Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Transmisión
Dirección
Frenos
Neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.2
Notable
No cabe duda de que el Mazda CX-3 está triunfando en uno de los segmentos más codiciados de la industria automotriz, el de los crossover urbanos. Con una estética inspirada en el diseño KODO que se ha puesto al día, un interior todavía mejor rematado, mayor equipamiento en seguridad y un comportamiento en carretera digno de un compacto de menores dimensiones, tiene todas las papeletas para codearse con los líderes en ventas.
Esta semana me he desplazado hasta el sur de la Península para conocer de primera mano la renovada apuesta de la marca japonesa por el segmento de los crossover urbanos, el Mazda CX-3 2018, presentado en el pasado Salón del Automóvil de Nueva York. Como seguramente ya sabrás, esta es la segunda actualización para el modelo desde su lanzamiento en 2015.
El último de los CX-3 destaca nuevamente en la filosofía de diseño centrado en el ser humano, que brinda al conductor y a los pasajeros una experiencia más madura y de mayor calidad. Con un diseño KODO más fresco, motores SKYACTIV ampliamente modificados y una gama más amplia de tecnologías de seguridad i-ACTIVSENSE, el nuevo Mazda CX-3 está listo para continuar la senda del éxito.
En la actualidad, hay marcas que lo están haciendo muy, pero que muy bien, como en el caso de Mazda, y el mercado termina respondiendo de una forma positiva. Mazda va viento en popa gracias a una gama completamente renovada que mejora año tras año, aunando diseño, tecnología, buenos acabados y un interesante equipamiento a un precio que, pese a no ser de los más bajos, se ajusta a muchos bolsillos.
El Mazda CX-3 está llamado a competir contra modelos que con el paso del tiempo han aumentado su cuota de mercado, contando con fieles clientes de un segmento en auge que apuesta por diseños atrevidos y numerosas opciones de personalización en formato compacto sin renunciar a la practicidad y la comodidad. SEAT Arona, Peugeot 2008, SsangYong Tivoli, Hyundai Kona, Volkswagen T-ROC, Citroën C3 Aircross, Fiat 500X o Suzuki Vitara, entre otros, son los principales modelos a los que tendrá que rivalizar el nuevo Mazda CX-3.
¿Creéis que está preparado para ello? Pues vamos a descubrirlo.
Diseño exterior
Sin lugar a duda, las líneas maestras del diseño KODO han evolucionado hacia un segmento inédito en la marca. Las claves de este diseño resultan más que evidentes y quedan plasmadas en todos y cada uno de los modelos de nueva creación que la marca presenta en el mercado. Son novedad de 2018 la parrilla delantera, la pintura Soul Red Crystal y las llantas de aluminio de 18 pulgadas.
En la parte frontal, el lavado de cara del Mazda CX-3 cuenta con la mencionada nueva parrilla, similar en forma a la que nos encontramos en el resto de los modelos de la gama. En esta ocasión, la calandra ha adaptado su tamaño y cuenta con un marco cromado que se extiende hacia la zona de los faros, creando sensación de unidad y reforzando la mirada del pequeño crossover.
A continuación de la calandra, lo que más nos llama la atención son los rasgados faros que, salvo en el acabado Zenith -Full LED- son halógenos, existiendo opcionalmente la posibilidad de equipar los faros Smart Full LED adaptativos (ALH). La iluminación es más que correcta y es un interesante debut de esta tecnología en el segmento.
En una posición inferior, el frontal del CX-3 cuenta con los intermitentes engarzados en un paragolpes que cambia sus líneas en la parte baja para dar cabida a estos y a unos detalles en Piano Black y cromado. Las luces antiniebla son de serie desde el más básico. Justo a continuación del punto más bajo de la calandra nos topamos con el hueco del portamatrículas, ubicado justo encima de una gran estrada de aire horizontal doble.
Esta se encuentra subrayada por una zona en color contraste que, además, ejerce como protector de bajos y se extiende, tal y como ya os iré contando a lo largo del diseño del modelo, por toda la superficie inferior del CX-3. Otra novedad importante es la disponibilidad de sensores de aparcamiento frontales, aunque sólo en el acabado más alto de la gama.
Las líneas del frontal fluyen hacia el resto del vehículo a través del capó gracias a unas nervaduras en forma de V que desembocan en los pilares A.
Visto de lado, el Mazda CX-3 cuenta con una curva línea de cintura que asciende desde la parte delantera del vehículo, se fluctúa en la parte media del modelo y asciende en la parte trasera para descender posteriormente en el último momento. Gracias a estas líneas, el modelo transmite sensaciones muy intensas de velocidad, calidad y vitalidad.
Estas líneas tan trabajadas hacen que su aspecto destaque entre la mayoría de los modelos ofertados por el resto de las marcas en este mismo segmento. La parte acristalada ligeramente tintada de serie parece aún más generosa y unificada gracias a la presencia de elementos en negro estratégicamente montados en el tercio superior del diseño.
El CX-3 se ofrece con nueve colores de carrocería en tonos alegres y clásicos, así como en acabado sólido y metalizado -450€-. La gran novedad es el precioso Soul Red Crystal -700€-.
El área lateral está plagada de superficies limpias, curvas y convexas que realzan el aspecto del modelo. En el lateral destacan los abultados pasos de rueda, que están más presentes que nunca en el diseño gracias a que la protección inferior en color contraste de la que antes os he hablado subraya su presencia y extiende su superficie hacia la parte trasera.
Aunque hay disponibles tamaños de entre 16 y 18 pulgadas en función del acabado, los pasos de rueda de esta unidad de pruebas cuentan con la presencia de las nuevas llantas de aleación de 18 pulgadas e interesante diseño, que montaban unos neumáticos Toyo Proxes R52 en dimensiones 215/50 R18 92V. He de confesar que no son los mejores neumáticos que he probado y que sus prestaciones en mojado dejan algo que desear.
Con 4.27 metros de largo, 1.76 metros de ancho y 1.53 metros de alto, el Mazda CX-3 posee un tamaño que facilita las maniobras durante la conducción urbana y el aparcamiento. Sus voladizos delantero y trasero son de 910 mm y 795 mm, respectivamente, mientras que la distancia entre ejes es de 2.570 mm. El ancho de vía delantero es de 1.525 mm y el trasero de 1.520 mm.
Ya en la zaga nos encontramos con el desenlace de las líneas del diseño KODO. La nueva iluminación LED posterior -solo en el cavado Zenith- luce una firma lumínica muy característica que hace inconfundible al modelo en la noche. Todas las líneas de la trasera se centran en el logo de la marca, que se encuentra en una posición privilegiada en el centro del portón de acceso al maletero.
Dicho portón cuenta con un alerón superior muy atractivo que integra la tercera luz de freno. Uno de los problemas que mantiene el diseño del CX-3 es la luna trasera, pues sus dimensiones hacen casi obligatorio el montaje de un sistema de asistencia al aparcamiento. Su altura y su poca visibilidad pueden resultar un hándicap para algunos, pero es el precio a pagar por su atractivo diseño.
La parte inferior de la trasera cuenta con un paragolpes muy extendido que redunda en un aspecto mucho más robusto del modelo, así como en una presencia más asentada en la carretera. Otro de los puntos de controversia son los accesos a los maleteros de esta clase de modelos, en los que nos topamos con una boca de carga bastante elevada que resta comodidad a la hora de realizar las tareas de carga y descarga.
La parte inferior de la zaga cuenta con la presencia de la protección en color contraste de la que os he hablado a lo largo y ancho del diseño. Tampoco faltan las luces antiniebla y los catadióptricos montados en las esquinas inferiores, así como los sensores de aparcamiento posteriores -desde el Evolution-, la cámara de marcha atrás -sólo en el Zenith- y dos salidas de escape cromadas.
Diseño interior
Una vez nos subimos al Mazda CX-3 nos damos cuenta de que estamos ante uno de los interiores líderes de su segmento. Tenemos todo lo que queremos, desde diseño hasta practicidad, pasando por el toque deportivo y sin abandonar la sobriedad y la elegancia que ahora viene con un plus de tecnología y seguridad.
Cuando nos sentamos en los cómodos asientos delanteros nos damos cuenta de que todo nos queda a la vista (los asientos sujetan realmente bien la espalda para el tipo de modelo del que hablamos). Las manos se posan cómodamente sobre el volante revestido en cuero – ajustable en altura y profundidad-. El tacto del mismo es deportivo y su apariencia también, además de contar con superficies con diferentes texturas y apariencias.
Tras el volante nos encontramos con un panel de instrumentos compuesto por un dial central en el que encontramos el velocímetro. Esta zona circular se encuentra acompañada por dos pantallas en las que encontraremos el resto de información de vital importancia para la conducción, desde el ordenador de viaje al cuentarrevoluciones, pasando por la representación de los sistemas de asistencia.
El salpicadero, fabricado en plásticos duros con diferentes diseños, cuenta con una apariencia duradera y está rematado en los acabados más altos por superficies acolchadas tapizadas en cuero con pespuntes claros. Los ajustes son impecables, aunque siempre hay algún que otro “pero” de menor importancia.
En el salpicadero destaca la presencia del sistema de conectividad MZD Connect de siete pulgadas y de la salida de aire simulada que abarca casi todo el ancho del frontal del salpicadero. Tres de las cuatro salidas de aire son redondas y cuentan con detalles en contraste, mientas que la cuarta cuenta con un diseño muy integrado en el salpicadero.
Hay diversas opciones de tapicería en función del acabado: tela, tela y cuero sintético o cuero. La combinación más atractiva, el precioso cuero blanco.
El sistema MZD Connect es muy intuitivo y rápido. El paquete opcional de navegación tiene un coste marginal para las variantes básicas -400€-. La consola central cuenta con el climatizador manual integrado en la parte intermedia, la ranura del lector de discos, las dos tomas USB, la toma AUX in y la de 12V en la parte inferior.
Al alcance de la mano y justo en la parte más baja de la consola central nos encontramos con la precisa palanca de la caja de cambios de 6 velocidades o la palanca del cambio automático. En el limitado espacio existente entre los asientos delanteros encontraremos la prolongación el túnel de transmisión en el que también nos topamos con los controles de fácil manejo del sistema MZD Connect.
Como grandes y necesarias novedades en el habitáculo nos encontramos un reposabrazos central, un freno de estacionamiento electrónico con función de “retención automática” y ampliaciones de los sistemas de seguridad i-ACTIVSENSE, incluido un nuevo asistente de atascos (en combinación con la transmisión automática SKYACTIV-Drive).
Pese a que el acceso a las plazas delanteras y traseras es cómodo y muy vertical, es en la zona trasera donde se aprecian las dimensiones del modelo, resultando sensiblemente pequeño. Dada la forma de la apertura, algunas personas pueden tener algunos problemas para acceder debido, sobre todo, a una pequeña curvatura de chapa ubicada en la parte derecha de la apertura.
Aun con ello, la habitabilidad es suficiente y pueden viajar cómodamente tres niños o dos adultos casi sin importar su altura respecto al techo, pero con algunos problemas para las piernas. Lo malo es que incluso en las unidades equipadas con tracción 2WD, el modelo cuenta con un pronunciado túnel de transmisión que resta espacio en el hueco para las piernas de la plaza central trasera.
La zona de carga es flexible y cuenta con 350 litros de capacidad, ampliables hasta 1.260 litros con los asientos traseros abatidos -60:40-. Uno de los puntos fuertes del diseño del maletero es la posibilidad de reducir la altura mediante una bandeja que puede retirarse para ofrecer la máxima capacidad, aunque en conjunto es un poco limitado, como podéis ver en la foto.
Esta posibilidad permite que el maletero quede compartimentado en dos alturas y de esta forma nos da la posibilidad de preservar elementos más frágiles en la parte inferior. Nuevamente quiero destacar que el umbral de carga es alto y también debo deciros que la superficie de carga con los asientos abatidos no es plana a no ser que elevemos el suelo móvil, aspecto con el que perderemos varios cm de altura.
En nuestra unidad nos encontramos con un equipo de música Bose con 7 altavoces que restaba algo de capacidad en el compartimento inferior del maletero pero que, por otro lado, proporcionaba una experiencia de sonido muy recomendable.
Motorización
En lo que a las mecánicas se refiere, el motor diésel SKYACTIV-D del Mazda CX-3 2018 ofrece numerosas mejoras que aseguran que el diésel de Mazda sí que cumple con el estándar de emisiones EURO 6d-Temp, incluida la prueba de emisión de la unidad real (RDE).
La baja temperatura de combustión, lograda gracias a una mayor cilindrada del motor de cuatro cilindros conduce a unas emisiones brutas de NOX aún más bajas. Un catalizador de almacenamiento de NOx reduce los pocos componentes de óxido de nitrógeno restantes en el gas de escape al nivel requerido para el estándar EURO 6d-Temp.
Ahora, el anterior bloque de 1.5 litros deja paso al más eficiente 1.8 SKYACTIV-D con 115 CV, que puede pedirse con cambio manual o automático, y con tracción sencilla o total. Según los datos homologados, alcanza los 184 km/h de velocidad máxima, los 100 km/h desde parado en 9,9 segundos y declara un gasto de 4,4 l/100 km, con unas emisiones de 114 g/km de CO2.
Los motores de gasolina SKYACTIV-G del Mazda CX-3 2018 también reciben varias actualizaciones para reducir aún más las emisiones de partículas. Incluso sin un filtro de partículas de gasolina, el motor de gasolina SKYACTIV-G cumple con los requisitos más estrictos del estándar de emisión Euro 6d-Temp, incluida la prueba RDE que mide el número de partículas.
En gasolina la gama cuenta con los 2.0 SKYACTIV-G en variantes con 121 y 150 CV de potencia, en ambos casos con cambio manual de seis velocidades o bien con la caja automática con el mismo número de relaciones. La tracción total es de serie en el más potente, dejando la sencilla para la opción de entrada.
Durante la presentación, me he decantado por dos variantes. De una parte, el bloque gasolina de 150 CV, el cual no me ha resultado especialmente satisfactorio por el escaso empuje que ofrece y lo alto de vueltas que lo entrega. Puede ser una alternativa válida para aquellos usuarios que no necesitan elevadas cifras de potencia bajo el pie derecho, pero requiere jugar en exceso con el cambio.
Por suerte, el tacto de la palanca es muy agradable, con un guiado preciso que permite cambiar con rapidez, aunque es cierto que el pedal del embrague resulta muy blando, con apenas resistencia. En todo caso, sólo hay que acostumbrarse. En cifras, es un motor capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,8 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 200 km/h.
Además, sus consumos resultan bastante más elevados que en el caso de la variante diésel, especialmente los reales (tras una conducción por autopista y carreteras secundarias rondaba los 10 litros a los 100 km). Oficialmente, la marca homologa 8.5 litros en ciudad, 6.1 litros en extraurbano y 7.0 litros a los 100 kilómetros en ciclo combinado.
Mucho más interesante me ha parecido la nueva mecánica diésel de 1.8 litros con 115 CV, una opción muy a tener en cuenta, aunque nuestros gobernantes nos metan el miedo en el cuerpo con este combustible. Es, sin lugar a duda, la opción más recomendable y acertada, ya que ofrece un gran empuje desde bajas vueltas y unas cifras más que acertadas para todos los usuarios, todo ello sin disparar los consumos.
En todos los casos, el depósito de combustible declara una capacidad de 44 litros, por lo que en los gasolina la autonomía no es grande.
Lo he probado, además, con el cambio automático de seis relaciones, una transmisión realmente suave y rápida para el tipo de vehículo del que hablamos. Ofrece una respuesta rápida y enérgica al pisar el acelerador y, adicionalmente, nos permite cambiar de forma secuencial desde la palanca de cambios o con las levas situadas tras el volante (son de tamaño ajustado y están fabricadas en plástico).
En una conducción tranquila, sube de marcha por debajo de las 2.000 rpm -el turbo empieza a soplar a partir de 1.850/1.900 rpm- y, en carretera, esta mecánica gira a 2.300 vueltas cuando circulamos a 120 km/h, lo que ayuda a mantener el consumo en el entorno de los 6.0 litros a los 100 km. En cifras, el tracción delantera acelera de 0 a 100 km/h en 11 segundos, recupera de 80 a 120 km/h en 7,7 segundos y alcanza los 183 km/h.
En la tabla inferior podéis ver todos los detalles del 1.8 SKYACTIV-D 2WD 6AT.
Ficha técnica
Version | 1.8 SKYACTIV-D - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.759 cm³ |
Potencia | 116 CV (85 kW) @ 4.000 rpm |
Par | 270 Nm @ 1.600 - 2.600 rpm |
Peso | 1.780 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.275 / 1.765 / 1.535 mm |
Volumen Maletero | 350 (1.260) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,7 segundos |
Velocidad máxima | 183 km/h |
Consumo homologado | 5,3 / 4,7 / 4,9 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 129 g/km de CO₂ (Euro 6d-TEMP) |
Precio de partida | 20.645 euros (precio de partida de la gama sin descuentos) |
Comportamiento
Tras el volante del nuevo Mazda CX-3 continúan las sorpresas, pues la marca nipona quiere una movilidad sin limitaciones y para ello continúa trabajando sobre su filosofía “Jimba Ittai” o “Fusión entre el caballo y el jinete”. Para conseguirlo, han llevado a cabo toda una serie de ajustes sobre las suspensiones y la dirección, creando un vehículo todavía más apto tanto para el uso cotidiano en ciudad como para divertirse durante el fin de semana.
Sin lugar a duda, es de lo mejor del segmento en lo que a comportamiento se refiere. Así es, el Mazda CX-3 ha sido concebido para ofrecer una movilidad ilimitada y emocionante. Además de todo lo anteriormente comentado, el modelo se encuentra disponible en versiones de tracción delantera y sistema de tracción total inteligente, algo que el mercado aprecia notablemente, aunque no lo saquemos del asfalto.
En materia de tecnología, cuenta con los aclamados G-Vectoring y SKYACTIV-Chassis. Esta plataforma contribuye a la precisión de la respuesta, a la sensación de confianza y tranquilidad y, de paso, a unos niveles de confort muy mejorados, ya que con la puesta a punto se ha adaptado a lo que se demanda en este segmento.
El chasis monta un sistema de suspensión trasera de barras de torsión aligeradas -McPherson delantero-. Pese a que no es la mejor opción, esta redunda en una mayor eficiencia de la plataforma y a una mayor economía de construcción. Los amortiguadores delanteros y traseros aportan una rodadura más lineal y un confort de marcha con notas de alta calidad.
Circulando por carreteras secundarias y de montaña, el CX-3 permite trazar las curvas a un ritmo bastante ligero. La suspensión mejorada se muestra firme -sin llegar a tener un tarado incómodo-, con un paso por curva rápido y una dirección que transmite sensación de seguridad al dirigir las ruedas con rapidez hacia donde le hemos indicado.
El sistema de la dirección está concebido para que la conducción en ciudad resulte ágil y suave, con buenas dosis de estabilidad en carreteras secundarias viradas y en autovías. Adicionalmente, el sistema de frenos garantiza un excelente control del vehículo, con una dosificación agradable y un funcionamiento eficaz gracias a los discos ventilados en el eje delantero (295 mm) y unos discos macizos en el trasero (281 mm).
Al mismo tiempo, se ha conseguido un habitáculo bastante silencioso mediante distintas medidas de control de la resonancia de la suspensión, de ajuste de la forma, la dureza y la posición de los soportes del motor, y de colocación de materiales absorbentes y de aislamiento acústico en puntos óptimos. En cualquier caso, podría mejorarse el ruido aerodinámico circulando por autopista.
Por otra parte y, aunque está claro que el CX-3 no es un todoterreno puro ni cuenta con diferentes modos de conducción off-road, su mayor altura libre al suelo y la tracción total inteligente i-ACTIV de Mazda te permiten salir airoso de alguna que otra situación complicada.
Este sistema valora de forma constante las condiciones de la carretera y las intenciones del conductor para predecir situaciones inestables antes de que se produzcan y dar una respuesta adecuada a través de la tecnología de alerta de deslizamiento de las ruedas delanteras, la cual comprueba si se producen indicios de giro en vacío y desvía par a las ruedas traseras instantáneamente, conservando así la adherencia.
De este modo se contrarrestan situaciones impredecibles -como cambios bruscos en la superficie del asfalto- y se circula sobre firme deslizante sin grandes preocupaciones.
Por último, el concepto de seguridad proactiva de Mazda busca minimizar el riesgo de accidentes y maximizar las condiciones en las que el conductor controla el vehículo de forma segura. Para ello, el equipamiento de tecnologías de seguridad activa i-ACTIVSENSE del Mazda CX-3 se ha reforzado.
Entre los asistentes, cabe destacar el sistema de asistencia a la frenada en ciudad (SCBS), de serie en toda la gama, además de otros elementos como el control de ángulo muerto (BSM), el sistema de alerta de cambio de carril (LDWS) o el sistema de control de luces de largo alcance (HBC). Como veis, es un vehículo realmente completo en todos los aspectos.
Equipamiento y precio
En cuanto a los niveles de terminación, se ofrecen los Origin, Evolution y Zenith. El más sencillo incluye climatizador automático (una zona), sistema multimedia con pantalla de siete pulgadas, ordenador, bluetooth, USB, control y limitador de velocidad, freno de mano eléctrico, llantas de aleación de 16 pulgadas, volante en piel, faros antiniebla, arranque por botón, etc.
El acabado Evolution suma la alerta de cambio de carril involuntario, aviso pre-colisión, sistema de frenada automática en ciudad, detector de peatones, encendido automático de luces, sensor de lluvia, cristales sobretintados, sensores de aparcamiento traseros, tapizado específico o alfombrillas, entre otros.
Por último, el nivel Zenith añade el paquete cromado exterior, sistema de navegación integrado, tapizado mixto tela/piel, sensores de aparcamiento delanteros, cámara de visión posterior, acceso sin llave, doble cierre, faros Full LED, llantas de aleación de 18 pulgadas, retrovisores plegables, sistema de audio Bose…
Los precios recomendados de la nueva gama del Mazda CX-3 para España sin promociones ni descuentos son los siguientes:
Motor | Origin | Evolution | Zenith |
2.0 SKY-G 120 CV 6MT | 20.645€ | 21.445€ | 23.450€ |
2.0 SKY-G 120 CV 6AT | – | 23.245€ | 25.250€ |
2.0 SKY-G 150 CV 4WD 6MT | – | – | 27.750€ |
2.0 SKY-G 150 CV 4WD 6AT | – | – | 29.550€ |
1.8 SKY-D 115 CV 6MT | – | 21.845 | 23.850€ |
1.8 SKY-D 115 CV 6AT | – | – | 25.650€ |
1.8 SKY-D 115 CV 4WD 6MT | – | – | 26.650€ |
1.8 SKY-D 115 CV 4WD 6AT | – | – | 28.450€ |
- Sin lugar a duda, un punto a destacar es su comportamiento.
- La eficiencia es uno de sus puntos fuertes, así que olvídate del diésel y pásate a la gasolina.
- Calidad percibida en general.
- Calidad de la rodadura elevada para el segmento B.
- Tacto de la palanca de cambios manual y funcionamiento de la transmisión automática.
- Elevado número de combinaciones posibles.
- Su diseño joven, fresco y desenfadado le convierten en un coche estéticamente llamativo
- El precio es elevado sin descuentos y promociones.
- Algunas lagunas de equipamiento en los acabados más básicos.
- Las plazas traseras son algo limitadas por espacio para las piernas, especialmente para los más altos.
- Maletero justo si viajamos acompañados.
- El Head Up Display muestra la información demasiado abajo.
- Poco radio de giro (declara 11,4 metros entre paredes).
- Ruido aerodinámico sensiblemente mejorable.