Peugeot 5008 Allure HDi 115 CV ETG-6: Espacio habitable

Al igual que el renovado Peugeot 3008, del que publicamos una prueba recientemente, el Peugeot 5008 2014 presenta ligeras mejoras a nivel estético y unas mejoras más notorias en cuanto a electrónica y tecnología integrada. Este nuevo 5008 se ve renovado con cambios estéticos en su puesto de conducción, equipamiento tecnológico, seguridad y modularidad. El resultado es un monovolumen muy atractivo que cuenta con un motor sorprendentemente aprovechado y mucho, muchísimo espacio interior. Hemos probado la versión diésel del Peugeot 5008 HDi de 115 CV, y caja ETG-6, una manual automatizada de seis marchas. [Ver prueba Peugeot 308 HDi 115 cv]

Diseño exterior

Lo que salta a la vista son las modificaciones a nivel estético y de diseño, como por ejemplo en el caso de los faros, con la firma lumínica LED que ya vimos en el Peugeot 3008. En el acabado Allure, que es el que probamos, destacan las lentes de xenón con altura regulable automáticamente en función de la carga. Además, los faros son direccionables, siguiendo los movimientos del volante y dando un plus de visibilidad en carreteras viradas, o accesos a garajes y parkings.

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El frontal es renovado también y destaca la nueva parrilla y paragolpes, que en mi opinión le otorga más presencia a un coche que es sorprendentemente atractivo visualmente. Hago este comentario porque mi impresión fue variando desde el primer momento, cuando pensé que era uno más, hasta que lo devolví con cierta pena. Me parece un coche elegante a la vez que discreto, pero atractivo. Curiosa combinación de sentimientos.

Aerodinámicamente es mejorable, aunque ya sabemos que es un monovolumen y que poco más le podemos pedir en ese apartado. Por otro lado la luminosidad que le da el amplio parabrisas junto con el techo de cristal, oculto tras una cortinilla eléctrica, es excelente en el interior. Es todo un acierto disponer de ese techo transparente porque hace el interior todavía más amplio. Y en este Peugeot 5008 lo que no podemos pedir es más espacio interior.

Diseño interior

Como decíamos en el apartado anterior, el techo panorámico, junto con la superficie acristalada total de 5,7 metros cuadrados proporcionan una inmejorable luminosidad para conductor y pasajeros. El puesto de conducción es cómodo y, a pesar de seguir siendo un poco justo para caballeros de cierta talla, es más amplio o está mejor aprovechado que en el caso del Peugeot 5008. Puede que me haya sido más fácil ajustar la posición de conducción gracias al volante más vertical, pero lo cierto es que lo conseguí más rápido y de forma más eficiente.

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Visualmente, desde el asiento del conductor se aprecia una gran distancia hasta los asientos traseros (los de la segunda fila, ya que probamos la unidad de siete plazas), algo que agradecen los pasajeros y que se aprecia positivamente cuando colocamos una sillita de bebé, con un bebé que lanza sus piernecitas hacia el asiento del copiloto. En este caso el espacio es más que suficiente para que todos vayamos cómodos sobe estos asientos que forman parte del «pack cuero« (asientos, consola central, fuelle de palanca de cambios y reposabrazos de cuero).

El tacto es bueno, los «plásticos» son blandos y agradables, transmiten sensación de mucha calidad, y lo mismo la consola central con su acabado. La cantidad de espacios de almacenamiento la dejamos en correcta, porque si bien la guantera es un poco escasa disponemos de un segundo espacio bajo el volante, donde guardamos la documentación del coche. Este coche pasa la prueba del termo de café, aunque no puedo darle más que un notable. Dispone de un hueco en la consola central, como podéis ver en la foto, con espacio para dos bebidas, y en general diría que podemos meter ahí botellas de refresco o agua, pero cerradas.

Está un poco inclinado y no conviene colocar ahí latas abiertas, y un termo no cabe cómodamente a menos que sea pequeño. Pero le doy un 8 porque algo más atrás sí que hay un soporte que nos permite llevar un termo, lo que ocurre es que los reposabrazos móviles pueden interferir un poco.

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Volviendo a hablar del interior, la instrumentación es bien visible y precisa, aunque lo monocromo de su presentación es un poco aburrido. El Head-Up Display vuelve a ser lo más destacable de la misma por su utilidad y porque es de lo más práctico que existe para conducir sin sacar la vista de la carretera. En este caso, igual que en el caso de la cámara trasera con medición de plaza, el sistema es idéntico al que probamos con el Peugeot 3008, así que os remito a esa prueba para más detalles.

La parte trasera del coche incluye el maletero, espaciosísimo y muy accesible a través del portón, y que esconde la tercera fila de asientos escamoteables. Su colocación es muy sencilla, y el único punto no positivo es que no supimos muy bien dónde alojar la barra desmontable que separa la segunda fila de asientos del maletero. Ocultar esa barra fue algo bastante complicado, aunque podemos argumentar que si vamos a desplegar las siete plazas, la podemos dejar en el trastero…