Han pasado casi 25 años del debut del primer Škoda Fabia. Renovado en 2021, esta cuarta generación es, sin duda alguna, el mejor Fabia que ha creado el fabricante de automóviles checo en su historia. Tras probar la versión de acceso con 95 CV, hoy te contamos todos los detalles del Škoda Fabia 1.5 TSI 150 CV con acabado Monte Carlo.
El Škoda Fabia ha crecido y utiliza el lenguaje de diseño actual de la marca. Luce unas proporciones atléticas, unas líneas esculturales y unos faros delanteros y traseros LED. En conjunto, el último Fabia tiene una apariencia dinámica y emotiva. Basado en la plataforma modular MQB-A0 del Grupo Volkswagen, el coche es más grande por dentro y por fuera.
Desde sus inicios, el Fabia ha plasmado las cualidades de la marca. Estas son: mucho espacio dentro de unas dimensiones exteriores compactas, una amplia gama de soluciones prácticas, ahorro de combustible, tecnología fiable y una interesante relación calidad-precio. Además, este acabado potencia claramente su atractivo exterior e interior.
La única pega es que no veremos una versión Combi en esta generación. Rivaliza con modelos como los Dacia Sandero, SEAT Ibiza, Hyundai i20, Toyota Yaris, Peugeot 208, Suzuki Swift, Mazda2, Citroën C3 y Renault Clio.Con una gran relación calidad-precio, es de los más asequibles. Solo el Dacia Sandero es más barato.
Diseño exterior
La cuarta generación del Škoda Fabia incorpora un diseño moderno y más atlético gracias a sofisticados detalles. Adicionalmente, elementos como las llantas optimizadas y las cortinas de refrigeración ajustables activamente en la entrada de aire inferior del paragolpes delantero le dan un coeficiente de resistencia aerodinámica (cd) de solo 0,28.
Con ello, establece un récord en el segmento de los coches pequeños. En el frontal, los faros con tecnología LED de serie se extienden hasta la nueva parrilla. Las variantes full-LED ofrecen una mayor intensidad lumínica en las luces de cruce y de carretera, así como funciones de iluminación en curva y adaptativa. Tampoco faltan en opción los faros traseros full-LED.
En el extremo inferior destaca una segunda entrada de aire a cuyos lados se ubican los faros antiniebla. También disponibles en función de la versión son los lavafaros y los sensores de aparcamiento delanteros opcionales. Por su parte, el marcado capó da paso a una luna que nos ofrece buenas dimensiones y una gran visibilidad hacia delante.
El nuevo Fabia es más grande en todos los aspectos. En comparación con las tres primeras generaciones, crece tanto por dentro como por fuera. Con una longitud de 4.11 metros, supera por primera vez la marca de los cuatro metros. En comparación con su predecesor, es 111 mm más largo y su distancia entre ejes ha aumentado en 94 mm hasta los 2.564 mm.
Con 1.78 metros, es 48 mm más ancho, mientras que la altura se sitúa en 1.46 metros. En la vista lateral, los Monte Carlo pueden equipar dos tamaños de llanta: 17 y 18 pulgadas. En esta unidad, calzan neumáticos Bridgestone Turanza eco en dimensiones 215/45 R17 91V en ambos ejes. Tampoco falta el negro como sustituto de los cromados.
La superficie de las puertas queda libre de ornamentaciones y el área acristalada es generosa, ofreciendo buena luminosidad al interior y buena visibilidad al conductor. En total hay una selección de siete colores exteriores, con tonos alegres, varios acabados y opciones bitono con techo negro. En este caso vemos el Gris Graphite metalizado.
Si pasamos a la zaga, vemos que la horizontalidad está muy presente. Son protagonistas la denominación de la marca en posición central y los nuevos faros de mayor tamaño. En el Monte Carlo, las ópticas van oscurecidas, a juego con los diversos elementos en color negro. El toque deportivo lo ponen el marcado paragolpes inferior y el alerón de techo.
Son opcionales destacados para el exterior el techo solar panorámico practicable, la opción de techo negro, el cierre centralizado «Keyless-Entry», el paquete de visibilidad plus, el asistente de aparcamiento, el parabrisas delantero térmico, la bola de remolque y los difusores de lavado térmicos. Algunos se ofrecen en paquete.
Diseño interior
El interior del Škoda Fabia supone un gran paso hacia delante respecto a su predecesor, tanto en términos de espacio como de tecnología. Las características de confort que se encuentran en vehículos de mayor nivel, como el parabrisas y el volante calefactados, son algunas de las opciones que hacen su debut en la nueva generación. También aumenta la seguridad.
El habitáculo del Monte Carlo presenta un esquema rojo y negro. Suma gráficos exclusivos Monte Carlo en la pantalla táctil y un fondo de pantalla específico y más dinámico para las disposiciones de la instrumentación. Tampoco faltan las molduras imitando la fibra de carbono y unos asientos más deportivos de serie.
Junto a un total de hasta 43 soluciones Simply Clever, el Fabia incorpora la última generación de sistemas de infoentretenimiento. Tienen una pantalla independiente que se eleva hasta situarse ante el campo de visión inmediato del conductor. Tampoco falta el Virtual Cockpit que vimos en el Scala, que presenta una de las pantallas más grandes de su segmento.
A nivel de materiales, el Fabia se muestra humilde, pero la sensación de calidad es buena, sobre todo en este acabado. La mayoría de los elementos son de plástico rígido, aunque ofrecen buen resultado tanto al tacto como a la vista. Adicionalmente, los ajustes y ensambles dan gran sensación de solidez. Podemos equipar hasta 9 airbags.
La toma USB opcional en el espejo retrovisor permite alimentar una dashcam sin que el cable moleste.
La parte inferior del salpicadero está tapizada en cuero y luce costuras en contraste, lo que crea una sensación agradable y hogareña. Los elementos decorativos de color y la iluminación ambiental específica añaden carácter y frescura al coche. Como es habitual, en función del acabado hay diversos tipos de tapizados y molduras a elegir.
Los asientos deportivos presentan un mullido muy cómodo para viajar y tienen ajustes manuales. Es cierto que ofrecen un agarre meramente correcto, pero disponen de algunas comodidades como el ajuste de altura y el ajuste lumbar. En otros acabados se ofrecen asientos con calefacción opcional e incluso ajuste eléctrico + memoria.
El Fabia es de los coches con mejor relación equipamiento-precio del segmento.
Las manos se posan sobre un fino volante multifunción que puede ser calefactado. Dependiendo del acabado podemos optar por el volante deportivo de cuero. Este incluye levas en las versiones con caja DSG. Tras él se encuentra el cuadro de instrumentos, que puede ser de dos tipos: tradicional en los básicos o el nuevo Virtual Cockpit de 10,25 pulgadas.
En el caso de esta unidad encontramos el cuadro digital con hasta cinco diseños básicos. La clásica se basa en el estilo de los instrumentos redondos analógicos. A ella se unen la Moderna, Reducida y Ampliada. Como parte del acabado Monte Carlo, se incluye la disposición Deportiva, en la que el cuentarrevoluciones es el protagonista.
También podemos encontrar hasta tres sistemas multimedia dependiendo del acabado: Swing (6.5”), Bolero (8.0”) y Amundsen (9.2”). El Amundsen incluye el Virtual Cockpit, control gestual y navegador (cartografía Here y servicios de tráfico TomTom), pero lo cierto es que el Bolero es más que completo. Incluye una eSIM para la llamada de emergencia y el servicio Škoda Connect.
Su respuesta táctil es buena, sus gráficos más que aceptables (con aceptable resolución de la cámara de marcha atrás) y su fluidez ejemplar. Además, todos los equipos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay (con conexión sin cables opcional). Muchos usuarios no verán necesario el hecho de contar con un navegador integrado.
Algo más abajo encontramos los mandos de la climatización bizona (por primera vez en el Fabia). Curiosamente, en Škoda han optado por reservarse el manejo de algunas funciones a través del sistema de infoentretenimiento, algo que, personalmente, no me gusta. Igualmente, encontramos algunos botones un poco pequeños dentro del sistema.
Me han gustado los abundantes huecos de almacenamiento de los que disponemos, siendo el más grande el de la consola central. Cuenta con base forrada de goma, dos tomas USB-C y puede equiparse con carga inalámbrica para el smartphone. También son forrados la guantera y el pequeño hueco del lado del conductor, pero no las bolsas de las puertas.
Los cinturones pueden regularse en altura. En la consola central encontramos la palanca de cambios, seguida de varios botones, dos posavasos, un reposabrazos fijo que alberga una guantera y un freno de mano tradicional. El final de la consola central pone a disposición de los pasajeros traseros dos tomas USB-C y salidas de ventilación.
Y hablando de la segunda fila de asientos, no hay ninguna alternativa en el segmento que ofrezca más espacio para las piernas. También destaca el espacio para la cabeza, por lo que alguien de hasta 1,85 metros podría viajar con gran comodidad. Eso sí, en estas plazas solo irán cómodos dos adultos, ya que la anchura no es excesiva, como ocurre en todos los rivales.
Además, la plaza central trasera tiene un mullido más duro, menor altura y resulta molesta por la voluminosidad del túnel de transmisión. Este obliga a flexionar o abrir las piernas. Lo que no me ha convencido en esta segunda fila de asientos es la iluminación, algo pobre, como ya ocurría en el Scala.
Respecto al maletero, este cubica un total de 380 litros, 50 más que su predecesor. Abatiendo los asientos alcanzamos los 1.190 litros, siendo de los más grandes. En el maletero hay ganchos de diferente tamaño y formas, argollas para sujetar una red y una toma de 12 V. Opcionalmente se ofrecen redes de sujeción y el suelo de carga variable en altura.
Las formas son muy regulares y destaca la altura de la base a la bandeja. El piso del maletero es de tela y debajo esconde la rueda de repuesto de emergencia opcional. Se ofrecen varios ganchos de remolque: desmontable o plegable. El borde de carga queda situado a 690 mm del suelo.
Motorización Škoda Fabia 1.5 TSI 150 CV
En España la nueva generación del Škoda Fabia solo está disponible con motorizaciones de gasolina. Todas ellas lucen el distintivo ambiental ‘C’. La gama arranca con el 1.0 MPI de 80 CV, que puede ser suficiente solo para moverse por la ciudad. En un escalón intermedio está el 1.0 TSI de 95 CV como opción más equilibrada. Le sigue el 1.0 TSI con 110 CV.
Este nos brinda gran relación prestaciones/consumos. Los que quieran buenas dosis de potencia deberán optar por el 1.5 TSI EVO con 150 CV, que es el tope de gama. Dependiendo de la opción elegida, la caja de cambios puede ser manual de cinco (80 y 95 CV) o seis velocidades (110 CV); así como DSG de siete (110 y 150 CV).
En esta ocasión hemos elegido el 1.5 TSI DSG. Monta un bloque de aluminio con 1.498 cm3, cuatro válvulas, dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo e intercooler. Desarrolla una potencia de 150 CV (110 kW) entre las 5.000 y las 6.000 rpm. Está asociado a un par máximo de 250 Nm entre las 1.500 rpm y las 3.500 rpm.
Esta combinación mecánica destaca por su elasticidad. Empuja en un rango amplio de revoluciones y ofrece buen tirón desde bajas vueltas. Eso sí, el verdadero empuje llega pasadas las 2.000 rpm. Me ha gustado su tacto suave y lineal, al tiempo que el cambio automático lo hace más cómodo y versátil. En conjunto, puede decirse que es una mecánica refinada.
El sistema de Gestión Activa de Cilindros desactiva temporalmente los cilindros 2 y 3 cuando el motor funciona en carga baja o media.
Aporta un funcionamiento prácticamente imperceptible por sonido y vibraciones, incluso cuando actúa el Start/Stop. Si hablamos de cifras, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos. Recupera de 80 a 120 km/h en 5.2 segundos (entre marchas) y alcanza una velocidad punta de 200 km/h. No es un misil, pero son prestaciones más que adecuadas.
Nos permiten un uso muy polivalente del vehículo, incluso para viajar con el maletero lleno de bultos. La única pega es la gestión del cambio, que siempre trata de ir en marchas largas y no responde con gran rapidez. Pese a ello, rara vez te faltará potencia en situaciones normales. En autopista, a 120 km/h, el motor gira a 2.300 rpm en 7ª velocidad.
Adicionalmente, el selector de modos de conducción permite elegir entre cuatro opciones: Normal, Sport, Eco e Individual. El sistema actúa sobre diversos parámetros del vehículo como la sensibilidad del acelerador, el climatizador o la gestión de la transmisión. En una conducción sosegada, el DSG sube de marcha en torno a las 2.000 rpm.
Respecto a los consumos, Škoda declara un consumo combinado de 5,5 l/100 km en WLTP. Durante la semana de pruebas la cifra final fue de 6,8 l/100 km. Durante una conducción real en carretera obtuve 6.3 l/100 km, mientras que en ciudad rondaba los 7,4 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 40 litros.
Respecto al DSG, destaca por suavidad, aunque no por rapidez en la mayoría de los modos de conducción. Me parece aun así una gran opción por comodidad tanto para viajar como para moverse por ciudad. Incluye modo secuencial en la palanca, posición Sport y levas tras el volante. Sí cabe decir que, maniobrando a baja velocidad, a veces da pequeños tirones.
Version | 1.5 TSI Monte Carlo - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.498 cm³ |
Potencia | 150 CV (110 kW) @ 5.000 - 6.000 rpm |
Par | 250 Nm @ 1.500 - 3.500 rpm |
Peso | 1.226 kg |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.108 / 1.780 / 1.459 mm |
Volumen Maletero | 380 (1.190) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,2 segundos |
Velocidad máxima | 222 km/h |
Consumo homologado | 5,5 / 7,3 - 5,5 - 4,7 - 5,6 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 125 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 28.755 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Škoda Fabia 1.5 TSI 150 CV
El Škoda Fabia no pretende sorprendernos dinámicamente, sino ofrecer altas dosis de practicidad y polivalencia. Por ello, su tacto es algo menos preciso y deportivo que en alternativas como el Polo o el Ibiza. Se centra en ofrecer una experiencia más cómoda, equilibrada y completa en todos los entornos, especialmente en la ciudad y en autopista.
Sus dimensiones son suficientes para ofrecer un amplio espacio interior y de carga, pero contenidas para que maniobrar en espacios reducidos no sea tedioso. Como su predecesor, presume de buena visibilidad en todos los ángulos y diversas asistencias a la conducción. Declara un diámetro de giro entre paredes de 10,7 metros.
Mejora en autopista, permitiéndonos rodar a buen ritmo con aplomo y estabilidad. De serie, los amortiguadores son de dureza fija: McPherson en el eje delantero y eje de torsión detrás. Muestran un buen equilibrio a la hora de filtrar las irregularidades del asfalto y permitirnos un paso por curva rápido. En el Monte Carlo tenemos el tren de rodaje deportivo.
Esta aporta un plus en el apartado dinámico al incluir muelles más cortos que rebajan la altura de la carrocería. Nos permite incrementar sensiblemente la deportividad sin perjudicar excesivamente el confort. Eso sí, al tener un tarado más firme, solo resulta una opción recomendable para aquellos que quieran un mayor compromiso dinámico.
Es cierto que hay alternativas más precisas para enlazar curvas, pero el Fabia no te va a defraudar. Los cambios de apoyo son rápidos y la carrocería no balancea en exceso. Transmite confianza porque la precisión de todos los mandos es buena en términos generales. Al buscarle las cosquillas, siempre nos muestra reacciones dóciles y naturales.
La dirección, por su parte, tiene una marcada asistencia eléctrica. Filtra todo lo que ocurre entre las ruedas delanteras y el asfalto. Es más que correcta en rapidez y precisión si no vamos buscando los límites de adherencia de los neumáticos. Sin embargo, su feedback es escaso si buscamos reacciones deportivas. Además, permite maniobrar con extrema facilidad.
Respecto a los frenos, el Fabia Monte Carlo recurre a unos discos ventilados en el eje delantero y macizos en el trasero. Su funcionamiento es bueno en una conducción sosegada e incluso un poco más deportiva, con un tacto y asistencia agradables del pedal. No brillan en resistencia a la fatiga, pero son mejores que los de las versiones sencillas (tambor detrás).
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, el Fabia permite equipar control de crucero adaptativo, detección de vehículos en el ángulo muerto, aparcamiento semiautomático, Travel Assist Low, alerta de tráfico cruzado trasero, reconocimiento de señales de tráfico, asistentes de frenada de emergencia y de mantenimiento en el carril…
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado se denominan Essence, Selection, Design y Monte Carlo. Desde el más sencillo cuenta con faros EcoLED, encendido automático de luces, asistente al arranque en cuestas, volante multifunción forrado en piel, ordenador de viaje, alerta y asistente de cambio de carril, elevalunas eléctricos delanteros y espejos térmicos.
Otros elementos estándar son el aviso pre-colisión, sistema de frenada en ciudad, equipo multimedia con pantalla de 6,5 pulgadas, radio DAB, bluetooth, USB, alfombrillas, detector de fatiga, asiento posterior abatible, cierre centralizado con mando y paragolpes pintados. Es por todo esto una interesante propuesta dentro del segmento B.
En los más completos encontramos climatizador automático, llantas de aleación, Apple CarPlay, Android Auto, detector de objetos en ángulo muerto, instrumentación digital configurable, cámara posterior, sensores de aparcamiento, paquete negro exterior, acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia y pack LED interior, entre muchos otros elementos.
Entre las opciones más importantes están el techo panorámico de cristal, tapizado mixto tela/cuero, asientos calefactables, navegador, sistema de sonido de alta calidad, cargador de móvil por inducción y el selector de modos de conducción. Cabe destacar que este Monte Carlo es el tope de gama y, por lo tanto, el modelo más costoso.
Los precios recomendados de la gama Škoda Fabia 2024 sin descuentos ni promociones arrancan en 20.350 euros para el Essence 1.0 MPI de 80 CV. La opción más cara es este Škoda Fabia 1.5 TSI 150 CV DSG Monte Carlo, cuyo precio de partida es de 28.755 euros. Con motor 1.0 TSI de 110 CV manual puedes tenerlo desde 25.450 euros.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable+
El último Škoda Fabia es un vehículo que llega cargado de novedades. Con un diseño fresco y mucha tecnología, apunta a soportar bien el paso de los años. Su comportamiento y sus innovaciones son sus puntos fuertes, al tiempo que sus reestructuraras dimensiones lo ponen en una posición elevada en el segmento. Por precio, es uno de los modelos más baratos de entre los que tienen características semejantes.
Lo bueno
- Excelente relación calidad/equipamiento/precio.
- Practicidad del interior gracias a más de 40 soluciones Simply Clever.
- Buenas prestaciones con motor más refinado que el tres cilindros.
- Habitabilidad y maletero.
Lo mejorable
- Abundantes plásticos rígidos en el interior.
- Pierde cierta agilidad respecto a su predecesor para ganar en confort.
- Consumos más elevados que en otras mecánicas.
- Solo motores de gasolina y todos con distintivo ambiental ‘C’.