Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
Estéticamente el Ford Mondeo podrá parecerte continuista, pero lo cierto es que en sus entrañas ofrece la última tecnología de la marca y un montón de sistemas y asistentes a la conducción y de seguridad. Entre sus virtudes están una gran relación calidad/precio/equipamiento, la variante Vignale más ‘premium’, una amplia oferta mecánica y hasta tres tipos de carrocería disponibles.
Parece que la cosa no pinta bien para el Ford Mondeo. Tras haber «ejecutado» el mítico nombre Puma y haber convertido el modelo en un SUV compacto, Ford Europa está preparando la reinvención de su gama familiar, y esto afecta de lleno al Mondeo. Por suerte, todavía le queda guerra por dar a la actual generación, que sale de la planta de Almussafes (Valencia).
Fue en 2015 cuando la conocimos, por lo que, cuatro años después de su lanzamiento al mercado, Ford acaba de actualizar el modelo en 2019. Tras el facelift, encontramos novedades en la gama de motores, en el equipamiento y en el diseño exterior e interior, aunque estas últimas son bastante sutiles y cuesta apreciarlas a simple vista.
El Ford Mondeo sigue estando disponible con tres tipos de carrocería, que son el cuatro puertas, el cinco puertas y el Sportbreak o familiar, de forma que puede plantar cara a rivales disponibles con al menos dos carrocerías como son los Volkswagen Passat, Opel Insignia, Renault Talisman, Mazda6, Kia Optima, Peugeot 508 o Škoda Superb, entre otros.
Para la prueba he optado por un coche realmente atractivo por dos motivos. Por una parte, cuenta con el codiciado distintivo medioambiental ECO de la DGT; y por otra, se trata del acabado Vignale, destinado a compradores que quieren algo más y están dispuestos a gastarse algo más de dinero, pero no quieren asumir los gastos de un vehículo de alta gama ni ostentar.
Ahora la pregunta es: ¿Cumple con las expectativas?
Diseño exterior
Las novedades estéticas en la gama Mondeo son sutiles, pero acertadas. Los mayores cambios están en el frontal, estrenando paragolpes, parrilla y grupos ópticos con tecnología LED. En la zaga se estrenan pilotos, paragolpes, difusor inferior y una moldura cromada en el portón. Todo esto se completa con nuevas llantas de aleación y una paleta de colores más actual.
En el mencionado frontal, llama especialmente la atención la gran parrilla con diseño de malla (en el acabado Vignale), una seña de identidad de la última generación de modelos Ford. A ambos lados de la parrilla nos encontramos con unos estilizados faros delanteros que, en este acabado tope de gama, montan la completa iluminación Ford Dynamic LED.
Estos faros combinan la luz diurna con el sistema de Iluminación Frontal Adaptativa de Ford, que ajusta el ángulo del haz de luz y su intensidad al entorno de conducción. El sistema puede elegir entre una de las siete configuraciones según la velocidad del vehículo, las condiciones de luz ambiental, el ángulo de giro, la distancia con el vehículo de enfrente y la activación del limpiaparabrisas.
Tengo que hacer hincapié en que la iluminación en la noche me ha sorprendido gratamente, pero en cierto modo también me ha parecido más azulada de lo normal. Una función que me ha encantado han sido los intermitentes dinámicos en la parte delantera -Paquete Seguridad (450€)-, ya que le otorgan un “puntillo” de refinamiento tecnológico muy interesante.
La parte inferior del frontal logra que el diseño parezca más asentado sobre la carretera. Una entrada de aire en posición horizontal resalta la anchura del modelo. A ambos lados de esta, el Mondeo cuenta con unos embellecedores que integran los faros antiniebla LED con función cornering de serie. No faltan los sensores de aparcamiento perimetrales.
La vista lateral del Mondeo Sportbreak cuenta con unas líneas limpias y muy fluidas. Hay que destacar los abultados pasos de rueda en los que esta unidad de pruebas equipaba unas impresionantes llantas de aleación Vignale de 18 pulgadas calzadas con unos neumáticos Michelin Primacy 3 en dimensiones 235/45 R18 98Y. Opcionalmente se ofrecen llantas de 19”.
En dimensiones, hablamos de una longitud de 4.87 metros, una anchura de 1.85 metros y una altura de 1.50 metros, todo ello acompañado de una batalla de 2.850 milímetros. En la aleta delantera se puede leer la denominación Vignale y la superficie de las puertas queda prácticamente limpia, salvo por el detalle cromado de este acabado Vignale y la insignia hybrid.
Todos los detalles cromados pueden eliminarse sin sobrecoste. Por otra parte y, como buen modelo familiar, el área acristalada es generosa, favoreciendo la visibilidad. Además, las lunas traseras pueden tintarse -120€-. Los espejos retrovisores integran los intermitentes, cuentan con plegado automático y equipan el detector de ángulo muerto (BLIS) -Paquete Seguridad-.
En la zaga, las luces con tecnología LED confieren al Mondeo una mayor visibilidad y lo hacen más reconocible. Los nuevos pilotos traseros quedan unidos por una tira cromada que incrementa la sensación de horizontalidad. Una segunda línea cromada en la que podemos leer ‘Vignale’ recorre todo el ancho, dando continuidad al nervio cromado de los laterales.
La parte superior de la luneta trasera se encuentra protegida por un spoiler con la tercera luz de freno integrada. A media altura encontramos el logo de la marca en posición central y la denominación del modelo, bajo la que se esconde la cámara de marcha atrás. El difusor trasero luce un aspecto elegante al integrar dos salidas de escape con borde cromado
Diseño interior
El interior del Ford Mondeo 2019 también cuenta con algunas mejoras sustanciales, sumando nuevos materiales y ajustes más cuidados que cobran gran protagonismo en este acabado de corte premium. La mayor calidad percibida es notable respecto a otros modelos de la gama Ford, con abundantes superficies acolchadas como el salpicadero o las puertas.
Sin embargo, he encontrado algunos detalles de plástico en las puertas e imperfecciones en el ensamblaje de las piezas de la consola central que le restan puntos a un gran conjunto como este en términos de calidad, alejándolo de rivalizar contra modelos más trabajados, como los alemanes. Otro detalle es la ausencia de tapizado en la base de la guantera de las puertas.
No me malinterpretéis, a pesar de pecar en algunos detalles menores, el nuevo Ford Mondeo es un cochazo y eso se nota desde el primer vistazo. Además, tras el lavado de cara se han revisado incluso las manetas de las puertas, los tapizados y la consola central. Por otra parte, destaca la excelente insonorización, con doble acristalamiento en este acabado.
La guantera es generosa y está tapizada, iluminada y refrigerada.
El habitáculo es muy espacioso y resulta acogedor, aunque no es tan tecnológico como el de los últimos lanzamientos de la marca. Esto es especialmente apreciable en la gran cantidad de botones que aglutina en el salpicadero. Como es habitual, a mayor equipamiento, mayores botones, y este acabado Vignale se lleva la palma en ese sentido.
Otro elemento sobrecargado de botones es el volante -de ajuste eléctrico (350€) y calefactable (Paquete Invierno 350€)-., cuya botonería cuenta con unas dimensiones generosas. Tras este vemos una instrumentación llamativa en diseño y completa en información. Cuenta con un velocímetro analógico y dos pantallas personalizables de 4,2 pulgadas en esta versión híbrida.
El sistema SYNC 3 es el mismo que conocemos de otros modelos, con conectividad con Apple CarPlay y Android Auto.
En la parte más elevada del salpicadero encontramos una pantalla táctil de ocho pulgadas para el sistema de navegación e infoentretenimiento SONY (. De ella podemos decir que cuenta con unos gráficos y una capacitación táctil buenos en conjunto, pero su ubicación, enmarcada dentro del salpicadero, hace un poco complicado manejar algunas funciones en marcha.
Bajo la pantalla encontramos los mandos del mencionado sistema multimedia y los ajustes de la climatización.
Requiere separar la espalda del respaldo para llegar a los botones del extremo derecho de la pantalla, algo que también ocurre con el hueco porta-objetos ubicado en la parte inferior del salpicadero. Es generoso, tiene un bonito diseño flotante y cuenta con tomas USB y 12V, pero su acceso es algo complicado cuando estamos circulando porque queda en una posición baja.
A ambos lados de la palanca del cambio encontramos algunos botones como el del modo ECO, el apagado/encendido del Start/Stop o el freno de mano eléctrico. Más atrás, dos posavasos nos adelantan la llegada del final de la consola central, la cual culmina con un reposabrazos central que alberga una generosa guantera. En la consola está presente el tedioso Piano Black.
Si hay algo en lo que no se le puede poner pegas es en comodidad. Viajar en el Mondeo Sportbreak es realmente placentero, con mucho espacio y unos asientos cómodos, refrigerados, con masajes, calefactables y de notable agarre tanto en la banqueta como en el respaldo. En este acabado podemos optar entre dos tapicerías de cuero: negro o beige.
En términos de habitabilidad, los pasajeros de la segunda fila no sólo cuentan con un mejor acceso al habitáculo, sino también con mejores cotas para las rodillas y para la cabeza respecto a la berlina (la anchura es idéntica). La anchura y la altura son generosas, mientras que en la plaza central el túnel de transmisión no resulta excesivamente molesto ni el mullido poco confortable.
El pasajero de la plaza central trasera podría quejarse únicamente de un mullido algo más duro -pero tampoco realmente molesto- en el respaldo a causa del resposabrazos central y de la presencia de las salidas de ventilación si no separa las piernas, pero en cualquier caso hablamos de una de las mejores alternativas del segmento para viajar tres personas atrás.
Las dos plazas traseras de los laterales pueden equiparse con calefacción – Paquete Invierno- y con un cinturón con airbag -200€-. Este cuenta con una banda de tórax mullida y una hebilla diferente, ya que por ella entra el gas para hinchar la bolsa de aire. El gas a presión se encuentra en una pequeña botella oculta en el enganche del cinturón.
También se ofrecen cortinillas manuales en las ventanas -75€-. Respecto al espacio de carga, el maletero del Ford Mondeo Sportbreak convencional cuenta con una capacidad de 525 litros, una medida algo justa en el segmento, y en esta variante híbrida se reduce todavía más hasta los 403 litros, ampliables a 1.508 litros al abatir los asientos -60:40- (el suelo no queda plano).
Sí que ofrece un gran tapizado, mejor que el de la berlina, así como unas formas regulares y varios anclajes, pero al llevar el paquete de baterías debajo, varios huecos para meter herramientas y la batería de 12V, queda abultado y muy alejado del suelo, algo poco práctico a la hora de cargar objetos pesados. La altura del borde de carga queda a 540 mm.
Destacable es la generosa boca de carga, como buen familiar que es, contando en este caso con apertura eléctrica del portón -Paquete Seguridad-. Eso sí, este sorprende por la energía con la que se abre los primeros grados, pudiendo golpearnos si no estamos al quite.
Motorización
La oferta de motores ha sido adaptada por completo a las nuevas normativas Euro 6d-TEMP. En gasolina se puede adquirir con el 1.5 Ecoboost de 165 CV en combinación con la caja de cambios manual de seis velocidades o bien la automática Powershift. La versión híbrida mantiene sus 187 CV y sistema de autorecarga, en combinación con un cambio automático.
En diésel la familia es más completa y los usuarios podrán optar por el renovado bloque 2.0 EcoBlue en variantes con 120, 150 y 190 CV de potencia. Las dos versiones más potentes pueden tener cambio automático de ocho velocidades y el EcoBlue 190 CV además tiene en opción la tracción total a las cuatro ruedas.
Para la prueba me he decantado por la variante híbrida en combinación con la carrocería familiar, que es una novedad en la gama. Este tren motriz ahora recibe algunos cambios menores en el bloque de combustión para ofrecernos una respuesta más suave y progresiva. La batería de iones de litio, que tiene una capacidad de 1.4 kWh, se mantiene en el maletero.
Respecto al motor de gasolina, hablamos de un bloque de aluminio con ciclo Atkinson que, con 1.999 cm3, dos arboles de levas en la culata e inyección directa, es capaz de desarrollar 140 CV (103 kW) de potencia a 6.000 rpm y 173 Nm de par a 4.000 vueltas. Cuenta con Start/Stop de serie y está asociado a dos máquinas eléctricas que funcionan como motor o como generador.
Uno de los motores eléctricos tiene oficialmente 120 CV (88 kW) y 240 Nm de par, aunque la potencia de la batería limita esta cifra a 89 CV, dando como resultado una potencia combinada de 187 CV (137 kW) a 6.000 rpm y 300 Nm de par. Gira solidario con las ruedas y puede impulsar el vehículo o actuar como generador para recargar la batería con la frenada regenerativa.
El otro motor está acoplado al bloque de gasolina y actúa como motor de arranque y como generador cuando se alcanza un mínimo de nivel de carga en la batería. Los tres motores y las ruedas delanteras quedan conectados a través de un engranaje planetario, dejando entre medias el diferencial y un tren de engranajes reductor que hace las veces de transmisión.
El resultado del conjunto es un familiar equilibrado en prestaciones y consumos. Como bien señala Ford, nos ofrece una aceleración suave, lineal y progresiva, pero si aprovechamos toda la capacidad de carga del modelo, más de uno podría llegar a sentirse un poco frustrado en pendientes empinadas o a la hora de llevar a cabo maniobras rápidas, como adelantamientos.
Para que os hagáis una idea, en cifras es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,4 segundos, con una recuperación de 80 a 120 km/h en 7,1 segundos y una velocidad máxima de 187 km/h. No dudo que será suficiente para muchos usuarios, pero las cifras de potencia sobre el papel podrían llevar a confusión a algunas personas. Oficialmente, es más rápido que las dos opciones diésel.
El único “inconveniente” en este sentido es que, al contar con un engranaje epicicloidal, al pisar a fondo el motor parece revolucionarse hasta límites insospechados, lo cual podría resultar algo molesto. Por su parte, la entrada en funcionamiento del motor de gasolina resulta suave, pero algo más notable que, por ejemplo, en los modelos de la gama Toyota.
Esto es perceptible a baja velocidad, ya que a velocidades de carretera apenas notarás el cambio. Sin duda alguna, si hay algo por lo que destaca el Mondeo es por su buen aislamiento, como ya he comentado anteriormente. No menos gratificantes son los consumos, especialmente en la ciudad, donde el motor eléctrico trabaja con mayor frecuencia.
Durante la semana de pruebas, he logrado moverme en los trayectos urbanos en torno a los 5.6 litros, aunque es cierto que en carretera sube prácticamente un litro hasta situarse en los 6.7 litros. Tras unos 450 kilómetros de prueba, la media se detuvo en unos razonables 6,3 litros a los 100 km. Ford, por su parte, homologa 5,7 l/100 km.
El depósito de gasolina es más pequeño en la versión híbrida: 49 litros en lugar de 60.
Por último y respecto a la transmisión, se conduce igual que un coche automático con una salvedad: la posición (L), que aumenta la retención del motor de gasolina en bajadas pronunciadas. En el lateral de la palanca de cambios hay un botón que, técnicamente, hace lo mismo, pero lo cierto es que su funcionamiento no es apreciable.
Según señala Ford, se pueden recorrer hasta 1,6 kilómetros en modo totalmente eléctrico, siempre y cuando no superemos una velocidad máxima de 137 km/h, aunque es realmente complicado de lograr porque la presión a ejercer sobre el acelerador es mínima. Además, no podemos forzar el modo EV, solo activar un modo ECO.
Ficha técnica
Version | 2.0 Hybrid - 4 cilindros en línea + 2 máquinas eléctricas |
---|---|
Cilindrada | 1.999 cm³ |
Potencia | En conjunto 187 CV (137 kW) @ 6.000 rpm |
Par | En conjunto 300 Nm |
Peso | 1.716 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.867 / 1.852 / 1.501 mm |
Volumen Maletero | 403 (1.508) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,4 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,1 segundos |
Velocidad máxima | 187 km/h |
Consumo homologado | 5,7 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 113 g/km de CO₂ (Euro 6d-TEMP) |
Precio de partida | 43.525 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
El Ford Mondeo Sportbreak es, sin duda alguna, un coche concebido para largos viajes por carretera. Buena prueba de ello son la sensación de solidez que transmite, su aplomo cuando rodamos a velocidad de crucero y su gran insonorización interior. Pero ojo, porque no menos llamativa es su capacidad para rodar por carreteras algo más reviradas.
Lo cierto es que los ingenieros de la marca del óvalo azul han logrado un gran compromiso entre confort y agilidad. Gran parte de la culpa la tiene el conjunto de suspensiones -McPherson delantera y paralelogramo deformable detrás- que, si bien no ofrece tanta comodidad como las suspensiones adaptativas, filtra muy bien las irregularidades del asfalto.
Incluso cuando el firme no se encuentra en perfecto estado, el Mondeo Sportbreak rueda con suavidad, siendo únicamente en resaltos urbanos cuando puede sentirse algo más seco si no reducimos lo suficiente la velocidad. Además, realiza enérgicamente los cambios de apoyo, cambiando con precisión de trayectoria cuando la situación así lo requiere.
Según indica Ford, este excelente equilibrio se ha logrado gracias a unas suspensiones que dan cierto juego a las ruedas en sentido longitudinal, pero no transversal, de forma que se favorece el confort y la calidad de rodadura sin perjudicar la respuesta en curvas del conjunto. La única pega es que la dirección no muestra todo el feedback que nos gustaría en algunas situaciones.
Aquellos que vayan a practicar una conducción tranquila y sosegada descubrirán que la dirección de asistencia eléctrica del Mondeo cumple de forma realmente eficaz con su cometido. Es rápida y ofrece un tacto muy agradable, pero es cierto que modelos como el Peugeot 508 o el Mazda6 nos permiten integrarnos más en la conducción al trazar curvas cerradas.
Con todo y con eso, sorprende por lo ágilmente que es capaz de rodar dados su peso y dimensiones. Se muestra aplomado y contundente incluso en curvas lentas, con una zaga que acompaña el giro y gran sensación de control y seguridad incluso si frenamos con fuerza en plena curva. En este sentido, podríamos decir que está entre lo mejor del segmento.
Tampoco son especialmente notables sus dimensiones al rodar por ciudad, hábitat natural de los híbridos. De serie y opcionalmente se ofertan numerosos asistentes que nos hacen la tarea más fácil a la hora de maniobrar, lo que podría ser su mayor hándicap, pero lo cierto es que en ningún caso se muestra un vehículo complicado de manejar incluso en espacios más reducidos.
Sí que me ha parecido algo incómodo el sistema de frenos en cuanto a que la frenada regenerativa requiere que nos acostumbremos a dosificar el pedal para no quedarnos cortos y tener que dar un pisotón en el último momento. En cualquier caso, los frenos son eficaces cuando se los necesita. Equipa discos ventilados delante y discos macizos detrás.
Por último y, en materia de asistencias a la conducción, ahora cuenta con un regulador de velocidad activo con función Stop&Go, un limitador de velocidad con lector de señales y ajuste automático, detector de ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril, sistema de detección de peatones con frenada de emergencia, alerta de tráfico cruzado posterior…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para el Ford Mondeo en España se denominan Trend, Titanium, ST-Line y Vignale. Desde el más sencillo ya cuentan con climatizador automático, control de crucero, ordenador de viaje, apoyabrazos central delantero, llantas de aleación, faros antiniebla, volante en piel, sistema de sonido integrado, bluetooth, USB, sensor de lluvia, SmartBeam…
El acabado Titanium añade a lo anterior el sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas, Ford SYNC3 con asistente de emergencia, panel de instrumentos más completo, tapizado en tela de las puertas delanteras y traseras, retrovisores eléctricos y térmicos intermitentes, pliegue eléctrico y automático; molduras cromadas e iluminación automática.
El más deportivo ST-Line suma a lo anterior las alfombrillas con costuras rojas, el techo negro, pedales de aluminio, asientos delanteros con calefacción, retrovisores con memoria y electrocrómico para el conductor, barras de techo negras (Sportbreak), spoiler trasero (Sportbreak), molduras MIC en las puertas y kit específico exterior.
Los más exigentes podrán optar por el Vignale, que equipa sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asientos delanteros con calefacción, equipo de sonido Sony de 9 altavoces, tapicería de cuero, cámara trasera, instrumentación con dos pantallas TFT de 4.2 pulgadas personalizables, los retrovisores más completos y faros LED dinámicos adaptativos.
Los precios recomendados para la gama del Ford Mondeo en España sin descuentos ni promociones quedan de la siguiente manera:
Modelo / Acabado | Trend | Titanium | ST-Line | Vignale |
MONDEO 4 PUERTAS | ||||
2.0 HEV 187 CV AT | – | 37.100€ | – | 42.525€ |
MONDEO 5 PUERTAS | ||||
1.5 Ecoboost 165 CV | 30.125€ | 33.200€ | – | – |
1.5 Ecoboost 165 CV AT | – | 35.200€ | – | – |
2.0 TDCI 120 CV | 29.925€ | – | – | – |
2.0 TDCI 150 CV | 31.725€ | 33.825€ | – | – |
2.0 TDCI 150 CV AT | 33.825€ | 36.950€ | – | – |
2.0 TDCI 190 CV AT | – | – | 39.900€ | 45.175€ |
2.0 TDCI 190 CV AT 4WD | – | – | 42.900€ | 48.175€ |
MONDEO SPORTBREAK | ||||
2.0 HEV 187 CV AT | – | – | 38.100€ | 43.525€ |
2.0 TDCI 150 CV | 32.725€ | – | – | – |
2.0 TDCI 150 CV AT | – | 37.950€ | – | – |
2.0 TDCI 190 CV AT | – | – | 40.900€ | 46.175€ |
2.0 TDCI 190 CV AT 4WD | – | – | 43.900€ | 49.175€ |
- Equipamiento de serie muy atractivo y precio de los opcionales al alcance de todos los bolsillos.
- Excelente insonorización interior y calidad de rodadura elevada.
- Gran aplomo en carretera y agilidad en carreteras de curvas. Logra muy buen compromiso entre confort y dinamismo.
- Buenos consumos, especialmente en ciudad.
- Buen espacio para hasta tres ocupantes en las plazas posteriores.
- Se beneficia del distintivo medioambiental ECO de la DGT con todas las ventajas que ello supone hoy en día.
- Oferta mecánica amplia y para todos los gustos.
- Precio algo elevado de los acabados Vignale.
- Algunos ensamblajes, detalles y materiales no se corresponden con un acabado Vignale que trata de ser premium.
- Al requerirse cierta potencia, el motor de gasolina se revoluciona y se mantiene en un régimen estacionario que no guarda relación con la velocidad a la que circulamos.
- Pérdida notable de capacidad de maletero (que ya es algo justa de por sí) en esta versión.
- La pantalla del salpicadero y el hueco portaobjetos inferior quedan algo alejados del alcance de la mano del conductor.
- Se queda algo limitado en diseño y tecnología respecto a los rivales más novedosos.