Han pasado ya unos años desde que la firma de origen alemán lanzase al mercado el Opel Grandland. Ahora el SUV compacto recibe una actualización de medio ciclo que no le sienta nada mal. Presume de un diseño muy atractivo y es capaz de combinar un buen equilibrio entre dinamismo y elegancia. Nos ponemos al volante del Opel Grandland Diesel 130 CV Aut.
Derivado del Peugeot 3008, ambos cuentan con numerosas similitudes. Los chicos de la compañía gala han querido apostar con mayor contundencia por el diseño y las sensaciones, así que estamos ante productos claramente diferenciados. En este sentido, el Grandland es algo más sencillo en el exterior y el interior. También cuenta con un precio inferior.
Disponible con motores gasolina, diésel e híbrido enchufable, en la nueva entrega desaparece la letra X de la denominación. Destaca en el segmento por capacidad de maletero y habitabilidad. Además, el equipamiento puede ser abundante, lo que le sitúa en una posición ventajosa frente a algunos de sus muchos rivales en el segmento C-SUV.
Pensemos que el Grandland está destinado a competir contra grandes modelos como el Ford Kuga, el Honda CR-V, el Mazda CX-5, el Nissan Qashqai, el Renault Kadjar, el SEAT Ateca, el Volkswagen Tiguan, el Peugeot 3008, el Škoda Karoq, el Hyundai Tucson o el Toyota RAV4. El precio de partida está por encima del de muchos de los modelos mencionados.
Diseño exterior
El diseño del nuevo Opel Grandland se ha remozado profundamente. En un segmento C-SUV en el que uno de los principales motivos de compra es el atractivo visual, era un cambio necesario. Como ocurre en otros modelos como los MOkka, Astra y Crossland, recibe la nueva cara de Opel –Opel Vizor. También el nuevo habitáculo totalmente digital –Opel Pure Panel-.
Sin las bonitas llantas de aleación de este GS Line y con una pintura exterior uniforme, el conjunto resulta menos llamativo y pintón. Lo bueno es que en los acabados más sencillos mantiene ciertos detalles cromados. Además, todos los elementos de la carrocería importantes van pintados, no dejando superficies plásticas sin terminar.
El frontal de esta unidad se caracteriza por los faros matriciales IntelliLux LED adaptativos (LED de serie). Quedan conectados por una moldura en negro brillante en la que se inserta el logo oscurecido. Vemos pequeñas luces antiniebla integradas en la gran toma de aire inferior. Para potenciar su deportividad, hay tomas laterales que dirigen el flujo de aire a las ruedas.
La luna delantera tiene buen tamaño y el capó destaca por sus marcados nervios. Se ve futurista y robusto a partes iguales. No faltan los sensores de aparcamiento delanteros y el radar de los ADAS. Visto de perfil, los pilares y el techo en color negro resaltan con el llamativo color blanco de la carrocería. Los rieles de techo también van en negro.
No falta una moldura plástica inferior para proteger la parte baja. La carrocería luce diversos detalles en negro. En total hay cinco colores para la carrocería, con tonos clásicos y vivos; así como varios acabados. En este caso vemos el Blanco Ártico metalizado. Las llantas van de 17 a 19 pulgadas. En esta unidad calzan gomas Michelin Primacy 4 en medidas 225/55 R18 102V.
Las dimensiones exteriores se mantienen intactas pese a los cambios en los paragolpes. Se queda en 4.48 metros de longitud, 1.86 metros de anchura y 1.61 metros de altura. La distancia entre ejes es de 2.675 milímetros. Los anchos de vía delantero y trasero se sitúan en 1.579 y 1.587 milímetros. Opel no ha facilitado los datos aerodinámicos de este modelo.
Destacan los marcados pasos de rueda y la generosa superficie acristalada.
En la zaga destaca la horizontalidad. Las ópticas son LED de serie y destaca la denominación del modelo en el centro del portón manual. La luna es amplia y ofrece buena visibilidad. Sobre ella hay un marcado alerón con la tercera luz de freno. En el paragolpes negro están los catadióptricos. Sobre el techo descansa una antena de tipo aleta de tiburón también en negro.
Diseño interior
En el interior, Opel ha trabajado sobre la calidad percibida y el diseño. El salto en ambos sentidos es palpable desde el primer vistazo. Hereda también numerosos rasgos de otros modelos del grupo Stellantis, haciendo un mayor uso de materiales acolchados en el salpicadero. En las versiones sencillas hay más plásticos rígidos menos vistosos.
En el interior se da predominan el diseño y la practicidad. Hay detalles personalizables como las molduras de distintos colores y las opciones de tapicería. Es más vistoso y se ha tratado de aumentar la sensación de calidad con un acolchado de las puertas. En el lado menos positivo está el abuso del tedioso negro piano. El nivel de calidad está en la línea del segmento.
Un 3008 está mejor acabado y es más vistoso, pero menos ergonómico. Los ajustes están a buen nivel, pues no encontrarás crujidos ni vibraciones. En la parte central del salpicadero, la pantalla táctil se ofrece en 7 o 10 pulgadas, según el nivel de acabado o las opciones elegidas. Cuenta con más de fluidez y rapidez que en otros modelos de la gama algo más antiguos.
Pese a ello, sigue por detrás de muchos rivales en gráficos y agilidad de movimientos. Me ha gustado que los controles del climatizador bizona no se integren en la pantalla. En este caso se han empleado controles físicos clásicos en la parte baja del salpicadero. Sí es cierto que algunas funciones, como el flujo de aire, se reservan para la pantalla.
La conectividad está garantizada gracias a la compatibilidad con MirrorLink, Apple CarPlay y Android Auto. Encontramos carga inalámbrica de smartphone, navegador TomTom 3D y hasta tres entradas USB. Los huecos portaobjetos de las puertas y la consola central cuentan con buen espacio y serán mínimos los detalles de acabado que puedan disgustarte.
Las manos se posan cómodamente sobre un volante de diseño similar al del resto de modelos Opel. Cuenta con levas solidarias y tras él hay un cuadro de instrumentos digital de 12 pulgadas. Goza de cierta personalización, con varios modos disponibles (Personal, Mínimo, Navegación…). Sus gráficos y fluidez son aceptables, con buen aporte de información.
Ya en la consola central encontramos el selector de modos de conducción, el freno de mano eléctrico y el selector del cambio automático, que es similar al que vemos en otros modelos del grupo como el Peugeot 3008. Detrás hay dos posavasos descubiertos y, al finalizar la consola, un reposabrazos deslizable que esconde otro hueco de contenidas dimensiones.
Respecto a la habitabilidad, el Opel Grandland está homologado para cinco ocupantes, aunque cuatro personas viajarán con mayor comodidad. Se queda algo justo para cinco adultos por anchura. Resulta cómodo el acceso a la segunda fila de asientos por altura y grado de apertura de las puertas. Por altura, hasta los hasta 1,95 metros de altura se viaja cómodo.
En las plazas delanteras hay abundante espacio y todo queda al alcance de la mano. Los asientos pueden tener ajuste eléctrico, calefacción y masaje (solo conductor). Son cómodos, brindan una sujeción correcta y tienen una extensión de la banqueta. Los cinturones de seguridad tienen ajuste en altura y el volante puede ser calefactado en opción (solo manual).
El maletero cubica 514 litros, pudiendo ampliarse al abatir la segunda fila -60:40- a 1.652 litros. Está en la media del segmento, con rivales por encima y por debajo. Tiene unas formas muy regulares y la boca de carga es generosa. Podemos equipar una rueda de repuesto bajo el piso y el borde de carga queda a 790 mm. El piso puede colocarse a dos alturas.
Motorización Opel Grandland Diesel 130 CV Aut.
La gama mecánica del Opel Grandland ofrece opciones gasolina, diésel e híbridas enchufables. La rama de los gasolina cuenta únicamente con el 1.2 Gasolina de 130 CV. En diésel la familia contempla el 1.5 BlueHDI de 130 CV que hemos probado. Ambos se pueden combinar con la caja manual de seis velocidades o la automática con ocho relaciones (EAT8).
En cuanto a los híbridos enchufables, encontramos las versiones con 225 y 300 CV. Ambos comparten el motor 1.6 Gasolina de 180 CV. Se combinan con uno o dos motores eléctricos de 110 y 113 CV, respectivamente. Solo el más potente lleva tracción total. Opel ha aumentado la autonomía homologada en modo eléctrico de 57 a 61 kilómetros.
El bloque 1.5 Diesel está fabricado en aluminio. Cuenta con dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler. Entrega una potencia de 131 CV (96 kW) a 3.750 vueltas y 300 Nm de par desde las 1.750 rpm. Como veis, son cifras meramente aceptables para su tamaño y peso, sobre todo si vamos cargados.
La entrega de potencia es progresiva y requiere de cierto tiempo a la hora de llevar a cabo maniobras rápidas como adelantamientos, tanto por el empuje en las recuperaciones como por la respuesta del cambio automático. En cifras, declara un 0 a 100 km/h en 11,5 segundos, con un 80 a 120 km/h en 8,9 segundos (entre marchas) y una velocidad punta de 195 km/h.
Algo más pobre es el empuje a bajas vueltas, pues básicamente no sentimos fuerza hasta que el turbo empieza a soplar a unas 2.000 rpm. El cambio, en una conducción sosegada, es en torno a esa cifra cuando sube de marcha. En autopista, circulando a 120 km/h en octava velocidad, el cuentarrevoluciones se sitúa también en las 2.000 vueltas.
Respecto al refinamiento, hay que reconocer que el motor en su conjunto no resulta molesto. No se transmiten apenas vibraciones y el clásico sonido a diésel al habitáculo está bien disimulado. Probablemente su sonoridad solo te resulte más notable al estirarlo de vueltas, algo habitual en estas mecánicas. En cualquier caso, como digo, tampoco es molesto.
Se puede elegir entre tres modos de conducción: Normal, Eco y Sport. Afectan a la rapidez con la que el acelerador y la caja de cambio responden (y no mucho). Si no buscas altas dosis de potencia, brinda buen equilibrio para la ciudad y para hacer viajes largos. Los consumos son ajustados y, si no viajamos muy cargados, cumple en la mayoría de las situaciones.
Respecto a los consumos, me han parecido muy buenos. La marca nos habla de un consumo combinado de 5,1 l/100 km y lo cierto es que resulta medianamente realista. En viajes de autopista más o menos llanos como Madrid-Guadalajara o Madrid-Plasencia podemos circular por debajo de los 5.0 litros a los 100 km (4,8 l/100 km Madrid-Guadalajara).
Cuando la orografía varía, nos movemos en torno a los 5.7 litros a los 100 kilómetros. En ciudad lo habitual es ver el consumo cerca de los 8.0 l/100 km. Tras la semana de pruebas, el consumo medio se detuvo en 6.1 litros a los 100 kilómetros. El depósito de gasolina tiene una capacidad de 53 litros, lo que garantiza una buena autonomía. El de AdBlue tiene 17 litros.
Respecto al cambio automático por convertidor de par y ocho velocidades, este goza de mucha suavidad y una rapidez suficiente para un uso normal del Grandland. Sí que es cierto que, cuando se le exige una rapidez adicional, como al pisar a fondo el acelerador, se muestra más perezoso. En modo manual, utilizando las levas, tampoco es especialmente rápido.
Version | 1.5 Diesel GS Line - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.499 cm³ |
Potencia | 131 CV (96 kW) @ 3.750 rpm |
Par | 300 Nm @ 1.750 rpm |
Peso | 1.523 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.477 / 1.856 / 1.609 mm |
Volumen Maletero | 514 (1.652) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 11,5 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 8,9 segundos |
Velocidad máxima | 195 km/h |
Consumo homologado | 5,1 / 5,7 - 4,9 - 4,5 - 5,6 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 135 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 35.207 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Opel Grandland Diesel 130 CV Aut.
Al igual que ocurre en la gran mayoría de modelos del segmento C-SUV, moverse en el tráfico urbano con el Grandland no entraña ninguna complicación. Ofrece buena visibilidad en todos los ángulos. Mejor incluso que en el caso del 3008, que tiene las ventanillas más pequeñas. El diámetro de giro es de 10,67 metros entre bordillos y 11,05 metros entre paredes.
Incluye la posibilidad de incorporar tanto sensores de aparcamiento delanteros y traseros como cámara de visión trasera. Como ya he comentado, la calidad de la cámara es bastante pobre, algo habitual en los modelos que formaban parte de PSA. En cualquier caso, siempre nos vale como referencia a la hora de llevar a cabo maniobras de aparcamiento.
En carretera, hablamos de un vehículo cómodo, un gran rutero. El asilamiento es bueno y las suspensiones presentan una dureza intermedia en el segmento. Hay modelos con las suspensiones más blandas, como puedan ser el Renault Kadjar o el Citroën C5 Aircross, pero en el caso del Grandland no son tan firmes como, por ejemplo, las del Peugeot 3008.
Es por ello que el modelo de Peugeot muestra un comportamiento más dinámico a la hora de afrontar curvas con cierta agilidad, ya sea en autopista o en carreteras de montaña. Pese a ello, el Opel no muestra balanceos de la carrocería acusados y la sensación de seguridad es elevada. No hay movimientos bruscos si buscamos los límites ni reacciones inesperadas.
Es en curvas algo más lentas donde sale a relucir el enfoque familiar del Opel Grandland. Está pensado para viajar cómodamente, no para irse de tramo, por lo que sus cambios de apoyo son tranquilos y los sistemas de asistencia actúan con rapidez y eficacia. Mantiene todo bajo control desde el primer momento en el que tratamos de buscarle las cosquillas.
Como os decía, aquellos que busquen un plus de dinamismo, quizás deberían plantearse optar por el 3008 y con una mecánica algo menos frugal. El Grandland monta un esquema de suspensiones McPherson en el eje delantero y un eje rígido en el trasero. La dirección, por su parte, cumple con gran eficacia, precisión y feedback para un uso sosegado del SUV.
Aquellos que vayan a sacar su vehículo ocasionalmente fuera del asfalto siempre pueden optar por el Grip Control opcional. Este se encarga de gestionar el control de tracción y estabilidad para movernos con más seguridad sobre diferentes tipos de suelos deslizantes, ya sea nieve, barro, arena o para desactivar el ESP. Viene asociado a unos neumáticos M+S.
Respecto al equipo de frenos, el nuevo Grandland monta unos discos ventilados en el eje delantero y unos discos macizos en el trasero. Su eficacia y resistencia a la fatiga son normales siempre y cuando no se les de un uso intensivo. El tacto del pedal es cómodo y no requiere de un período de adaptación, permitiéndonos regular bien la frenada.
A nivel de asistencias a la conducción y de seguridad, el Grandland puede equipar aviso de ángulo muerto, ayuda al aparcamiento, frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones y ciclistas, sistema Highway Integration Assist (programador de velocidad activo y sistema de mantenimiento automático en el carril), visión nocturna por infrarrojos…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado del renovado Opel Grandland se denominan Business Edition, GS Line y Ultimate. De serie en todos los niveles son los faros LED, control y limitador de velocidad, aire acondicionado, llantas de aleación de 17 pulgadas, cuatro elevalunas eléctricos, freno de mano eléctrico, asiento posterior abatible y asistente al arranque en cuestas.
También de serie son la alerta y asistente de carril, sensores de aparcamiento traseros, detector de fatiga y peatones, sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas, bluetooth, radio DAB, USB, Apple CarPlay, Android Auto, lector de señales de tráfico y el apoyabrazos central delantero, entre muchos otros elementos de confort y seguridad.
El nivel GS Line añade ciertos detalles cromados, asientos deportivos con ajuste lumbar eléctrico, cámara de visión posterior, sensores de aparcamiento delanteros, cristales tintados, sensor de lluvia, espejo interior fotosensible, retrovisores abatibles, llantas de diseño específico, techo y retrovisores en negro…
En cuanto al nivel Ultimate suma el pack cromo completo, climatizador automático dual, tapizado en ante, apoyabrazos trasero, acceso y arranque por botón, aparcamiento asistido, detector de objetos en ángulo muerto, navegador con pantalla de 8 pulgadas, pack LED interior, llantas bitono en 18 pulgadas y SmartBeam, entre otros.
Los precios de la gama Opel Grandland 2022 arrancan en 30.007 euros. Ascienden hasta los 49.850 euros de la versión híbrida enchufable más completa y con tracción total. En ambos casos los precios son sin descuentos ni promociones. Si hablamos de un Opel Grandland 1.5 Diesel 130 CV Aut. GS Line como este, el precio de partida es de 35.207 euros sin promociones.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.5
Notable
Tras la renovación de los Mokka y Crossland, la firma alemana ahora perteneciente a Stellantis ha reforzado su apuesta SUV con la renovación de su modelo para el segmento C, el Opel Grandland. Basado en el también recién renovado Peugeot 3008, es algo más conservador que este en términos de diseño y calidad, pero cuenta con un equipamiento y un precio imbatibles, grandes dosis de espacio y una puesta a punto muy equilibrada.
Lo bueno
- El espacio de carga está entre los mejores del segmento y cuenta con dos alturas.
- La chapa de la puerta protege los bajos en los laterales, por lo que no te mancharás al acceder o salir del habitáculo.
- Ofrece gran equipamiento de serie, con mucha tecnología a precio razonable.
- Los faros adaptativos Full LED son de los mejores del mercado.
- Espacio interior adecuado con excelente cota de altura en todas las plazas.
- Gran equilibrio entre prestaciones y consumos, resultando una mecánica bastante suave y silenciosa.
- Buen equilibrio entre confort y agilidad, sin ser un referente.
Lo mejorable
- Interior algo sobrio y con materiales adecuados, pero no destacables.
- La percepción táctil, los gráficos y la fluidez de la pantalla son mejorables, al igual que la resolución de la cámara de marcha atrás.
- No hay banqueta trasera deslizable.
- Echamos en falta opciones diésel más potentes.
- Pierde dinamismo en pro del confort.
- La respuesta del motor y el cambio en algunas ocasiones es algo lenta (maniobras rápidas o yendo cargados).