Diseño/Estética
Calidad de acabados
Equipamiento
Habitabilidad
Maletero
Autonomía
Comportamiento
Dirección
Relación valor-precio
7.7
Notable
El Mercedes-Benz EQC 4MATIC es el primer SUV 100% eléctrico de la compañía y el primer modelo de producción de la submarca de vehículos eléctricos EQ, así que los chicos de la estrella se han esforzado para adelantar por la derecha al Audi e-tron quattro. Tomando como base el GLC, llega con un poderoso tren motriz, abundante equipamiento, mucha tecnología y, lo mejor de todo, un precio por debajo del de sus rivales.
Mercedes-Benz lleva un tiempo preparándose para emprender una fuerte ofensiva electrificada. En la actualidad, la firma alemana divide sus modelos propulsados por energías alternativas en tres ramas: EQ Boost para los mild-hybrid con red de 48 voltios, EQ Power para los híbridos-enchufables (PHEV) y EQ para los modelos completamente eléctricos.
Un poco más adelante veremos una cuarta ramificación dentro de la familia: los EQ Power+, que como ya habrás adivinado, serán versiones Mercedes-AMG con mecánicas híbridas-enchufables. En conjunto, la compañía de la estrella prevé tener 10 PHEV en el mercado para 2019 y el doble para 2020, a los que se unirán 10 modelos EQ 100% eléctricos en 2022.
El futuro va más rápido de lo que pensábamos, pero este resulta prometedor y buena prueba de ello es el Mercedes-Benz Vision EQS recién presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt. No tardaremos de verlo en producción, pero hasta entonces, centrémonos en el presente, en el EQC que ya se fabrica en la factoría de Bremen junto a los GLC y GLC Coupé.
Comparte con estos la plataforma, pero el 80% de los componentes son nuevos y ofrece más equipamiento de serie. Tras cuatro años de desarrollo y 200 prototipos, el EQC llega al mercado para plantar cara al Audi e-tron quattro, al Tesla Model X y al Jaguar I-PACE, resultando el más barato de ellos. En todos los casos hablamos de coches muy potentes, pesados y con un elevado consumo.
Diseño exterior
El Mercedes-Benz EQC destaca por su diseño claro, exento de transiciones, al tiempo que los contrastes cromáticos típicos de la marca lo sitúan como precursor de un canon estético vanguardista para vehículos eléctricos. Lo más llamativo es su firma lumínica de fibra óptica, que recorre todo el ancho del vehículo tanto en la parte delantera como en la trasera.
En general es un SUV atractivo y futurista. El frontal transmite prestancia y poderío gracias a la calandra del radiador, cuyo diseño varía en función del acabado e integra en posición central el enorme logo de la estrella. La parrilla queda rodeada por un embellecedor negro brillante y, a ambos lados, encontramos las ópticas, unidas por otro embellecedor negro bajo la calandra.
El diseño específico de los faros MULTIBEAM LED de serie hace aún más llamativa su presencia, tanto de día como de noche. Estos ofrecen diversas funciones y luces de carretera ULTRA RANGE. No faltan los sensores de aparcamiento perimetrales, la protección plástica que bordea la superficie inferior de la carrocería y un capó con dos resaltes longitudinales.
En el tercio inferior, las formas del paragolpes varían según el acabado, incorporando una segunda entrada de aire inferior, justo debajo de la matrícula, así como dos entradas de aire en los laterales que mejoran la aerodinámica dirigiendo el flujo de aire hacia los pasos de rueda. Tras la luna delantera podemos ver las cámaras de los sistemas de asistencia.
Podemos incrementar la deportividad con los paquetes AMG Line Exterior -1.633€- y AMG Line -2.021€-.
En la vista lateral, la línea estilizada del techo, el contorno de las ventanillas con línea de cintura baja y el descenso del perfil del techo en la zaga, como rasgo típico de los coupés, posicionan al vehículo en un lugar intermedio entre un SUV y un SUV Coupé. Por otra parte, el área de las puertas queda libre de protecciones, salvo en el extremo inferior.
Los marcados pasarruedas y las nuevas llantas de formato grande, entre 19 y 21 pulgadas, acentúan claramente el carácter de SUV del vehículo y le confieren una presencia poderosa. De serie, vemos unos neumáticos Pirelli Scorpion Verde en medidas 235/50 R20 100 W. Opcionalmente se ofrecen neumáticos runflat.
Otros elementos que hacen referencia al robusto carácter SUV de este modelo son la generosa superficie acristalada con las lunas posteriores tintadas y los estribos laterales -666€-. En cambio, el marco cromado que rodea las ventanillas recuerda más bien a una berlina de gama alta. Respecto a las dimensiones, es un poco más grande que el GLC.
Concretamente, alcanza los 4.76 metros de largo, 1.88 metros de ancho y 1.62 metros de alto. La distancia entre ejes crece hasta los 2.873 mm. Los anchos de vía delantero y trasero alcanzan los 1.625 y 1.615 mm, respectivamente, con un Cx de 0.29, un dato sensacional en el segmento que iguala al de la nueva generación del Mercedes-Benz GLE.
El porte deportivo y atlético del EQC se prolonga con la misma intensidad en la zaga. Destacan especialmente los poderosos músculos de los hombros, que se extienden desde los montantes C hasta las alargadas luces traseras; así como el sutil spoiler que integra la tercera luz de freno y se ve complementado por dos aletines en negro brillante.
Las luces traseras de LED unidas han sido diseñadas en exclusiva para el modelo y crean un inconfundible diseño nocturno. En el tercio inferior, la protección plástica abarca prácticamente todo el paragolpes posterior y en ella encontramos dos detalles cromados que simulan unas discretas salidas de escape que, en realidad, no existen.
Diseño interior
Respecto al resto de la gama Mercedes-Benz, el EQC presenta algunos detalles de acabado y un diseño únicos, pero a grandes rasgos es muy similar a otros modelos de la gama. Luce un aspecto moderno y tecnológico, con un nivel de acabados en la línea de la gama media del fabricante y múltiples opciones de molduras y tapicerías para elegir.
La calidad de los acabados, el tacto de los controles y el remate de los ajustes son bastante buenos, pero encontramos algunos plásticos y algunos ensambles en el salpicadero a los que todavía se les podría dar una vuelta de tureca. Eso sí, no hay crujidos ni vibraciones y todo funciona correctamente, encontrándonos con abundantes superficies acolchadas.
Curiosamente, el reborde de lamas del tablero de instrumentos recuerda a las aletas de refrigeración de un amplificador de alta fidelidad.
Hay detalles de valor como el salpicadero en materiales blandos, situándose en calidad y confort a la altura de la mayoría de los rivales, aunque el Audi e-tron se mantiene como la referencia en este sentido. Las manos se posan cómodamente sobre un volante multifunción que puede ser convencional o deportivo con la parte inferior achatada -paquete AMG Line-.
Tras el volante encontramos unas pantallas bien integradas idénticas a las que protagonizan los últimos productos de la marca, salvo en el GLE, que son más grandes. Por su parte, la pantalla de la instrumentación cuenta con infinitas posibilidades de personalización y también está disponible un completísimo Head Up Display -Paquete Premium Plus-.
El EQC recibe el innovador sistema multimedia MBUX, que abre una nueva era en Mercedes me Connectivity. En este caso, ofrece un ajuste específico para adaptarse a la condición de vehículo eléctrico (autonomía, estado de carga, flujo energético…), pero en cuanto a funcionamiento e interfaz es igual al de los otros modelos que lo equipan.
Una característica única de este sistema es su capacidad de aprender gracias a la inteligencia artificial, de forma que MBUX puede personalizarse y adaptarse al usuario. Es potente, accesible, conectado y más intuitivo que nunca, gracias esencialmente al uso del brillante sistema de reconocimiento de voz natural que indudablemente es el mejor del mercado.
Está conectado a la nube constantemente e incluso reconoce expresiones comunes, lo que lo convierte en un sistema sensacional. No faltan una interfaz de diseño sencillo y vistoso, un asistente personal capaz de aprender de nuestros gustos y órdenes o una pantalla táctil capacitiva capaz de permitirnos interactuar con ella como la de un smartphone.
Por otra parte, con la nueva generación del sistema MBUX se inicia también una serie de servicios nuevos y mejorados que van más allá, como la posibilidad de compartir tu coche entre particulares o las funciones de navegación basadas en la comunicación Car-to-X (sin embargo, la conectividad con el smartphone no es de serie -424€-).
Esto hace referencia a la información transmitida de un vehículo a otro sobre circunstancias registradas por los sensores, como una frenada de emergencia o comunicaciones manuales del sistema transmitidas por el conductor como un accidente, lo que abre todo un abanico de posibilidades en materia de coches conectados.
Tampoco faltan la localización del vehículo, la localización de plazas de aparcamiento incluso en la calle y una alerta en caso de que el vehículo haya sido golpeado o remolcado mientras está aparcado. Como veis, un sistema de lo más completo, aunque personalmente tendría un poco de miedo a que mi coche sepa tanto sobre mí y me escuche constantemente.
Algo más abajo podemos ver unas salidas de ventilación específicas de la familia EQ y un botón de arranque de nueva factura, pero inmediatamente debajo volvemos a encontrar los característicos botones de la marca, integrados en una tediosa superficie rematada en negro brillante. Como ya sabéis, esta es extremadamente sensible a las rozaduras y a la suciedad.
En ella están los controles del climatizador bizona -o trizona (707€)-, algunos botones y un hueco portaobjetos cubierto donde se ubican dos posavasos, una toma de 12V, el cargador inductivo del smartphone -242€- y tomas USB-C. Curiosamente, no hay tomas USB convencionales, una tendencia habitual en el mercado.
La consola central se completa con el Touchpad desde el que manejamos el sistema multimedia y diversos controles para la suspensión y los modos de conducción, entre otros. Inmediatamente después se ubica el reposabrazos central fijo, bajo el cual encontramos una guantera de buen tamaño.
Como llevamos ya tiempo viendo en la marca, la palanca selectora situada tradicionalmente en la consola central se sustituye por una palanca DIRECT SELECT y levas de cambio tras el volante multifunción. De ese modo, la sección horizontal de la consola central ofrece mucho espacio para diversos compartimentos, como hemos podido ver.
En términos de habitabilidad, el nuevo EQC ofrece una gran utilidad. Las plazas delanteras gozan de un amplio espacio y unos comodísimos asientos en mullido y agarre. Pueden contar con ajuste eléctrico, calefacción -436€-, climatización -1.440€-, soporte lumbar y función multiconorno -520€-. También se ofrecen unos asientos deportivos AMG.
Se mantienen las cotas respecto al GLC, salvo en altura, que pierde unos centímetros. Cuenta con un acceso sencillo y cómodo a la parte trasera, donde viajarán cómodos dos adultos (aunque esté homologado para tres) y la sensación de espacio es buena, pudiendo equiparse airbags laterales -454€-, anclajes i-Size de sillas infantiles y sistema de entretenimiento.
Las plazas traseras exteriores también pueden contar con calefacción -436€-.
Respecto al volumen de carga, el maletero cuenta con 500 litros de capacidad, pudiendo ampliarse hasta los 1.460 litros al abatir los asientos -60:40-. El portón cuenta con apertura eléctrica de serie y las formas son muy regulares. Podemos equipar el maletero con red de separación -145€- y enchufe de 230V -157€-.
Motorización
A nivel técnico, el Mercedes-Benz EQC ofrece un sistema de propulsión de desarrollo completamente nuevo con una cadena cinemática eléctrica compacta (eATS) en el eje delantero y otra en el eje trasero. Los dos motores asíncronos despliegan conjuntamente una potencia máxima de 300 kW (408 CV) y un par motor inmediato de 760 Nm.
El motor eléctrico del eje delantero alcanza una máxima eficiencia en la gama de carga baja o mediana, mientras que el motor trasero determina el dinamismo de la conducción. Ambos se asocian a una transmisión con desmultiplicación fija y diferencial, un sistema de refrigeración y electrónica de potencia, creando un poderoso vehículo de tracción integral.
El equipo inteligente de mando permite configurar una distribución dinámica de par entre los dos ejes dentro de un rango muy amplio de operación, que es lo que básicamente le aporta cierto dinamismo a este conjunto de 2.495 kilogramos. El llamado «torque shifting» permite una distribución totalmente dinámica del par entre el eje delantero y el trasero.
Respecto a la batería de iones de litio, esta tiene una potencia de 80 kWh y se ubica bajo el piso del vehículo (entre los ejes), siendo la culpable de sumar 650 kilos al conjunto. Le otorga al EQC una autonomía de 374 kilómetros en ciclo combinado y hasta 416 kilómetros en ciclo urbano, siempre bajo la norma de homologación WLTP más realista.
La batería se fabrica en Alemania, en la planta de la empresa filial de Daimler Deutsche ACCUMOTIVE (Kamenz/Sajonia).
Dicha batería consta de 384 celdas y responde a una concepción modular. Cuenta con dos módulos de 48 celdas y cuatro módulos de 72 celdas, desarrollando una tensión máxima de 405 V y una capacidad nominal de 230 Ah. Está equipada con un sistema de refrigeración por líquido y con una calefacción que mejora el rendimiento y la eficiencia de la batería.
Para su recarga, el EQC dispone de serie de un cargador de a bordo (OBL) refrigerado por agua con una potencia de 7,4 kW. Por consiguiente, está preparado para el proceso de carga con corriente alterna (AC), tanto en el propio domicilio como en estaciones de carga públicas. Empleando una Mercedes-Benz Wallbox, la carga es hasta tres veces más rápida.
En función del estado de carga, el EQC recarga la batería con una potencia máxima de hasta 110 kW, siempre que lo permita la estación de carga correspondiente. En ese caso, el tiempo de carga es de unos 40 minutos para un incremento del 10 al 80 por ciento del estado de carga.
Por su parte, Mercedes me Charge pone a disposición del cliente un acceso preferente a la red de carga más amplia del mundo, con unos 300.000 puntos de carga, además de facilitar el acceso a las estaciones de carga rápida de la red europea de IONITY (400 estaciones de carga rápida hasta 2020) ubicadas a lo largo de las vías principales de tráfico en Europa.
También podemos recargarlo durante la marcha gracias a la frenada regenerativa, que nos ayuda a sumar unos pocos kilómetros extra en cada deceleración. En este proceso, los dos motores eléctricos asumen el papel de un generador eléctrico y, nosotros, como conductores, podemos regular la potencia de recuperación a través de las levas del volante.
Se ofrecen los siguientes niveles:
- D Auto: recuperación optimizada en función de la situación a cargo del asistente ECO. Cuando circulamos con el control de crucero activo, el coche adapta por sí solo la velocidad a las diferentes curvas y a las señales que limitan la velocidad.
- D + : planeo.
- D: baja recuperación.
- D – : recuperación mediana.
- D – – :elevada recuperación: permite la conducción con un solo pedal, pues en la mayoría de las situaciones es suficiente con la deceleración resultante de la recuperación y no es necesario accionar activamente el pedal de freno.
Por otra parte, el asistente ECO nos ayuda a alcanzar la máxima eficiencia, dándonos recomendaciones de conducción avanzadas al combinar los datos cartográficos, la información del reconocimiento de señales y la de los sistemas inteligentes de seguridad. Si queremos un plus, tenemos incluso asistencia sobre el pedal en el modo MAX RANGE.
Sin embargo, este no ha terminado de convencerme por la fuerza que ejerce sobre nuestro pie derecho para que aceleremos solo lo necesario. Supongo que será cuestión de adaptarse a él y de aprender a utilizarlo, pero me ha parecido incluso un poco peligroso en algunas situaciones en las que podríamos necesitar un extra de potencia.
En total, encontramos cinco modos de conducción, algunos de ellos ya conocidos en los vehículos con mecánicas de combustión:
- COMFORT: ajuste estándar, curva característica del acelerador adaptada a una conducción confortable, pero, en función de estilo de conducción, se hace automáticamente más dinámica.
- ECO: la prioridad es lograr una elevada eficiencia con un bajo consumo.
- MAX RANGE: ayuda al conductor a alcanzar la máxima autonomía posible.
- SPORT: prioriza los tiempos de respuesta óptimos para lograr máximas prestaciones.
- INDIVIDUAL: programa de conducción personalizable, en el que se pueden ajustar los distintos parámetros por separado.
Por último y, respecto a los consumos, hablamos de un SUV eléctrico bastante tragón. La firma de la estrella homologa un consumo combinado de entre 25 y 22.4 kWh/100 km, con unas emisiones de CO2 de 0 g/km. Durante la prueba y, a pesar de que no es un dato del todo válido porque fuimos algo pasados de rosca, el ordenador de a bordo marcaba 30 kWh/100 km.
Ficha técnica
Version | 2 motores eléctricos asíncronos (eATS), uno en cada eje |
---|---|
Cilindrada | N.D. |
Potencia | 300 kW (408 CV) |
Par | 760 Nm inmediatos |
Peso | 2.495 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.761 / 1.884 / 1.623 mm |
Volumen Maletero | 500 (1.460) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 5,1 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 3 segundos |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Consumo homologado | 22,4 kWh/100 km (hasta 416 km de autonomía) |
Emisiones CO2 por km | 0 g/km de CO₂ (Euro 6d-TEMP) |
Precio de partida | 77.425 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
Si hay algo que destaca al volante del Mercedes-Benz EQC es la calidad de rodadura. El modelo circula con un característico sonido espectral que parece venir del futuro. El habitáculo permanece en absoluto silencio y sin vibraciones, algo que se debe a la tecnología eléctrica y a la inmejorable labor de insonorización que ha practicado la compañía sobre el modelo.
La firma alemana nos habla del empleo de silentblocks para los anclajes del motor, el chasis y el subchasis, con un uso abundante de material aislante en los pasos de rueda para reducir al máximo el sonido procedente de los neumáticos en autopista. Además, se trata de unos neumáticos eficientes, por lo que su ruido de rodadura es muy discreto.
Por dimensiones, resulta un coche manejable en cualquier situación, ya sea en autopista o en ciudad, donde maniobrar no supone ningún problema gracias a las múltiples asistencias que podemos incorporar (el diámetro de giro entre paredes es de 11,8 metros). Y ojo, porque lo cierto es que el EQC tampoco se desenvuelve nada mal en carreteras reviradas.
Pensemos que todo el conjunto de baterías se ubica en el piso del vehículo, por lo que el centro de gravedad está muy bajo. Me ha sorprendido lo ágil que se siente el modelo a pesar de declarar sobre la báscula 2.5 toneladas, pues vira prácticamente plano en las curvas y cambia de apoyo con cierta energía y naturalidad. En cualquier caso, no tiene reacciones deportivas.
Simplemente se trata de un SUV eléctrico ágil, permitiéndonos conducir deprisa con gran sensación de control incluso cuando le buscamos un poco las cosquillas, pero el límite de adherencia no tarda en aparecer. Contribuye a ello la respuesta inmediata del acelerador y la dirección, que no ofrece mucho feedback, pero nos permite cambiar rápido de trayectoria.
No conoces el límite de agarre a través de la dirección, sino por el chirrido de los neumáticos, que no tarda en aparecer.
Sin embargo, donde más se disfruta el EQC es en autopista, con un excelente aislamiento del exterior y un cómodo esquema de suspensiones que filtra muy bien. Es más bien firme y se ha optado por equipar un conjunto mecánico en el eje delantero y uno neumático en el trasero -que es donde va situado el mayor peso-, algo que se nota especialmente en los resaltos.
Para el equipo de frenos se han incorporado discos ventilados en ambos ejes y, para tratarse de un vehículo eléctrico, son muy sencillos de dosificar, aunque adolecen de un tacto irregular. En algunas ocasiones en las que necesitamos frenar con contundencia y pisamos a fondo, da la sensación de que el recorrido del pedal es demasiado largo.
Por último y, en materia de asistencia a la conducción, encontramos la frenada de emergencia con detección de ciclistas y peatones, alerta de cambio involuntario de carril con corrección, asistente de maniobra evasiva, aviso antes de abrir la puerta si se acerca otro vehículo, un ciclista o un motorista, asistente de aparcamiento automático, control del ángulo muerto, control de crucero activo…
Equipamiento y precio
A nivel de equipamiento, el Mercedes-Benz EQC está al nivel del resto de modelos intermedios de la gama, tales como el Clase C o el GLC, con algunas salvedades por su condición de eléctrico. En materia de seguridad ocurre lo mismo, aunque incluye algunos elementos específicos para proteger las baterías y el sistema eléctrico.
En el mercado español podremos encontrar de serie el control de ángulo muerto, faros MULTIBEAM LED con luces de carretera automáticas PLUS, cristales tintados, Paquete de confort KEYLESS-GO, Paquete de aparcamiento, Paquete de retrovisores y el acabado Electric Art interior. Además, se ofrece un amplísimo catálogo de opcionales, como es habitual en la marca.
Durante el primer año, además, se incluyen equipos como los cristales calorífugos e insonorizantes, sistema de sonido Advanced, Preinstalación para Mercedes me Charge y preinstalación para IONITY, que permite la carga rápida a 110 kW a precio reducido. Cabe destacar en materia de asistencias a la conducción las nuevas funciones.
Por ejemplo, ofrece una adaptación anticipativa de la velocidad al acercarse al final de una retención; o si reconoce un atasco, el asistente activo de distancia reduce la velocidad a un máximo de 100 km/h. Si estamos en una retención en la autopista, el sistema permite un guiado desplazado del centro del carril para crear un pasillo para los servicios de salvamento.
En España, el precio de partida del Mercedes-Benz EQC sin descuentos ni promociones es de 77.425 euros. Pueda parecer un precio elevado, pero es la opción más asequible. Es casi 2.000€ más barato que un Jaguar I-PACE (79.600€), unos 5.000€ más barato que un Audi e-tron (82.445€) y casi 10.000€ más barato que un Tesla Model X (87.100€).
- Funcionamiento del asistente ECO.
- Silencio de marcha y calidad de rodadura.
- Buen comportamiento dinámico para un peso de 2,5 toneladas, aunque la dirección podría ser más informativa.
- Funcionamiento del sistema de navegación específico de este vehículo eléctrico, avisándonos de los puntos de recarga y las previsiones de batería durante el recorrido.
- Precio por debajo de sus rivales.
- El empuje de los motores eléctricos es adictivo.
- Te moverás sin contaminar, con las ventajas que eso supone y la posibilidad de acogerte a los incentivos fiscales del Gobierno (pegatina CERO de la DGT).
- En un viaje, el gasto en combustible es bastante inferior al de un vehículo de combustión interna.
- Viene muy bien equipado de serie.
- Elevada seguridad. Sistemas de seguridad y asistencia sobresalientes.
- Bajo coste de mantenimiento.
- Precio de partida elevado respecto a los modelos de combustión interna.
- Algunos elementos y ajustes podrían estar mejor trabajados.
- Muy pesado.
- No cuenta con ningún elemento único, distintivo. El I-PACE tiene un deportivo sonido artificial, el Audi e-tron las cámaras en lugar de retrovisores, el Tesla Model X las puertas de ala de gaviota…
- La autonomía es buena, pero el consumo es elevado y recargar las baterías te llevará su tiempo, más que repostar un vehículo convencional, incluso en un cargador rápido.
- La infraestructura que tenemos en España para este tipo de vehículos le penaliza.
- Solo hay una versión disponible.