Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.2
Notable+
Mercedes-Benz vuelve a la a sorprendernos con una excelente berlina familiar de tamaño medio y acabado premium que nos hará disfrutar gracias a su tracción trasera. Gracias a una mayor calidad tras el facelift, nos acoge en un interior verdaderamente confortable que ahora viene plagado de innovaciones y de tecnología. Nuevamente la marca de la estrella ha trasladado parte del espíritu innovador de las clases superiores a una categoría más accesible.
La C de Mercedes-Benz es la Clase con mayor volumen de ventas de la compañía alemana y, por lo tanto, tiene una importancia vital para la marca. Desde su nacimiento en 1982, cuando el fabricante trajo al mundo el W201, se han vendido aproximadamente 9,2 millones de unidades repartidas entre las distintas carrocerías de modelo: Berlina, Estate, Cabrio y Coupé.
Con este modelo, Mercedes-Benz consigue plasmar con acierto los clásicos valores de la estrella en una atractiva gama de turismos posicionada entre la categoría media-alta y la categoría superior. Además, con el paso del tiempo se han ido añadiendo suculentas versiones que van desde los más prestacionales AMG hasta las variantes electrificadas.
El pasado Salón de Ginebra 2018 fue el escenario elegido por la firma germana para dar a conocer un nuevo Clase C más fresco. Al fin y al cabo, ya empezaban a pesarle los años en comparación con los Audi A4, Jaguar XE y BMW Serie 3, pidiendo a gritos la herencia de algunas tecnologías y elementos de equipamiento propios de los modelos superiores.
Más juvenil, más moderno, más deportivo, mejor acabado y mucho más equipado, el Mercedes-Benz Clase C vuelve a dar en el clavo sin perder la esencia clásica de la marca. Además, la carrocería Estate se presenta con una gran cantidad de soluciones tecnológicas y prácticas que lo sitúan en un buen puesto frente a sus rivales, el Serie 3 Touring y el A4 Avant.
¿Nos vamos a conocerlo?
Diseño exterior
Cuando la firma de la estrella lanzó al mercado esta generación del Clase C, los medios especializados alabamos que el equipo de diseño lograra trasladar los rasgos más característicos de la línea más clásica y elegante de las clases superiores de la marca a un tamaño más compacto.
Con ello, la cartera de productos es muy similar, pero también muy atractiva. El nuevo Clase C Estate luce unos bordes muy definidos y superficies muy curvas, contando con un diseño en el que predomina un gran entramado de superficies cóncavas y convexas que crean unas líneas muy singulares tanto en la carrocería berlina como en este familiar.
Su agresivo frontal destaca por su parrilla y su capó en forma de “V”. Al igual que en otros modelos de la marca, el cliente puede elegir entre dos frontales: uno deportivo con estrella central, o bien la parrilla del radiador clásica de berlina con la clásica estrella sobre el capó. Estéticamente, tras el restyling de este año, las novedades son ínfimas.
Hay disponibles 12 opciones de colores para la carrocería, con acabados sólido, designo -1.578€- y metalizado -1.081€-, así como tonalidades alegres y clásicas. En este caso vemos el gris selenita metalizado.
Apenas encontramos leves retoques en los paragolpes, la parrilla -con diversas molduras plateadas o cromadas en función del acabado- o los faros. Encontramos de serie los LED High Performance, pero opcionalmente disponemos de los Multibeam LED -1.088€-, los cuales adquieren una nueva dimensión tecnológica con 84 proyectores LED individuales y sistema Ultra Range para las luces de largo alcance.
En la zona central de la parrilla se ubica la gran estrella de la marca. A los extremos encontramos los mencionados faros, que acentúan aún más las líneas del capó gracias a los módulos de luz diurna LED que son como unas “cejas enfadadas”. Es importante señalar que no resulta necesario cambiar las bombillas durante toda la vida útil del vehículo.
Resulta curioso subrayar que la Clase E de 1995 (W210) es ligeramente más pequeña que esta nueva generación del Clase C.
Adicionalmente, esta unidad cuenta tanto con el Paquete AMG Line exterior como interior -2.892€-, lo que aporta un extra de dinamismo y distinción, además de incluir el tren de rodaje deportivo y una dirección algo más directa. En esencia, está pensado para aquellos que no quieran renunciar a un toque de deportividad a pesar de conducir un turismo familiar.
Siguiendo una línea descendente en el diseño del frontal, encontramos el deportivo paragolpes delantero, que incorpora tres entradas de aire adicionales a la parrilla, una central y otras dos a ambos lados. Los seis sensores de aparcamiento delanteros están integrados en el parachoques y su precisión es milimétrica.
Lateralmente, el Clase C Estate no es menos atractivo y gana enteros. La superficie acristalada es generosa para favorecer la visibilidad -con cristales tintados (509€) e insonorizados (277€)- y el área lateral es muy limpia, algo que mejora la estética exterior, pero penaliza la funcionalidad, ya que no encontramos ninguna protección lateral contra pequeños golpes.
Su diseño destaca por la línea arqueada de las ventanillas que nace en los retrovisores laterales, los cuales integran los intermitentes LED y están equipados con abatimiento eléctrico, intermitente LED y Paquete de Control de Carril -1.081€- para controlar el ángulo muerto.
La vista lateral se encuentra opcionalmente rematada por unas impresionantes llantas AMG multiradio de 19 pulgadas -en Paquete Control de Carril- calzadas con unos neumáticos Pirelli P ZERO en medidas 225/40 R19 93Y en el eje delantero y 255/35 R19 96Y en el trasero. Pese a que parezcan unas medidas desmesuradas, llenan perfectamente el paso de ruedas y son cómodas.
Las líneas cóncavas y convexas se pueden apreciar también en la parte trasera del vehículo. Las luces traseras siguen la línea del lateral, cubriendo las esquinas y la línea del gran portón –que divide los faros en dos partes- del maletero. La iluminación de los faros traseros se ofrece mediante cables de fibra óptica y módulos LED.
La luz de freno, dispuesta entre el catadióptrico y el piloto trasero, se ilumina con distinta intensidad de día y de noche, siempre dentro de la normativa vigente.
La inclinada luna trasera cuenta con una forma convexa que encaja a la perfección en los pilares D. Esta unidad cuenta con la ayuda al estacionamiento mediante sensores, acompañado de una cámara trasera que se deja caer desde el portamatrículas y resulta sólo visible cuando activamos la marcha atrás.
En el tercio inferior y, al encontrarse equipado con la Línea AMG, encontramos un parachoques musculoso con dos salidas de aire. Además, encontraremos dos salidas de escape integradas (falsas, para no variar), en combinación con un difusor en color contraste que le da un toque deportivo al modelo.
Por último y, vista desde arriba, esta unidad cuenta con una antena de tipo aleta de tiburón, barras longitudinales plateadas y un techo corredizo panorámico eléctrico de cristal -1.962€-. Está formado por una franja fija de policarbonato en la parte delantera, un elemento desplazable de cristal mineral y molduras laterales.
Diseño interior
Tras el facelift, el interior del nuevo Clase C Estate continúa con el gran paso adelante en términos de calidad y evolución de la nueva gama de modelos del fabricante. La verdad es que ya era hora de que se mejoraran la calidad de los materiales y los ajustes de la berlina, algo pobres en comparación con sus rivales más directos.
Una de las cosas que más me han gustado en esta unidad es que se haya sustituido el odioso Piano Black de la consola central por el acabado de madera, mucho más resistente a la suciedad y los arañazos. La mejoría es tan perceptible al tacto como a la vista y, si bien el diseño general se mantiene, se han incrementado adicionalmente la tecnología y el equipamiento.
Gran parte de los elementos del equipamiento interior mantienen el acabado galvanizado, dando lugar a superficies metálicas con “tacto frío”, pero muy moderno y deportivo. El salpicadero incorpora cinco salidas de aire redondas y, en estas, la dirección del flujo de aire se regula con una rueda que, junto con el mecanismo, se asemeja a la turbina de un avión.
Ahora vemos nuevos mandos para el control de crucero integrados en el volante, no en un mando escondido en la columna de dirección.
Las novedades más reseñables pasan por nuevas combinaciones de tapicerías (16 -9 tipos de molduras), asientos multicontorno con sistema Energizing comfort control opcional, un cuadro de instrumentos digital opcional de 12,3 pulgadas -943€- para complementar al sistema multimedia del salpicadero de siete o 10,25 pulgadas -2.320€ con el paquete Advantage- y un volante con nuevos controles táctiles.
Demuestran que la tecnología está muy presente elementos como un Head Up Display de funciones ampliadas y mejoradas, el arranque sin llave de serie (acompañado incluso de un nuevo diseño para la llave), la posibilidad de incorporar todos los sistemas de asistencia a la conducción de la marca o mejores equipos de sonido desde el acabado más básico, estando disponibles un total de tres.
En términos de diseño, lo más visible de la consola es la pantalla de 10,25 pulgadas que pertenece al COMAND Online. La pantalla está rodeada por un marco negro, tal y como sucede con el resto de los equipos de la marca Becker y su manejo se realiza mediante el mando táctil de la consola central -195€- al que van aparejados tres botones.
He de decir que la pantalla es un poco “pegote”. No puede extraerse, ni replegarse y mucho menos adaptarse en caso de reflejo, lo que en cierto modo es un gran error. Estaría bastante mejor que la pantalla pudiese ocultarse, tal y como hace Audi con sus sistemas de infoentretenimiento.
Otro de los grandes errores de la distribución de botones es la ubicación de los intermitentes de emergencia o “warning”, que no solo cuentan con un botón muy pequeño, sino que además quedan bastante alejados del radio de acción del conductor. Por el contrario, sí que me parece muy cómoda la palanca de cambios ubicada tras el volante, ya que deja un generoso hueco portaobjetos en la consola.
En dicho hueco encontramos desde un conector USB hasta una base de carga por inducción del teléfono móvil -440€-, además de dos posavasos de generoso tamaño. Por otro lado, al poseer un freno de estacionamiento eléctrico -ubicado bajo del interruptor giratorio de las luces-, también ganamos espacio en la prolongación de la consola central, bajo el generoso apoyabrazos.
Merece también la pena dedicarle unas líneas a la nueva instrumentación digital, la cual ofrece tres opciones de visualización y nos permite personalizar la información que se muestra en la parte central de la misma. Es realmente completa, permitiéndonos explorar un mayor volumen de información que el Audi Virtual Cockpit.
Por su parte, el cómodo y renovado volante viene con diversos botones y superficies galvanizadas, lo cual es atractivo, pero algo sucio. En los acabados deportivos el aro se encuentra revestido en cuero perforado con las costuras en color gris oscuro. Al estar asociado a una trasmisión automática, veremos unas levas metálicas de agradable tacto tras el volante.
Los asientos delanteros son muy deportivos en cuanto a sujeción se refiere y, junto con el cuero cranberry -1.647€-, hacen que el interior sea confortable y estético, a la par de ergonómico. Con carácter opcional podemos añadir múltiples comodidades como la calefacción, la ventilación, la memoria….
En términos de habitabilidad, el Clase C Estate es un modelo que cuenta con cinco plazas homologadas, sin embargo, en la parte trasera solo podrán viajar de forma cómoda dos personas, pues es incómodo viajar en la plaza central de la parte trasera debido a la forma de la banqueta y al prominente túnel de transmisión que limita el espacio para los pies.
En cambio, las plazas laterales se asemejan a las plazas delanteras, por lo que los viajes largos en este modelo son realmente cómodos. A diferencia de la berlina, donde con elevadas estaturas se podría tener problemas con el techo, en las variantes Estate familiares esto no pasa, algo que es de agradecer dado su enfoque.
El volumen de carga asciende a 460 litros, ampliables a 1.480 litros al abatir los asientos -40:20:40-. El portón es eléctrico y las formas muy regulares, contando con diversos puntos de sujeción. El único problema que he detectado ha sido que, cuando queremos quitar la bandeja enrollable y abatir los asientos, el Clase C Estate no cuenta con ningún hueco para alojar esta.
Adicionalmente, el modelo cuenta con una caja plegable muy útil que podremos ocultar bajo el suelo del maletero y emplear para guardar pequeños objetos, con el fin de que no “bailen” en el maletero. Por su parte, la función HANDS-FREE ACCESS permite abrir y cerrar el portón sin tocar la manilla, lo que aumenta el confort a la hora de introducir o sacar equipaje del maletero.
En definitiva, el interior es una exhibición generosa y segura de sobria deportividad y elegancia estética, con materiales de mejor calidad y detalles de acabado perfecto propios de un vehículo de gama alta, además de sorprendentes soluciones de diseño. Junto a la ejecución básica están disponibles las líneas Avantgarde, Exclusive y AMG-Line.
Motorización
Para la Clase C Estate están disponibles un total de seis motorizaciones gasolina y tres motorizaciones diésel, todas ellas con el cambio automático 9G-Tronic de serie. Entre las primeras encontramos el C 180 con cuatro cilindros y 156 CV, el C 200 con 184 CV y el C 300 con el mismo número de cilindros y 258 CV como alternativas racionales.
Todos van asociados a la tracción trasera, aunque más adelante llegará la tracción integral 4MATIC al C 200 Estate. Luego ya pasamos a las variantes AMG, cuya gama se compone del C 43 4MATIC V6 de 390 CV, el C 63 4MATIC+ V8 de 476 CV y el C 63 S 4MATIC+ V8 de 510 CV.
Respecto a la gama diésel, esta se compone del C 200 d con un motor de cuatro cilindros de nuevo desarrollo y 150 CV, el C 220 d también cuatro en línea con 194 CV, y el C 300 d con seis cilindros en V y 245 CV. En este caso, las dos mecánicas más potentes se pueden asociar a la tracción total 4MATIC.
Como novedades mecánicas destacan especialmente los nuevos motores de cuatro cilindros, en parte con la singular red de a bordo de 48 voltios (EQ Boost) que aporta deportividad y eficiencia. En una primera fase comercial veremos el motor de gasolina con una cilindrada de 1.5 litros en el mencionado C 200 Estate.
Otras ventajas son el modo de planeo con motor apagado y la recuperación de la energía de frenado con parada inteligente del motor.
Al mismo tiempo se incorpora en estos modelos un sistema adicional de 48 voltios con alternador arrancador accionado por correa (EQ Boost), el cual puede apoyar al motor de 135 kW (184 CV) con 10 kW (14 CV) adicionales. Más adelante, les seguirá una versión de 2.0 litros de cilindrada.
En cuanto al C 43 AMG, los especialistas en desarrollo de Affalterbach han aplicado un sinfín de medidas cuidadosamente ajustadas entre sí para mejorar aún más la dinámica de marcha. Ahora el motor V6 de 3.0 litros desarrolla 287 kW (390 CV), es decir, 17 kW (23 CV) más que hasta la fecha. El par motor máximo de 520 Nm está disponible en una amplia gama de revoluciones, desde las 2.500 hasta las 5.000 vueltas.
En la rama de los diésel, el nuevo C 220 d abre dimensiones inéditas a la eficiencia y presenta prestaciones mejoradas, cumpliendo con el certificado Euro 6d TEMP. Mercedes-Benz recurre en este motor diésel al procedimiento de combustión con pistones de cavidad escalonada, denominado así por la forma de la cabeza de los pistones.
Otras innovaciones son la combinación de bloque motor de aluminio y pistones de acero, así como el revestimiento NANOSLIDE perfeccionado de las camisas de los cilindros. Pese a la reducción de la cilindrada a algo menos de dos litros y a un peso aproximadamente 16% menor, el nuevo motor de autoignición (OM 654) en el C 220 d desarrolla 18 kW más que su antecesor.
Ha sido la mecánica que he elegido para esta prueba, un bloque de aluminio con dos árboles de levas en la culata, geometría variable, inyección directa por conducto común, turbo e intercooler que, con 1.950 cm3 de desplazamiento y cuatro válvulas, desarrolla una potencia de 194 CV (143 kW) a 3.800 rpm y un par máximo de 600 Nm desde las 1.600 rpm hasta las 2.800 rpm.
A pesar de no ofrecer el empuje en un rango excesivamente amplio de revoluciones, cuenta con potencia suficiente para moverse con soltura y agilidad. Es más, en mi opinión creo que se trata de la mecánica más equilibrada entre los diésel, pues el C 300 d ya será excesivo para aquellos usuarios que no viajan muy cargados ni buscan altas dosis de potencia.
Con sus cifras, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en torno a los 5,1 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 233 km/h. Es un motor suave que entrega la potencia de forma contundente, aunque es justo señalar que la rumorosidad podría haberse trabajado un poco más, especialmente en la aceleración.
Si bien es un coche enérgico, la respuesta al acelerador no es inmediata, por lo que ciertas maniobras en las que vamos a pisar con fuerza el pedal derecho requieren anticipación.
Puede no parecer muy potente, pero has de tener en cuenta que, asociado a la transmisión automática de nueve relaciones con levas tras el volante, la mecánica es tremendamente aprovechable, por lo que no sentirás una ausencia de potencia prácticamente en ninguna circunstancia (salvo que sea una pendiente muy empinada y vayamos totalmente cargados).
Empieza a empujar con fuerza realmente a partir de las 1.800 rpm, aunque en una conducción tranquila, la transmisión sube de marcha en el entorno de las 1.700 vueltas, lo que junto al Start/Stop ayuda a contener los consumos. A un ritmo más elevado sin llegar a practicar una conducción deportiva, el cambio sube de marcha a unas 2.200 revoluciones.
En carretera, el motor apenas gira a 1.500 rpm a 120 km/h en novena marcha, lo que nos permite obtener unos consumos irrisorios en autopistas y autovías que rondan los 5.2 l/100 km si circulamos sin carga ni compañía. Llenando algo más el vehículo, he apreciado que el marcador se detiene en torno a los 5.6 l/100 km, una cifra realmente buena en todo caso.
En ciudad la cosa cambia, pues no es fácil rondar los 7.5 u 8 litros de media aunque vayamos tranquilos, pero tras la semana de pruebas he conseguido detener el ordenador de viaje en unos excelentes 6.3 l/100 km combinando diferentes tipos de conducción. La marca homologa un consumo urbano de 5.5 litros, un extraurbano de 4.2 litros y un combinado de 4.7 l/100 km.
El cambio 9G-Tronic por convertidor de par es muy suave y suficientemente rápido para un uso normal del Clase C, siendo prácticamente imperceptible. La palanca no tiene un modo secuencial ni posición Sport, pero sí las ya mencionadas levas de generoso tamaño en aluminio tras el volante. Quizás para un uso más dinámico del coche no sean suficientemente rápidas, pero tampoco es su finalidad.
Ficha técnica
Version | C 220 d - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.950 cm³ |
Potencia | 194 CV (143 kW) @ 3.800 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.600 - 2.800 rpm |
Peso | 1.645 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.702 / 1.810 / 1.457 mm |
Volumen Maletero | 460 (1.480) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,1 segundos |
Velocidad máxima | 233 km/h |
Consumo homologado | 5,5 / 4,2 / 4,7 l/100 km (urb. /extraurb. / comb.) |
Emisiones CO2 por km | 123 g/km de CO₂ (Euro 6d-TEMP) |
Precio de partida | 47.950 euros (este motor y acabado) |
Comportamiento
Lo primero que llama la atención al subirse al nuevo Clase C Estate es su baja postura de conducción, lo cuál puede ser un inconveniente para aquellas personas a las que les cuesta subir o bajar del vehículo. Por el contrario, esto aporta cierta emoción a la conducción, ya que añade un plus de deportividad a los paquetes de diseño AMG de esta unidad.
Por otra parte, con una proporción de aluminio del 48% y un peso reducido en hasta 100 kilos respecto a la anterior generación, esta berlina se convierte en una de las más ligeras de su segmento, lo que indudablemente repercute en una gran agilidad rematada por el esquema de suspensión de tipo paralelogramo deformable en ambos ejes.
El diseño del eje delantero es de cuatro brazos, mientras que en el eje trasero se monta una construcción multibrazo optimizada de cinco brazos conocida por sus insuperables propiedades de guiado de las ruedas y por una óptima estabilidad direccional. Los componentes de ambos están realizados en aluminio para reducir el peso.
Si a esto le añadimos una dirección directa electromecánica con carácter deportivo que combina la servoasistencia variable en función de la velocidad de la dirección paramétrica -con una desmultiplicación variable en función del giro del volante-, os puedo asegurar que la cosa mejora notablemente.
Sí, parece un trabalenguas… pero, en definitiva, hablamos de una dirección que cumple con su cometido en todos los entornos, ya sea en carreteras reviradas (quizá aquí es donde menos destaca por su excesiva asistencia), circulando por autopistas o maniobrando en ciudad, donde declara un diámetro de giro entre paredes de 11,22 metros.
Por otra parte, hay que destacar que el buen comportamiento de esta berlina se remata por la sofisticada tecnología de su chasis y por la distribución de pesos y el ahorro de los mismos. Opcionalmente, podemos equipar la regulación progresiva de la suspensión AIR BODY CONTROL -1.937€- y la suspensión mecánica DYNAMIC BODY CONTROL -1.245€-.
Todo ello, combinado con la posibilidad que nos ofrece de adaptar su carácter general en todo momento gracias a los modos de conducción, permite que según nuestras apetencias podamos realzar el carácter deportivo del Clase C Estate, su confort o llevar a cabo una conducción realmente económica.
Además, en autopista y carreteras reviradas, la reducida altura del modelo nos garantiza un completo control, gran aplomo y una notable estabilidad en todo momento. El paso por curva de esta combinación es extraordinario gracias a una elevada rigidez torsional, la cual aumenta indudablemente con el tren de rodaje AGILITY CONTROL.
La verdad, si eres de los que duda de la tracción trasera y te puedes permitir un coche como este, estás ante una muy buena opción que aúna cierto dinamismo (aunque no superior al del BMW Serie 3) eficiencia y control, todo ello combinado con una estética imponente y un nivel tecnológico de primera nunca antes visto en un Mercedes-Benz Clase C.
Equipamiento y precio
En España todos los Clase C Estate MY2019 incluyen de serie faros Full LED, sistema multimedia con pantalla a color, cámara de visión trasera, navegador, llamada de emergencia, detector de fatiga, climatizador de dos zonas, modulo LTE 4G, tapizado mixto tela/piel, asistente al arranque en cuestas y ordenador de viaje.
También de serie son los elevalunas, los espejos y el freno de mano eléctricos, el apoyabrazos central delantero, los sensores de luz y lluvia, el control de velocidad con limitador, el selector de modos de conducción, los asientos con reglaje eléctrico parcial… En conjunto, una dotación mucho más rica que el modelo pre-restyling.
En términos de equipamiento, se mantienen las líneas Avantgarde, Exclusive y AMG-Line, incluyendo esta última una nueva parrilla diamantada de serie. Los precios para el mercado español del nuevo Mercedes-Benz Clase C Estate sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Potencia | Precio |
C 180 Estate | 156 CV | 43.105€ |
C 200 Estate | 184 CV | 46.470€ |
C 200 4MATIC Estate | 184 CV | Más adelante |
C 300 Estate | 258 CV | 51.200€ |
Mercedes-AMG C 43 4MATIC Estate | 390 CV | 79.150€ |
Mercedes-AMG C 63 Estate | 476 CV | 100.400€ |
Mercedes-AMG C 63 S Estate | 510 CV | 110.500€ |
C 200 d Estate | 150 CV | 43.100€ |
C 220 d Estate | 194 CV | 47.950€ |
C 220 d 4MATIC Estate | 194 CV | 51.400€ |
C 300 d Estate | 245 CV | 53.810€ |
C 300 d 4MATIC Estate | 245 CV | 56.350€ |
- Comportamiento dinámico que hasta ahora no era propio de la marca de la Estrella gracias a sus últimas mejoras técnicas, aunque no alcanza los niveles de BMW.
- Unos consumos excelentes en las motorizaciones diésel, especialmente en este caso y en autopista.
- Atractivo diseño exterior, clásico a la vez que deportivo.
- Abanico de tecnologías disponibles extenso, eso sí, tendrás que pagar bastante por equiparlas.
- Si te puedes permitir elevar la factura sin límite, el catálogo de opcionales es realmente grande.
- Maletero de gran capacidad.
- Caja de cambios automática excelente
- El precio de partida de la gama es superior al de sus rivales, aunque cuenta con una aceptable dotación de serie.
- Algunos precios de los opcionales resultan excesivos, especialmente si hablamos de sus innovadoras tecnologías.
- Los materiales son de primera en el habitáculo, eso es innegable, pero hay algunos plásticos y ajustes que al tacto desmerecen.
- El maletero no cuenta con trampilla de acceso al habitáculo para transportar, por ejemplo, unos esquís.
- Mecánica poco refinada.
- Touch-Pad todavía mejorable.
- Espacio bastante justo para cinco ocupantes.