Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
El Honda CR-V llega a nuestro mercado con una nueva plataforma, un nuevo diseño, un generoso equipamiento y un precio en un escalón intermedio-bajo respecto a sus principales rivales. Por primera vez en España, está disponible en versiones de siete plazas y con mecánicas híbridas, lo que le convierte en una gran alternativa para las ciudades con restricciones medioambientales.
El Honda CR-V bien podríamos considerarlo el conejillo de indias de la compañía nipona, ya que en su nueva generación no solo está disponible por primera vez con hasta siete plazas (salvo Hybrid), sino que además se trata de la primera aplicación de tecnologías de electrificación en un modelo SUV que la marca nipona destina al mercado europeo.
Tal y como puedes ver, el diseño ha sido actualizado en profundidad, aunque conserva las líneas del todocamino más vendido de la marca. También hay que destacar que la oferta queda limitada a motores de gasolina y un híbrido, ya que por ahora no está previsto que haya un motor diésel.
En todo caso, eso no parece representar un problema para Honda, ya que, de las 60.000 unidades anuales que pretenden vender del CR-V en Europa, más de la mitad deberían ser con motorización híbrida una vez se hayan estabilizado las entregas. Esto convierte al Toyota RAV4 en principal rival del Honda CR-V Hybrid.
En los acabados más completos también podría convertirse en una alternativa a los Lexus NX300h más accesibles. Aparte de estos, planta cara al Peugeot 5008, el Mitsubishi Outlander, el Hyundai Santa Fe, el Mazda CX-5, el Škoda Kodiaq, el Nissan X-Trail y el Citroën C5 Aircross, por nombrar algunos de ellos.
Ahora bien, ¿en qué posición se sitúa frente a sus rivales?
Diseño exterior
El nuevo Honda CR-V cuenta con un exterior más ancho, más alto y más largo que el de su predecesor, mientras que su nuevo diseño, más similar al del Honda HR-V, desprende un aire renovado, con mayor presencia a lo largo de los pasos de rueda, característica que le confiere un aspecto más musculoso.
En el frontal los elementos cromados cobran gran protagonismo, especialmente en la parrilla frontal trapezoidal, donde se ubica también el gran logo de Honda en posición central. A ambos lados encontramos los estilizados faros delanteros, que cuentan en esta acabado con tecnología Full LED y una característica firma lumínica diurna.
En una posición intermedia se localizan los sensores de aparcamiento frontales y la matrícula, mientras que en el tercio inferior cobra protagonismo una segunda toma de aire, un embellecedor plástico en el que no falta un protector de bajos en color plata y las delgadas luces antiniebla a ambos lados.
Las líneas del capó quedan bien marcadas y dan paso a una generosa luna térmica delantera que ofrece excelente visibilidad.
Visto de perfil de perfil ha ganado en empaque. El alargado capó y los marcados pasos de rueda le otorgan una vista más robusta y musculosa. Presenta una generosa superficie acristalada -con cristales posteriores tintados- y no faltan nuevamente los cromados para resaltar su elegancia.
Llenan los pasos de rueda unas llantas de aleación de 18 pulgadas calzadas con neumáticos Bridgestone Dueler H/L en dimensiones 235/60 R18 103H en ambos ejes. La superficie de las puertas es limpia salvo en su parte inferior, donde vuelve a estar presente el embellecedor plástico a contraste.
Los espejos retrovisores integran los intermitentes y cuentan con plegado eléctrico.
Como ya he comentado, las dimensiones exteriores crecen. Ahora cuenta con una longitud de 4.60 metros, un ancho de 1.85 metros y una altura de 1.69 metros. Por su parte, la batalla es de 2.663 milímetros y los anchos de vía delantero y trasero alcanzan los 1.601 y 1.629 mm, respectivamente.
En la zaga también gana en prestancia y personalidad, con unas ópticas traseras únicas que incorporan tecnología LED. Estas quedan unidas por una superficie cromada que atraviesa horizontalmente todo el portón, integrando el logo de la marca en posición central. Me gusta, tiene unas líneas muy marcadas.
El portón de generosas dimensiones no es eléctrico, pero pesa poco, por lo que resulta cómodo subirlo y bajarlo. Debajo del mismo, el embellecedor plástico a contraste alberga los catadióptricos y protagoniza todo el paragolpes, donde volvemos a ver una protección de color plata.
Llaman especialmente la atención elementos como el marcado spoiler superior y las dos salidas de escape redondas de generoso tamaño en cromado, le dan un interesante toque deportivo. Tampoco falta tira de sensores de aparcamiento posteriores y la cámara de marcha atrás.
Por último, cabe mencionar que hay dos paquetes para el exterior:
- El Pack Aero -3.193€-, de aspecto más deportivo gracias a los paragolpes aerodinámicos, los estribos laterales y alerón del portón trasero.
- El Pack Convenience -746€-, que añade simplemente algunos detalles más camperos como las molduras laterales, las taloneras de la puerta y los faldones de barro.
Diseño interior
El interior del nuevo Honda CR-V supone un paso adelante en términos de calidad y tecnología respecto a su predecesor. Encontramos mejor tacto de los materiales y mayores superficies blandas, con unos ajustes que, en términos generales, no desmerecen en absoluto, aunque queda un poco rezagado respecto a algunos rivales.
Por ejemplo, Honda ha abusado de las superficies en negro brillante, muy sensibles a la suciedad y los arañazos, al tiempo que ha empleado plásticos duros en algunos elementos que desmerecen sensiblemente el gran conjunto, especialmente en el reposabrazos deslizable de las plazas delanteras, algo más endeble.
La postura de conducción es ergonómica porque todo queda al alcance de la mano, pero el volante queda algo tumbado y me ha costado un poco encontrar la posición óptima con los ajustes manuales del asiento y la altura y profundidad del volante, aunque quizás una persona de diferente estatura no tenga mayor inconveniente.
Los detalles en madera le dan un plus de elegancia al interior, que ahora está más cuidado. También están disponibles en plata -350€-.
Por el contrario, me ha gustado mucho la ubicación de la palanca de cambios, que permite una conducción más cómoda y deja abundantes espacios portaobjetos en la consola central. Además, el hueco más retrasado es deslizable, lo que permite adaptar el espacio a nuestras necesidades. Eso sí, algunos huecos del interior carecen de base forrada.
Vemos también como novedad la instrumentación digital (7”), que nos permite personalizar la información adicional entre un extenso (quizás demasiado) listado de opciones. El único ‘pero’ es el largo botón de tipo bastoncillo para resetear los valores, como en los coches de antaño. En mi humilde opinión podría haberse sustituido por un botón en el volante.
El cuadro digital se complementa con la pantalla de siete pulgadas del Honda Connect ubicada en el salpicadero. Salvo por la rueda del volumen, es completamente táctil y su manejo es sencillo e intuitivo gracias a diversos accesos directos, pero peca en rapidez de respuesta, además de no recibir actualizaciones automáticas.
En este acabado, el sistema multimedia cuenta con Apple CarPlay y Android Auto, radio digital (DAB), Bluetooth, dos entradas USB y una HDMI, conexión a Internet y navegador GARMIN (no tiene en cuenta el tráfico), por lo que hablamos de un equipo muy completo, aunque es cierto que los gráficos y la percepción táctil podrían mejorarse.
Justo debajo del sistema de infoentretenimiento encontramos los controles del climatizador bizona y los botones de los asientos delanteros calefactables, muy prácticos en los días de invierno. En última instancia, junto a la palanca de cambios, encontramos el freno de mano eléctrico y los botones para activar el Auto Hold, el modo ECO y el Start/Stop.
En términos de habitabilidad, ofrece un generoso espacio para hasta cinco ocupantes, aunque es cierto que el pasajero que viaje en la plaza central trasera irá un poco más incómodo a causa de la altura del asiento, la anchura y el mullido más duro por la presencia del reposabrazos central. Lo bueno es que el túnel central no es nada voluminoso.
El acceso a las plazas traseras es muy cómodo gracias a un ángulo de apertura de 85º.
Respecto al maletero, este se sitúa en los 561 litros (pierde 28 litros) y en los 1.759 litros con la segunda fila de asientos abatida -60:40-. Sigue siendo de los más generosos. Está bien rematado, presenta unas formas regulares y tiene varios puntos de anclaje para sujetar la carga, dejando un suelo totalmente plano al abatir los respaldos.
La loneta que lo cubre transmite suficiente calidad y, bajo el piso del maletero (que además es ajustable en dos posiciones), hay un hueco para la rueda de repuesto de emergencia y otras herramientas. Por desgracia, el portón no es eléctrico.
Motorización
El Honda CR-V 2019 sólo está disponible en nuestro país en versiones de gasolina, junto con un híbrido. El motor de cuatro cilindros y 1.5 litros VTEC se ofrece con dos niveles de potencia: 173 CV para las versiones asociadas al cambio manual de seis relaciones y 193 CV para aquellas con cambio automático CVT. Puede tener tracción total o sencilla.
La mecánica híbrida del Honda CR-V combina un motor de gasolina de ciclo Atkinson con 2.0 litros y 145 CV con otro eléctrico de 135 kW (184 CV). Curiosamente, la potencia total del conjunto se queda en los 184 CV. La caja de cambios es siempre automática, pero la tracción puede ser sencilla o total a las cuatro ruedas.
Para la prueba me he decantado por el más sencillo, un bloque de aluminio con dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo e intercooler que, con 1.498 cm3, cuatro cilindros y cuatro válvulas por cilindro, desarrolla una potencia de 173 CV (127 kW) a 5.600 rpm y un par máximo de 220 Nm entre las 1.900 y las 5.000 rpm. El Start/Stop es de serie.
Esta mecánica destaca especialmente en suavidad, no es ruidosa ni transmite vibraciones al interior.
Si bien no se trata de una mecánica especialmente prestacional y su aceleración es bastante lineal y progresiva, empuja bien en un rango amplio de revoluciones, lo que lo hace más elástico. Solo aquellos usuarios que busquen buenas dosis de potencia y acostumbren a ir notablemente cargados podrán notar que se les queda corto.
Para que os hagáis una idea, empieza a empujar con mayor fuerza realmente por encima de las 4.500 vueltas, destacando especialmente su escasa rumorosidad incluso cuando lo revolucionamos (aunque hay alternativas más silenciosas en el Grupo VAG). Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos y de recuperar de 80 a 120 km/h en 6,4 segundos.
Respecto a los consumos, Honda declara 7.6 litros en ciudad, 6.0 litros en extraurbano y 6.6 litros en ciclo combinado, pero el consumo urbano real ha rondado los 9.0 litros, bajando al entorno los 6.7 litros en carretera y deteniéndose en una media de 7.9 litros a los 100 kilómetros tras la semana de pruebas. El depósito de combustible tiene 57 litros de capacidad.
Por último, cabe mencionar la buena impresión que me ha dejado el cambio manual de seis relaciones, cuyo tacto, guiado y recorrido son agradables para la conducción diaria. Está entre los mejores, algo que se agradece porque hay que usarlo con frecuencia, aunque lo que no me ha convencido tanto es lo alto que queda el embrague, con excesivo recorrido, pero todo es cuestión de acostumbrarse.
Ficha técnica
Version | 1.5 VTEC - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.498 cm³ |
Potencia | 173 CV (127 kW) @ 5.600 rp |
Par | 220 NM @ 1.900 - 5.000 rpm |
Peso | 1.573 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.600 / 1.855 / 1.689 mm |
Volumen Maletero | 561 (1.756) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,3 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,6 segundos |
Velocidad máxima | 208 km/h |
Consumo homologado | 7,6 / 6,0 / 6,6 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 151 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 38.650 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
El Honda CR-V puede presumir de guardar gran equilibrio en todos los aspectos. Mejora en agilidad respecto a su predecesor e incluso sobresale frente a rivales como el Tucson, el Kodiaq o el C5 Aircross, cumpliendo eficazmente con su cometido y ofreciendo siempre al conductor reacciones nobles y seguras, sin sorpresas cuando tratamos de buscar el límite.
Puede que a primera vista sus dimensiones exteriores te parezcan notables, pero lo cierto es que, tras circular durante una semana con él, no he notado excesivas diferencias respecto a llevar un turismo. Al fin y al cabo, la mayoría de las unidades vendidas pasarán la mayor parte de su ciclo de vida en la ciudad.
Por esa razón, este SUV cuenta con una postura al volante elevada que favorece la visibilidad en la urbe. No es difícil callejear con él o maniobrar para aparcar, contando adicionalmente con sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara de marcha atrás con tres modos y alerta trasera de tráfico cruzado.
Además, su diámetro de giro es bastante bueno, deteniéndose en 11 metros entre bordillos y 11,9 metros entre paredes. El volante, por su parte, tiene 2,34 vueltas entre topes y ofrece una desmultiplicación no lineal de la dirección, con bastante rapidez, aunque he echado en falta la asistencia en función de la velocidad en la autopista y algo más de feedback.
A pesar de que su centro de gravedad no es excesivamente elevado y la sensación de llevar una “barcaza” únicamente puede aparecer en tramos revirados si circulamos deprisa, no estaría de más algo más de peso y firmeza en la dirección para mejorar el paso por curva cuando circulamos ligeros. En todo caso, es adecuada al tipo de vehículo.
Su aplomo es notable, su insonorización aprueba con nota y el esquema de suspensiones -McPherson delantera y paralelogramo deformable detrás- sostiene bastante bien la carrocería, con rápidos cambios de apoyo. Filtra bien las imperfecciones del asfalto y es únicamente en tramos off road cuando se me ha antojado excesivamente rebotona.
No menos importantes son las nuevas ayudas a la conducción de serie enmarcadas dentro del Honda Sensing, como el programador de velocidad activo, el sistema de frenada de emergencia con detección de peatones y bicicletas, el sistema de detección de vehículos en el ángulo muerto y el de tráfico perpendicular posterior al retroceder.
Por último, quiero hacer mención a las cualidades camperas del Honda CR-V. A la hora de avanzar por firmes ligeramente irregulares con ascensos y trazadas fáciles, las mayores ventajas con las que juega este SUV son su elevada altura libre -201 mm- y el Real Time AWD with Intelligent Control System (en otras palabras, la tracción total).
No es ni mucho menos un todoterreno, ya que no cuenta con asistente al descenso de pendientes, ni bloqueos de diferencial, ni reductora, pero con unos neumáticos adecuados puede hacer sus pinitos en caminos de baja dificultad y salir airoso en zonas embarradas, con hielo o nieve.
Equipamiento y precio
Los niveles de terminación para el mercado español se denominan Comfort, Elegance Navi, Lifestyle y Executive. En todos los casos cuentan con ABS, EBD, TCS, ESP, múltiples airbags, sensor de presión de los neumáticos, lector de señales de tráfico, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, alerta de cambio de carril y control de crucero adaptativo.
También sin coste adicional incluyen climatizador automático, llantas de aleación, ordenador de viaje, bluetooth, USB, sistema multimedia con pantalla táctil, faros antiniebla, espejos térmicos, cuatro elevalunas eléctricos, detector de peatones, detector de objetos en ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás…
Los más completos cuentan con techo solar, tapizado en piel, asientos eléctricos, térmicos y ventilados, sistema de navegación, asistente al aparcamiento automático, Head Up Display, portón posterior “manos libres”, volante calefactable, equipo de sonido de alta calidad con subwoofer y 9 altavoces, entre otros.
Aquellos que quieran incorporar la tercera fila de asientos para contar con siete plazas podrán añadirla únicamente en el acabado Lifestyle y el motor 1.5 VTEC de 173 CV por 1.700 euros adicionales, aunque solo para las unidades con tracción total a las cuatro ruedas. Además, no se ofrece para la mecánica híbrida.
En España, los precios recomendados para el Honda CR-V 2019 sin descuentos ni promociones quedan de la siguiente manera:
Motor | Comfort | Elegance Navi | Lifestyle | Executive |
1.5 VTEC 173 CV 2WD 6MT | 30.850€ | 33.500€ | – | – |
1.5 VTEC 173 CV 4WD 6MT | – | 35.500€ | 38.650€ | 42.150€ |
1.5 VTEC 193 CV 4WD CVT | – | 37.250€ | 41.350€ | 44.850€ |
2.0 i-MMD 184 CV 2WD | 34.200€ | 36.850€ | 40.000€ | – |
2.0 i-MMD 184 CV 4WD | – | 40.200€ | 43.350€ | 46.850€ |
- Diseño diferenciado, con gran personalidad.
- Buen equipamiento de serie con opcionales a precios asequibles.
- Mecánica especialmente suave, sin rumorosidad elevada ni vibraciones.
- Consumos aceptables para tratarse de un SUV gasolina.
- Posición y tacto de la palanca de cambios, de lo mejor del segmento.
- Buena habitabilidad en todas las plazas.
- Maletero generoso.
- Hay opción híbrida.
- Algunos detalles interiores menos cuidados, con abuso de superficies en negro brillante.
- Sistema multimedia mejorable (rapidez, percepción táctil, gráficos, tráfico y actualizaciones).
- Solo se ofrecen versiones de gasolina y un híbrido.
- Mecánica algo justa en prestaciones si aprovechamos las capacidades de carga.
- Versión de siete plazas solo para un acabado y una mecánica.