Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.3
Notable+
Fiel al legado deportivo de AMG, el GT R se presenta como un modelo totalmente nuevo y puramente enfocado a un segmento nunca antes pisado en esta empresa. No se trata de un sustituto para el SLS, sino de un modelo que se sitúa un peldaño más abajo, pero que no le hace renunciar a una deportividad de alto nivel. Su concepto de motor delantero central, la disposición Transaxle de la caja de cambios y la construcción ligera inteligente de aluminio sientan la base para una experiencia de conducción realmente dinámica.
Iniciaré la prueba haciéndoos una confesión: hacía mucho tiempo que no me daba tanto respeto conducir un coche. Si hay algo por lo que siempre ha sido conocida AMG es por ofrecer a los clientes de todo el mundo el máximo rendimiento, la máxima exclusividad y unas sensaciones de conducción realmente salvajes -sí, el bramido de sus escapes es… sensacional- desde nada menos que 1967, que se dice pronto.
Como ya sabrás, en 2017, la compañía fundada por Hans-Werner Aufrecht y Erhard Melcher celebró su 50 aniversario y mucho ojo, porque en el transcurso de este medio siglo de vida, lo que ahora se llama Mercedes-AMG ha registrado numerosos éxitos en el deporte del motor mediante el desarrollo de vehículos únicos de carretera. Hoy en día, como filial de Daimler AG, la compañía de Affalterbach representa la punta de lanza deportiva del Grupo alemán.
50 primaveras dan para mucho y a lo largo de la historia, son muchos los modelos AMG que hemos llegado a conocer, tanto de calle como de competición. Seguramente cada uno de vosotros ya tiene varios en mente. Algunos coincidiréis en los mismos y otros no. Deportivos, berlinas, familiares, SUVs… la lista es infinita, pero en un homenaje al aniversario de la marca y, tras probar el AMG GT Roadster, esta vez he querido probar uno de los modelos más emblemáticos de su historia por el punto de inflexión que supone para el fabricante.
Hablo del Mercedes-AMG GT R, el pináculo del rendimiento. Con la serie Mercedes-AMG GT, la compañía de Affalterbach ha vuelto a subrayar su estatus como una marca de automóviles deportivos de gran dinamismo. Es uno de los herederos del tan especial SLS AMG (que no sucesor), y es que los modelos GT son la segunda familia de automóviles deportivos que se desarrollan enteramente en la división deportiva de la Estrella. Dentro de poco se les unirá también el AMG Project One, pero hasta entonces…
¿Nos vamos a conocer en detalle esta salvajada de coupé?
Diseño exterior
En menos de tres años, el segundo vehículo desarrollado íntegramente por AMG se ha convertido en una exitosa familia de vehículos y su máximo representante es llamativo desde todos los ángulos. El monstruo de AMG recibe mejoras estéticas respecto a sus hermanos de gama que radicalizan aún más las líneas de un modelo que no ha hecho otra cosa más que dejarnos alegrías en el Infierno Verde.
La delantera está protagonizada por la parrilla AMG Panamericana derivada del coche de carreras GT3, la cual enfatiza el ancho del coche mientras que las grandes entradas de aire garantizan el suministro de aire para el motor. El sistema de gestión de aire activo del AMG GT R cuenta con rejillas verticales en la parte inferior de la delantera, que pueden ser abiertas y cerradas por un motor eléctrico en un segundo para garantizar que la cantidad óptima de aire sea empelada para la refrigeración.
Durante una conducción normal, los elementos permanecen cerrados para reducir la resistencia al aire, por lo que en este momento el aire se dirige a la parte inferior de la carrocería, bajo el agresivo paragolpes en diseño Jet-Wing equipado con un sutil splitter en negro de alto brillo. Esto mejora la eficiencia aerodinámica de los vehículos.
Como parte de esta nueva medida de diseño, el refrigerador de aceite del motor de todos los modelos AMG GT se ha movido desde el frente hasta los arcos de las ruedas.
Sólo cuando ciertos componentes alcanzan temperaturas predefinidas y la demanda de aire es particularmente alta, las rejillas se abren. Completan el diseño del frontal el abombado capó, el cual podemos ver desde el puesto de conducción, y la inclinada luna delantera de pequeñas dimensiones. Su visibilidad no es precisamente remarcable, pero las sensaciones al volante son de un auténtico vehículo deportivo gracias a ello…
La vista lateral no es menos imponente, y es que a la carrocería de aluminio le sientan de maravilla los detalles en fibra de carbono. En el lateral son los protagonistas el inmenso morro, las asombrosas llantas tras las que se esconde un equipo de frenos cerámicos de alto rendimiento con pinzas doradas -10.473€-, los marcados nervios, los cortos voladizos rematados con musculosos pasos de rueda y la llamativa entrada de aire que indica lo que se esconde en las entrañas del AMG GT R.
Hay un total de 12 colores exteriores disponibles para la carrocería en los que encontramos acabados mate, metalizados y sólidos. En este caso encontramos el exclusivo AMG green hell magno solo disponible para esta versión.
El Mercedes-AMG GT R es tan largo como parece, pues a pesar de ser un biplaza sus medidas alcanzan los 4,55 metros de largo, 2,01 metros de ancho y 1,28 metros de alto, unas cotas ligeramente superiores a las de algunos de sus competidores e incluso a sus hermanos de gama. La batalla mide 2.630 mm y las vías delantera y trasera miden 1.693 y 1.681 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es de 0,35.
La zaga no es menos imponente que el resto de la carrocería, con dos finas y características ópticas LED que bordean los musculosos hombros del AMG GT R, una tercera luz de freno enmarcada a la sombra del salvaje alerón y un brutal difusor doble a color contraste en el que se integran una salida de escape central con silenciador de titanio por la que el bloque V8 de 4.0 litros nos deleita con su ronca melodía.
Tampoco falta la tira de sensores de aparcamiento y una cámara de marcha atrás -604€- escondida sobre la matrícula. Todos los componentes están pensados para mejorar las propiedades aerodinámicas de este bólido homologado para el uso en las vías públicas, desde el perfil aerodinámico activo hasta un elemento extremadamente ligero de fibra de carbono en los bajos del vehículo que modifica el caudal de aire para adherir al coupé al asfalto.
Diseño interior
El habitáculo del AMG GT R es tan especial y único como su exterior, con un diseño específico, un abundante equipamiento de serie y dos generosas plazas en las que te sentirás como en un auténtico vehículo de competición. Muchos de los componentes son compartidos con otros modelos de la gama del fabricante de la estrella, pero en el AMG GT se ha puesto más esmero en su realización.
En cualquier caso, considero que, por ejemplo, un Mercedes-Benz Clase S está mejor acabado y a la vista goza de mayor empaque. Casi todo está forrado con tejido blando, los materiales empleados son de buena calidad y el tacto de los mismos resulta realmente agradable, aunque algunos ajustes podrían haberse trabajado un poco más para evitar los crujidos al presionar o las vibraciones al pasar por tramos bacheados.
El conjunto está bien rematado en líneas generales, tal y como cabría esperar en un modelo de su precio, pero si lo comparamos con un Audi R8 o un Porsche 911, en este sentido el Mercedes-AMG GT R pierde algunos puntos. Los asientos de tipo baquet, por su parte, son bastante cómodos, pero están enfocados a la experiencia en circuito, por lo que su agarre es excepcional. Tienen regulación eléctrica, memoria, calefacción…
Los gráficos del sistema son sobresalientes, como siempre, y en este caso no resulta tan pegote al estar respaldada por parte del elevado salpicadero.
Lo que más impresiona de su diseño es la consola central con forma de ‘V’ en sentido descendente. Preside la zona más elevada la enorme pantalla de 8,4 pulgadas equipada con COMAND Online, la cual podemos controlar desde el volante multifunción (este es el mismo que podemos encontrar en el resto de la gama, igual que la instrumentación) o desde el mando central, muy similar al iDrive de BMW (este también es el habitual).
Bajo la misma hay cuatro salidas de ventilación de diseño redondeado en las que se ha empleado el aluminio para darle un toque más elegante al conjunto. A pesar de que podemos encontrar diversas opciones de tapizados y molduras interiores, en este caso podemos ver el cuero exclusivo napa/DINAMICA en negro con costura de adorno en color de contraste amarillo -4.479€-, a conjunto con las molduras de fibra de carbono mate AMG y detalles en negro brillante (977€ + 2.410€).
Más abajo, diversos controles para las funciones del vehículo y la climatización rematan la botonería del salpicadero. Todos ellos son los mismos que se emplean en otros modelos. La instrumentación, por su parte, es específica en diseño, pero igual en disposición de los elementos.
Por el contrario, la consola central es diferente y realmente atractiva, pues te hace sentir a los mandos de un coche poderoso. En la marca lo llaman AMG Drive Unit porque en sus extremos podemos encontrar diversas funciones como el botón de arranque, el selector de modos de conducción, el arranque y parada del Start/Stop y los controles del ESP, así como el ajuste de la suspensión, del motor y del escape.
Al final de la consola central encontramos la palanca de cambios, de diseño específico para este modelo. Al quedar en una posición tan retrasada, su manejo es bastante incómodo y carece de un modo secuencial, aunque es cierto que por regla general no lo usaremos en exceso y disponemos de levas tras el volante. Pone la guinda del pastel a la consola una guantera de tamaño medio con el logo de AMG bordado.
Por último, cabe mencionar la aplicación «AMG Track Pace» de serie, donde el smartphone se convierte en el ingeniero de pista personal. La aplicación permite registrar tiempos por vuelta y sector e incluso capturar vídeo para su posterior evaluación. Otra función interesante es la posibilidad de intercambiar datos con otros conductores AMG, por ejemplo, a través de redes sociales.
En términos de habitabilidad, el AMG GT R ofrece un tamaño generoso para dos ocupantes, destacando especialmente la anchura de las dos plazas. La postura de conducción es extremadamente baja y personas de más de 1,90 metros no llegarán siquiera a tocarse con el techo. Eso sí, a pesar del generoso tamaño de las puertas, el acceso y salida del habitáculo no es el más cómodo para ir con falda o pantalones pitillos apretados…
Respecto al espacio de carga, el maletero del Mercedes-AMG GT R únicamente cubica 285 litros, aunque si aprovechamos toda su capacidad podemos disponer de hasta 350 litros. Tampoco hay excesivos huecos portaobjetos, pero estamos en un deportivo enfocado a los circuitos y es lo habitual.
Motorización
La gama del Mercedes-AMG GT es bastante variada y radical, ofreciéndose varios niveles de potencia que van desde los 350 kW (476 CV) de las versiones estándar hasta los 430 kW (585 CV) del AMG GT R, pasando por los 384 kW (522 CV) y 410 kW (557 CV) de las versiones ‘S’ y ‘C’, respectivamente. En cualquier caso, la mecánica es la misma, el poderoso bloque V8 biturbo de 4.0 litros y código interno M 178.
Desarrollado íntegramente por Mercedes-AMG GmbH, la marca habla de él como una obra maestra tecnológica, un motor de nuevo desarrollo pensado para el máximo rendimiento que ofrece el modelo. Además, esta innovadora unidad de ocho cilindros destaca por su entrega de potencia, la construcción ligera, así como por su alta eficiencia y bajo impacto medioambiental.
No me voy a detener a explicaros todos los detalles de esta mecánica porque en su día ya dedicamos un post completo a ello al que le podéis echar un vistazo, pero recordemos que cuenta con algunas ‘chucherías’ como los turbocompresores “Hot Inside V”, la lubricación por cárter seco, un peso en seco de sólo 209 kilos, tecnología NANOSLIDE en la superficie interna de los cilindros o culatas con aleación de circonio, entre muchos otros.
La función Race Start se ha revisado para permitir al motor alcanzar un régimen más alto justo antes de iniciar la maniobra, de forma que se eviten averías.
En el caso del AMG GT R, encontramos algunos componentes específicos para lograr el imponente aumento de potencia, tales como dos turbocompresores que ofrecen una mayor presión de sobrealimentación (2,35 bar absolutos) o una optimización de la combustión y del sistema de refrigeración. Igualmente, en la transmisión AMG Speedshift DCT-7 se ha alargado la primera marcha y se ha acortado la séptima, mejorándose a su vez la refrigeración.
Pero qué sería de un gran motor si no viniera acompañado de un ronco sonido al compás, y es por ello que el AMG GT R cuenta con el equipo de escape AMG Performance conmutable de serie, el cual permite una sonoridad sugestiva o reservada: el conductor puede regular el volumen del sonido del equipo de escape pulsando un botón. Cuenta con un silenciador trasero de titanio.
El AMG GT R ofrece un total de cinco modos de conducción: C (Comfort), S (Sport), S+ (Sport Plus), I (Individual) y RACE. Este último es sencillamente salvaje y sólo apto para la pista. También cuenta con Start/Stop.
En términos de prestaciones, en el Mercedes-AMG GT R hablamos de 585 CV / 430 kW de potencia a 6.250 rpm y un pico de 700 Nm de par disponible en el amplio rango de 1.900 hasta 5.500 vueltas, lo que lo convierte en un motor tremendamente elástico e impulsivo que hay que saber domar con templanza. Me ha sorprendido que la respuesta al pisar a fondo no es inmediata, tiene un pequeño lag.
Con un peso total de 1.630 kilos gracias a un mayor uso de materiales ligeros que en otros AMG GT, estos números le permiten pasar de 0 a 100 km/h en sólo 3,6 segundos, de 80 a 120 km/h en apenas 1,8 segundos y alcanzar los 318 km/h. Respecto al consumo, la marca nos habla de 15,1 litros en ciudad, 9,0 litros en carretera y 11,4 litros en ciclo combinado.
En términos reales, yo no conseguí bajarlo en carretera de los 12 litros en modo Comfort circulando a 120 km/h, y eso que el motor gira a 2.500 vueltas a esta velocidad, el cambio sube de marcha entre 1.900 y 2.000 rpm conduciendo tranquilo y podemos encontrar un “modo vela” que deja caer las revoluciones al levantar el pie del acelerador. El consumo combinado se detuvo en 14,4 l/100 km y cuenta con un depósito de combustible de 75 litros.
Es, sin lugar a duda, un modelo sensacional que impone sólo con sentarte en su asiento, y es que su empuje es capaz de pegarte al asiento en cada aceleración, resultando extremadamente adictivo. Sólo por escuchar su sonido querrás llevarlo al corte e ir jugando con las levas del cambio ubicadas tras el volante. Por algo es el Rey del ‘Ring’ y el Safety Car de la Fórmula Uno…
Ficha técnica
Version | 8 cilindros en V |
---|---|
Cilindrada | 3.982 cm³ |
Potencia | 585 CV (430 kW) @ 6.250 rpm |
Par | 700 Nm @ 1.900 - 5.500 rpm |
Peso | 1.630 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.551 / 2.007 / 1.284 mm |
Volumen Maletero | 285 (350) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 3,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 1,8 segundos |
Velocidad máxima | 318 km/h |
Consumo homologado | 15,1 / 9,0 / 11,4 l/100 km (urb. / extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 259 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 198.100 euros (esta mecánica sin descuentos) |
Comportamiento
Si hay algo que caracteriza al Mercedes-AMG GT R es su radicalidad. Sólo con verlo desde fuera impone, pero cuando te sientas en su deportivo puesto de conducción y aprietas el botón de arranque… los pelos se te ponen de punta, da mucho, pero que mucho miedo. Sabes que tienes una auténtica bestia entre manos y su enorme morro vaticina una experiencia de conducción muy especial.
Las modificaciones mecánicas y aerodinámicas para hacerlo más rápido y efectivo en curvas son abundantes. Por ejemplo, un atributo específico del Mercedes-AMG GT R son las articulaciones Uniball. Estas piezas metálicas extremadamente resistentes al desgaste y montadas sin holguras en los brazos transversales inferiores del eje trasero aumentan la precisión en la conducción.
El Mercedes-AMG GT R incorpora además tecnologías aerodinámicas activas para incrementar su uso sobre la pista. En los bajos existe un elemento de fibra de carbono que se extiende automáticamente unos 40 mm alcanzarse una velocidad de 80 km/h y modifica la corriente de aire. El efecto Venturi producido por el aire ejerce una fuerza de aspiración en el vehículo, acercándolo a la calzada y mejorando de ese modo su estabilidad a alta velocidad.
Pero si hay algo por lo que destaca el tren de rodaje deportivo AMG es por basarse en el concepto de doble brazo transversal utilizado con éxito en el automovilismo deportivo, lo que le permite alcanzar las prestaciones de un bólido de competición. Por desgracia no pudimos probarlo en el circuito, pero esto se traduce en un elevado dinamismo transversal y una estabilidad direccional excelente a alta velocidad. En cualquier caso, no es tan perfecto como sus rivales, aunque mejor, los raíles son para los trenes.
El tren de rodaje cuenta de serie con el sistema ESP de tres niveles («ESP ON», «ESP SPORT Handling Mode» y «ESP OFF»), y esto, unido a un óptimo reparto de masas —47% delante, 53% detrás—, al bajo centro de gravedad y a la configuración elegida para el tren de rodaje, nos permite disfrutar de una respuesta al volante muy precisa, una agilidad impresionante, una escasa inercia de masas al cambiar de dirección y una excelente tracción. Además, cabe subrayar que el modelo monta ejes de trapecio articulado tanto delante como detrás.
En este caso, los elementos del paquete AMG DYNAMIC PLUS son de serie y garantizan un dinamismo de conducción claramente superior y una maniobrabilidad todavía más deportiva. Junto a apoyos dinámicos para el motor y el cambio, ofrece un tren de rodaje deportivo con reglaje más rígido y una armonización específica de la dirección. Es decir, permite movimiento muy rápidos sin vaivenes de la carrocería, aunque la dureza de la suspensión es insufrible y rebotona incluso en modo Comfort.
A este también se añade el tren de rodaje deportivo AMG RIDE CONTROL con sistema de amortiguación ajustable, que ofrece tres niveles diferentes para el tren de rodaje. Con él, el conductor puede pulsar un botón para seleccionar una de las opciones «Comfort», «Sport» y «Sport+», asegurándose de ese modo la mejor adaptación posible de la característica de amortiguación a la situación de conducción.
El AMG GT R resulta un deportivo realmente incómodo y ruidoso fuera del circuito pero, ¿a quién le importa? Aquí hemos venido a jugar.
No menos importante es la dirección del eje trasero AMG en un deportivo como este, ya que mejora la maniobrabilidad del vehículo en ciudad y la estabilidad de marcha hasta el margen crítico de la conducción. Las ruedas traseras giran en sentido contrario a las ruedas delanteras en la gama baja de velocidad y en el mismo sentido a mayor velocidad, lo que resulta en una distancia entre ejes más corta (más maniobrabilidad) o más larga (más agilidad).
Respecto al equipo de frenado, que es igual de importante que la potencia, de serie equipa unos frenos de alto rendimiento AMG con discos de material compuesto de 390 x 36 mm delante y 360 x 26 mm detrás, así como pinzas de freno amarillas con distintivo «AMG», los cuales son bastante eficaces e infatigables para un uso normal de vehículo, pero si lo tuyo es apurar las frenadas, también está disponible el equipo de frenos cerámicos de alto rendimiento AMG.
Son los que equipa esta unidad y hablamos de unos discos de material compuesto en tamaño 402 x 39 mm delante y 360 x 32 mm detrás, así como pinzas de freno con pintura especial y distintivo «AMG Carbon Ceramic»
Estos añaden la mínima distancia de frenado, un punto de presión preciso y la máxima resistencia incluso bajo condiciones extremas de servicio, aunque hay que calentarlos para que sean realmente efectivos. Según afirma la marca, este equipo de frenos cerámicos de alto rendimiento AMG con discos de material compuesto brinda una capacidad de frenado como la de los coches de competición, con una reducción de peso de aproximadamente un 40% en comparación con los discos de freno compuestos convencionales.
Equipamiento y precio
El Mercedes-AMG GT R viene con un gran equipamiento de serie en el que no faltan múltiples airbags para conductor y acompañante, los paquetes de retrovisores, equipo de escape de alto rendimiento, ópticas Full LED, alerón trasero fijo, volante AMG Performance en microfibra DINAMICA, sensores de luz y lluvia, detalles específicos AMG, climatizador bizona, COMAND Online, AMG Track Pace, llantas de 19 y 20 pulgadas, cambio SPEEDSHIFT 7DCT AMG…
En materia de seguridad y asistencia de serie destacan los ABS, ASR, ESP y BAS, el asistente de carril, el asistente activo de frenada, el piloto automático para aparcar, el servofreno de emergencia activo, el asistente de señales de tráfico o el regulador y limitador de velocidad, entre otros.
Los precios recomendados de toda la gama AMG GT para España sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Modelo | Potencia | Precio |
Mercedes-AMG GT Coupé | 350 kW (476 CV) | 148.600 € |
Mercedes-AMG GT S Coupé | 384 kW (522 CV) | 170.900 € |
Mercedes-AMG GT C | 410 kW (557 CV) | 178.800 € |
Mercedes-AMG GT C Coupé Edition 50 | 410 kW (557 CV) | 197.000 € |
Mercedes-AMG GT R Coupé | 430 kW (585 CV) | 198.100 € |
Mercedes-AMG GT Roadster | 350 kW (476 CV) | 160.800 € |
Mercedes-AMG GT C Roadster | 410 kW (557 CV) | 192.600 € |
- Su diseño, con ese morro, es espectacular, al igual que su diseño interior o la radicalidad de todos sus apéndices aerodinámicos. Empezarás a sentirte especial con tan solo ponerte frente a él.
- El empuje de la mecánica es sensacional, con una respuesta muy eficaz (aunque no inmediata) gracias al excelente cambio automático. Además, permite ajustar la conducción a tu gusto con los programas del ESP, los modos de conducción y los diversos niveles de tracción. Todo es extremadamente personalizable y conducirlo es una verdadera locura (aunque tienes que tener «manos» para ir ligero).
- El sonido del motor que acompaña a cada aceleración o a cada reducción de marcha es, sencillamente, sublime, especialmente en los modos Sport+ y RACE. El estruendo es una auténtica locura.
- El equipo de frenos carbocerámicos y los neumáticos prácticamente de competición son excelentes.
- El eje trasero direccional es una maravilla y muy útil en un modelo como este.
- Su mayor virtud es la emoción y las sensaciones curva tras curva, los raíles mejor para los trenes (un Audi R8 o un Porsche 911 Turbo S son demasiado perfectos).
- El remate de algunos ajustes podría haberse trabajado un poco más para evitar vibraciones y crujidos al circular por tramos algo peor asfaltados, pero la calidad general con los pespuntes a contraste y la microfibra es excelente.
- Deberíamos encontrarnos con más elementos específicos de este modelo y no con tantas piezas compartidas con la enorme mayoría de modelos del resto de la gama, aunque no es algo que sólo ocurra en Mercedes-AMG.
- Para aquellos que conducen cerca del volante o simplemente no son muy altos, tanto la botonería de la consola central como la guantera que se encuentra al final de la misma quedan en una posición demasiado retrasada. Lo mismo ocurre, lógicamente, con la palanca de cambios. No me parece la disposición más acertada.
- El prominente capó y la elevada altura de los hombros dificultan las maniobras de aparcamiento o la circulación entre el tráfico a pesar de las múltiples ayudas del modelo, aunque también es cierto que estas proporciones son parte de su encanto.
- Es mucho más salvaje que sus rivales directos y su conducción requiere tener bastante habilidad si no quieres sorpresas, aunque ahí reside todo su encanto y su particularidad.
- Es tragón, incómodo -a causa de las durísimas y secas suspensiones) y muy ruidoso para circular por la vía pública, pero en un coche como este, ¿a quién le importa?
- La llave podría ser un poco más exclusiva.