Esta semana hemos tenido la oportunidad de probar el nuevo Peugeot 308 BlueHDi 130 EAT8. Basta un simple vistazo para darse cuenta de que la firma gala pretende alzarse con el podio de las ventas. Pese a ser todo un veterano, el Peugeot 308 al que acaba de relevar ocupaba el segundo puesto de la lista, justo por detrás del SEAT León.
El Peugeot 308 siempre ha sido uno de los modelos más vendidos del fabricante (1.310.000 308 vendidos en ocho años). Es por ello el primer modelo de la marca en lucir luce el nuevo logo de Peugeot. El modelo sigue estando disponible con carrocería compacta de cinco puertas y en versión familiar -SW-. Ofrece acabados para todos los gustos y una amplia oferta mecánica.
La tercera generación del 308 llega con una fuerte apuesta por el diseño y por la tecnología. Se trata de un modelo completamente nuevo, con una carrocería más larga montada sobre una plataforma que ha crecido en distancia entre ejes. Otra de las grandes novedades es la llegada a la gama de las versiones híbridas enchufables.
Por precio, se encuentra en una posición intermedia. A igualdad de motor y equipamiento, es más caro que la mayoría de generalistas. Eso sí, se aleja considerablemente de los premium. Compite contra modelos como los Kia Ceed, Hyundai i30, Ford Focus, Toyota Corolla, Renault Mégane, SEAT León, Volkswagen Golf, Audi A3, BMW Serie 1 o Mercedes-Benz Clase A.
Diseño exterior
El nuevo 308 se refuerza estéticamente en su segmento y cambia la forma de su carrocería. La distancia entre ejes extendida en 55 mm (hasta 2.675 mm) estira la silueta y ofrece un poco más de espacio en la parte trasera. Al mismo tiempo, la reducción de altura de 20 mm se combina con una nariz suave que alarga visualmente el capó.
Según la marca gala, el modelo es eficiente y de alto rendimiento hasta el más mínimo detalle aerodinámico. En el frontal destaca el nuevo escudo de armas de la compañía francesa en una rejilla completamente dedicada a ello. Un diseño y una evolución tecnológica permite que el radar de las ayudas a la conducción se oculte tras el nuevo logo.
La placa de matrícula se ha movido a la parte inferior de la parte delantera para no robar protagonismo al nuevo logo. Los faros delanteros utilizan tecnología LED desde el acabado de acceso, pero en los acabados GT y GT Pack son Matrix LED. Cincelados y delgados, contribuyen a la dinámica e identidad de este nuevo 308. Los paragolpes también varían según el acabado.
Se amplían por luces de circulación diurna en forma de colmillo en el parachoques delantero.
En dimensiones, el Peugeot 308 cuenta con una longitud de 4.36 metros, una anchura de 1.85 metros y una altura de 1.44 metros. Esto lo hace 114 mm más largo, 48 mm más ancho y 31 mm más bajo que su predecesor. Como he comentado, el nuevo 308 también incluye un alto nivel de aerodinámica, con un Cd de 0,28 y un SCx de 0,62 m².
El logo en las aletas delanteras solo está en los GT y GT Pack.
La vista lateral, simple y elegante, puede equiparse con llantas de 16 a 18 pulgadas y presume de una musculosa cintura complementada por marcados pasos de rueda. En este caso las llantas de 18 pulgadas calzan unas gomas Michelin Primacy 4 en dimensiones 225/40 R18 92Y para ambos ejes. El área acristalada es amplia y la superficie de las puertas limpia.
En la parte trasera, los faros utilizan tecnología Full LED 3D que muestra las tres garras. Quedan unidos por una banda negra que parece asentar al compacto sobre el asfalto. El alerón de techo y el marcado paragolpes, que integra los catadióptricos y elementos cromados que simulan los escapes, aportan un toque de deportividad. Está cargado de personalidad.
El nuevo modelo llega con siete colores de carrocería, algunos de ellos nuevos. Se ofrecen acabados sólidos y metalizados. En este caso podemos ver el Azul Vértigo metalizado. Sobre el techo descansa una antena de tipo aleta de tiburón y, dependiendo de la versión, un techo solar con apertura eléctrica (la cortinilla interior es manual).
Diseño interior
En el interior, Peugeot ha trabajado sobre la calidad percibida y el diseño. El salto en ambos sentidos es palpable desde el primer vistazo, heredando también numerosos rasgos del último Peugeot 508 y haciendo un mayor uso de materiales acolchados. Como es lógico, en las versiones más sencillas se hace un mayor uso de plásticos rígidos menos vistosos.
Peugeot también ofrece una revisión del i-Cockpit, ahora más ergonómico, tecnológico y futurista gracias a la vista en 3D (solo en GT) de la instrumentación. Según la marca, las indicaciones son dinámicas y se acercan a la vista en función de su importancia o urgencia, de forma que el tiempo de reacción se reduce alrededor de medio segundo.
Esta combinación de elementos se ha configurado siempre en torno a la comodidad y usabilidad del conductor para tenerlo todo siempre a la vista. Si bien el volante tan pequeño nos facilita realizar cualquier maniobra y enlazar fácilmente las curvas en carreteras reviradas, no resulta muy práctico dependiendo de lo que mida quien está al volante.
Más allá de que te guste su diseño en sí, me ha resultado complicado encontrar la postura de conducción cómoda y óptima. En función de la estatura, tendrás que jugar más o menos con la altura del asiento y la altura y profundidad del volante para que este no te tape la instrumentación ni te quede demasiado lejos. El cinturón no tiene ajuste en altura.
El cuadro de instrumentos viene de serie con una pantalla de 10 pulgadas. Mejora los gráficos de su predecesor, pero no el tamaño. Como en otros modelos, cuenta con diversos modos que permiten personalizarlo, pero su uso no es el más intuitivo del mercado. Los gráficos resultan muy aparentes, pero la información podría mostrarse de una forma más clara.
El nuevo volante compacto incluye sensores que pueden detectar el agarre del conductor en el volante cuando se utilizan las nuevas ayudas a la conducción. Ergonómico y calefactable (opcional), incluye todos los controles: radio, medios de comunicación, teléfono, ayudas a la conducción… Para el cuadro, algunas funciones se mantienen en las palancas posteriores,.
En la parte central del salpicadero, la pantalla táctil es de 10 pulgadas de serie. Se ha actualizado y cuenta con mayor fluidez y rapidez que en su predecesor, así como unos gráficos muy buenos. Solo sigue por detrás de algunos rivales en agilidad de movimientos. La conectividad está garantizada gracias a MirrorLink, Apple CarPlay y Android Auto.
La pantalla es extremadamente personalizable mediante widgets, como un móvil.
Tampoco falta el navegador TomTom 3D. Este tipo de pantallas que integran todas las funciones son poco prácticas y un tanto peligrosas. Desvían nuestra atención. Sin embargo, gracias a los accesos directos del i-toggle y el nuevo control por voz, en los acabados más altos como este GT no resulta un inconveniente en la mayoría de las ocasiones.
Bajo la pantalla tenemos el i-toggle con algunos accesos directos en formato táctil (desde Allure) y, a continuación, la rueda del volumen y varios interruptores. Es una distribución muy cómoda para tener todo a mano, permitiendo un acceso directo a todas las funciones del vehículo de forma elegante, con un tacto correcto y que nos recuerda a la aviación.
Justo debajo hay un hueco que puede integrar el cargador inalámbrico para el smartphone. A continuación, está el cambio de marchas y más huecos portaobjetos, contando con posavasos con cortinilla. En términos generales, serán mínimos los detalles de acabado que puedan disgustarte, a excepción del tedioso Piano Black del salpicadero. Muy vistoso, poco práctico.
Al finalizar la consola encontramos un reposabrazos que esconde una guantera forrada. En materia de confort destacan la iluminación ambiental con ocho colores, un sistema de sonido Focal, parabrisas calefactado y ventanillas delanteras laminadas. El asiento del conductor puede tener regulación eléctrica, función de masaje y ajuste lumbar.
Respecto a la habitabilidad, el Peugeot 308 está homologado para cinco ocupantes, pero solo cuatro personas viajarán con comodidad. En las plazas delanteras hay abundante espacio y todo queda al alcance de la mano, pudiendo contar con asientos con certificación AGR. Por su diseño, se queda algo justo para cinco por anchura en la segunda fila de asientos.
En las plazas posteriores pueden viajar con comodidad dos adultos de hasta 1,85 metros de altura. Sin embargo, llama la atención que, pese al aumento de batalla, las diferencias en cotas no son especialmente notables. Sigue siendo una de las opciones menos recomendables para quien busca buen espacio detrás. También el acceso a la segunda fila podría mejorarse.
El maletero cubica 412 litros en los gasolina y diésel (361 litros en los PHEV), pudiendo ampliarse al abatir los asientos posteriores -60:40- a 1.496 litros. Pero ojo, que son litros de agua, un estándar distinto al VDA habitual. Tiene unas formas muy regulares y la boca de carga es generosa. Podemos equipar una rueda de repuesto y el borde de carga queda a 694 mm.
Motorización Peugeot 308 BlueHDi 130 EAT8
La gama mecánica del Peugeot 308 ofrece opciones gasolina, diésel e híbridos enchufables. La rama de los gasolina arranca con el 1.2 Pure Tech de 110 CV o 130 CV. En diésel la familia contempla únicamente el 1.5 BlueHDI de 130 CV. Es de serie la caja manual de seis velocidades, aunque en los 130 CV se ofrece la caja automática con ocho relaciones (EAT8).
En las versiones PHEV encontramos dos niveles de potencia. El Hybrid 180 e-EAT8 combina el motor 1.6 e-THP de 150 CV con un motor eléctrico con 109 CV (80 kW). Ofrece una potencia total combinada de 180 CV. En el Hybrid 225 e-EAT8 el motor 1.6 e-THP eroga 180 CV y el motor eléctrico 109 CV, dando como resultado un total de 220 CV de potencia.
En 2023 veremos un Peugeot 308 completamente eléctrico.
El bloque 1.5 BlueHDI está fabricado en aluminio. Cuenta con dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler. Entrega una potencia de 131 CV (96 kW) a 3.750 vueltas y 300 Nm de par desde las 1.750 rpm. Como veis, son cifras meramente aceptables, sobre todo si vamos cargados.
La entrega de potencia es progresiva y lineal. Requiere tiempo a la hora de llevar a cabo maniobras rápidas como adelantamientos. Tanto por el empuje en las recuperaciones como por la respuesta del cambio automático. En cifras, declara un 0 a 100 km/h en 10,9 segundos, con un 80 a 120 km/h en 7,7 segundos (entre marchas) y una velocidad punta de 207 km/h.
Si miramos las cifras de su predecesor, es claramente más lento.
Algo más pobre es el empuje a bajas vueltas, pues básicamente no sentimos fuerza hasta que el turbo empieza a soplar a unas 2.000 rpm. El cambio, en una conducción sosegada, es en torno a esa cifra cuando sube de marcha; mientras que, en autopista, circulando a 120 km/h en octava velocidad, el cuentarrevoluciones se sitúa en las 1.900 vueltas.
Respecto al refinamiento, hay que reconocer que el motor en su conjunto no resulta molesto, aunque se transmiten algunas vibraciones y el clásico sonido a diésel al habitáculo, especialmente en frío. Probablemente su sonoridad solo te resulte intensa al estirarlo de vueltas, algo habitual en estas mecánicas, pero como digo, tampoco es en absoluto molesto.
En conjunto, es una mecánica que dota al Peugeot 308 de buen equilibrio tanto para moverse por ciudad como para hacer viajes largos. Cumple en la mayoría de las situaciones, pero le falta picardía. Está claro que es una pena que no esté disponible la variante de 150 CV. Eso sí, de estarlo se venderían pocos híbridos enchufables…
Respecto a los consumos, me han parecido muy buenos. La marca nos habla de un consumo combinado de 4,6 l/100 km y lo cierto es que resulta medianamente realista. En viajes de autopista más o menos llanos como Madrid-Guadalajara o Madrid-Plasencia podemos rondar los 4.0 litros a los 100 kilómetros (3,9 l/100 km Madrid-Guadalajara).
Cuando la orografía varía, nos movemos en torno a los 5.3 litros en autopista. En ciudad lo habitual es ver el consumo cerca de los 7.0 l/100 km. Tras más de 1.500 km recorridos en todo tipo de situaciones, el ordenador señalaba 5.9 litros a los 100 km. El depósito de gasolina tiene una capacidad de 52 litros, lo que garantiza una excelente autonomía.
Respecto al cambio automático por convertidor de par y ocho velocidades, este goza de mucha suavidad y una rapidez suficiente para un uso normal del 308. Solo en algunas maniobras a baja velocidad he notado ciertos tirones. De igual forma, cuando se le exige una rapidez adicional, como al pisar a fondo el acelerador, se muestra sensiblemente perezoso.
Se puede elegir entre tres modos de conducción: Normal, Eco y Sport, pero solo afectan a la rapidez con la que el acelerador y la caja de cambio responden a las órdenes de nuestro pie derecho (y no mucho). En modo manual, utilizando las levas, el cambio EAT8 tampoco es especialmente rápido, una pena en un coche tan ágil y un acabado de corte deportivo.
Version | BlueHDi 130 GT Pack - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.499 cm³ |
Potencia | 131 CV (96 kW) @ 3.750 rpm |
Par | 300 Nm @ 1.750 rpm |
Peso | 1.361 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.367 / 1.852 / 1.444 mm |
Volumen Maletero | 412 litros (no es VDA, es en litros de agua) |
Aceleración 0 a 100 km/h | 10,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 7,7 segundos |
Velocidad máxima | 207 km/h |
Consumo homologado | 4,6 l/100 km en ciclo combinado |
Emisiones CO2 por km | 121 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 35.850 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Peugeot 308 BlueHDi 130 EAT8
En Peugeot han hecho un gran trabajo en la puesta a punto del nuevo 308 en todas sus versiones. Gracias a la nueva plataforma, chasis, dirección y suspensiones se han afinado para ubicarlo entre los mejores del segmento. Poco o nada tiene que envidiar a un Volkswagen Golf destacando el gran equilibrio logrado entre dinamismo y confort.
La visibilidad es buena en todos los ángulos, solo algo peor a través de la luneta trasera. En cualquier caso, este acabado cuenta con múltiples asistentes para hacernos todo más sencillo. Las dimensiones tampoco suponen un problema y ofrece un diámetro de giro de 10,51 metros entre bordillos. La dirección tiene asistencia en función de la velocidad.
Me ha gustado su tacto, ya que no se siente excesivamente asistida y transmite una información más que aceptable. El pequeño volante permite reacciones rápidas y suficiente precisión como para llevar al 308 por donde le guiemos incluso en curvas algo más lentas. Esto se complementa con unas reacciones muy naturales y unos cambios de apoyo rápidos.
La dirección muestra gran obediencia y en conjunto el 308 presume de notable estabilidad y agilidad.
Es de los mejores dinámicamente hablando junto al Focus y el León. Con unos neumáticos de buen agarre, el límite está muy alto. En todo caso, el trabajo de las ayudas es eficaz y rápidamente cortarán la tendencia subviradora del hatchback sin que apenas lo notes. En este sentido, ayuda también mucho el conjunto de suspensiones y la forma en que se han afinado.
Hablamos de un esquema McPherson en el eje delantero y un eje de torsión posterior. Pese a tener un ajuste firme y unos neumáticos de bajo perfil, el 308 GT muestra un rodar suave, un poco mejor que el del Focus. La suspensión es equilibrada y eficaz. Evita todo balanceo y filtra bien las irregularidades del asfalto. También está bien aislado del ruido exterior.
Lo cierto es que el mayor grosor de los cristales y las lunas laminadas de este acabado se notan. También es apreciable la optimizada aerodinámica. Hay que elevar bastante la velocidad en autopista para que el viento se note de forma significativa. En este sentido, el aplomo, el confort y la agilidad transmiten la sensación de ir en un coche bueno.
Para el equipo de frenos, encontramos discos ventilados en el eje delantero y discos macizos en el trasero. El sistema es eficaz y con poca presión sobre el pedal logramos una buena frenada. No me ha parecido que requiera cierto período de adaptación. Respecto a la resistencia a la fatiga, no he tenido aún ocasión de probarlo a fondo.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad llega muy equipado. En función del equipamiento cuenta con detector de vehículos en el ángulo muerto, alerta por tráfico cruzado marcha atrás, frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones y ciclistas (también de noche), lector de señales de tráfico, detector de fatiga y Drive Assist 2.0, entre otros.
Destaca el Drive Assist 2.0 porque combina el funcionamiento del programador de velocidad activo con el sistema de mantenimiento de carril para hacernos un guiado automático. Incluye la posibilidad de llevar a cabo adelantamientos de manera autónoma entre 70 y 180 km/h, previa autorización por parte del conductor.
Equipamiento y precio
En España, los niveles de acabado para el nuevo Peugeot 308 se denominan Active Pack, Allure, Allure Pack, GT y GT Pack. Más adelante llegarán los Business para empresas y el básico Active. Todos llevan de serie faros LED, lector de señales, alerta de cambio de carril, arranque por botón, frenada automática en ciudad, aviso pre-colisión y anclajes ISOFIX.
También de serie equipan con climatizador automático dual, instrumentación digital con pantalla de 10 pulgadas, espejos abatibles, volante multifunción en piel, sensor de aparcamiento trasero, sensor de lluvia, cuatro elevalunas eléctricos, llantas de chapa en 16 pulgadas, pantalla táctil de 10 pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto sin cables, radio DAB…
El acabado Allure suma cristales traseros sobretintados y luneta trasera calefactada, i-Toggle, llanta de aluminio de 17 pulgadas, detector de obstáculos delantero y trasero, pack Safety plus con frenada automática de emergencia y Peugeot Connect NAV. El Pack añade otro diseño de llanta de 17 pulgadas, acceso y arranque manos libres, recarga inalámbrica de smartphone, etc.
Por último, en el GT encontramos adicionalmente llantas de aluminio de 18 pulgadas, cuadro de instrumentos 3D digital, volante de cuero pespunteado calefactado y con levas, sensores ADAS, Drivers Sport Pack y faros Matrix LED, entre otros. El Pack suma llantas de 18”, Drive Assist Plus, sistema HIFI Premium Focal con 10 altavoces, Visio Park 360, asientos AGR con masaje…
Respecto a los precios de la gama Peugeot 308 2021 sin descuentos ni promociones, son los siguientes:
MOTOR | ACTIVE PACK | ALLURE | ALLURE PACK | GT | GT PACK |
1.2 Pure Tech 110 CV 6MT | 23.650 € | – | – | – | – |
1.2 Pure Tech 130 CV 6MT | 24.950 € | 27.450 € | 28.350 € | – | – |
1.2 Pure Tech 130 CV EAT8 | 26.650 € | 29.150 € | 30.050 € | 32.350 € | 34.350 € |
1.6 HYBRID 180 CV e-EAT8 | 35.150 € | 37.350 € | 38.250 € | 40.550 € | 42.550 € |
1.6 HYBRID 225 CV e-EAT8 | – | – | – | 42.050 € | 44.050 € |
1.5 BlueHDi 130 CV 6MT | 26.450 € | 28.950 € | 29.850 € | – | |
1.5 BlueHDi 130 CV EAT8 | 28.150 € | 30.650 € | 31.550 € | 33.850 € | 35.850 € |
Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Gama mecánica
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
8.1
Notable+
Poco o nada tiene que ver la nueva generación del Peugeot 308 con su predecesor. Rompe los esquemas en diseño, ofrece infinidad de tecnología a bordo, crece en habitabilidad y cuenta con una gama mecánica amplia y variada. Además, conserva su agilidad característica y una amplia dotación en seguridad. Está disponible como hatchback o en formato familiar. Eso sí, no es barato…
Lo bueno
- Fuerte apuesta por el diseño, es un modelo cargado de personalidad.
- Mejora notable del sistema multimedia en fluidez, gráficos y disposición de los elementos. Punto a favor con los accesos directos en una segunda pantalla.
- Agilidad sin renunciar a una buena comodidad incluso en este acabado deportivo.
- Llegada de las versiones híbridas enchufables.
- Excelentes consumos con esta mecánica.
Lo mejorable
- El aumento de batalla no repercute notablemente en el espacio interior. Plazas traseras algo estrechas.
- Prestaciones limitadas, sobre todo con carga y pasajeros. Pierde prestaciones respecto a su predecesor con esta mecánica.
- Nos faltan versiones más prestacionales en diésel y gasolina (que no llegarán para que tengan sentido los PHEV).
- El cuadro de instrumentos no muestra la información todo lo clara que debería para no distraernos. Su uso no es intuitivo.
- El puesto de conducción no es cómodo para todos los conductores.