Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.4
Sin lugar a dudas en Mazda están trabajando muy duro para hacer que su marca sea competitiva y sobre todo, deseable. A pesar de que el Mazda3 cuenta con competidores más modernos dentro de su segmento, el compacto del segmento C sigue siendo una elección muy acertada para aquellos que busque algo más en cuanto a diseño y quieran acompañarlo de una conducción con rasgos deportivos pero que no nos haga renunciar al confort.
No es la primera ocasión que nos hacemos con un Mazda3 para la sección de pruebas y aunque el modelo ya lo hemos analizado una y otra vez, lo cierto es que esta es la primera ocasión que nos hacemos con la variante diésel de acceso, una mecánica de 1.5 que genera 105 CV y que mueve al modelo con soltura gastando lo mínimo de combustible.
En esta ocasión nos hemos decantado por lo que Mazda denomina como Black Tech Edition, una edición no limitada que equipa todo lo que se necesita y mucho más de serie en el modelo compacto de la marca nipona.
Diseño Exterior
En mi opinión, estamos ante unos de los mejores diseños disponible en la actualidad en el mercado. Detrás de este magnetismo que emanan los nuevos diseños de Mazda y en particular el del nuevo Mazda3, nos topamos con KODO, un lenguaje insipirado según la marca en la belleza y en la fuerza de la naturaleza.
El diseño KODO se presentó por primera vez en 2010, en el Mazda Shinari, un prototipo de coupé de cuatro puertas.
Alejándonos de las palabras de la marca, que por lo general dejan al producto por las nubes, vamos a contaros cómo es este atractivo modelo muy capacitado para competir con un segmento más premium y de mayor valor.
En la parte frontal del nuevo Mazda3 nos encontramos con una singular curva que abarca la parte inferior de la parrilla delantera en forma de “V” y desemboca en los expresivos faros que ahora, tras el casi inapreciable restyling, cuentan -al menos en nuestro acabado- con tecnología FULL LED (en otros acabados forman parte del Safety Pack que por 3.600 euros equipa elementos tan atractivos como el control de crucero adaptativo, el sistema de aviso de cambio involuntario de carril, el sistema de asistencia de frenada o los faros en tecnología LED y sistema adaptativo). Es una lástima que la luz de marcha diurna tan sólo está activada cuando el vehículo inicia la marcha.
La iluminación en la noche es destacable y hay que subrayar que el modelo también incorporaba en nuestro acabado -Black Tech Edition- un sistema de luz automática de carretera así como sensores de luz y lluvia.
En la parte central nos topamos con una parrilla con seis lamas horizontales en negro brillante que albergan el portamatrículas y el logo de la marca en gran tamaño. A la misma altura que el portamatrículas delantero, el modelo monta la línea de sensores de parking.
La parte inferior del frontal monta una entrada de aire inferior horizontal. A ambos lados de esta entrada de aire, justo en las esquinas inferiores encontraremos unos faros antiniebla redondos con un anillo cromado insertados en una superficie negra. Justo encima de los faros antiniebla tendremos los intermitentes delanteros.
La característica “V” del frontal se extiende a través del capó delantero hacia los pilares “A”.
Visto de lado, el modelo parece ensancharse en la parte trasera y el arqueado techo se aplana cuando llega a la trasera. Los abultados pasos de rueda de nuestra unidad de pruebas albergaba unas bonitas llantas de aleación de 18” en diseño de 10 radios que montaban unos neumáticos Michelin Pilot Sport 3 en dimensiones 215/45 ZR 18 93W.
Las llantas ocultan un eficaz sistema de frenos compuesto entre otros de discos de freno delanteros con un diámetro de 295 mm y traseros de 265 mm.
La parte trasera es realmente donde encontramos el cambio respecto al modelo que recientemente hemos probado en la carrocería SportSedán [Ver prueba Mazda3 SportSedan]
En la zaga nos encontramos con una luneta muy horizontal y que ofrece sólo visibilidad para circular por carretera, siendo necesaria una ayuda al estacionamiento porque la visibilidad de este tipo de modelos en la parte baja es muy mala.
Unos rasgados faros en tecnología LED parcial ofrecen una singular firma lumínica que hace que el Mazda3 resulte inconfundible en la noche. El abultado paragolpes acrecienta la sensación de robustez y aplomo del modelo. A media altura nos topamos con la línea imaginaria protagonizada por los 4 sensores de aparcamiento que equipaba nuestra unidad de pruebas -acompañados a su vez por una cámara de visión posterior de una calidad media-alta-. La parte inferior en negro ofrece un deportivo contraste y alberga la salida de escape redonda con la que cuenta la motorización diésel de 105 CV. En la parte superior de esta zona de contraste se encuentran engarzados unos curvos catadióptricos.
Uno de los aspectos que más me ha sorprendido del modelo en cuestión ha sido el excelente montaje de todos los paneles así como las reducidas holguras que resaltan la sensación de calidad de montaje.
Diseño interior
Algunos lo han definido como espartano, sin embargo, yo lo considero un verdadero acierto y un salto cualitativo en lo que a calidad de materiales y ajustes se refiere.
Las atractivas formas de la carrocería crean grandes expectativas sobre el interior que esperamos que se vean cumplidas cuando abrimos la puerta para acceder al habitáculo.
Al sentarnos al volante un anillo rojo parpadeante empieza a mostrarnos los latidos del coche en el cuadro de instrumentos. Al encender el motor, las agujas, los indicadores y los demás instrumentos se iluminan. A continuación, el Head Up Display se abre hasta ponerse en posición y finaliza la secuencia de arranque.
Cuando accedemos al habitáculo nos damos cuenta de que se trata de un coche en el que todo está al alcance de la mano del conductor. Sus cómodos asientos -tapizados en una recomendable piel blanca con detalles en rojo (en otros acabados supone un desembolso de 1600 euros)- son acogen y sujetan con la mayor eficacia.
Enfrente del asiento del conductor tenemos el volante multifunción deportivo forrado en cuero. Desde el volante podremos acceder a diversas funciones del vehículo gracias a sus 15 botones.
La zona del conductor, que converge en el centro, contrasta con el salpicadero del lado del acompañante, relativamente bajo. La consola central asimétrica señala la frontera entre las dos zonas, delimitando sus respectivos atributos.
El nuevo Mazda3 fue uno de los primeros modelos del segmento C que incorpora la nueva pantalla Head Up Display. Esta pantalla presenta la información más importante para el conductor, como velocidad y alertas del sistema de seguridad activa, directamente en la línea visual del conductor.
En el Mazda3 sin duda han buscado que prime la comodidad a la hora de conducir, por lo que Mazda ha situado los controles necesarios para manejar directamente el vehículo manteniendo los ángulos naturales y una postura relajada. Como ejemplo de esta afirmación, observamos que la posición del volante es más baja que en el modelo de segunda generación o que los pedales están colocados simétricamente a la derecha e izquierda del eje central del conductor, en las posiciones más óptimas.
La consola central es minimalista al máximo y se encuentra presidida por una gran pantalla opcional de 7” que toma protagonismo cuando adquirimos el paquete de navegación. Los sistemas que se reflejan en la pantalla son accesibles desde un mando giratorio y unos botones (HMI Commander) situados tras la palanca de cambio automática.
Un aspecto que no me ha convencido es que a diferencia de otros competidores, la pantalla sólo es táctil cuando estamos parados.
Gracias también al nuevo diseño, más ancho y con mayor distancia entre ejes, el Mazda3 es uno de los líderes en su clase en cuanto a espacio para los hombros en las plazas delanteras y traseras; también es de los mejores en la cota de espacio para las piernas. El interior es más amplio y confortable que el de su antecesor en la mayoría de medidas, desde el espacio para los pies al espacio para las rodillas, entre otras. Asimismo, Mazda ha sabido mantener el espacio para la cabeza, a pesar de la reducción de 15 mm en la altura general del coche.
Los asientos son capaces de envolver a los ocupantes, pese a no ser de corte deportivo, proporcionándoles una posición natural con buen apoyo y una sujeción magnífica.
Las líneas virtuales del salpicadero se alargan hacia las salidas de aire laterales y hasta los tiradores de las puertas. De este modo, se acentúa la sensación de pureza y uniformidad del diseño del habitáculo. La consola central también ofrece un diseño sencillo y funcional. Los mandos de climatización, que están situados debajo de las salidas de ventilación centrales, poseen un elegante aspecto tridimensional, con mandos circulares.
La sensación que tenemos es que el interior del Mazda3 ha sido muy cuidado, con unos materiales de calidad que alcanzan el equilibrio entre la deportividad, la practicidad y la comodidad.
El acceso a las plazas traseras es cómodo, sin embargo, la habitabilidad de la banqueta trasera para tres personas que nos ofrece la homologación para cinco pasajeros con la que cuenta el nuevo Mazda3, se reduce tan sólo a la comodidad de los pasajeros de las plazas exteriores.
Motorización
Para la prueba nos hemos decantado por un motor diésel SKYACTIV-D de 1.5 litros que emplea una compresión extremadamente baja y un diseño ligero.
Esta motorización monta un turbocompresor secuencial doble y un sistema common-rail con piezoinyectores multiorificio. A diferencia de otras motorizaciones diésel, el par máximo de de esta es de 270 Nm a 1.600 rpm y ofrece 77 kW / 105 CV a 4.000 rpm.
Cuando necesitamos potencia, nos damos cuenta de lo flexible que es esta motorización cuyo rango de revoluciones recomendable llega hasta las 4.000 rpm
Gracias a este motor 1.5 l. SKYACTIV-D montado bajo el capó del nuevo Mazda3, el modelo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos con cambio manual. El peso en orden de marcha de la unidad probada era de 1.395 kg.
Cabe destacar que el motor cumple con los niveles de emisiones Euro 6 sin necesidad de caros sistemas de post tratamiento de NOx.
El cambio manual de nuestra unidad tiene un tacto suave pero es muy preciso, convirtiendo los cambios en una delicia y aportando un pequeño toque de deportividad.
Recientemente os hemos hablado sobre los sistemas de arranque y parada y Mazda no iba a dejar este modelo al margen. El i-stop es como la marca nipona llama al sistema de corte de ralentí. He de confesar que no soy muy amigo de estos sistemas pero en el caso del i-stop debo de decir a su favor que es mucho menos intrusivo que otros sistemas, más inteligente que la media y mucho más rápido ya que en los motores diésel solo necesita 0.4 segundos para arrancar.
Ficha técnica
Version | 1.5 DE 77KW MT Black Tech Edition |
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Cilindrada | 1499 cc |
Potencia | 105 CV / 77 kW a 4.000 rpm |
Par | 270 Nm a 1600 rpm |
Peso | 1395 Kg en orden de marcha / 1910 kg peso bruto |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4470 / 1795/ 1465 mm |
Volumen Maletero | 364 a 1263 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D |
Velocidad máxima | 185 km/h |
Consumo homologado | 4.3 / 3.5 / 3.8 l/100km |
Emisiones CO2 por km | 99 g/km |
Precio de partida | Desde 22.865 euros |
Comportamiento
Ya me habían avisado, el Mazda3 te gustará (decían por ahí). Una vez concluida la prueba podemos decir que se ha prestado mucha atención al tacto general del modelo, a la suavidad, al buen comportamiento y a la ausencia de ruidos.
La dirección y la suspensión están perfectamente equilibradas y aportan una experiencia muy satisfactoria cuando nos poenmos al volante. A diferencia de modelos idolatrados en el segmento, el Mazda3 ofrece información al conductor sobre la carretera y la dirección del modelo lo que se traduce en un aumento de la confiaza en la conducción del mismo.
El motor es una pasada y nos ofrece un par de 270 Nm y su sistema turbo con un retardo mínimo, esta mecánica de 1.5 litros ofrece un empuje contundente. Puede parecer una mecánica justa en todos los sentidos, pero si la pruebas, lo cierto es que el 2.2 litros carece de sentido por ser algo más gastón, algo más pesado y por supuesto, algo más caro de mantener.
Durante la prueba me llamó la atención el comportamiento en uno de los circuitos que recorro todas las semanas y en las que analizo el comportamiento en prácticamente todas las condiciones y a casi todas las alturas. Las transferencias de carga del modelo son extraordinarias y la estabilidad tanto en carreteras muy complicadas como a altas velocidades es digan de mención. El control de estabilidad hace que el modelo vaya sobre raíles pero deja cierto margen que puede resultar incluso juguetón.
El ajuste de la dirección asistida eléctrica reduce los movimientos del volante, lo que mejora la agilidad y nos ayuda a evitar grandes movimientos de volante sobre todo en urbes y carreteras especialmente viradas.
Uno de los puntos fuertes en el comportamiento del modelo es el sistema de frenado que combina lo último en sistemas antibloqueo con un reparto de frenada mejorado, unos neumáticos con mayor componente adherente y una holgura del pedal casi imperceptible.
Equipamiento
Entre el equipamiento de nuestra unidad encontramos: Faros FULL LED. Luces diurnas y traseras LED. Faros antiniebla LED. Llantas de aleación de 18” DARK BRIGHT. Cámara de visión trasera. Head Up Display a color. Navegador. Sistema de reconocimiento de señales. Pantalla táctil de 17,8 cm (7”), HMI Commander y 6 altavoces. Climatizador automático bizona. Sistema de asistencia a la frenada en ciudad (SCBS) con reconocimiento de peatones. Sensores de aparcamiento traseros. Sensor de lluvia y luz. Asistente de arranque en cuesta. Freno de estacionamiento eléctrico. Cristales traseros con tratamiento de privacidad.
Precios
Black Tech Edition diésel 1.5 105 CV desde 22.865 euros
Black Tech Edition gasolina 2.0 120 CV desde 20.965 euros
Black Tech Edition gasolina 2.0 165 CV desde 24.515 euros
Black Tech Edition diésel 2.2 150 CV desde 24.465 euros
Un comportamiento suave y muy preciso.
El consumo de la motorización es francamente atractivo y el elevado par hace que el modelo se mueva con soltura.
Acabados generales, construcción y equipo muy elevados.
Dinámica de gama alta.
Algunos remates del tapizado y moquetado chocan con el esquema general de precisión que quiere ofrecer el modelo.
El precio es ajustado pero quizá algo elevado respecto al de sus competidores.
La personalización se restringen a motorizaciones, colores ciertos elementos de seguridad, navegación y acabados, aspecto que afecta a los clientes que buscan cierto equipamiento y que se ven obligados a renunciar por no estar en su rango de precios o acabado.
Coche diferente y con un chasis de referencia