Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.6
Notable
El Ford Ranger actualmente a la venta (2016) no es completamente nuevo, sino una profunda actualización del modelo ya conocido. Estéticamente adopta la imagen más ruda y robusta que en su día estrenó el Everest, con un interior en el que se ha mejorado la calidad, la solidez, el equipamiento y la habitabilidad. Puede resultar algo más caro que algunos de sus rivales, pero bien podríamos considerarlo como uno de los referentes del mercado, sin nada que envidiar a competidores como el Amarok o el Clase X.
El segmento de las pick up es un segmento en auge, pues la tendencia en este tipo de vehículos está migrando hacia el concepto SUV, con líneas de diseño cada vez más dinámicas y discretas bajo las que se esconden auténticos todoterrenos. Ahora el público demanda la practicidad de un pick up con las comodidades de un todoterreno, especialmente en el sector de las flotas, y los fabricantes siempre le dan al mercado lo que pide.
Basta con echar un vistazo a todos los modelos que hay actualmente en nuestro mercado: Mitsubishi L200, Toyota Hilux, Nissan Navara, Fiat Fullback, Renault Alaskan, Mercedes-Benz Clase X, Volkswagen Amarok… Y es que con los cambios en la legislación que les permiten por fin circular a 120 km/h en suelo español, los pick up se han quitado de un plumazo una de las principales barreras con las que contaban hasta ahora.
El Ford Ranger es ya todo un veterano. No sólo es el pick up líder de ventas en nuestro país, sino también en el mercado europeo. Es por ello que los chicos del óvalo azul han querido introducirlo de nuevo en los Estados Unidos de cara al próximo año e incluso deleitarnos con una versión Raptor de 213 caballos que, sin duda alguna, cautivará tantos corazones como su espectacular y afamado hermano mayor, el Ford F-150 Raptor.
Finalmente lo veremos en Europa, aunque lo cierto es que en nuestro mercado tampoco nos podemos quejar de ediciones especiales. Dentro de muy poco veremos en el Viejo Continente el Ford Ranger Wildtrak X, una edición limitada que llega apenas un año después de conocer el Ford Ranger Black Edition, un modelo basado en el acabado Limited del modelo y únicamente con doble cabina que recientemente he podido poner a prueba.
¿Vemos qué ofrece el Ranger respecto a sus principales alternativas?
Diseño exterior
Estéticamente, es innegable que el Ford Ranger luce en su carrocería el ADN americano de la marca. En el caso de esta edición especial, encontramos algunos elementos específicos, como diversos detalles en negro que sustituyen a la mayoría de molduras cromadas del acabado Limited. Protectores en negro brillante, una parrilla rematada en esta tonalidad, nuevas llantas oscurecidas o el color Absolute Black son algunas de las novedades exteriores.
En la vista frontal, el abultado capó da paso a una gran parrilla con la denominación del modelo grabada, escoltada en sus extremos foros dos generosos faros. Estos recurren a la iluminación halógena, algo pobre por alcance e intensidad en condiciones de baja visibilidad, aunque ofrecen encendido automático y sensor de largas/cortas. En el musculoso paragolpes encontramos la matrícula, los sensores de aparcamiento delanteros -100€- y las luces antiniebla.
La vista lateral es robusta y llamativa, con una generosa zona acristalada (tiene cristales traseros tintados) y una superficie de las puertas limpia. No faltan las estriberas laterales, las barras de techo longitudinales o las protecciones en negro mate en la caja, al tiempo que una inscripción sobre la aleta delantera nos indica la mecánica que se esconde en el vano motor. Los espejos retrovisores integran los intermitentes.
Hay disponibles 10 colores exteriores para la carrocería entre los que podemos encontrar tonos variados y diversos acabados: sólido y metalizado -450€-. El naranja Wildtrack es exclusivo de dicho acabado.
Los musculosos pasos de rueda albergan unas llantas de 17 pulgadas rematadas en negro en esta edición, calzadas con neumáticos Goodyear Wrangler HP en medidas 265/65 R17 112H. Respecto a las cotas, hablamos de 5,36 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,81 metros de alto, con una batalla de 3.222 mm. El ancho de vías alcanza los 1.560 mm en ambos ejes y el coeficiente aerodinámico Cx es de 0,38.
La zaga es uno de los elementos con mayor personalidad propia gracias a los verticales y alargados faros de efecto tridimensional que se ubican a ambos lados del portón. En este aparecen la denominación del modelo, el logo, el tirador y la cámara posterior -450€-, quedando rematado en su extremo inferior por un paragolpes del color de la carrocería con sensores de aparcamiento traseros y un escalón para poder acceder a la caja, ubicada a 835 mm del suelo.
Sobre el techo, podemos encontrar los mencionados rieles acabados en negro mate y una antena de tipo convencional, mientras que bajo la bañera podemos ver una rueda de repuesto de acero con kit de herramientas. Aquellos que no necesiten tanto espacio interior y den prioridad al espacio de carga, también pueden optar en el mercado español por la cabina simple (5.277 mm) o la opción Super Cab (5.362 mm).
Diseño interior
La mayor evolución del Ford Ranger ha tenido lugar en su interior, donde podemos encontrar un habitáculo muy similar al del resto de SUV de la gama. El salto cualitativo es, por tanto, importante, dejando atrás las rudimentarias pick up de antaño. Por ejemplo, el salpicadero ahora incluye una pantalla táctil de ocho pulgadas desde la que se controlan el sistema de audio y navegación o la cámara posterior.
Esta ofrece el sistema SYNC 3 de la compañía -compatible con Apple CarPlay, Android Auto y AppLink– y unos gráficos aceptables, aunque su percepción táctil y su fluidez es cierto que podrían haberse mejorado sensiblemente. La instrumentación también ha sido objeto de revisión e incluye una pantalla LCD con un ordenador de viaje más completo y personalizable. Volante y guarnecidos mejoran su aspecto y la calidad general sube unos cuantos enteros.
A pesar de ello, es inevitable encontrarnos con plásticos duros en la gran mayoría del habitáculo, como ocurre en sus rivales. En todo caso, en Ford han cuidado su presentación y el conjunto se muestra sólido y atractivo, dejándose únicamente para las partes bajas del interior los plásticos más sensibles a rozaduras y los ajustes peor trabajados. Igualmente, los botones de la consola central gozan de un tacto muy agradable, superior a otros modelos como el L200 o el Hilux.
La mayor pega del interior del Ranger es el volante, que solo puede regularse en altura y no en profundidad, lo que podría resultar incómodo para personas de gran estatura.
Los asientos, por su parte, son cómodos para viajar durante horas, con ajustes eléctricos en el caso del conductor y calefacción en las plazas delanteras. Quizás lo que más echemos en falta sean los huecos portaobjetos, bastante limitados, así como un reposabrazos central delantero deslizable (queda algo retrasado). Bajo este hay un generoso espacio con posibilidad de refrigeración a través del climatizador.
En términos de habitabilidad, podemos hablar de un generoso espacio en las plazas delanteras y, si pasamos a la segunda fila de asientos, el acceso es muy cómodo gracias a un grado de apertura de las puertas generoso, diversos asideros y la presencia de las estriberas laterales, pero este queda bastante alto. Además, los respaldos y la banqueta de los asientos traseros pueden abatirse/plegarse, dejando dos pequeños compartimentos debajo muy prácticos.
En cuanto a la habitabilidad en las plazas traseras, lo cierto es que esta sorprende. Cuentan con una altura al techo y un espacio para las rodillas reseñable, pero dada la anchura del modelo no permiten que tres adultos puedan viajar con gran comodidad -el espacio para las piernas es justo por la presencia del reposabrazos central delantero-, mientras que la altura y la anchura de la plaza central son mucho menores que en el resto.
Respecto a la capacidad de carga, alcanza los 1.139 mm de anchura entre pasos de rueda (1.560 mm en total), 1.549 mm de profundidad (2.317 mm cabina simple y 1.847 mm Super Cab) y 511 mm de altura. La compuerta aguanta hasta 220 kilos de peso y, como es habitual, Ford ofrece diversas opciones para cubrir la bañera que podemos encontrar en el catálogo de accesorios de la marca. La capacidad de remolque es de 3.500 kg.
Motorización
La oferta de motores arranca con el nuevo bloque 2.2 TDCI con 160 CV de potencia que se puede pedir con cambio manual o automático, siempre con seis velocidades. La tracción es total a las cuatro ruedas e incluyen el sistema Stop&Start. Según declara Ford, el consumo medio es de 6,5 l/100 km, con unas emisiones de 171 g/km de CO2.
En un escalón superior está el también renovado 3.2 TDCI con 200 CV de potencia que sólo se vende con tracción total y en combinación con las citadas transmisiones, es decir, manual o automático con seis velocidades. El sistema Stop&Start también es de serie, lo que permite reducir ligeramente el consumo en ciudad. En otros países europeos se ofrece una variante 2.2 TDCI con 130 CV.
Con la llegada del Ford Ranger Raptor en 2019 veremos un motor diésel de cuatro cilindros y 2.0 litros biturbo completamente nuevo que será capaz de entregar un total de 213 CV (157 kW) de potencia y 500 Nm de par máximo. Estará asociado a la nueva transmisión de 10 velocidades desarrollada por Ford y GM, que debería ser realmente eficaz y rápida sobre todo tipo de terrenos.
Pero no adelantemos acontecimientos, hablemos del bloque 2.2 TDCI que hemos elegido para esta prueba, una mecánica fabricada en hierro y aluminio que cuenta con 2.198 cm³ de desplazamiento, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler para ofrecer una potencia de 160 CV (118 kW) a 3.700 rpm y un par máximo de 385 Nm entre las 1.500 y las 2.500 vueltas.
No es un bloque especialmente refinado, pero llama especialmente la atención de esta motorización su buen empuje a bajas vueltas. Aunque la mayor parte de la fuerza la entrega a partir de las 1.800-1.900 rpm, es capaz de recuperar por debajo de las 1.500 rpm sin excesivas vibraciones, ofreciendo mucho brío sin necesidad de revolucionar en exceso la mecánica y, en especial, en las marchas más cortas.
En cifras, la marca estadounidense declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,8 segundos, una velocidad máxima de 175 km/h y un 80 a 120 km/h en 10,3 segundos. Prácticamente igual que un Clase X de 190 CV…
A pesar de no hablar de un motor muy enérgico, su aceleración es progresiva y, en carretera, cuando circulamos a 120 km/h, el motor gira a 2.100 rpm, siendo capaz de mantener la velocidad sin esfuerzo, salvo que nos encontremos en una pendiente empinada con el vehículo cargado, donde en algunos casos será necesario reducir una marcha para incrementar la velocidad.
No es un bloque prestacional, pero sí adecuado para la gran mayoría de usuarios, aunando buenas cifras con consumos razonables. La marca homologa 7.3 litros en ciudad, 6.0 litros en carretera y 6.5 litros a los 100 km en ciclo mixto, aunque en una conducción real nos moveremos en los 9.0 litros, 7.7 litros y 8.1 litros a los 100 km, respectivamente. El depósito de combustible tiene una capacidad de 80 litros y el de AdBlue, 20 litros.
Menos convincente me ha resultado el cambio manual de seis relaciones que, a pesar de ofrecer un tacto agradable de pedal y palanca, con unas relaciones y un guiado acertados para este tipo de vehículo, presenta un escalonamiento demasiado abierto que nos obliga a elevar las revoluciones, al tiempo que se muestra sensiblemente tosco en su funcionamiento. No es difícil oír perfectamente el “golpe” del cambio durante la conducción.
Ficha técnica
Version | 2.2 TDCi - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 2.198 cm³ |
Potencia | 160 CV (118 kW) @ 3.700 rpm |
Par | 385 Nm @ 1.500 - 2.500 rpm |
Peso | 2.177 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 5.362 / 1.860 / 1.815 mm |
Volumen Maletero | 1.560 x 1.549 x 511 mm |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 10,3 segundos |
Velocidad máxima | 175 km/h |
Consumo homologado | 7,3 / 6,0 / 6,5 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 171 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 37.891 euros (este motor y acabado sin descuentos como turismo) |
Comportamiento
Como buen pick up que se precie, el Ford Ranger luce un puesto de conducción elevado, aunque es cierto que en este caso la postura de conducción se asemeja mucho a la de un turismo, pues el volante no está excesivamente inclinado y los pedales están cercanos entre sí, con un tacto y recorrido similar al de otros modelos de la marca.
Como buen pick up que es, los principales problemas a la hora de conducirlo podrían darse en el campo o en la ciudad, dadas las generosas cotas del modelo, el alargado capó y la visibilidad hacia la parte trasera del vehículo. En cualquier caso, todo es hacerse a las medidas, ya que su conducción no es nada complicada y tanto la luna posterior como los espejos retrovisores son muy generosos.
Opcionalmente, contamos con sensores de aparcamiento delanteros y traseros, así como cámara de marcha atrás, lo que nos ayuda de forma notable a la hora de maniobrar. El radio de giro es de 12,4 metros entre bordillos, con 3.5 vueltas de volante entre topes. Contribuye también de manera notable a la manejabilidad del modelo la dirección de asistencia eléctrica, la cual sustituye a la anterior bomba hidráulica.
A pesar de su diseño estructural de chasis de travesaños y largueros y de tener una altura considerable, la sensación de aplomo es elevada incluso cuando circulamos ligeros.
Adicionalmente, la dirección se endurece en función de la velocidad como ocurre en el Amarok, algo que siempre te aporta un plus de confianza en autopista, resultando a su vez suficientemente rápida como para que el Ranger cambie de trayectoria con cierta agilidad. El modelo siempre muestra reacciones nobles y seguras incluso en frenadas fuertes, con balanceos de la carrocería poco acusados. Es una pena el elevado ruido aerodinámico que repercute en la calidad de rodadura.
Aunque no es una dirección excesivamente rápida ni destaca por su precisión, sí que se sitúa un escalón por encima de la de rivales como el Toyota Hilux o el Mitsubishi L200, e incluso de algunos todoterrenos como el Jeep Wrangler o el Mercedes-Benz Clase G, mejorando el paso por curva de esta ‘mole’. En este sentido, mejoraría el hecho de que ofrezca suspensión de ballestas en el eje trasero.
A nivel comodidad, un Mitsubishi L200 es algo mejor, pero el Ranger no tiene nada que envidiar a los Navara, Alaskan y Clase X a pesar de que estos cuentan con suspensión multibrazo con muelles helicoidales para el eje trasero.
En cualquier caso, el Ranger no se siente incómodo por suspensión salvo en terrenos muy rotos o resaltos cortos de esos que tanto le gustan a la DGT, donde se muestra rebotón en la parte trasera, sobre todo al circular sin carga en la caja. No resulta seco ni brusco, pero el desplazamiento vertical del eje trasero es notorio. Eso sí, los rebotes no son repetitivos.
Fuera del asfalto, el Ford Ranger se desenvuelve con soltura, pero no destaca especialmente frente a sus competidores. Siempre es importante equiparlo con unos neumáticos adecuados si vamos a darle un uso off road, pero piensa que no es posible incluir diferencial central ni delantero bloqueables. Además, el diferencial trasero bloqueable, la protección de motor y caja de cambios y la protección del depósito de combustible son opcionales –Paquete Off road (400€)-.
También es preciso señalar que la tracción total no dispone de diferencial central, por lo que su uso es limitado, al igual que el del bloqueo del diferencial trasero. Eso sí, cuenta con un generoso recorrido de suspensiones, asistente de control de descenso y reductora (activable por debajo de 5 km/h y hasta 60 km/h). Permite desactivar parcialmente el control de tracción, pero no el control de estabilidad.
Capacidades off-road |
|
Profundidad de vadeo | hasta 800 mm |
Altura respecto al suelo | 229 mm sin carga |
Ángulo de entrada/salida | hasta 28°/28° sin carga |
Inclinación máxima | hasta 35° |
Ángulo ventral | 25° sin carga |
Ascenso máximo de pendientes | hasta 100% |
Equipamiento y precio
En España la oferta del Ford Ranger está formada por cuatro niveles de terminación: XL, XLT, XLT Limited y Wildtrack. El primero ya incluye de serie el ABS, EBD, TCS, ESP, airbags frontales, laterales y de cortina más uno para las rodillas del conductor, aire acondicionado, elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, sistema de sonido, apoyabrazos central delantero, ordenador de viaje, volante multifunción y retrovisores térmicos.
El XLT añade a lo anterior el escalón lateral, sistema de sonido con pantalla a color, bluetooth, puerto USB, control de velocidad, tapizado textil en suelo, llantas de aleación ligera de 16 pulgadas, sensor de lluvia, encendido automático de luces, faros antiniebla, parabrisas atérmico, espejo interior fotosensible, retrovisores abatibles con mando eléctrico, cristales tintados y volante forrado en piel.
Los XLT Limited tienen también climatizador automático bizona, asientos delanteros calefactables, asiento del conductor eléctrico, tapizado en piel, sensores de parking traseros, llantas de aleación de 17 pulgadas, apliques decorativos específicos y alfombrillas Limited.
Junto a los acabados estándar, no debemos olvidar las dos ediciones especiales disponibles antes mencionadas, los Ford Ranger Black Edition y Ford Ranger Wildtrak X.
En cuanto al Wildtrack, además de lo todo lo mencionado incluye una decoración exterior más agresiva, barras de techo cromadas, sistema de navegación con pantalla de ocho pulgadas, cámara de visión posterior, llantas de aleación de 18 pulgadas y alfombrillas específicas.
Los precios para toda la gama del Ford Ranger en España sin descuentos ni promociones son los siguientes (matriculado como turismo):
Motor | Cabina Simple | Cabina Extendida | Doble Cabina |
2.2 TDCI 160 CV 4×4 S&S | 30.219€ XL | 30.760€ XL | 32.381€ XL
34.014€ XLT 37.891€ XLT Limited |
2.2 TDCI 160 CV 4×4 AT S&S | – | – | 41.006€ XLT Limited |
3.0 TDCI 200 CV 4×4 S&S | – | – | 42.689€ Wildtrack |
3.0 TDCI 200 CV 4×4 AT S&S | – | – | 44.372€ Wildtrack |
- Tres opciones de carrocería para adaptarse a las necesidades de cada cliente.
- Salto evolutivo interior, es cómodo, así como agradable al tacto y a la vista, aunque algunos ajustes son mejorables.
- Uno de los referentes del mercado, sin nada que envidiar a modelos como el Amarok o el Clase X, salvo los motores más potentes.
- Futura versión Raptor que llegará a Europa en 2019.
- Motor con gran equilibrio en prestaciones y consumos. Ofrece uno de los mejores consumos con unas cifras muy similares a las de un Clase X de 190 CV.
- Gran confort de marcha, al nivel de otros modelos como el Navara que ofrecen suspensión multibrazo en el eje trasero. Postura de conducción y dirección cómodas.
- Algunos detalles de equipamiento podrían haberse cuidado más en este acabado y el superior, como los faros halógenos (no hay disponibles LED ni Xenón, ni siquiera en opción).
- Faltan huecos portaobjetos, pero los dos compartimentos ubicados tras la banqueta trasera resultan muy prácticos para no dejar cosas a la vista.
- Motor ruidoso y tosco, al igual que el cambio.
- Ruido aerodinámico elevado, lo que repercute en la calidad de rodadura.
- Frenos de tambor en el eje trasero.