Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
7.8
Notable
El Škoda Scala llega con fuerza al segmento C. Este turismo de poco más de cuatro metros ofrece buenas dosis de espacio, diversos acabados de lo más completo, una interesante oferta mecánica en la que no falta la pegatina ECO y un precio que, con los descuentos, apenas roza los 20.000 euros. Sin duda alguna, una gran alternativa si buscas un compacto de gran relación calidad-precio.
Si bien el Škoda Scala es el sustituto del Spaceback, poco o nada tienen que ver ambos modelos. El nuevo Scala es un compacto en condiciones, además del primer vehículo de producción que muestra la siguiente fase de desarrollo del lenguaje de diseño de la marca, que también dará forma a los futuros automóviles del fabricante.
Lo cierto es que la compañía checa ha sabido jugar muy bien sus cartas, ya que el Škoda Scala es uno de los modelos más asequibles de su categoría, el que mayor espacio para las piernas ofrece en la segunda fila de asientos y el que cubica un maletero con mayor capacidad. Todo ello queda rematado por un amplio abanico de equipamiento tanto de serie como opcional.
Es más, el Scala es el primer Škoda en incorporar la última generación de sistemas de infoentretenimiento con pantalla independiente que se eleva hasta situarse ante el campo de visión del conductor, en incluir el Virtual Cockpit y en ofrecer nuevos sistemas de asistencia hasta ahora solo disponibles en coches de segmentos superiores.
Sin lugar a duda, cumple con las expectativas de aquél que busque un coche con una buena relación entre coste, tamaño y equipamiento; está listo para luchar en el segmento contra grandes rivales como el Mazda3, el Ford Focus, el Renault Mégane, el Peugeot 308, el Hyundai i30, el Opel Astra y, por supuesto, sus primos, el SEAT Leon y el Volkswagen Golf.
Diseño exterior
El Škoda Scala luce un lenguaje de diseño completamente nuevo en la marca que veremos en futuros modelos como el Škoda Kamiq. Con sus superficies claramente definidas, sus líneas fluidas y su aerodinámica avanzada, el modelo es moderno y deportivo. Las nuevas formas esculturales, los elementos dinámicos y los detalles precisos dan identidad propia al Scala.
En el frontal acapara todo el protagonismo la parrilla del radiador erguida, bordeada por un marco cromado. A ambos lados se ubican los innovadores faros LED, estrechos y cónicos, que también moldean la imagen del Scala y exhiben los elementos de diseño cristalino típicos de la marca. Opcionalmente tenemos los faros Full LED con faros adaptativos y luz de curva -900€-.
En el tercio inferior encontramos una gran entrada de aire y cortinas de aire laterales (Air Curtain), rematadas en sus extremos por los faros antiniebla halógenos -115€ con función corner-. Tampoco faltan los sensores de aparcamiento. El capó, que comienza con el logotipo, se extiende en forma de ‘V’ hasta una generosa luna delantera que ofrece buena visibilidad.
La línea tornado específica de Škoda alarga visualmente el vehículo en perfecta armonía con la dinámica línea del techo. Ofrece una superficie acristalada de buen tamaño, algo que se agradece en las plazas posteriores, al tiempo que presenta un área de las puertas totalmente libre de ornamentaciones. Los retrovisores van en color negro con el Pack de lanzamiento.
Los pasos de rueda albergan llantas de entre 15 (acero) y 18 pulgadas (aleación). Las de nuevo diseño – Hoedus, Propus y Vega– se han optimizado aerodinámicamente. En esta unidad podemos ver las llantas de aleación ligera Stratos de 17 pulgadas calzadas con neumáticos Bridgestone Turanza T005, que lucen unas medidas de 205/50 R17 89V en ambos ejes.
En dimensiones, alcanza los 4.36 metros de largo, 1.79 metros de ancho y 1.47 metros de alto, con una batalla que se extiende hasta los 2.649 milímetros. Los anchos de vía miden 1.531 mm en el eje delantero y 1.516 mm en el trasero, al tiempo que el coeficiente aerodinámico alcanza un valor Cx de 0,31 en esta versión (en otras podemos ver un Cd de 0,29).
En la zaga, el alerón de techo y el difusor deportivo bajo el parachoques dan forma a la amplia parte trasera. Como alternativa al portón trasero estándar, el vehículo se puede encargar con una luna trasera extendida que vemos en esta unidad, un claro guiño al Spaceback que le da un toque muy personal. En este caso, la inscripción ‘ŠKODA’ aparece en la misma luna.
El chasis elevado -130€- aumenta 1,2 centímetros la altura libre del Scala, situándola a 161 mm del suelo.
Los pilotos traseros tienen un diseño afilado en forma de ‘L’ y pueden ser Full LED (LED de serie). Además, el Scala es el primer Škoda en ofrecer intermitentes traseros dinámicos. Estos intermitentes se dividen en dos LED individuales. Cuando el conductor los activa, parpadean hacia afuera con un movimiento de barrido y son fácilmente visibles por los usuarios de la vía.
En la parte posterior tampoco faltan los sensores de aparcamiento traseros y la cámara de marcha atrás, incluida en el paquete de lanzamiento. Como opción tenemos el aparcamiento asistido -325€-. Visto desde arriba, el modelo no cuenta con antena, pero sí que luce un techo panorámico de cristal fijo con cortinilla como parte del Pack Emotion -880€-.
Diseño interior
El interior del Škoda Scala supone un gran paso hacia delante respecto al Spaceback e incluso respecto a otros modelos de la gama más veteranos, ya que integra por primera vez en un vehículo de la marca el emotivo lenguaje de diseño del prototipo VISION RS. Combina ergonomía y emotividad con la generosa cantidad de espacio típica de la firma checa.
Junto a las características soluciones Simply Clever, el Scala es el primer Škoda en incorporar la última generación de sistemas de infoentretenimiento con pantalla independiente que se eleva hasta situarse ante el campo de visión inmediato del conductor; así como el Virtual Cockpit que presenta la pantalla más grande de su segmento.
A nivel de materiales, el Scala se muestra humilde en comparación con lo que hemos visto en modelos como el Mazda3, combinando generosas superficies acolchadas con plásticos rígidos que, en cualquier caso, ofrecen un gran resultado tanto al tacto como a la vista, con ajustes y ensambles que dan gran sensación de solidez, como en el resto de los productos VAG.
En el interior podemos equipar airbags de rodilla -210€-, de cabeza y laterales delante y detrás -460€-.
Podemos encontrar nuevas tiras decorativas y superficies de plástico suave con textura específica que aportan un toque diferente y juvenil al habitáculo, como es el caso de esta moldura en color beige. La única pega son los reflejos que produce ocasionalmente en los días más soleados. Hay diversas opciones para los tapizados y para la iluminación ambiental -205€-.
Los asientos presentan un mullido muy cómodo para viajar. Es cierto que no ofrecen gran agarre ni en el respaldo ni en la banqueta -tampoco es un coche pensado para ir de tramo-, pero sí que disponen de algunas comodidades como ajuste de altura -60€ para acompañante-, ajuste lumbar, calefacción -230€- y ajuste eléctrico + memoria -460€ solo conductor-.
El Scala es de los coches con mejor relación equipamiento-precio del segmento.
Las manos se posan cómodamente sobre un fino volante multifunción que puede ser calefactado -130€-. De forma opcional podemos optar por el volante deportivo de cuero -115€- achatado en su extremo inferior. Tras este se encuentra el cuadro de instrumentos, que puede ser de dos tipos: tradicional o el nuevo Virtual Cockpit de 10,25 pulgadas -510€-.
En el caso de esta unidad encontramos la instrumentación de agujas más clásica que, la verdad, no me hace echar de menos en absoluto los cuadros digitales. Toda la información se muestra de forma clara e intuitiva en los dos diales y en la pantalla monocromática central, siendo fácil de utilizar y sin que los reflejos del techo panorámico afecten.
Podemos encontrar hasta tres sistemas multimedia dependiendo del acabado: Swing (6.5”), Bolero (8.0”) y Amundsen (9.2”), siendo el intermedio el que equipa esta unidad. El Amundsen -1.285€- incluye el Virtual Cockpit y navegador (cartografía Here y servicios de tráfico TomTom), pero lo cierto es que el Bolero es más que completo.
Su respuesta táctil es buena, sus gráficos más que aceptables (con gran resolución de la cámara de marcha atrás) y su fluidez ejemplar. Además, todos los equipos son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay con conexión sin cables -50€-, por lo que muchos usuarios no verán necesario el hecho de contar con un navegador integrado.
Algo más abajo encontramos los mandos de la climatización bizona, aunque curiosamente en Škoda han optado por reservarse el manejo de algunas funciones a través del sistema de infoentretenimiento, algo que, personalmente, no me gusta. Igualmente, encontramos algunos botones un poco pequeños dentro del sistema.
Me han gustado los abundantes huecos de almacenamiento de los que disponemos, siendo el más grande el de la consola central. Cuenta con base forrada de goma, dos tomas USB-C y puede equiparse con carga inalámbrica para el smartphone -285€-. También son forrados la guantera y el pequeño hueco del lado del conductor, pero no las bolsas de las puertas.
En la consola central encontramos la palanca de cambios, seguida de varios botones, dos posavasos, un reposabrazos fijo que alberga una guantera y un freno de mano tradicional. Dicho reposabrazos “Jumbo Box” -50€- pone a disposición de los pasajeros traseros dos tomas USB-C, salidas de ventilación y los botones de los asientos calefactados -390€- si se equipan.
Y hablando de la segunda fila de asientos, no hay ninguna alternativa en el segmento que ofrezca más espacio para las piernas. También destaca el espacio para la cabeza, por lo que alguien de más de 1,90 metros podría viajar con gran comodidad. Eso sí, en estas plazas solo irán cómodos dos adultos, ya que la anchura no es excesiva, como ocurre en todos los rivales.
Además, la plaza central trasera tiene un mullido más duro, menor altura y resulta molesta por la voluminosidad del túnel de transmisión, que obliga a flexionar o abrir las piernas. Lo que no me ha convencido en esta segunda fila de asientos es la iluminación, algo pobre a pesar de contar con bombillas de LED.
Respecto al maletero, este cubica un total de 467 litros, el más grande del segmento. Abatiendo los asientos alcanzamos los 1.410 litros y en el maletero hay seis ganchos de diferente tamaño y formas, cuatro argollas para sujetar una red -105€- y una toma de 12 voltios. Opcionalmente se ofrecen el paquete de maletero -80€- y una base reversible tela/goma -45€-.
Las formas son muy regulares y destaca la altura de la base a la bandeja. Además, con la opción suelo de carga trasero plano -150€- encontramos una bandeja adicional que se puede colocar a dos alturas para enrasar el borde de carga (situado a 680 mm del suelo), el piso y los asientos al abatirlos, así como ganar un doble fondo con 13 centímetros de altura.
Motorización
La gama española del Škoda Scala contempla opciones gasolina, diésel y GNC. En gasolina, los interesados pueden elegir el 1.0 TSI de 115 CV con cambio manual de seis velocidades o bien el nuevo 1.5 TSI EVO con 150 CV en combinación con la caja DSG de siete relaciones. La alternativa diésel hace uso del 1.6 TDI de 115 CV tanto con cambio manual como con la caja DSG.
Próximamente veremos una nueva alternativa con pegatina ECO que podrá usar gasolina sin plomo y metano indistintamente. La mecánica elegida será la pequeña 1.0 TGI de 90 CV con caja de cambios manual de seis velocidades, aunque dado su tamaño, quizás habría sido mejor incorporar el nuevo bloque 1.5 TGI de 130 CV que llevan los León y Octavia de GNC.
Los nuevos Scala G-TEC contarán con tres depósitos de combustible de metano con 13,8 kilogramos de capacidad y podrán recorrer unos 410 kilómetros usando solo el CNG. Si además se añade la autonomía con gasolina sin plomo, el nuevo integrante podrá recorrer unos 630 kilómetros sin necesidad de repostar, lo que lo convierte en una interesante opción.
Para la prueba me he decantado por la que será una de las opciones preferidas por los usuarios. Hablamos de un bloque de aluminio que, con una cilindrada de 999 cm3, tres cilindros, dos árboles de levas en la culata, inyección directa, turbo, intercooler y Start/Stop, desarrolla una potencia total de 115 CV (85 kW) entre las 5.000 y las 5.500 rpm.
A ello se une un par motor de 200 Nm disponibles entre 2.000 y 3.500 vueltas, suficiente para permitir acelerar con algo de energía al modelo. Lo cierto es que sorprende desde lo abajo que es capaz de reaccionar este motor sin apenas vibraciones -unas 1.500 vueltas-, aunque lógicamente la mayor parte de la potencia se entrega a partir de las 1.800 – 2.000 rpm.
Lo mismo ocurre en carreteras y autopistas, donde el Scala reacciona bien a las órdenes del acelerador si no vamos muy cargados ni nos encontramos en pendientes de cierta inclinación. Esto es un punto muy a favor, ya que podemos llevar a cabo adelantamientos con facilidad sin necesidad de tener que estar jugando constantemente con el cambio.
Para que os hagáis una idea, el motor gira a 2.500 rpm cuando circulamos a 120 km/h en sexta velocidad por autopista. Es esencialmente en carreteras de montaña o adelantamientos rápidos donde el cambio nos obliga a jugar con él para obtener un empuje notable, aunque esto tampoco supone un inconveniente porque el tacto de la palanca y los pedales es muy agradable.
A pesar de estar concebido como el compacto más humilde del grupo, presenta un tacto del cambio en la línea de otros modelos VAG como el SEAT León o el Volkswagen Golf. Esto implica un guiado preciso, con gran suavidad en todos los movimientos y un recorrido de la palanca ergonómico. Los desarrollos del cambio y el escalonamiento resultan equilibrados.
Junto al mencionado tacto del cambio, ha llamado mi atención la baja sonoridad de esta mecánica para tratarse de un tricilíndrico. Tenía peor recuerdo de ella en el SEAT Ibiza, pero en este caso se muestra más refinada, con menos vibraciones y un mayor aislamiento tanto en el habitáculo como en el exterior. La verdad es que el conjunto no admite tacha en este sentido.
El estilo de conducción influye poco en el consumo.
Ni tampoco en consumos, porque han sido mucho más bajos de lo que esperaba. La marca homologa un consumo combinado de apenas 5.7 litros, con unas cifras de 7.3 litros a baja velocidad, 5.6 litros a velocidad media, 4.9 litros a velocidad alta y 5.9 litros a los 100 kilómetros circulando a velocidad muy alta (según el ciclo de homologación WLTP).
Curiosamente, en una conducción real han sido menores. Durante la semana de pruebas he logrado obtener unas cifras de apenas 7.0 litros en ciudad y en torno a 5.0 litros en carretera, con un ciclo mixto de 5.4 litros a los 100 kilómetros al devolver el vehículo. El depósito de combustible tiene una capacidad de 50 litros, lo que permite una generosa autonomía.
Ficha técnica
Version | 1.0 TSI - 3 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 999 cm³ |
Potencia | 115 CV (85 kW) @ 5.000 - 5.500 rpm |
Par | 200 Nm @ 2.000 - 3.500 rpm |
Peso | 1.240 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.362 / 1.793 / 1.471 mm |
Volumen Maletero | 467 (1.410) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 9,8 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 9,1 segundos (en 4ª velocidad) |
Velocidad máxima | 201 km/h |
Consumo homologado | 5.7 / 7.3 - 5.6 - 4.9 - 5.9 (comb. / vel. baja-media-alta-muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 113 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Precio de partida | 23.630 euros (este motor y acabado sin descuentos) |
Comportamiento
El Škoda Scala no pretende sorprendernos dinámicamente, sino ofrecer altas dosis de practicidad y polivalencia. Por ello, su tacto es algo menos preciso y deportivo que en alternativas como el Golf o el León, centrándose en ofrecer una experiencia más neutra y completa en todos los entornos, especialmente en la ciudad.
Sus dimensiones son suficientes para ofrecer un amplio espacio interior y de carga, pero contenidas para que maniobrar en espacios reducidos no sea tedioso, ofreciéndonos muy buena visibilidad en todos los ángulos, diversas asistencias a la conducción y un diámetro de giro entre bordillos de 10,2 metros.
Tampoco defrauda en autopista, permitiéndonos rodar a buen ritmo con aplomo y estabilidad. De serie, los amortiguadores son de dureza fija -McPherson en el eje delantero y eje de torsión detrás-, mostrando un buen equilibrio a la hora de filtrar las irregularidades del asfalto y permitirnos un paso por curva rápido, aunque opcionalmente podemos optar por otros de dureza variable.
Estos aportan un plus en el apartado dinámico al incluir muelles más cortos que rebajan la altura de la carrocería 1,5 centímetros. Tenemos dos versiones, el tren de rodaje chasis presets -430€- y el tren de rodaje sport chasis control -430€-, este último con un ajuste un poco más firme que repercute sensiblemente en el confort. Ambos permiten elegir entre modo Normal y Sport.
El sport chasis control en combinación con unas llantas de tamaño contenido como estas nos permite incrementar sensiblemente la deportividad sin perjudicar excesivamente el confort, así que resulta una opción recomendable para aquellos que quieran un mayor compromiso dinámico. En cualquier caso, con todas las suspensiones el modelo cumple en tramos revirados.
Es cierto que un León, un 308 o un Focus se muestran más precisos al enlazar curvas, pero el Scala no te va a defraudar. Los cambios de apoyo son rápidos y, buscándole las cosquillas, es fácil hacer deslizar sensiblemente la zaga, esencialmente por la rápida intervención del control de estabilidad. Transmite confianza y siempre nos muestra reacciones dóciles y naturales.
La dirección, por su parte, tiene una marcada asistencia eléctrica, filtrando todo lo que ocurre entre las ruedas delanteras y el asfalto. Es más que correcta en rapidez y precisión si no vamos buscando los límites de adherencia de los neumáticos, pero su feedback es escaso si buscamos reacciones deportivas. Además, permite maniobrar con extrema facilidad.
Respecto a los frenos, el Scala recurre a unos discos ventilados en el eje delantero y de tambor en el trasero. Su funcionamiento es muy bueno en una conducción sosegada e incluso un poco más deportiva, con un tacto y asistencia agradables del pedal, pero no brilla especialmente en resistencia a la fatiga y, en esta situación, el pedal comienza a hundirse.
Por último y, en materia de asistencias a la conducción, el Scala permite equipar programador de velocidad activo -415€-, detección de vehículos en el ángulo muerto (Side Assist) -450€-, aparcamiento semiautomático -325€-, alerta de tráfico cruzado trasero y asistentes de frenada de emergencia y de mantenimiento en el carril. Solo estos dos últimos son de serie.
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado se denominan Active, Ambition, Style y Sport, aunque dentro de poco se unirá a la gama un quinto acabado, el Monte Carlo. En todos los casos incluyen ABS, EBD, ESP, TCS, TPMS, múltiples airbags, asistente al arranque en cuestas, dirección asistida, ordenador de viaje, aire acondicionado y sensor de aparcamiento trasero.
También sin coste cuentan con faros LED básicos, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas, llantas de aleación de 16 pulgadas, retrovisores térmicos, volante en piel, radio Swing con pantalla de 6.5 pulgadas, bluetooth, USB, apoyabrazos central delantero, aviso pre-colisión, Lane Assist, encendido automático de luces…
La terminación Ambition suma el climatizador automático de dos zonas, llantas de aleación de diseño «Alaris», sistema multimedia con pantalla de 8“, Mirror Link, Apple CarPlay, Android Auto, toma de 12V en maletero, guantera refrigerada, volante multifunción, alfombrillas, detalles en negro brillante, limitador de velocidad, paraguas y MaxiDot a color, entre otros.
El nivel Style, por su parte, añade el control de crucero, techo panorámico deflector con cortinilla, acceso sin llave «Keyless», llantas de aleación de 17 pulgadas, arranque por botón, control de crucero, sensores de aparcamiento delanteros, tapizado específico, paquete cromado exterior, cámara de visión posterior, etcétera.
El acabado Sport suma al Ambition las llantas de aleación de 18 pulgadas, suspensión deportiva, selector de modos de conducción, asientos delanteros deportivos, volante multifunción de diseño exclusivo, cristales sobretintados, Virtual Cockpit, faros antiniebla, climatizador bizona y el paquete iluminación interior LED configurable, entre otros.
Por último, el Scala Monte Carlo contará con molduras decorativas en el umbral de las puertas, un volante multifunción forrado en piel de diseño más dinámico y con costuras en rojo, pomo del cambio exclusivo, pedales de aluminio, detalles en negro brillante, llantas de aleación exclusivas, asientos deportivos, suspensión deportiva, faros Full LED…
En España, los precios recomendados para la gama del Škoda Scala sin descuentos ni promociones son los siguientes:
Motor | Active | Ambition | Style | Sport |
1.0 TSI 95 CV 5MT | 19.930€ | 21.330€ | – | – |
1.0 TSI 115 CV 6MT | 20.830€ | 22.230€ | 23.630 € | 23.630€ |
1.0 TSI 115 CV DSG | – | 23.830€ | 25.230€ | 25.230€ |
1.5 TSI 150 CV DSG | – | – | 26.030€ | 26.030€ |
1.6 TDI 115 CV 6MT | 22.830 € | 24.230€ | 25.630 € | 25.630€ |
1.6 TDI 115 CV DSG | – | 25.930€ € | 27.330 € | 27.330€ |
- Mecánica refinada y de prestaciones aceptables. El 1.0 TSI logra el mejor compromiso entre coste de adquisición, refinamiento de funcionamiento, prestaciones y consumo.
- Consumos excelentes, por debajo de los homologados.
- Buen equipamiento de serie, con amplias posibilidades de equipamiento a precio razonable.
- De los mejores precios del segmento, especialmente con los descuentos.
- Espacio abundante en ambas filas de asientos, siendo de los que más espacio ofrecen en la segunda fila por altura y espacio para las piernas.
- Maletero más grande del segmento.
- Reflejos de las molduras decorativas del salpicadero.
- Solo encontramos tomas USB-C, aunque Škoda provee a sus clientes de un adaptador a USB 3.0 -que es un poco endeble, todo sea dicho-.
- Algunos plásticos de tacto más endeble, por ejemplo, en la instrumentación.
- Iluminación pobre en plazas traseras.
- Funciones del climatizador divididas entre la pantalla y los botones físicos.
- Discos de tambor en el eje trasero.