Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
7.9
Notable
Un modelo fiel al principio de Toyota de hacer un coche compacto por fuera pero amplio por dentro en el que los diseñadores han dado una vuelta de tuerca mejorando la deportividad y la estética. La vinculación a un sistema híbrido convierte al Yaris en una opción muy a tener en cuenta en el Segmento B por los excelentes consumos y sus interesantes ventajas.
Tal y como os adelantamos a través de las Redes Sociales con el juego “¿Qué estamos probando esta semana?”, hoy damos la bienvenida a la sección de pruebas al renovado Toyota Yaris en la interesante versión híbrida que con el lavado de cara llega con un interesante precio de partida así como un gran listado de ventajas propias de los modelos híbridos como el ahorro a la hora de aparcar en zonas de estacionamiento regulado, un impuesto de circulación ventajoso y como no, un consumo que en las urbes y en las situaciones con más tráfico, no tiene rival.
Con el renovado Yaris, Toyota ha querido mejorar un diseño de por sí exitoso y le ha añadido un estilo dinámico que va más allá de lo que cabría esperar. Fieles al principio de Toyota de hacer un coche compacto por fuera pero amplio por dentro, los diseñadores han dado una vuelta de tuerca a este modelo mejorando la deportividad y la estética del conjunto sin perjudicar otros aspectos. A diferencia de otros lavados de cara, en este caso, Toyota ha mejorado y mucho el pequeño urbano que además, a diferencia de otros modelos híbridos no reduce su capacidad o su habitabilidad con la integración del sistema híbrido, lo que sin lugar a dudas, nos hace quitarnos el sombrero ante la marca japonesa.
Para realizar la prueba nos hemos hecho con un Toyota Yaris Hybird Advance, el acabado más alto y mejor equipado de los tres disponibles, aunque también, el más caro.
Con el Yaris Hybrid, la marca nipona busca atraer a un perfil de cliente joven, urbano y amante del diseño y la tecnología. Con este lavado de cara y una importante apuesta por los buenos precios y el atractivo equipamiento, Toyota quiere que el Yaris mejore su ya de por si buena posición dentro del segmento B y quiere superar la cuota de mercado del modelo que actualmente se sitúan entorno al 7%.
Pero, ¿y qué tal están funcionando las ventas de híbridos?. Bueno, por lo visto, de los 42.700 vehículos con los que Toyota España quiere cerrar las ventas de 2014, 8.000, serán vehículos híbridos, lo que representa un 27% de las ventas previstas.
Diseño exterior
La unidad de pruebas tenía un acabado muy especial y completo, y es que a pesar de ser híbrido, Toyota no quiere hacer renunciar a sus clientes a un acabado algo más deportivo. La verdad es que personalmente creo que no es una buena estrategia, ¿no os habéis dado cuenta de que los vehículos de estética más deportiva en Toyota, son los híbridos?
Este acabado nos trae una serie de modificaciones en el exterior así como un interior muy moderno que detallaremos a lo largo de la prueba.
En el frontal, el renovado Yaris cuenta con un diseño juvenil y urbano en el que destacamos un gran paragolpes que fusiona en la misma pieza la calandra, que ahora crea una imponente X en acabado negro brillante que aumenta la agresividad del vehículo. La parrilla en forma de “X” cuenta con un elemento en color plateado así como con el logo de la marca en gran tamaño que se presenta con un ligero contorno en azul, propio de los modelos híbridos de la marca. A ambos lados de la parrilla encontraremos unas generosas ópticas que no sólo aportan carácter al coche sino que aportan una excelente visibilidad en la noche (para tratarse de faros con iluminación halógena con proyector). Los faros principales montan de forma adicional 4 LEDS por faro que componen la luz diurna y que a su vez conforman la firma lumínica característica de los modelos Toyota más modernos.
En la parte baja del frontal encontramos una entrada de aire inferior en color negro escoltada por dos faros antiniebla redondos que parecen estar engarzados en las esquinas inferiores del paragolpes. Al igual que todos los Yaris, el Hybrid cuenta con un coeficiente de resistencia de 0.29. Esta mejora en la aerodinámica repercute positivamente en los consumos y en los ruidos aerodinámicos que en el modelo probado eran realmente bajos para el segmento del que hablamos.
Las líneas en forma de X de la calandra se extienden a través del inclinado capó en forma de V hacia una luna delantera curva que ofrece una excelente visibilidad al conductor. Me ha llamado la atención el característico limpialunetas delantero compuesto por un único brazo que a su vez incorpora el eyector de agua.
Respecto a la caja anterior, la distancia entre ejes crece 5 centímetros prestando de esta manera especial protagonismo a unos pasos de rueda sobredimensionados que le dan al coche un aspecto. Estas nuevas dimensiones ofrecen en el coche un comportamiento algo más ágil, entre otras cosas gracias también a un centro de gravedad más bajo.
De perfil, podemos apreciar una mayor inclinación del parabrisas respecto a la generación anterior, fruto del ligero adelantamiento del pilar A que a su vez, en el ejercicio de diseño modifica la forma de las ventanas laterales mediante la eliminación de la barra vertical. El Yaris mantiene en cualquier caso, esa línea distintiva de cintura a lo largo de todo el coche. Dicha línea llega hasta la zaga, donde se mantiene casi inalterable esa especie de Y, seña de identidad del modelo. A diferencia de ediciones como la SoHo que probamos hace meses, el pilar C de nuestro modelo se encontraba pintado en color de la carrocería, al igual que las carcasas de los retrovisores que además, montaban el intermitente lateral. En las aletas, el Yaris Hybrid monta unas chapas identificativas con la denominación Hybrid.
En la parte baja de las puertas nos encontramos con ligero pliegue. Las puertas ofrecen un acceso muy vertical al modelo y la verdad es que resulta cómodo sentarse o acceder al mismo.
El nuevo Yaris es 10 milímetros más largo que el anterior por lo que mantiene su aspecto urbano, no sucediendo lo mismo con la altura que se ve reducida en 20 milímetros hasta los 1.510 mm que anuncia.
La vista lateral del Yaris Hybrid se completa con unas llantas de aleación de 16” y 8 brazos asimétricos que montaban unos neumáticos Bridgestone Ecopia en dimensiones195/50 R16 84 V.
La parte trasera del modelo ha cambiado con este lavado de cara gracias a la incorporación de unos nuevos faros traseros con una estructura principal LED, una nueva firma lumínica y un ligero ahumado.
La parte superior del portón incorpora un ancho alerón con la tercera luz de freno integrada. En la parte central del portón encontraremos el logo de Toyota (de nuevo con el color azul difuminado) y bajo el mismo, hay un listón cromado que oculta el tirador así como la cámara de aparcamiento que equipaba de serie nuestra unidad de pruebas.
El paragolpes trasero cuenta con un diseño abombado para completar la línea de los abultados pasos de rueda. En la parte baja del paragolpes trasero encontraremos dos pilotos cuya función es la de faros antiniebla y la de marcha atrás.
Vista desde arriba, nuestra unidad de pruebas contaba con un generoso techo panorámico fruto de un paquete opcional llamado skyview que además incorpora el tintado de las lunas traseras.
Diseño interior
En el interior del renovado Yaris nos hemos encontrado con un trabajo profundo de reubicación y mejora de los controles respecto a la anterior generación, aunque no frente a las unidades pre restyling. La posición de conducción es impecable para un urbano pues aporta una generosa visibilidad (la sensación es de ir sentado en una posición más vertical) y los renovados asientos son bastante cómodos aunque carecen de mucha sujeción lateral (tampoco buscamos esto en un modelo de este tamaño y estas características).
La tapicería de la unidad probada era una composición de 3 tejidos. Por un lado teníamos el tejido aterciopilado de la parte central y los otros el tejidos más duros en los laterales que además contaban con costuras en color blanco. Este acabado en los asientos contribuía a darle un aspecto muy maduro al modelo.
El tacto del volante es muy agradable y nos hace olvidar el carácter urbanita del modelo probado. En nuestra unidad, el volante contaba con una superficie central en gris así como con los controles de audio, activación del control de velocidad y bluetooth integrados (7 botones). Como posible pega es que los botones no estaban iluminados, algo con lo que cuentan el resto de los modelos de la competencia. Echo de menos unas levas para aplicar mejor la función B de la caja de cambios. También estaría bien que la marca equipase intermitentes de un solo toque en las manetas, algo con lo que cuentan los modelos de la competencia.