La nueva generación de vehículos comerciales ligeros (LCV) de la firma nipona encuentra su máximo exponente en la nueva Nissan Townstar. Con opciones de gasolina y una versión eléctrica, esta nueva gama está preparada para acelerar la transición hacia la electrificación. Hoy probamos el Nissan Townstar Combi 130 CV.
La nueva Townstar demuestra la oferta de LCV más completa tecnológicamente de Nissan hasta la fecha. Trae un conjunto de más de 20 tecnologías a la oferta de furgonetas compactas. Nacida como reemplazo de la Evalia, es un modelo equivalente al Renault Kangoo y a los Mercedes-Benz Citan y Citan Tourer. Primos hermanos.
Construido sobre la plataforma Alliance CMF-CD, se ha desarrollado desde cero con la calidad y la funcionalidad en mente. Además, lleva el nuevo logotipo de la marca Nissan. Esto lo convierte en el primer modelo europeo que se produce con él. Como toda la gama de vehículos comerciales, se beneficia de la garantía de 5 años o 160.000 km.
Otras furgonetas de tamaño similar son las Citroën Berlingo, Mercedes-Benz Clase T, Opel Combo, Peugeot Rifter, Toyota Proace City, Ford Transit/Tourneo Connect o Volkswagen Caddy, además de las ya mencionadas Renault Kangoo y Mercedes-Benz Citan. Por precio, se ubica en una posición intermedia con los descuentos.
Diseño exterior
La versión gasolina de la nueva Townstar cuenta con un aspecto afilado y dinámico, gracias a su nueva parrilla. También integra «cortinas de aire». Se han incorporado para optimizar el flujo de aire alrededor del paragolpes delantero y las ruedas. Reducen la resistencia y optimizan la autonomía y el consumo de combustible.
El Nissan Townstar cuenta con un diseño estilizado que lo acerca a un turismo. Llaman la atención elementos como un voladizo delantero corto y un capó alargado que lo hacen equilibrado y dinámico. En el frontal, el ADN de Nissan está diferenciado de las Kangoo y Citan, e incorpora faros LED. Para las largas se recurre al halógeno.
En su extremo inferior cobra protagonismo una toma de aire, a cuyos lados encontramos dos faros antiniebla enmarcados en un embellecedor plástico. Todo ello queda rematado por un estilizado paragolpes con protectores en plata. La luna delantera, de amplia superficie, nos ofrece una excelente visibilidad hacia delante.
En la vista lateral, la superficie acristalada es muy amplia y el área de las puertas queda limpia de ornamentaciones. Los discretos pasos de rueda albergan llantas de aleación de 16 pulgadas en este acabado. Están calzadas con neumáticos Continental EcoContact 6 en dimensiones 205/60 R16 96H XL.
En ambos lados vemos dos puertas correderas con apertura manual. Equipan elevalunas eléctricos. Lo que no veremos son dos longitudes de carrocería, solo esta variante corta. Mide 4.49 metros de largo, 1.92 metros de ancho y 1.84 metros de alto. La batalla es de 2.716 mm y los anchos de vía de 1.584 mm delante y 1.596 mm detrás.
En la zaga es donde más se aprecian sus similitudes con una furgoneta. Un amplio portón trasero se abre a un espacioso volumen de maletero y a ambos lados quedan las verticales ópticas. No hay opción de equipar dos puertas como en otros derivados de comercial y el portón es manual, requiriendo mucho espacio para abrirse.
A diferencia de otros LCV tampoco permite abrir sólo la luneta posterior, algo útil en espacios reducidos. Se ofrecen un total de seis colores clásicos para el exterior, con acabado sólido y metalizado. En este caso vemos el Rojo Carmín metalizado. Sobre el techo hay una antena convencional y barras longitudinales. No se ofrece techo solar.
Diseño interior
El interior del Nissan Townstar es más similar al del Renault Kangoo que al de los modelos Nissan, salvo por los logotipos. Esto no es ni bueno ni malo, lo importante es que este tipo de vehículos cada vez son más similares a un turismo. Aportan una sensación de calidad mucho más elevada que antaño y una evolución positiva.
Hay margen de mejora, pues encontramos plásticos rígidos allí donde miremos. La sensación visual es sobria, pero agradable en conjunto gracias a algunos detalles como la pantalla del sistema multimedia o las molduras que simulan el aluminio. Peca en el tacto de algunos materiales y ajustes, especialmente en las partes bajas.
La sensación de solidez es buena y se ha trabajado el habitáculo para que no se noten grandes diferencias respecto a los turismos. El volante -ajustable en altura y profundidad- es cómodo y muy similar al de Captur o Clio. Punto a favor es, por ejemplo, el hecho de que ofrece alfombrillas para todas las plazas.
Lo que no me ha convencido es la postura de conducción, bastante vertical. En este sentido, creo que el Ford Transit Connect y el Volkswagen Caddy están más logrados. El Proace City adolece del mismo hándicap, dando impresión de vehículo comercial y ofreciendo una postura poco estirada. En cualquier caso, los asientos son cómodos.
En este acabado, cuentan con ajuste manual, calefacción y ajuste lumbar. Los cinturones, por su parte, brindan regulación en altura. Tras el volante, encontramos una instrumentación formada por dos diales analógicos para el velocímetro y el cuentarrevoluciones, con una pantalla de aceptable tamaño en el centro.
Alberga el ordenador de a bordo (con prácticamente toda la información en blanco y negro). Dos indicadores de aguja nos informan acerca del nivel de gasolina y la temperatura del aceite. El diseño del salpicadero es sencillo, pero bastante limpio y moderno, con botones sólo para las funciones básicas.
Por suerte, se mantienen fuera de la pantalla las funciones del climatizador bizona. La pantalla flotante de ocho pulgadas queda un poco “pegote” para mi gusto. Además, los gráficos y la percepción táctil resultan muy mejorables (a veces hay que clavar el dedo), con una fluidez que también podría mejorar de forma notoria.
Cuenta con tomas USB y es compatible con Apple CarPlay y Android Auto. También incluye navegación y carga inalámbrica para el smartphone. No falta el espejo central de vigilancia, pero no estarían de más unos estores laterales en las ventanillas de la parte trasera, como en el Proace City. El freno de mano es tradicional en los gasolina.
Pese a ello, ofrece amplios compartimentos portaobjetos en la consola central. Hay otro hueco sobre el salpicadero, frente al conductor; además de la amplia guantera y el espacio bajo los controles del climatizador. Al hablar de modularidad, es cierto que abatir, desplegar y extraer los asientos resulta sencillo.
Lo malo es que la banqueta trasera no es deslizable ni el respaldo reclinable (solo abatible), al igual que tampoco pueden girarse los asientos. La habitabilidad por altura y anchura es sobresaliente en todas las plazas. Gracias a un ángulo de apertura de 90º delante y a la presencia de dos puertas correderas detrás, el acceso tampoco es difícil.
Los asientos son individuales en todas las plazas y hay mesas plegables en el respaldo de los asientos de la primera fila. La segunda equipa ISOFIX, salidas de ventilación con regulación del caudal de aire, iluminación y tomas USB y 12V. En este modelo no hay opción de equipar una tercera fila de asientos porque solo hay carrocería corta.
Igualmente, el espacio de carga es bastante generoso, con 775 litros de maletero. Con una fila de asientos hablamos de 2.800 litros, por lo que resulta uno de los modelos con más capacidad de carga. Podemos proteger de miradas indiscretas la carga con la bandeja para el maletero. Este incluye iluminación, ganchos y toma de 12V.
Motorización Nissan Townstar Combi 130 CV
El Nissan Townstar de pasajeros solo se ofrece con un motor de cuatro cilindros y 1.3 litros gasolina. Está asociado exclusivamente a una caja manual de seis relaciones y cumple totalmente con las últimas regulaciones Euro 6d-Full. Se trata de un bloque fabricado en aluminio de origen Renault con una cilindrada concreta de 1.333 cm³.
Incluye dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo, intercooler y Start/Stop. Es capaz de desarrollar una potencia de 131 CV (96 kW) entre 5.000 y 6.000 rpm; así como un par motor de 240 Nm desde 1.600 y hasta 3.500 rpm. Gracias a ello, ofrece buenos bajos, con un empuje leve de 1.000 a 3.000 vueltas, pero sin vibraciones. Desde las 3.500 rpm cobra una mayor fuerza.
No es ni mucho menos prestacional, pero ofrece un buen rendimiento sin disparar los consumos. Nos ofrece una aceleración progresiva y mueve con cierta soltura al Nissan Townstar cuando no abusamos de sus capacidades de carga. Sin embargo, con el coche hasta los topes podría quedarse algo limitado de fuerza en ciertas situaciones.
En cualquier caso, sus cifras de potencia van parejas a las de sus principales rivales. Para que os hagáis una idea, en cifras declara un 0 a 100 km/h en 12.8 segundos. Recupera de 80 a 120 km/h en 7.9 segundos entre marchas y alcanza una velocidad máxima de 183 km/h. A 120 km/h en sexta marcha, el motor gira a 2.600 rpm.
Esto nos permite mantener velocidades de crucero sin necesidad de bajar ninguna marcha. Eso sí, en un uso urbano o ante una orografía desfavorable en carreteras secundarias, esta mecánica nos obliga a jugar con frecuencia con el cambio de marchas. Las relaciones, en general, son bastante cortas y sube rápido de vueltas.
Por suerte, no es un problema porque la transmisión es cómoda de usar. El tacto del pedal del embrague y de la palanca son agradables, aunque más bien tirando a blandos por la concepción del vehículo. Es algo habitual en este segmento. Me parecen acertados el escalonamiento del cambio; así como el guiado y recorridos de la palanca.
La sonoridad y las vibraciones están trabajadas y el Nissan Townstar se mueve con bastante refinamiento para ser un LCV. No es ni mucho menos un furgón de los de antaño. Incluso en aceleraciones intensas este motor se mantiene muy discreto, con un bonito sonido. Las vibraciones molestas no aparecen ni siquiera a bajo régimen.
Respecto a los consumos, es fácil rodar en torno a los 6.5 litros en autopista si la orografía no es adversa. En ciudad, circulando con calma, nos moveremos en unos 8.0 litros reales. El consumo medio tras una semana de pruebas se detuvo en 7.1 l/100 km. Por su parte, Nissan homologa un combinado WLTP de 6,8 l/100 km.
El depósito de combustible tiene una capacidad de 54 litros.
Cabe destacar que nuestra medición de los consumos se ha llevado a cabo sin carga ni pasajeros, por lo que, aprovechando sus capacidades, los consumos no son ni mucho menos brillantes. Para ahorrar algo de combustible, disponemos de un modo ECO que modifica algunos parámetros del vehículo, como el tacto del acelerador.
Version | Combi Tekna - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.333 cm³ |
Potencia | 131 CV (96 kW) @ 5.000 - 6.000 rpm |
Par | 240 Nm @ 1.600 - 3.500 rpm |
Peso | 1.550 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.486 / 1.919 / 1.838 mm |
Volumen Maletero | 775 (2.800) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 12,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,9 segundos |
Velocidad máxima | 183 km/h |
Consumo homologado | 6,8 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 154 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 35.392 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Nissan Townstar Combi 130 CV
Este tipo de vehículos nada tienen que ver con lo que eran antaño, presumiendo de más refinamiento y confort. Sin embargo, en algunos modelos, las diferencias respecto a los turismos e incluso los SUV, son apreciables. Es el caso del Townstar en algunas circunstancias, como los días de viento o en tramos de curvas más cerradas.
En estos casos, le limitan su altura, la puesta a punto de la dirección y una suspensión más bien tirando a blanda que hace balancear la carrocería. Pese a ello, el Nissan Townstar es capaz de aunar una buena comodidad en autopista con cierta agilidad en curvas rápidas. Lo que sí es destacable es la gran maniobrabilidad en ciudad.
Sus dimensiones no se hacen de rogar a la hora de maniobrar ni entre el tráfico diario. Hace gala de un diámetro de giro de 11,75 metros entre paredes. Como ocurre en este tipo de vehículos, ofrece buena visibilidad, mejor que en algunos rivales que equipan doble puerta posterior. A ellos se suman las cámaras 360º y los sensores perimetrales.
Como dije antes, la postura de conducción es demasiado vertical para un monovolumen, asemejándose más a un vehículo comercial. Pese a ello, en autopista se siente cómodo, con una insonorización adecuada. La única pega es quizá el ruido aerodinámico, que queda más marcado a alta velocidad.
No llega a resultar incómodo, pero sin duda alguna en este aspecto los monovolúmenes salen más beneficiados. Respecto a la suspensión, hemos de tener en cuenta que está pensada para soportar peso, por lo que su tarado es blando. Filtra muy bien las irregularidades y no es especialmente rebotona, pero no cambia de apoyo con rapidez.
Para un uso familiar del vehículo, guarda buen equilibrio. Además, cuenta con un recorrido acertado que evita que en zonas de resaltos golpeen los topes, como sí ocurre en el Proace City. El Townstar monta un esquema de tipo McPherson en el eje delantero y un eje de torsión en el trasero. Delante equipa barra estabilizadora.
Respecto a la dirección, esta ofrece elevada asistencia y buena rapidez para el segmento, pero el feedback es cuanto menos escaso. Las reacciones del coche son naturales y las ayudas actúan con eficacia, pero si circulamos deprisa no siempre tenemos una amplia sensación de control que, por ejemplo, sí aportan un Rifter o una Caddy.
Este aspecto empeora a causa de los neumáticos. Se ha tratado de rebajar el consumo a base de unas gomas de baja resistencia. El problema es que, cuando llueve o circulamos algo más ligeros, la adherencia se ve comprometida y el deslizamiento de las ruedas no tarda en aparecer. La solución, simplemente elegir otras gomas.
El Townstar cuenta con una amplia gama de tecnologías de seguridad y funciones avanzadas de asistencia al conductor. Es el caso del asistente contra el viento lateral, el asistente de remolque, la frenada de emergencia inteligente con detección de peatones y ciclistas y asistencia de cruce; aparcamiento manos libres, control de crucero inteligente…
Para los frenos se ha optado por unos discos ventilados de 280 mm de diámetro en el eje delantero. En la parte posterior monta discos de tambor. Si bien cumplen su función y se dosifican con comodidad, para un vehículo pensado para ir cargado, yo habría apostado por unos discos macizos en el eje posterior.
Una de las cosas que has de tener en cuenta a la hora de adquirir un vehículo de estas características es cómo matricularlo. No matricularlo como turismo puede tener sus ventajas fiscales, pero en ese caso no tendrás los mismos límites de velocidad que un turismo. Atento a la tabla:
Vehículos derivados de turismo y vehículos mixtos adaptables | Autopista/Autovía | 100 km/h |
Vía convencional con 1,5 metros arcén | 90 km/h | |
Resto vías fuera de poblado | 80 km/h | |
Furgones | Autopista/Autovía | 90 km/h |
Vía convencional con 1,5 metros arcén | 80 km/h | |
Resto vías fuera de poblado | 70 km/h |
Equipamiento y precio
El Nissan Townstar Combi está disponible con los acabados Acenta, Acenta+, N-Connecta y Tekna. Todas las versiones Combi incluyen faros LED, alerta y asistente de carril, aviso pre-colisión, frenada automática en ciudad, detector de fatiga y peatones, sistema de visión 360º, lector de señales de tráfico, SmartBeam, asistente de remolque y de viento lateral…
En confort también pueden equipar climatizador automático, sistema de navegación integrado, Apple CarPlay, Android Auto, control de crucero adaptativo, ordenador de viaje, volante multifunción en piel, espejo interior fotosensible, apoyabrazos central, asientos calefactables, asistente de aparcamiento, llantas de 17 pulgadas…
Los precios recomendados para España de la gama Nissan Townstar Combi 2022 arrancan en 29.105 euros sin descuentos ni promociones. La versión más completa es este acabado Tekna. Su precio de partida es de 35.392 euros sin descuentos ni promociones. Al contado podemos ahorrar casi 4.000€ y, financiando, casi 5.000€.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.4
Notable
El nuevo Nissan Townstar es un interesante vehículo comercial ligero que se lanza tanto en versiones Combi como en los más prácticos Furgón. Está disponible con una mecánica de gasolina y otra eléctrica. Comparte numerosos componentes con el Renult Kangoo, que son apreciables fácilmente, sobre todo en el interior. Por precio, se sitúa en una posición intermedia.
Lo bueno
- Gran comodidad en autopista.
- Amplio equipamiento de seguridad y asistencias a la conducción.
- Tacto de conducción agradable.
- Mucho equipamiento de serie.
- Aspecto vistoso, alejado de los vehículos comerciales.
- Amplio espacio interior y capacidad de carga.
- Precio razonable.
- Los huecos portaobjetos son abundantes y generosos.
Lo mejorable
- Solo se ofrece en una variante de carrocería y con una mecánica.
- No ofrece versión de siete plazas como, por ejemplo, la Proace City.
- Los asientos de la segunda fila no tienen regulación longitudinal ni del respaldo.
- Faltan algunos extras de otros LCV como el techo solar o la posibilidad de abrir la luneta posterior de manera independiente al portón.
- Aislamiento interior mejorable y postura de conducción vertical.
- La mecánica puede quedarse algo justa de potencia si se aprovechan las capacidades de carga.
- Frenos de tambor en eje trasero.
- Los neumáticos de serie no son los más adecuados.