El Volkswagen Arteon es el sustituto del ya extinto Volkswagen CC, anterior Passat CC. Pese a no ser un superventas, era el objeto de deseo de más de un padre de familia. Dentro de la gama, el Arteon está en la cúspide, posicionándose por encima del Passat. Hoy nos ponemos al volante del prestacional Volkswagen Arteon Shooting Brake 2.0 TDI 200 CV DSG.
Debo reconocer que este modelo me ha convencido por sus muchas virtudes. Es cierto que los precios arrancan en cifras muy superiores a las del Passat, pero por debajo de rivales en tamaño y potencia como el Audi A5 Sportback, el Mercedes-Benz Clase E, el KIA Stinger o el BMW Serie 5. Además, no todos ofrecen una carrocería familiar como esta.
Estrenada tras el lavado de cara del Arteon en 2020, el modelo recibe también motores más potentes. Hay incluso una versión R y todas las variantes presumen de mucho equipamiento desde el punto de partida. Desde luego, es un lujo poder seguir contando con modelos como este pese a que el mercado europeo no está pasando por un modelo demasiado dulce.
Salvo escasas ocasiones, las marcas han ido abandonando los segmentos tradicionales. Ponen el ojo en los crossovers de todos los tamaños para captar la atención de los usuarios. Por suerte, no todos los clientes están pensando en coches de este tipo y en Volkswagen no quieren perder la oportunidad de ofertar otras propuestas como el Arteon Shooting Brake.
Diseño exterior
El nuevo Arteon estrena la atractiva carrocería Shooting Brake tras el lavado de cara. A nivel estético los cambios no son muy significativos, pero realzan la figura del familiar deportivo. En el frontal podemos encontrar una gran parrilla remozada, nuevas entradas de aire más deportivas y mayor presencia de elementos cromados. La luna se mantiene generosa.
El acabado «Elegance» se diferencia por dos aperturas de entrada de aire separadas adicionales delante de las ruedas delanteras. Destaca la tira de LED que parece unir las ópticas delanteras. Cuentan con tecnología LED de serie y matricial dinámica en opción. Con el Active Lighting System opcional, los faros LED se convierten en un tipo de sistema de asistencia.
La vista lateral está protagonizada por dos marcados nervios, un embellecedor en la aleta delantera y una superficie acristalada -con los cristales posteriores oscurecidos en opción- más pequeña que la del Passat a causa de la pronunciada y elegante caída del pilar C. La superficie de las puertas es limpia y estas cuentan con un generoso tamaño.
No faltan nuevos juegos de llantas en toda la gama. En este caso calzan unos neumáticos Pirelli P Zero en dimensiones 245/35 R20 95Y para ambos ejes. En cuanto a los colores para la carrocería, hay seis opciones, entre ellos algunas novedades interesantes. Se ofrecen acabados sólidos y metalizados. En este caso vemos el Azul Malibú metalizado.
El Volkswagen Arteon Shooting Brake mantiene la longitud de 4,87 metros del Arteon, la anchura de 1.78 metros y el ancho de vías de 1.587 mm en ambos ejes. Sin embargo, resulta 19 mm más alto, con un total de 1.45 metros. La batalla también es de 2.840 mm en ambos modelos. Respecto al coeficiente aerodinámico, es inferior a 0,265.
En la zaga hay cambios menores en el paragolpes y las ópticas 3D LED. La novedad más significativa es un sistema de escape más deportivo, flanqueado por un nuevo difusor. En el caso del Shooting Brake vemos, además, una parte trasera rediseñada para dar cabida al corte familiar. Pone el toque deportivo el alerón de techo con la tercera luz de freno integrada.
Tampoco faltan unos hombros dominantes y musculosos en esta carrocería. Como opcionales destacados para el exterior tenemos el techo panorámico corredizo, el enganche para remolque y el paquete acústico. También se ofertan algunos accesorios como las barras portacargas para el techo y un portabicicletas para las mismas.
Diseño interior
No menos interesantes son los cambios en el interior, donde las pantallas son las protagonistas, sobre todo en los acabados más completos. En términos de calidad, estamos ante un coche muy bien rematado. Supera con nota a modelos generalistas sin llegar a considerarse realmente premium del todo, salvo por su precio algo superior.
Tiene algunos detalles que desmerecen un poco. Es el caso del Head-Up Display, que en lugar de proyectarse en el cristal lo hace en un trozo de plástico que queda un poco “pegote”. Nada excesivamente grave y lo compensa con el mimo en otros detalles, como el piso forrado en terciopelo o goma de los huecos portaobjetos del habitáculo (incluidos los de las puertas).
El nuevo Arteon quiere parecerse cada vez más al referente del lujo en la marca, el Touareg. Por ello en el interior encontramos ahora una mayor sensación de calidad y empaque. Hay un nuevo volante, el Volkswagen Digital Cockpit de 8 o 9.2 pulgadas, una consola central actualizada y controles deslizantes táctiles para el climatizador.
En conjunto, hay mejor equipamiento y de mayor calidad que en rivales generalistas. La calidad a bordo se percibe en casi todos los elementos. Sin embargo, en términos de diseño, no hay grandes innovaciones, especialmente en los acabados sencillos. Realmente la fórmula es básica: modernizar el aspecto visual con las últimas novedades tecnológicas del mercado.
Una vez en el interior del nuevo Arteon nos damos cuenta de que esas líneas de corte horizontal que la marca ha querido plasmar en el frontal vuelven a estar presentes. El salpicadero, hecho de material blando y tacto agradable, es un ejemplo de ese diseño horizontal. También destaca el sistema de iluminación ambiental con 30 colores.
A media altura nos topamos con una gran línea al nivel de las remozadas salidas de aire. Esta pretende separar el salpicadero en dos partes mediante una moldura. Hay varios tipos, siendo madera en este caso. Quedan diferenciados los mandos para conductor y acompañante. También se ofrecen cuatro tipos de tapicerías en este acabado.
La consola central de esta unidad se encuentra presidida por una pantalla de 9,2 pulgadas (Discover Pro) a todo color, táctil y con sensores de proximidad. Sin lugar a duda, es un sistema de mucha calidad en el que podremos configurar, trastear y disfrutar mucho de toda la tecnología que equipa el modelo, tanto de forma opcional como de serie.
Este es el nuevo sistema de infoentretenimiento MIB3 que cuenta con soporte para Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos; un sistema de iluminación ambiental con 30 colores, un cargador inalámbrico para el smartphone y un sistema de audio Harman Kardon de 700 vatios. Sus gráficos, fluidez y resolución son buenos, que no destacables entre algunos rivales.
Bajo el sistema de entretenimiento nos encontramos con un climatizador actualizado con controles táctiles. En este caso hablamos de un sistema trizona con dos displays para las plazas delanteras y un tercer display ubicado tras el reposabrazos central. Este climatizador opcional «Air Care Climatronic» también cuenta con filtro combinado activo.
Continuando por el túnel de trasmisión, nos encontramos con la palanca de cambios. Cuenta con un contorno plagado de botones desde los que manejamos el asistente de aparcamiento opcional, el freno de mano eléctrico con AutoHold o la desactivación del sistema Start&Stop. Los falsos botones se completan a medida que vamos integrando opcionales.
Algo más atrás nos topamos con dos posavasos cubiertos y un reposabrazos ajustable tanto en altura como longitudinalmente. Integra un generoso hueco portaobjetos con interfaz USB-C y toma de carga USB. Tampoco falta la toma de corriente de 230 V en la consola central para los pasajeros de la segunda fila de asientos. En las exteriores hay anclajes ISOFIX.
Los asientos ErgoComfort ofrecen buen agarre lateral en el respaldo, sin renunciar a la comodidad para abordar viajes largos sin fatigarse. Combinan ajuste manuales y eléctricos. En este y otros acabados podemos equiparlos con calefacción, reglaje eléctrico, extensor de banqueta y ajuste lumbar. Los cinturones delanteros se pueden regular en altura.
Una vez acomodados, las manos se posan sobre un ergonómico, suave y funcional volante de tres radios desde el que podemos ajustar decenas de sistemas gracias a los botones que integra. Por diseño es atractivo, pero los botones táctiles en una superficie negro brillante son sucios y poco prácticos (por ejemplo, si te sudan las manos, no responden correctamente).
Tras el mismo nos encontramos con el cuadro de instrumentos digital y personalizable, cuya pantalla es de 10,25 pulgadas de serie. La información que permite visualizar es realmente abundante, pero no mayor que en la de su predecesor. Tampoco los gráficos, el nivel de personalización o las transiciones entre visualizaciones han mejorado de manera notoria.
Respecto a la habitabilidad, el acceso a las plazas traseras es bueno por ángulo de apertura de las puertas y altura del techo. Resulta algo peor que en un Passat. En la segunda fila, el espacio para las piernas es excelente (igual que en el Passat) y la altura al techo buena para personas de hasta 1,85 metros de altura. La anchura también es como en el Passat.
Como en otros modelos del segmento, la plaza central no es cómoda porque presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos central. Cuatro adultos viajarán con gran sensación de espacio y cinco, algo justos. Las plazas exteriores pueden ser calefactables.
Respecto al espacio de carga, el maletero cubica 565 litros en el Shooting Brake (2 litros más que la berlina). Si abatimos los asientos de la segunda fila -60:40-, el volumen asciende a 1.632 litros. Está por encima de la media de sus rivales. La única pega es que el suelo del maletero no quede completamente plano. El aspecto está muy bien cuidado y las formas son regulares.
También es fácil plegar y desplegar los asientos sin apenas esfuerzos. El maletero está bien iluminado y cuenta con un pequeño doble fondo compartimentado en la parte posterior, así como una toma de 12V, varios ganchos metálicos y perchas. La apertura y cierre eléctricos son de serie. El borde de carga queda situado a 730 mm del suelo.
Una trampilla comunica el maletero con el habitáculo. Se puede equipar en opción una rueda de repuesto normal.
Motorización VW Arteon Shooting Brake 2.0 TDI 200 CV DSG
La oferta mecánica del Arteon Shooting Brake contempla opciones gasolina, diésel y PHEV. Las novedades más interesantes son la esperada versión R y el mencionado híbrido enchufable (eHybrid). Su tren motriz combina un bloque turboalimentado de cuatro cilindros en línea y 1.4 litros con una batería de 13 kWh que alimenta un motor eléctrico de 116 CV (85 kW).
La potencia total del conjunto alcanza los 218 CV (160 kW) y 400 Nm. Puede rodar 61 kilómetros en modo eléctrico. Por su parte, el Arteon R cuenta con el potente motor 2.0 TSI con 320 CV (235 kW) de potencia. Incluye la tracción total con tecnología R-Performance Torque Vectoring. Este es el único motor que puede asociarse a la tracción integral.
Algunos de los motores diésel equipan el nuevo sistema anticontaminación con catalizador de reducción con doble inyección de solución de urea.
La gama se completa con los ya conocidos gasolina cuatro cilindros 1.5 TSI de 150 CV y 2.0 TSI con 190 CV. En la rama de los diésel tenemos los cuatro cilindros 2.0 TDI con 150 y 200 CV de potencia. Solo las versiones con 150 CV TDI y TSI se pueden asociar a la caja manual de seis relaciones. El resto equipan la DSG de siete velocidades (DSG de seis en eHybrid).
Para la prueba me he decantado por el 2.0 TDI de 200 CV, una combinación potente y ahorradora. Cuenta con un bloque de hierro y aluminio que, con 1.968 cm3, cuatro válvulas, dos árboles de levas en la culata, inyección directa por conducto común, turbo, geometría variable e intercooler, desarrolla una potencia de 200 CV (147 kW) entre 3.600 y 4.100 rpm.
Como ocurre en otros TDI del grupo, es una mecánica a la que le falta refinamiento, ya que su sonoridad es elevada desde el exterior del vehículo.
Está asociado a un par máximo de 400 Nm a partir de las 1.750 rpm y hasta las 3.500 rpm. Es un rango amplio de revoluciones y además ofrece buen tirón desde bajas vueltas -aunque el verdadero empuje llega pasadas las 2.000 rpm-. Me ha gustado su entrega de potencia contundente y la elasticidad de la que hace gala asociado al cambio automático DSG.
No hablamos de un motor capaz de pegarte al asiento, pero en cifras es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7.9 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en 5.8 segundos entre marchas y alcanzando una velocidad máxima de 233 km/h. Son números idénticos a los que ofrece el 2.0 TSI de 190 CV, pero en este caso los consumos resultan notablemente más bajos.
Equipando el DCC, el selector de modos de conducción permite además elegir entre cinco opciones. Como es habitual, estas modifican diversos parámetros del vehículo. Tenemos los modos Normal, Sport, Comfort, Eco e Individual. En cualquier caso, cabe señalar que la diferencia entre los diversos modos no es especialmente notable, salvo en Sport y en Eco.
Para la mayoría de los usuarios, las cifras del 2.0 TDI de 150 CV serán más que suficientes para un uso racional y polivalente del vehículo, incluso para viajar en familia con el maletero lleno de bultos. Sin embargo, aquellos que quieran ir sobre seguro, no quedarán defraudados por las cifras y los consumos de esta opción. A 120 km/h, el motor gira a 1.800 rpm en 7ª velocidad.
Volkswagen declara un consumo combinado de 5.6 l/100 km en WLT. Durante la semana de pruebas la cifra final fue de 5.8 l/100 km tras más de 1.000 km recorridos. En una conducción real en carretera obtuve 5.1 l/100 km, mientras que en ciudad rondaba los 7.0 l/100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 66 litros (16 litros de AdBlue).
Respecto al cambio DSG, este nos ofrece una rapidez notable y unos cambios de marcha prácticamente imperceptibles en cualquier circunstancia. En una conducción tranquila, sube de marcha en el entorno de las 1.800 rpm. Se puede utilizar manualmente con las levas ubicadas tras el volante o con la palanca de cambios, que también tiene una posición ‘S’.
Cabe mencionar que está enfocado a priorizar la eficiencia y la comodidad de los pasajeros. Para gran parte de los trayectos, conductores y situaciones, este cumple de forma notable con su cometido, pero a la hora de necesitar algo más de potencia como, por ejemplo, en un adelantamiento, lo más recomendable es darle las órdenes al acelerador con algo de tiempo.
Version | 2.0 TDI 200 CV DSG Elegance - 4 cilindros en línea |
---|---|
Cilindrada | 1.968 cm³ |
Potencia | 200 CV (147 kW) @ 3.600 - 4.100 rpm |
Par | 400 Nm @ 1.750 - 3.500 rpm |
Peso | 1.650 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.866 / 1.871 / 1.459 mm |
Volumen Maletero | 565 (1.632) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 7,9 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 5,8 segundos |
Velocidad máxima | 233 km/h |
Consumo homologado | 5,6 / 7,4 - 5,5 - 4,8 - 5,6 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 146 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 57.010 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento VW Arteon Shooting Brake 2.0 TDI 200 CV DSG
Dinámicamente, el Arteon es algo más ágil que el Passat, sin renunciar por ello a un gran confort para viajar. En autovías es un coche cómodo, seguro y rápido. Transmite aplomo a altas velocidades y la dirección no requiere de correcciones para seguir el camino marcado. Cabe destacar que las diferencias entre ambas carrocerías apenas son apreciables.
El Arteon equipa en el frontal un eje McPherson que integra los resortes helicoidales con amortiguadores telescópicos en los tubos amortiguadores como unidad. La guía de la rueda se produce a través de tubos amortiguadores portarruedas y brazos oscilantes triangulares inferiores con radio de pivotamiento estabilizador.
En la parte posterior, un eje de brazos trapezoidales con guía de rueda individual proporciona un gran confort, así como un comportamiento de conducción ágil y seguro. La amortiguación se produce mediante amortiguadores de gas con resortes individuales. Adicionalmente, esta unidad equipa la Suspensión Adaptativa Electrónica DCC (Dynamic Chassis Control).
En comparación con los chasis convencionales, dispone de una carrocería rebajada en 10 mm. También suma los distintos modos de conducción. Exclusivamente en combinación con la suspensión adaptativa, el eje trasero integra apoyos hidroneumáticos. Sirven para unir los brazos oscilantes longitudinales al chasis auxiliar optimizando nuevamente el comportamiento.
Gracias a todo ello, el Arteon Shooting Brake se mueve bien en tramos virados, se recupera de los cambios de apoyo con rapidez y la servodirección electromecánica transmite lo suficiente para lograr un guiado correcto. Es cierto que no es la mejor por la capacidad que tiene para informar de lo que sucede entre el asfalto y las ruedas, pero no lo hace nada mal.
Resulta ligera a baja velocidad y actúa de forma progresiva a medida que vamos acelerando. Gracias a ello el conductor necesita girar menos el volante para alcanzar los radios deseados. A la hora de afrontar curvas, resulta más certera y precisa que en un Passat. Sin embargo, para mi gusto le sigue faltando algo de dureza en los modos de conducción más deportivos.
En autopista, la ausencia de marco en las ventanillas se puede percibir ligeramente con mucho viento en el exterior. Como he comentado en el apartado anterior, también el ruido de la mecánica es molesto en el exterior. Sin embargo, en el habitáculo la insonorización es realmente buena, estando a mi parecer entre los mejores de la categoría.
En ciudad, el Arteon es un coche grande. Puede resultar un tanto incómodo en aparcamientos estrechos. El diámetro de giro es de 11,9 metros entre paredes y los sensores/cámara ayudan en las maniobras, pero no hay que olvidar sus dimensiones. El sistema de alerta en maniobras de marcha atrás es capaz de frenar el vehículo por completo ante un posible impacto.
La visibilidad es buena hacia delante, pero escasa hacia detrás.
La iluminación con tecnología LED me ha parecido muy buena. Es potente y da luz blanca. El sistema inteligente es otro elemento que funciona muy bien. Por el contrario, el sensor de lluvia podría mejorar su calibrado, con un término medio casi inexistente. El acceso y arranque sin llave ha mejorado y tiene “sensor” en las puertas traseras.
Respecto al equipo de frenos, el Arteon equipa un estable sistema compuesto por un asistente de freno confort, el sistema ESC y un freno de estacionamiento electrónico. Los discos de freno de ambos ejes disponen de ventilación y su tacto es dosificable con facilidad. Además, aguantan bastante bien la fatiga cuando nos pesa el pie derecho.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad destaca el nuevo «Travel Assist». Permite la conducción asistida hasta 210 km/h. A él se suman control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, asistente de colisión frontal con detección de vehículos, peatones y asistente de esquiva; alerta de tráfico cruzado trasero y asistente de aparcamiento, entre otros.
Equipamiento y precio
Los niveles de acabado para el Volkswagen Arteon Shooting Brake se denominan Elegance y R-Line. No hay modelo base. El primero cuenta con llantas de aleación de 19 pulgadas, faros Full LED, pilotos LED 3D, paquete cromado exterior, asientos con reglaje parcial eléctrico, climatizador automático de tres zonas y la instrumentación digital configurable.
Otros elementos estándar son la alerta de cambio de carril, detector de peatones y fatiga, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo, SmartBeam, control de ángulo muerto, arranque por botón, selector de modos de conducción, sensor de lluvia, navegador con pantalla de 8.0 pulgadas, Apple CarPlay, Android Auto, bluetooth, cámara trasera, etc.
El nivel R-Line suma a lo anterior el paquete deportivo exterior con llantas de diseño específico, pedales en aluminio cepillado, tapizado exclusivo, volante deportivo R, alfombrillas y molduras de corte deportivo, salidas de escape cromadas, etc. En el caso de los híbridos enchufables, se añade algún elemento de equipamiento adicional, como los cables.
En la cúspide de la gama está el Arteon Shooting Brake R. Luce un paquete aerodinámico más agresivo y presume de llantas de aleación ligera de 19 pulgadas, frenos sobredimensionados con pinzas en azul, suspensión adaptativa DCC, Discover Media 8, iluminación ambiental de 30 colores, bloqueo electrónico del diferencial XDS, inserciones «Black Carbon»…
Como buen alemán, no falta un extenso listado de opcionales disponible.
Los precios para la gama Volkswagen Arteon Shooting Brake 2021 sin descuentos ni promociones parten de los 48.170 euros para la versión 2.0 TDI con 150 CV y acabado Elegance. Van hasta los 62.205 euros del R. En el caso del Arteon Shooting Brake 2.0 TDI 200 CV DSG con acabado Elegance hablamos de 57.010 euros de precio de partida, sin opcionales.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8.1
Notable+
Dentro de la gama Volkswagen, este nuevo Shooting Brake se posiciona por encima del Passat Variant. Es mejor en muchos aspectos, especialmente dinámicos, aunque a causa de su atractiva silueta también pierde ligeramente en habitabilidad. Resulta muy atractivo por dentro y por fuera, con una mecánica poderosa en este caso. Eso sí, pagarás con creces sus buenas cualidades...
Lo bueno
- El diseño exterior enamora y está muy bien diferenciado del Passat.
- Su calidad de rodadura, su aislamiento y su confort son muy buenos.
- Calidad de acabados y sensación de solidez.
- Combinación mecánica potente y ahorradora. Excelentes consumos.
- Su maletero es de los mejores del segmento, al igual que su habitabilidad. Eso sí, pierde algunas cotas respecto al Passat.
- Comportamiento dinámico sin renunciar en absoluto a la comodidad para viajar.
Lo mejorable
- Las diferencias respecto al Passat no justifican un precio de partida tan elevado.
- Echamos de menos algunos opcionales y algunos detalles que equipan los modelos de su competencia, especialmente los premium.
- Toda la personalidad de la que presume en el exterior le falta en el interior. Pocas diferencias respecto al Passat.
- Plaza central trasera incómoda para sus dimensiones.
- Mecánica poco refinada en términos generales, apreciable en el exterior.
- Un diésel más prestacional como el anterior 2.0 BiTDI 240 CV 4Motion sería perfecto.