se beneficia de un diferencial electrónico de deslizamiento limitado (eLSD) Borg Warner que mejora la tracción y la estabilidad.
El compacto permanece fiel a los 20 años de legado del modelo, con unas dinámicas de conducción bien posicionadas en el sector, mejoradas aún más con la primera tecnología de amortiguación con control continuo (CCD) para los sistemas de suspensión delantero y trasero; nuevos modos de conducción y un subchasis trasero aislado que permite una mejor conducción.
Desde que nos sentamos al volante podemos percibir que la diversión va a estar asegurada, especialmente si equipamos el paquete opcional Performance -1.200€-, la combinación ideal para aprovechar todo su potencial. Este incluye el CCD mejorado, indicadores Performance para el cambio de marcha, modo Track, Launch Control e iluminación ambiental.
Además, el modelo añade de serie la mencionada tecnología anti-lag, que permite una entrega de potencia inmediata en los modos Sport y Track. Con ello, la respuesta a las órdenes del acelerador es inmediata y el Focus ST se siente tan rápido como ágil, mordiendo cada curva con gran precisión, empujando con contundencia y traccionando de manera eficaz a la salida de cada curva.
Lo cierto es que sorprende lo plano que vira incluso en curvas cerradas, con una suspensión firme y unos cambios de trayectoria rápidos que se niegan a castigar nuestros errores incluso cuando lo forzamos, dándonos gran sensación de control. He de decir que me ha sorprendido gratamente el compromiso que ha logrado Ford Performance entre suspensión y dirección.
Es cómodo, pero a la vez tremendamente obediente, con una dirección precisa, rápida e informativa. En tramos de curvas, es fácil saber por dónde van las ruedas en cada momento, y los neumáticos Michelin ofrecen un agarre excepcional. El motor que proporciona la asistencia de la dirección eléctrica es más potente que en otras versiones y equipa un sistema llamado Steering Torque Disturbance Reduction.
Por otra parte, la desmultiplicación de la dirección es 11,6 a 1 y el diámetro de giro entre bordillos es 11,3 metros. Además, cuando te pasas de la raya, las ayudas actúan eficazmente, pero sin resultar excesivamente intrusivas como en algunos rivales. Esto hace posible que la conducción sea tan gratificante como segura para cualquier tipo de conductor.
Si hay algo que me gustó en su momento del Hyundai i30N fue el equilibrio logrado por la compañía entre dinamismo y confort. Hyundai logró crear un hatchback picante sobresaliente para el día a día, y ahora Ford ha replicado la fórmula, con una amortiguación que filtra muy bien las irregularidades del asfalto -salvo en modo Track- para tratarse de este tipo de vehículo.
En este sentido también destacan modelos como el Golf GTI, pero es cierto que el Focus ST se siente más vivo, más divertido en términos generales. Más parecido al Focus ST es el Golf GTI TCR que también probé hace unos meses. En ambos modelos el trabajo del diferencial autoblocante es eficaz y palpable en los modos más deportivos, gestionando muy bien la fuerza del motor.
Cabe destacar que en el modo Sport alcanza valores de bloqueo superiores que en modo Normal y, en modo Track (si equipamos el paquete Performance), todavía mayores, permitiéndonos redondear la curva sin necesidad de ser pilotos profesionales al reducir de forma notoria la tendencia al subviraje e incrementar la tracción del eje delantero.
Sin duda, un gran trabajo por parte de los ingenieros de la firma del óvalo azul. Por último y, respecto a los frenos, estos se muestran obedientes y eficaces en todo momento, incluso cuando les exigimos más de la cuenta. Además, el pedal cuenta con la tecnología Electronic Brake Booster para ofrecer siempre el mismo tacto del pedal al conductor.
En el eje delantero encontramos unas pinzas fijas de dos pistones con discos de 330 milímetros de diámetro; mientras que en el eje trasero vemos pinzas de un pistón y discos de 302 milímetros de diámetro. Están firmadas por Brembo y, como ya os habréis dado cuenta, van pintadas en color rojo para darle un toque más deportivo al conjunto.
La suspensión es más baja (-10 mm) y más rígida (20% delante y 13% detrás) que la utilizada en el modelo estándar.
En materia de asistencias a la conducción encontramos aviso de ángulo muerto, programador de velocidad activo con función de parada y arranque y centrado en el carril, aparcamiento automático, frenado automático tras una colisión, aviso de tráfico cruzado marcha atrás, sistema de frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas, sistema de alumbrado activo…
Equipamiento y precio
La dotación estándar de los Ford Focus ST comprende el paquete deportivo exterior con suspensión rebajada, los pilotos traseros LED, tapizado mixto tela/piel, asientos deportivos, arranque por botón, acceso sin llave, climatizador automático de dos zonas, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, encendido automático de luces y sensor de lluvia.
También de serie cuentan con control y limitador de velocidad, alfombrillas exclusivas, volante ST, costuras a contraste, sistema de navegación con pantalla táctil de 8 pulgadas, bluetooth, puerto USB, control por voz, Apple CarPlay, Android Auto, cristales tintados, llantas de 19 pulgadas, asiento posterior abatible y apoyabrazos central delantero deslizable, entre otros.
El precio recomendado del Focus ST para España sin descuentos ni promociones se ha fijado en los 35.150 euros, aunque con los descuentos es posible hacerse con uno por menos de 32.000€, una cifra muy competitiva en comparación con sus rivales. El Ford Focus ST Sport Break llegará algo más adelante con un precio unos 1.000 euros más caro que el hatckback.
- Deportivo, pero sin excesos macarras. Madurez estética, tecnológica y de calidad muy acertada.
- Gran funcionamiento e información del Head-Up Display.
- Se mantienen los botones esenciales en lugar de aglutinarlos en una pantalla.
- Aumento de espacio notable en el habitáculo, especialmente en anchura para los hombros en todas las plazas.
- Hueco que comunica el habitáculo con el maletero.
- Gran mecánica heredada del Focus RS 2016, con una respuesta casi inmediata al acelerador, una subida de vueltas rápida y un empuje contundente desde muy abajo.
- El funcionamiento de la palanca de cambios manual se asemeja a la de los referentes del mercado, pero no llega a la perfección del Civic Type R.
- Comportamiento dinámico sobresaliente, con gran agilidad, precisión, estabilidad, confort y un límite de agarre elevado. Apenas notas la intervención de las ayudas.
- Es un conjunto realmente logrado y deportivo que te hace disfrutar y vivir la conducción. No me equivoco si digo que es una de las referencias de su segmento en equilibrio junto al Hyundai i30N.
- Presencia de algunos plásticos rígidos y ajustes que podrían mejorarse, pero no quedan a la vista y el conjunto transmite empaque.
- Plazas traseras sin salidas de ventilación ni toma USB.
- Mensajes molestos en la pantalla que nos obligan a aceptarlos para que desaparezcan. Desvían la atención del conductor.
- Los prominentes apoyos laterales de los asientos pueden hacer que una persona algo corpulenta no acabe de sentirse cómoda en el modelo.
- Calidad de rodadura por debajo de algunos rivales, el ruido de rodadura podría haberse trabajado más.
- No es el Focus más cómodo para el día a día por la dureza de las suspensiones y la menor desmultiplicación de la dirección.
- Sonido del escape electrónico. No parece artificial, pero una válvula de mariposa sería más gratificante.