El Land Rover Range Rover Evoque , el modelo más exitoso de los últimos tiempos de la compañía británica, estrenó generación en 2019 tras comercializar 772.092 unidades en todo el mundo y acumular un buen puñado de premios internacionales (217). Hoy nos ponemos al volante de su versión más «eco», el Range Rover Evoque P300e .
Estéticamente, el Range Rover Evoque siempre ha sido un crossover atractivo, capaz de atraer la atención del público, y es aes la razón por la cuál en esta segunda generación se mantiene la imagen como uno de los puntos más importantes , introduciendo rasgos de estilo ya vistos en el Velar y una fuerte carga tecnológica, pero sin perder la esencia del producto original.
Rival de los Audi Q3, BMW X1 y Mercedes-Benz GLA, el nuevo Evoque también deberá verse las caras con los últimos productos de Jaguar, Lexus y Volvo (E-Pace, UX y XC40 respectivamente). Para ello mejora en todos los apartados y, eso sí, pierde por el camino las carrocerías coupé de tres puertas y convertible, que por desgracia no se ofrecerán más.
Frente a sus rivales, es un producto caro a igualdad de potencia y equipamiento. Ofrece motores gasolina, diésel y PHEV. El único que se le acerca en precio es el Mercedes-Benz GLA, cuyo precio es también más elevado que la media. Cabe mencionar que el Evoque comparte con el Jaguar E-Pace plataforma, motores, transmisiones y elementos de equipamiento.
Diseño exterior
Diseñado para adaptarse a la vida urbana y a las escapadas al campo, el nuevo Range Rover Evoque se basa en el potente y eterno atractivo del modelo original, pero añadiendo una discreta y refinada evolución de su silueta fácilmente identificable. El SUV cuenta con un diseño moderno y atemporal que eleva al Evoque a lo más alto de su segmento.
En la vista frontal destaca la parrilla de nuevo diseño, que se complementa con entradas de aire adicionales en el extremo inferior del redondeado paragolpes. La luna delantera, ubicada a continuación del musculoso capó, nos ofrece una buena visibilidad. Por su parte, la introducción de faros Matrix LED ultrafinos (LED de serie) ofrece elementos gráficos más sofisticados.
El imperecedero perfil del Evoque, junto con su silueta tipo coupé, se distingue por su exclusiva línea del techo y su cintura elevada. Su excepcional volumen y sus proporciones únicas se ven potenciados por sus pasos de rueda pronunciados, que se combinan con unas llantas de hasta 21 pulgadas para adoptar una actitud dinámica y potente.
En este caso vemos unas llantas opcionales de 20 pulgadas calzadas con neumáticos Pirelli Scorpion Zero All Season en dimensiones 235/50 R20 104W M+S. Son muy atractivas y realzan la deportiva y elegante silueta del Evoque, en la que destacan los tiradores de las puertas ocultos. Salen cuando abrimos el vehículo y le dan un toque distintivo excepcional.
La única pega que podemos sacarle a la vista lateral del Evoque es el tamaño y diseño de las ventanillas traseras, que restan visibilidad a los pasajeros de la segunda fila y al conductor hacia el tres cuartos trasero. En dimensiones, alcanza los 4.37 metros de largo, 1.90 metros de ancho y 1.65 metros de alto, con una batalla de 2.681 mm. El coeficiente Cx es de 0,34.
La parte trasera del vehículo incorpora detalles en brillante color negro que ofrecen una sensación de amplitud visual. Los faros Full LED le dan gran visibilidad y, el alerón de techo, el toque deportivo definitivo. La luna trasera no es especialmente amplia, pero podemos solucionarlo equipando el retrovisor digital interior ClearSight.
El paquete R-Dynamic añade detalles deportivos al exterior y se puede combinar con los detalles en color negro.
Las diferencias entre esta versión PHEV y el resto radican en la incorporación de la tapa del punto de carga en la aleta trasera derecha. Opciones destacadas son la bola de remolque, el techo solar panorámico fijo o deslizable y los cristales tintados, además de los ya mencionados. Se ofrecen 11 colores para el exterior, en este caso vemos el Santorini Black metalizado.
Diseño interior
El Range Rover Evoque incorpora nuevos niveles de refinamiento y lujo al habitáculo con su renovado diseño. Es innegable que, respecto a su predecesor, la calidad de los materiales ha mejorado y el volumen de superficies acolchadas es mayor. También notable es la sensación de solidez y de calidad, con ausencia de crujidos o vibraciones y buena insonorización.
Por otra parte, la ininterrumpida arquitectura horizontal destaca la amplitud y espacio del modelo que, junto con el inclinado panel de instrumentos, aporta sofisticación al interior del vehículo. Gracias a su combinación de superficies despejadas y materiales modernos, esta nueva generación de SUV compacto transmite una elevada sensación tecnológica.
En este sentido destacan las dos pantallas de 10 pulgadas y los interruptores táctiles del sistema Touch Pro Duo, que son el centro de atención. Ambas tienen gran calidad y una excelente resolución. Además, el sistema de infoentretenimiento me ha parecido más intuitivo y con mayor fluidez que en otros modelos del fabricante, sin destacar por ello.
La pantalla de infoentretenimiento cuenta con regulación de inclinación, abatiéndose en el salpicadero al cerrar el coche. La pega es que las pantallas son muy sucias.
Hay dos tipos de sistemas disponibles, el sencillo Pivi y el más completo Pivi Pro que monta esta unidad. Ofrece Apple CarPlay, Android Auto, conexión simultánea por bluetooth de dos teléfonos, un suministro eléctrico permanente y paquete online opcional. También se pueden añadir recarga inalámbrica para teléfonos y hasta siete tomas USB en el interior.
También digital puede ser el espejo interior ClearSight, que ofrece un campo de visión más amplio y sin obstáculos. La cámara es de 1,7 megapíxeles, con una frecuencia de 60 fps. Esta pantalla es de 9,5 pulgadas con resolución 1600 x 320, ofreciendo buena calidad, pero se pierde por completo la sensación de profundidad. A mí personalmente me marea.
Las manos se posan cómodamente sobre un volante de agradable tacto con diversos botones en una sucia superficie negro brillante. Si bien es muy vistoso, he percibido que la respuesta que ofrecen a las pulsaciones no es especialmente buena en aquellas personas a las que, por ejemplo, les sudan las manos, lo cual es un incordio.
Opcionalmente se puede pedir un Head-Up Display y la palanca del cambio ya no es un mando giratorio.
Tras el volante encontramos un cuadro de instrumentos digital con el tacómetro en posición central y dos apartados personalizables a ambos lados. Su uso es sencillo e intuitivo, ofreciendo abundante cantidad de información. En este híbrido enchufable cuenta con pantallas específicas, como ocurre con el sistema de infoentretenimiento.
Muy cómodos son también los asientos, que ofrecen buen agarre. Podemos equiparlos con reglajes eléctricos, memoria, calefacción y ventilación. En Land Rover han cuidado toda la ergonomía en general y todo queda al alcance de la mano, con una sensación acogedora y un tacto de los materiales muy bueno. También se ha prestado cuidado al acceso al habitáculo.
La gran consola central, en la que se pueden guardar bolsos, paraguas y tabletas, potencia el confort. Además, las puertas permiten colocar botellas de agua de 1.5 litros y la zona de almacenaje ubicada detrás de la pantalla táctil inferior es ideal para guardar artículos pequeños de forma discreta. Tras los asientos delanteros hay revisteros.
En términos de habitabilidad, el nuevo Evoque ofrece más espacio para las piernas y las rodillas a los pasajeros traseros gracias a una distancia entre ejes 21 mm más larga, al tiempo que los nuevos puntos de anclaje de los asientos proporcionan más espacio para los pies. No destaca en espacio para las rodillas, pero la altura al techo sí que es realmente buena.
Si bien solo dos adultos viajarán cómodos detrás dada la anchura que ofrece, hay que señalar que el túnel de transmisión no es especialmente voluminoso, lo cuál es de agradecer. En la segunda fila hay salidas de ventilación, tomas USB, iluminación y reposabrazos central con posavasos, además de guanteras en las puertas y revisteros en los respaldos.
Los cinturones delanteros no ofrecen regulación en altura.
Respecto a la capacidad de maletero, esta es de 472 litros en todas las versiones, ampliables hasta los 1.156 litros al abatir los asientos de la segunda fila -40:20:40-. En este caso el piso no queda totalmente plano. La capacidad es normal dentro del segmento y el borde de carga queda a 750 milímetros del suelo. El portón puede ser eléctrico opcionalmente.
Podemos encontrar en el maletero ganchos, una cinta elástica, iluminación, toma de 12V, una redecilla y, opcionalmente dos raíles para fijar la carga.
Motorización Range Rover Evoque P300e
La gama de motores Ingenium del Range Rover Evoque está compuesta por motores diésel, gasolina y un híbrido enchufable. Entre los gasolina con motor 2.0 turbo de cuatro cilindros tenemos los P200 con 200 CV, P250 con 250 CV y P300 con 300 CV. Más reciente es el P160 con 160 CV, que equipa una mecánica turbo de tres cilindros.
En la rama diésel actualizada encontramos los D165 con 163 CV y D200 con 204 CV, ambos con motor de cuatro cilindros. Todas las versiones de combustión tienen un sistema de hibridación ligera de 48V (salvo el D165 manual), por lo que se benefician del distintivo ECO de la DGT. Los cuatro cilindros van asociados a una caja ZF por convertidor de par de nueve relaciones.
También de serie es la tracción total, salvo en el D165 que se puede pedir con tracción delantera y la caja manual de seis relaciones. Las versiones con el motor de tres cilindros (P160 y P300e), tienen un cambio automático de ocho relaciones. El híbrido enchufable P300e objeto de esta prueba desarrolla 309 CV y tiene etiqueta CERO de la DGT.
Para tratarse de un tricilíndrico, el motor de combustión no transmite vibraciones y su sonoridad está muy disimulada incluso en aceleraciones intensas.
El Evoque P300e combina un motor 1.5 de tres cilindros con 204 CV (150 kW) con un motor eléctrico con 109 CV (80 kW) ubicado en la parte trasera, dando una potencia total combinada de 309 CV (227 kW) y 540 Nm de par. El motor eléctrico está conectado a la caja automática de ocho relaciones y se combina con una batería de iones de litio con 15 kW de capacidad.
La batería se encuentra debajo de los asientos de la segunda fila y declara una autonomía en modo 100% eléctrico de 66 kilómetros según ciclo de homologación WLTP (apenas 45 km reales). En modo eléctrico podemos alcanzar una velocidad máxima de hasta 135 km/h, pero si pisamos con fuerza el acelerador, entra en acción el motor de combustión.
Dependiendo del sistema de carga empleado, los conductores podrán recargar la batería del Evoque en 6,7 horas con un enchufe estándar (a 2,3 kW), en 1.8 horas con un cargador de 7,4 kW e incluso en 30 minutos del 0 al 80% con una toma de 50 kW. Sí esta es la gran ventaja del Evoque P300e, la posibilidad de utilizar las estaciones de carga rápida.
La potencia de recarga máxima en corriente continua (CC) es de 32 kW y en alterna (CA) de 7 kW.
Respecto a sus prestaciones, hablamos de una mecánica que mueve muy ágilmente al Evoque, con la suavidad característica de un vehículo eléctrico a baja velocidad y un confort notable en autopistas. Land Rover ha trabajado bien la entrada en funcionamiento de la mecánica de combustión, aunque es cierto que en ocasiones las transiciones son perceptibles.
Además, las cifras de rendimiento son buenas, con una aceleración contundente de 0 a 100 km/h en 6.4 segundos, una recuperación de 80 a 120 km/h en 4.6 segundos entre marchas y una velocidad máxima de 213 km/h. Según la marca, el consumo homologado es de 1.4 l/100 km en WLTP, con unas emisiones de CO2 de 32 g/km. Es la opción más potente de la gama.
Eso sí, la realidad es bien distinta, porque se trata de un modelo tragón. Durante una conducción real, es posible hacer consumos de unos 3.0 litros en ciudad, pudiendo rodar en vías interurbanas por debajo de los 4,5 litros si llevamos la batería cargada y los trayectos no son muy largos. Sin embargo, la cosa cambia radicalmente en autopista.
Circulando a 120 km/h en octava marcha, el motor de combustión gira 2.200 rpm.
En nuestro trayecto habitual de 400 kilómetros, el consumo fue de 6.6 litros con la batería cargada y jugando con el selector de modos para aprovechar a subir las pendientes en eléctrico. Todo ello parando a recargar las baterías en hasta tres ocasiones. Sin carga en la batería, es fácil ver consumos cercanos o incluso superiores a los 8.0 litros.
Lo mismo ocurre en ciudad, si no recargamos la batería, es fácil ver consumos por encima de los 9 litros. La media de consumo del motor de gasolina tras la semana de pruebas fue de 7.8 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 56.5 litros, menor que en otras versiones, lo que garantiza una autonomía algo limitada para largos viajes.
Encontramos tres modos de conducción: Eléctrico (solo motor eléctrico), Híbrido (ambos motores en conjunto) y Ahorro (para mantener la carga de la batería). Es posible recargar también la batería con la frenada regenerativa, que no es ajustable en diferentes niveles de retención y resulta un tanto intrusiva si queremos aprovechar la inercia en autopista.
Version | P300e PHEV AWD S - 3 cilindros en línea + eléctrico |
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Cilindrada | 1.498 cm³ |
Potencia | 309 CV (227 kW) |
Par | 540 Nm |
Peso | 2.157 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.371 / 1.904 / 1.649 mm |
Volumen Maletero | 472 (1.156) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 6,4 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 4,6 segundos |
Velocidad máxima | 213 km/h |
Consumo homologado | 1,4 l/100 km en ciclo combinado |
Autonomía eléctrica | 66 kilómetros WLTP |
Emisiones CO2 por km | 32 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | Cero |
Precio de partida | 57.300 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Range Rover Evoque P300e
Si hay algo por lo que sigue destacando el Range Rover Evoque es por lo bien que cumple en todos los aspectos de la conducción pese a no destacar en ninguno de ellos, salvo fuera del asfalto. Además, en esta nueva entrega mejora la agilidad, el confort, la calidad de rodadura y los sistemas de seguridad. En conjunto, satisfará las demandas de la mayoría de los usuarios.
En el P300e la aerodinámica se ha mejorado para que la resistencia del aire se minimice para ofrecer una mejor eficiencia de combustible, potencia y rendimiento de conducción. Eso sí, a la hora de adentrarnos en curvas lentas el peso adicional de las baterías se hace notar, mientras que en autopista muestra mayor aplomo gracias al centro de gravedad un 6% más bajo.
Nada más sentarse tras el volante, encontrar la postura de conducción óptima es sencillo gracias a los ajustes eléctricos del asiento del conductor, con una posición elevada que mejora la visibilidad en todos los ángulos. Dadas sus dimensiones, no es un vehículo que nos limite a la hora de movernos en la ciudad, aunque la visibilidad hacia detrás es muy mejorable.
En cualquier caso, no es algo que no podamos solucionar con las múltiples cámaras que equipa. También algo mejorable es el diámetro de giro –11,9 metros entre paredes y 11,6 metros entre bordillos–, algo elevado para las dimensiones que tiene el coche. Entre topes el volante tiene 2,31 vueltas. Donde más vas a disfrutar del Evoque es en autopista.
En vías rápidas es fácil percibir una mayor calidad de rodadura y se ha mejorado la insonorización, que se sitúa entre las mejores. En conjunto, resulta más lujoso, cómodo y refinado. Las suspensiones -McPherson en el eje delantero y multibrazo en el trasero- filtran con eficacia las irregularidades del asfalto siempre que no se trate de movimientos rápidos.
Al mismo tiempo es capaz de contener bien la carrocería cuando circulamos algo más ligeros por autovías o carreteras secundarias, ofreciéndonos en todo momento reacciones nobles y naturales que evitan sobresaltos al aumentar el ritmo. Es más ágil que su predecesor y donde mayores bandazos de la carrocería notarás será en curvas lentas.
Respecto a la dirección, esta marca la trayectoria de forma satisfactoria, pero su asistencia es fácilmente perceptible y le falta algo de peso en los tramos más revirados, dejándonos un tanto aislados de lo que ocurre en entre los neumáticos y el asfalto. Con todo y con eso, el Evoque cambia de trayectoria de manera más bien rápida.
La única pega es que la dirección no nos ofrece asistencia en función de la velocidad. En términos generales, ofrece unos cambios de apoyo naturales para la masa del vehículo y gran sensación de control y estabilidad. No es ni mucho menos torpe, transmitiendo confianza al enlazar curvas incluso a buen ritmo, pero hay opciones más ágiles como el Q3 o el X1.
El equipo de frenos con discos ventilados en el eje delantero (349 mm de diámetro) y macizos en el trasero (325 mm de diámetro) es eficaz y fácilmente dosificable, siendo poco perceptible la presencia de la frenada regenerativa. El único momento donde resulta más intrusiva es cuando queremos avanzar por inercia, ya que siempre es apreciable cierta retención.
Fuera del asfalto, el Range Rover Evoque tiene buenas cotas y destaca frente a sus rivales, contando con unos neumáticos adecuados. Su ángulo de ataque es de 25º, su ángulo ventral de 19,5º (algo peor que en las versiones de combustión) y su ángulo de salida de 30,6º. La altura libre es de 212 mm y su capacidad de vadeo alcanza los 60 centímetros.
Por otra parte, la tracción total con embrague multidisco actúa con eficacia, ofreciendo un gran incremento en tracción, estabilidad y seguridad. A ella se suma el Terrain Mode 2, que gestiona el motor, la caja de cambios (si es automática), la tracción y los frenos para incrementar la adherencia. Ofrece un sistema inteligente que reconoce el terreno.
Este es recomendable para rutas sencillas, pero cuando la cosa se complica es mejor apostar por los modos seleccionables manualmente para carretera -ECO y Normal- u off road -gravilla/nieve/hierba, arena, barro/surcos-. Equipa control de descensos de pendientes y Clear Sight Ground View para ver por las cámaras qué ocurre en la parte baja del vehículo.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad vemos el programador y limitador de velocidad activo con asistente de mantenimiento de carril, sistema de frenada de emergencia con detección de peatones, detector de vehículos en el ángulo muerto, aviso de salida para los pasajeros, sistema de aparcamiento semiautomático, alerta de tráfico cruzado trasero…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado en nuestro país se denominan Standard, S, SE, HSE y Autobiography. Las versiones R-Dynamic están disponibles con coste adicional -entre 2.000 y 2.500 euros- en todas las variantes y cuentan con el paquete deportivo exterior e interior. También solemos encontrar ediciones especiales como la Nolita Edition o la más reciente Bronze Collection.
El primero ya cuenta con un completo equipamiento que incluye faros LED, llantas de aleación de 17 pulgadas, ordenador de viaje, climatizador automático de dos zonas, sistema de sonido con pantalla de 10 pulgadas, control por voz, bluetooth, USB, cámara posterior, alerta de cambio de carril, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, arranque por botón…
Las versiones S añaden a los anterior las llantas de aleación de 18 pulgadas, espejo interior fotosensible, retrovisores plegables, asientos eléctricos, tapizado en piel, sistema de navegación, Smartphone Pack, Connect Pro, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo, InControl Apps, Apple CarPlay y Android Auto, entre otros elementos.
Los SE suman a lo anterior las ópticas Full LED dinámicas, SmartBeam, pilotos traseros Hi-Line, asientos con memoria, sistema de climatización con pantalla digital, Interactive Driver Display, sistema de aparcamiento asistido, sistema de visión 360º, alerta de objetos en maniobras de marcha atrás, etcétera.
En cuanto al HSE, suma las llantas de aleación de 20 pulgadas, retrovisor interior Clearsight, portón posterior manos libres, acceso sin llave, tapizado en piel Windsor, volante con embellecedor Atlas, sistema de sonido de alta calidad Meridian, detector de objetos en ángulo muerto, frenada de emergencia en ciudad, control de crucero con función Stop&Go…
Por último, los completos Autobiography destacan por los faros Matrix LED, techo panorámico fijo, luces traseras Hi-Line, retrovisores exteriores calefactables antideslumbrantes con plegado eléctrico y luces de aproximación, detalles en negro, llantas de aleación de 21 pulgadas, Adaptive Dynamics y las características de los R-Dynamic, entre otros.
El listado de opcionales es realmente extenso, por lo que hay que tener cuidado con no disparar en exceso la factura final.
El precio de partida de la gama Evoque parte de unos 40.000 euros con la versión 2.0 D150 y se extiende hasta los casi 80.000 euros de las versiones Autobiography con motor de gasolina de 250 CV. La gama es muy amplia, por lo que conviene analizar cuidadosamente el equipamiento y la potencia. Esta unidad cuesta 66.600 euros con los extras.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.7
Notable
Si te has enamorado del nuevo Range Rover Evoque, no te vamos a culpar por ello. Su diseño fue una de las principales razones por las que se convirtió en un best seller, y esta segunda generación es todavía más atractiva. En el interior ofrece buenos acabados, mucho equipamiento y abundante tecnología, a lo que se suma una oferta mecánica muy variada en la que seguro encontrarás una alternativa que encaje con lo que buscas.
Lo bueno
- Posibilidad de utilizar carga rápida de hasta (50 kW), aunque no carga a más de 32 kW.
- Múltiples opciones de equipamiento.
- Gama mecánica muy completa.
- Cotas off road destacables en el segmento.
- Habitabilidad y maletero no perjudicas por el conjunto híbrido.
Lo mejorable
- Consumo de combustible elevado en cuanto se acaba la batería.
- Botones del volante poco prácticos para algunos usuarios.
- Las pantallas son muy sucias.
- Sistema de infoentretenimiento mejorable en rapidez.
- Pierde puntos en algunos aspectos respecto a las versiones de combustión (ángulo ventral y tamaño del depósito de combustible).