Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.1
Notable
No cabe duda alguna, Mazda ha hecho un excelente trabajo con el nuevo Mazda3. El modelo es mejor en casi todo y además, nos trae detalles como la pegatina ECO, un diseño más depurado o mucho más equipamiento de serie y lo combina con una puesta a punto extraordinaria y un tacto de dirección y caja de cambios sublime. Los principal "pero" que le veo al modelo es su "pureza" y es que hoy en día parece complejo digerir una mecánica atmosférica cuando estamos en la era del turbo. A mi me encanta pero, ¿te cuadrará a tí como comprador?
Esta semana hemos tenido la oportunidad de rodar con el nuevo Mazda3 Sedán asociado a una mecánica atmosférica de cuatro cilindros y 2.0 litros que nos permite experimentar de primera mano la clásica conducción de tacto deportivo, eso sí, todo empaquetado en un diseño sumamente elegante y en un habitáculo sobrio y muy cuidado.
Cuando la marca anunció el relevo generacional la verdad es que me dio pena. La existencia del Mazda3 se me había hecho breve y eso que he tenido el placer de poderlo probar asociado a diversas mecánicas -tanto diésel como gasolina- y cajas de cambio. A pesar de la pérdida, la llegada de la nueva generación es, sin duda capaz de llenar ese hueco que ha dejado el actual Mazda3 y ojo, porque lo hace con mucho más estilo, una puesta a punto sensacional, una calidad interior simplemente excelente, un equipamiento más que generoso y un precio realmente interesante.
Aunque el modelo no está exento de algún que otro «pero», han sido pocos los puntos que no me han gustado, es más, hablar de que no me han gustado es algo duro, por lo que voy a decir que no me han terminado de convencer.
Diseño Exterior
Si coincidíamos en el hecho de que el «actual» Mazda3 Sedán era muy bonito, el nuevo lleva esta belleza a un nuevo nivel. Hablar de un coche bonito en este punto se queda corto, hablamos de algo bello, aunque claro, esto va en gustos y no voy a desarrollarlo más porque seguramente a alguno le parezca lo contrario.
Visto de frente el modelo luce una enorme calandra en negro brillante y estructura en forma de panal que acoge el gran logo de la marca en posición frontal. Dependiendo del acabado, el modelo puede equipar un sistema de cámaras 360 grados. En nuestra unidad de pruebas en acabado Zenith contábamos con este valioso sistema de asistencia al aparcamiento con el que nos equipaban una cámara de ayuda al estacionamiento justo encima del logo frontal.
Subrayando la calandra nos encontramos con una línea decorativa en negro brillante que destaca la deportividad del frontal y se extiende hasta la parte inferior de los faros delanteros. Esta línea es de color plateado en los Mazda3 Sedán, algo que se debe a que en esta carrocería se pretende destacar más la elegancia. Los faros delanteros de nuestra unidad de pruebas contaban con tecnología Smart FULL LED y firma lumínica diurna LED. Este sistema que no hemos podido probar en la noche cuenta con lavafaros de serie ocultos en la moldura decorativa negra. Esta iluminación inteligente no sólo ofrece luces de carretera automática y luces dinámicas sino que hace gala de una firma lumínica que hace reconocible al modelo tanto de día como de noche. La iluminación por la noche es sobresaliente y los cambios automáticos entre luz de carretera y luz de cruce son naturales y muy rápidos.
A pesar de que nuestra unidad estaba terminada con el acabado Zenith, cabe destacar que el equipamiento de serie del nuevo Mazda3 Sedán es francamente interesante y ofrece ya en el acabado Origin iluminación LED. Hemos tenido la oportunidad de ver exactamente qué tipo de iluminación LED equipa de serie y debo de deciros que la mientras que la iluminación de circulación diurna es halógena -un punto negativo para Mazda porque no le habría costado nada poner una bombilla LED de circulación diurna para evitar el tono amarillento de serie- la iluminación de cruce es LED, la de carretera es LED y los indicadores de dirección son LED.
Rematando el frontal nos encontramos con una batería de sensores de aparcamiento -de serie desde el acabado intermedio EVOLUTION- y una entrada de aire inferior acompañada de un remate inferior en color negro contraste.
Las líneas fluyen por un capó nervado que traslada el diseño hacia unos pilares A que custodian una inclinada luna delantera.
Visto de perfil el modelo destaca por un morro largo, un habitáculo desplazado hacia atrás y un arco que si bien arranca en el pilar A siendo estrecho, descansa sobre un ancho pilar C, punto que le da un aspecto muy asentado al diseño y una sensación de mayor aplomo y anchura. Las líneas están compuestas por superficies cóncavas y convexas limpias y las puertas brindan un acceso bueno tanto a las plazas delanteras como a las traseras. Un remate cromado subrayando la línea de ventanillas ofrece un aspecto más elegante al modelo. La línea de las ventanillas ha sido diseñada para reforzar el amplio pilar C del modelo y aunque reduce la visibilidad de los ocupantes de las plazas posteriores, no resulta claustrofóbico.
Para rematar el lateral, la unidad probada montaba unas llantas de aleación multiradio oscurecidas que equipaban unos recomendables neumáticos Bridgestone Turanza en dimensiones 215/45 R18. Sin duda alguna los neumáticos son determinantes en el comportamiento del modelo y lo cierto es que me ha gustando mucho el agarre y el comportamiento general de la goma.
La zaga es probablemente uno de los puntos del modelo que más me llama la atención. Además de contar con unas líneas que le dan aplomo, hacen que el Mazda3 Sedán destaque entre otros vehículos en la carretera. La zaga redondeada y ancha arranca por una luneta trasera ancha y con poca altura amparada bajo un alerón superior en negro brillante. A media altura nos encontramos con el logo de la marca en posición central que a su vez hace de tirador y oculta el botón de apertura del portón trasero. Los pilotos son muy atractivos y cuentan con tecnología LED de serie desde el acabado Origin. En el acabado Zenith, además de contar con tecnología LED ofrecen la firma lumínica LED. El musculoso paragolpes trasero acoge una batería de sensores de aparcamiento que se equipan de serie en el acabado Origin pero que en nuestra unidad de pruebas estaba acompañados de una cámara, de serie a partir del acabado Evolution. La parte inferior de la trasera se encuentra rematada con una superficie en negro brillante que acoge los catadióptricos y una doble salida de escape circular -disponible con la mecánica gasolina de 2.0 litros-.
El nuevo Mazda3 Sedán cuenta con 4.660 mm de largo, 1.795 mm de ancho, 1.440 mm de alto. El modelo ofrece una batalla de 2.725 mm y un ancho de vías que va de los 1.570 mm del eje delantero a los 1.580 mm del eje trasero. Respecto al Mazda3 hatchback lo que más cambia es el voladizo trasero que pasa de los 820 mm a los 1.020 mm.
Diseño Interior
Si el diseño exterior me ha gustado, el interior me ha dejado un sabor de boca mucho mejor. Sinceramente, Mazda ha hecho un trabajo excelente tanto en el apartado de calidad de materiales como en acabados, montajes y diseño.
Una vez nos subimos al nuevo Mazda3 Sedán nos damos cuenta de que el modelo ha mejorado en todos los aspectos. La posición de conducción no puede ser mejor, los asientos son cómodos y sujetan bien las diferentes zonas de contacto con el cuerpo. Las manos se posan cómodamente sobre un volante multifunción totalmente circular de tres radios con una zona central circular muy reducida y atractiva. El tacto del volante es excelente y el acceso a las diversas funcionalidades es sencillo y muy intuitivo. A través del volante podemos ver un panel de instrumentos «híbrido» con funcionalidades digitales y analógicas. Mientras la parte central cuenta con una pantalla que ofrece información vital para el conductor y un velocímetro digital, el resto de diales son analógicos -la pantalla central es de 7″-. A pesar de que el funcionamiento es más que correcto y a mí personalmente me sobra elementos de distracción como los paneles de instrumentos totalmente digitales lo cierto es que si Mazda quiere apuntar a rivales premium de la talla del trío alemán, no parece muy convincente que no ofrezca, aunque sea en opción o mediante paquete, un «virtual cockpit«. A pesar de esto, Mazda ha sabido completar esta ausencia con un head up display proyectado en la luna -a la vista del conductor- con información vital como el velocímetro digital o las guías de navegación. Este sistema funciona correctamente puede regularse en altura y viene de serie desde el acabado de acceso Origin.
El salpicadero compuesto por materiales blandos y de diferentes tactos -incluidas superficies forradas con costuras en contraste- está compuesto por varias alturas y en posición central destaca una pantalla a todo color de 8,8 pulgadas operativa desde una ruleta ubicada en el revestimiento del túnel de transmisión. La pantalla da acceso a un sistema que ya de serie ofrece navegación, Apple Car Play, Android Auto y funciones de conectividad mediante Bluetooth y configuración de varios sistemas. En una posición inferior encontramos el sistema de climatización bizona que para mi gusto, queda un poco oculto y en una posición que a mi gusto, no queda lo suficientemente cómoda para su acceso. Además de este problema he encontrado poco útil la botonera ya que en algunos botones encontramos «grabada» o «serigrafiada» la función del botón y en otros no, teniendo que fijar la vista en la pantalla. A la misma altura de la pantalla pero en el lado del acompañante nos encontramos con la presencia de las tomas de aireación, algo bajas para mi gusto pero que cumplen perfectamente su función y da un toque interesante al diseño interior. Tampoco están iluminados algunos botones de climatizador y de noche se hace complejo operar algunas funciones del mismo.
He de confesar que las guías del sistema de navegación se me han hecho un poco pesadas y resultan repetitivas en exceso, afortunadamente esto puede solucionarse haciendo uso de los sistemas Apple Car Play y Android Auto y de sus respectivas cartografías.
En posición central y ya en el túnel de transmisión el modelo cuenta con varios huecos portaobjetos acompañados de una superficie en color negro piano que debemos criticar enérgicamente porque se trata de superficies muy sucias que pueden deteriorarse muy fácilmente con microrayaduras y no aportan una mayor sensación de calidad.
El pomo de la palanca de cambios se sitúa en una posición muy ergonómica y su tacto es impresionante, muy por encima del tacto que ofrecen sus competidores. Tras la palanca de cambios nos encontramos con los controles del sistema de infoentretenimiento -de serie con 8 altavoces y en el acabado superior con 12 altavoces firmados por BOSE- y en una posición más retrasada de un reposabrazos ajustable cuya tapa da acceso a un hueco portaobjetos que además puede acoger un cargador inalámbrico. El modelo cuenta con dos conectores USB y aunque uno de ellos está correctamente ubicado bajo el apoyabrazos central, el otro está demasiado expuesto bajo el climatizador.
Cabe prestar atención a los guarnecidos interiores a su calidad y sobre todo a las superficies interiores de las puertas tanto delanteras como traseras, ya que no discriminan a ninguno de los pasajeros del nuevo Mazda3 Sedán.
Ya en las plazas traseras nos encontramos con espacio suficiente para dos ocupantes. A pesar de estar homologado para tres ocupantes, en la trasera sólo viajarán cómodamente tres ocupantes y más si tenemos en cuenta que el hueco para las cabezas que hay disponible en las plazas exteriores es algo escaso -no me refiero a la altura- sino a la distancia que hay disponible entre la cabeza y el arco. Si tenemos en cuenta a un conductor de 1,80 centímetros de altura con su asiento ajustado a sus necesidades, un pasajero de la misma altura viajará con espacio suficiente para la cabeza -salvando el problema que os he comentado- pero algo justo para las piernas.
Un aspecto que Mazda debería de tener en cuenta en los tiempos que corren y comparándolo con los que ofrecen otros competidores es la ausencia de toberas de aire en las plazas posteriores o de un sistema de carga mediante USB.
Ya en el maletero nos encontramos con un volumen de 450 litros ampliables a 1.138 litros si abatimos los respaldos de los asientos traseros. La boca de carga queda algo elevada pero aún así no presenta inconveniente alguno para cargar objetos pesados. Bajo el suelo del maletero nos encontramos con parte del equipo de sonido Bosé de nuestra unidad de pruebas acompañado de un kit de reparación de pinchazos con compresor en el lugar en el que iría a la rueda de repuesto de emergencia.
Uno de los puntos que no me ha gustado ha sido el remate interior del maletero que parece muy pobre. También echo en falta una compuerta para alojar objetos más largos.
Mecánicas
Por el momento, la mecánica estrella de la gama – a mi modo de ver- es la 2.0 l. Skyactiv-G, asistida por el nuevo sistema M Hybrid de Mazda. El carácter purista de la mecánica se debe a lo atmosférico de su arquitectura.
Este motor desarrolla 122 CV a 6.000 rpm y entrega un par máximo de 213 Nm a 4.000 rpm. Su consumo medio de combustible es, según la marca de 6,0-6,7 l/100 km con unas emisiones de CO2 de 136-152 g/km. Es un motor limpio y eficiente, asociado a una transmisión manual de seis velocidades Skyactiv-MT que es una delicia.
Ficha técnica
Version | 2.0 L. SKYACTIV- G (122 CV) |
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Cilindrada | 1.998 cm3 |
Potencia | 90 kW (122 CV) / 6.000 rpm |
Par | 213 Nm / 4.000 rpm |
Peso | 1.275 orden de marcha |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.660 / 1.795 / 1.440 mm |
Volumen Maletero | 450 a 1.138 litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10.4 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | N.D. |
Velocidad máxima | 202 km/h |
Consumo homologado | 6,1 / 6,2 / 5,2 / 6.0 / 8.4 litros a los 100 km |
Emisiones CO2 por km | 117 g/km |
Precio de partida | 24.265 euros |
En esta versión más evolucionada del motor 2.0 l. Skyactiv-G, el consumo baja reduciendo de manera virtual la cilindrada del motor, siempre que sea posible. El motor puede funcionar con dos o con cuatro cilindros, y cambia automáticamente de un modo a otro en función de las condiciones de conducción. En situaciones de carga baja —por ejemplo, cuando se circula en llano a velocidad constante—, el sistema apaga los cilindros 1 y 4.
Además de la desconexión de cilindros, el modelo asociado a esta mecánica se oferta junto a la pegatina ECO gracias a un sistema mild hybrid de 24V que utiliza la nueva tecnología eléctrica de Mazda. Se trata de un sistema compacto y eficiente que, por un lado, minimiza el consumo de combustible y, por otro, aporta un ahorro adicional a través de la energía recuperada durante la deceleración, que se emplea para alimentar un motor eléctrico auxiliar que asiste al motor principal. Un generador reversible integrado (ISG), accionado por correa, convierte la energía cinética que se recupera durante la deceleración en energía eléctrica y la almacena en una batería de ion litio de 24 V, con 600 kJ de capacidad. Este sistema utiliza un transformador DC/DC para corregirla tensión hasta el valor necesario y la suministra a los componentes eléctricos del coche. La batería de ion litio se monta entre las ruedas, para evitar cualquier pérdida de espacio interior. Esta ubicación ayuda a optimizar la distribución del peso y contribuye a la seguridad en caso de colisión. Adicionalmente, el sistema M Hybrid de Mazda permite parar el motor en modo i-Stop durante más tiempo, con el consiguiente efecto positivo en el consumo.
Cuando el coche arranca, acelera o se detiene, las transiciones resultan fluidas y naturales. Cuando el par del motor se refuerza con el par de la unidad eléctrica (ISG), la aceleración es la misma que la que proporciona el motor de gasolina, pero el consumo es menor.
Comportamiento
Sinceramente, el nuevo Mazda3 me ha encantado. Como puedes ver lo «peros» pueden obviarse fácilmente porque no son nada de otro mundo y se contrarrestan con el excelente comportamiento del modelo a nivel dinámico.
El tacto de la dirección es sublime y nos permite sentir por dónde va a el vehículo en todo momento pero no nos deja vendidos a la hora de maniobrar, ofreciendo una asistencia ideal para cualquier maniobra pero la puesta a punto deportiva necesaria para enlazar curvas con total disfrute.
La suspensión permite unos movimientos de la carrocería muy planos, tanto laterales como longitudinales, ofreciendo un tacto deportivo que a pesar de ser más que correcto, a un servidor se le ha antojado algo «seco». El modelo hace uso de una versión más evolucionada de la suspensión delantera tipo MacPherson y una novedosa configuración trasera de eje semitorsional.
La caja de cambios manual de 6 velocidades es simplemente extraordinaria. Diseñada para poder cambiar de marchas con un «golpe de muñeca» hacen que los «juegos» de cambio sean divertidos y francamente deportivos, algo necesario para un vehículo que si es asociado a la mecánica atmosférica de gasolina, va a emplear a fondo en cualquier situación por necesidades de la configuración y el desarrollo.
A nivel sonoro he de destacar que el habitáculo está perfectamente aislado del ruido de las mecánicas y de sus vibraciones, muy bien conseguidas por cierto en la mecánica diésel.
La mecánica gasolina de 122 CV, he de confesar que a pesar de que me ha gustado, si la comparamos con sus rivales directos, el cliente puede percibir una falta de prestaciones notable. Esto no se debe a que la mecánica sea mala en absoluto, se debe a que se trata de un motor atmosférico con el que deberemos jugar con el cambio para sacar las prestaciones equiparables a una mecánica turboalimentada. A diferencia de estas donde el «pisotón» lo encontraremos desde una régimen bastante bajo, en la mecánica atmosférica nos veremos obligados a reducir al menos dos marchas, algo para lo que hay que acostumbrarse.
Dejando esto a un lado que puede o no ser un problema para según qué comprador, el motor es sensacional. Se trata de un motor elástico, muy agradecido cuando lo asociamos a la caja de cambios manual.
A pesar de tener que elevar las revoluciones y tener que jugar con el cambio manual, los consumos son muy buenos ya que durante la prueba hemos podido constatar que los mismos puede rondar fácilmente los 5.5 litros a los 100 kilómetros de media en una ruta llana de carretera. Este consumo aumenta hasta los 6.7 litros cuando jugamos con el cambio y exprimimos el motor al máximo.
Equipamiento y acabados
El nuevo Mazda3 está disponible en tres acabados: Origin, Evolution y Zenith. Al mismo tiempo, el cliente puede optar por dos paquetes: Pack Safety y Pack Safety Black.
Entre el equipamiento destacado de cada acabado nos encontramos con lo siguiente:
Origin: Múltiples Airbags inluido el de rodilla para el conductor, GVC plus, E-Call, Head Up display a color, pantalla de 8,8″, Apple Car Play / Android Auto, sistema de sonido de 8 altavoces, SCBS con detección de peatones, Detector de fatiga, Reconocimiento de señales de tráfico, Control de crucero adaptativo, sistema de aviso de cambio involuntario de carril, climatizador bizona, sensor de aparcamiento trasero, faros delanteros LED con luz halógena de marcha diurna, faros traseros LED, navegador, luces de carretera automáticas y llantas de aleación entre otros.
Evolution (+900 euros): añade los retrovisores exteriores e interior con ajuste antideslumbramiento, la cámara de visión trasera, los cristales posteriores tintados, el sensor de parking delantero y el acceso inteligente sin llave.
Zenith (+1800 euros): Añade los faros Smart FULL LED, la firma lumínica delantera y trasera, el sistema de sonido BOSE con 12 altavoces, elementos decorativos exteriores e interiores adicionales, el retrovisor interior sin marco y las llantas de aleación de 18″.
Pack Safety (+1000 euros): Añade el detector de fatiga con cámara, el detector de tráfico delantero, el detector de tráfico cruzado con función de freno, el sistema de monitorización 360 grados, el asistente de tráfico y crucero y el SCBS trasero.
Pack Safety Black (+1800 euros): Añade asientos de cuero negro, ajuste eléctrico y apoyo lumbar, memoria para el ajuste de la posición de conducción y los asientos calefactados.
Precios Mazda3 Sedán 2019
- Mazda3 Sedán Origin 24.265 euros
- Mazda3 Sedán Evolution 25.165 euros
- Mazda3 Sedán Evolution Aut 26.965 euros
- Mazda3 Sedán Zenith 26.965 euros
- Mazda3 Sedán Zenith Aut 28.765 euros
- Impresionante diseño exterior e interior
- Excelente calidad de los acabados y materiales interiores
- Puesta a punto y comportamiento
- Tacto de la caja de cambios manual
- Precios de partida y equipamiento de serie
- Pegatina ECO
- Echo en falta mecánicas mecánicas con prestaciones más generosas.
- Espacio lateral para las cabezas de las plazas traseras exteriores algo justo.
- Ausencia de una mayor digitalización de la instrumentación y de servicios conectados
¿Capacidad de depósito de combustible?
¿Correa de distribución o cadena?