Se escribe “Golf” y se pronuncia “éxito”. Es de lo que uno puede percatarse en lo que dura un barrido de todas y cada una de sus versiones. Albergan casi 50 años de historia (menos en el caso del Volkswagen Golf GTI Clubsport). Siendo de los compactos con mayores cifras de venta, es elección predilecta como coche compacto y bandera internacional del sector automotriz.
Nació en 1974. Hay quien dice que los términos ‘Golf’ y ‘Volkswagen’ son dos miembros distintos de una misma familia. En sus inicios, era uno de esos coches dirigido a las necesidades de un público joven que buscaba una forma de transporte barata, fiable y, sobre todo, práctica. Una idea que ha ido evolucionando inevitablemente con el paso de los años.
Desde los ‘70, todos los demás compactos han tenido que competir con ocho generaciones del Golf. En todas ellas ha habido una versión muy especial, el GTI. En esta nueva entrega tenemos un GTI Clubsport . Tampoco falta una edición limitada de este, el Golf GTI Clubsport 45. El Clubsport es más potente, tiene un ajuste específico del chasis y diversos cambios de aspecto.
El único ‘pero’ es su precio, por encima de la media. En cualquier caso, los más de 45 años de experiencia que le avalan en el mercado vuelven con fuerza para rivalizar con modelos picantes del segmento C, como el Renault Mégane R.S. Trophy TCe 300 CV EDC y el Honda Civic Type R. Un Golf GTI es 2.355 € más barato y un Golf R unos 5.500 € más caro.
Diseño exterior
Han pasado más de 45 años desde el estreno del primer Golf. Ha sido siempre un vehículo que ha sabido combinar una elevada versatilidad para el día a día con un diseño claro y preciso. El nuevo Golf GTI Clubsport mantiene esta tendencia añadiendo detalles específicos. Sin embargo, son muchos los que lo definen como el Golf más feo de la historia, con un diseño que peca de continuista.
La carrocería tiene varios cambios respecto al GTI que incrementan el apoyo aerodinámico a alta velocidad. Son nuevos el paragolpes delantero, el alerón de la zaga y el difusor integrado en el paragolpes posterior. Las faldillas laterales también cambian y las salidas de escape son de sección oval. La carrocería baja 10 mm respecto al GTI, 25 mm respecto a un Golf normal.
En la vista frontal destaca la horizontalidad de las líneas, donde la Face Light con perfil rojo se complementa a la perfección con las entradas de aire superior e inferior. La superior es específica y está presidida por el logo de grandes dimensiones, quedando escoltada en sus extremos por los tecnológicos faros IQ.Light con intermitentes dinámicos.
Estos cuentan con una característica luz diurna LED de ancho completo. La inferior, sin divisiones y con un diseño de panal de abeja, se integra en el paragolpes. Los faros antiniebla LED en forma de X del GTI no están presentes. Tampoco podemos olvidar la tira de sensores de aparcamiento y el marcado capó en forma de ‘V’ que culmina en una generosa luna delantera.
La vista lateral está protagonizada por una amplia superficie acristalada -con los cristales posteriores oscurecidos- que garantiza una buena visibilidad. El área de las puertas es limpia, sin embellecedores, y estas cuentan con un tamaño razonable para garantizar un buen acceso al interior. Además, el grado de apertura es excelente. El vinilo de los laterales es de serie.
El elemento de diseño como seña de identidad es, junto al emblema GTI de las aletas delanteras, el pilar C característico del Golf. Dinamiza la carrocería hacia delante, densifica el cuerpo hacia atrás y transfiere el icónico gráfico del Golf original al presente. También se caracteriza por unos potentes hombros y una línea de carácter a la altura de las manillas de la puerta.
Hay disponibles 13 colores para la carrocería, con diversos acabados y opciones bitono. En este caso vemos el Plata Réflex metalizado.
En este caso los espejos retrovisores integran los intermitentes y ofrecen plegado eléctrico. Llenando los pasos de rueda vemos unas llantas de aleación de 19 pulgadas opcionales calzadas con unos neumáticos Continental ContiSportContac 5P en dimensiones 325/35 R19 91Y en ambos ejes. Tras ellas se esconden las pinzas de freno en rojo con las siglas GTI.
Visto de lado, es compacto, pues sus medidas alcanzan los 4.29 metros de largo, 1.79 metros de ancho y 1.46 metros de alto, unas cotas en la línea de sus competidores. La batalla mide 2.628 mm y las vías delantera y trasera miden 1.545 y 1.523 mm respectivamente. El coeficiente aerodinámico es inferior a 0,275.
Visto desde arriba, cuenta con una antena de tipo aleta de tiburón y se puede equipar un techo solar practicable de cristal.
En la zaga, la horizontalidad vuelve a estar presente. Cuenta con un generoso portón que divide las bonitas ópticas LED en dos partes. Llaman especialmente la atención elementos como el gran spoiler superior. Integra la tercera luz de freno. Tampoco falta el logo en posición central con las letras GTI. En el extremo inferior está el nuevo difusor con dos escapes cromados.
Diseño interior
El nuevo Golf cuenta con un interior mucho más moderno. Un auténtico «Digital Cockpit» en el que encontramos multitud de instrumentos digitales. En el GTI Clubsport hay elementos específicos, como el volante deportivo con tres radios dobles o los asientos deportivos. Eso sí, las diferencias respecto al GTI convencional apenas son apreciables en los tapizados.
Es cierto que tanta digitalización requiere cierto período de adaptación. Aun así, en Volkswagen han sabido hacer bien el trabajo al crear un conjunto muy intuitivo. Por otra parte y, como en sus predecesores, la sensación de calidad sigue siendo elevada. Está un escalón por encima en términos de ajustes y calidades con respecto a su competencia más directa.
Vemos buena calidad a bordo. Se percibe en casi todos los elementos y ajustes. Hay superficies blandas en las partes altas y plásticos rígidos en las zonas bajas. Por el contrario, merece un punto negativo el uso abundante de superficies en el sucio y sensible negro brillante. Tampoco convence que se vea la pintura exterior en el marco interior de la puerta.
Llama la atención que esas líneas de corte horizontal que la marca ha querido plasmar en el exterior vuelven a estar presentes en el habitáculo. El salpicadero, ahora mucho más descargado de botones, es un claro ejemplo de ello. En este nos topamos con una elegante moldura a la altura de las salidas de aire. Pretende separar el salpicadero en dos partes.
Prácticamente todas las funcionalidades las asume la nueva pantalla a todo color, táctil, con sensores de proximidad y control gestual. Las funciones esenciales del climatizador trizona opcional y los ajustes de volumen del sistema multimedia se han dejado fuera. Están junto a otras funciones básicas que se agrupan junto al botón de los “warning”.
Encontramos dos sistemas de infoentretenimiento. Ambos tienen una pantalla de 10 pulgadas y son de la familia MIB3 de Volkswagen. Ofrecen conectividad para Android Auto y Apple CarPlay (inalámbrico) y una superficie táctil debajo para controlar el clima y el volumen. Un punto muy negativo es que estos controles no se iluminen por la noche, pues no se ven.
Su funcionamiento es bueno en términos generales, aunque a veces da algunos problemas (se reinicia, va lento, se bloquea…). A pesar de que en el Golf va a ser necesaria una actualización para ponerlo al día, el MIB3 es un sistema de mucha calidad. En él podemos configurar, trastear y disfrutar mucho de todos los sistemas que equipa el modelo.
No solo es más intuitivo, también han mejorado notablemente los gráficos, la sensibilidad y la fluidez. Por otra parte, hay que señalar que el control por voz es novedad en el Golf, pero no destaca por su buen funcionamiento. Los sistemas de Mercedes, BMW e incluso Renault son más ágiles y flexibles, permitiendo un lenguaje más natural.
Continuando por el túnel de trasmisión, nos encontramos con dos tomas USB-C, un hueco portaobjetos con carga inalámbrica para el smartphone, el botón de arranque, el nuevo selector del cambio DSG (para mi gusto menos práctico que la palanca tradicional), el freno de mano eléctrico, el Auto Hold y un hueco para pequeños objetos.
Como gran novedad, el Golf permite equipar un Head-Up Display.
En una posición más retrasada quedan los posavasos y la toma de 12V, que carecen de una cortinilla para cubrirlos. La consola central culmina en un reposabrazos deslizable y ajustable en altura en cuyo interior se esconde una guantera de tamaño medio. A ambos lados encontramos dos cómodos y generosos asientos con un mullido confortable para largos viajes.
En el GTI Clubsport disponemos de los asientos deportivos con los reposacabezas integrados. Los de serie van tapizados en tela, pero hay otros opcionales tapizados en cuero con reglajes eléctricos, ventilación y calefacción. Encontrar la postura adecuada es fácil por los múltiples ajustes que ofrecen y por la posibilidad de ajustar el cinturón en altura.
Una vez acomodados, las manos se posan sobre un ergonómico, suave y funcional volante de tres radios dobles. Puede ser calefactable y desde él podemos ajustar decenas de sistemas. Por diseño es atractivo, pero los botones táctiles en una superficie negro brillante son sucios y poco prácticos. Por ejemplo, si te sudan las manos no responden correctamente.
Tras el mismo nos encontramos con el nuevo cuadro de instrumentos digital y personalizable. La pantalla es de 10,25 pulgadas de serie (más pequeña que en el MK7). La información que permite visualizar es abundante, pero no mayor que en la de su predecesor. Tampoco los gráficos, el nivel de personalización o las transiciones han mejorado de manera notoria.
El Innovision Cockpit tiene algunas pantallas específicas del GTI.
Respecto a la habitabilidad, hay que señalar que el acceso a todas las plazas es cómodo. El ángulo de apertura de las puertas está en la media del segmento. El espacio para las piernas es bueno para el tamaño del modelo, pero destaca especialmente la altura al techo. Incluso las personas de notable estatura que superan los 1,85 metros irán cómodas detrás.
A diferencia de otros modelos, la plaza central es confortable. Pese a ello, presenta las clásicas limitaciones del túnel de transmisión, las salidas de ventilación posteriores y un mullido algo más duro a causa del reposabrazos central. Es un punto a favor que cuente con una trampilla de acceso al maletero para cargar objetos largos o acceder al equipaje.
En la cara posterior de los asientos delanteros encontramos los clásicos revisteros. También hay dos pequeñas bolsas en la parte superior para meter el móvil. El Golf 8 GTI Clubsport tiene un maletero con 374 litros, aunque si abatimos los asientos -60:40-, el volumen asciende a 1.230 litros. Destaca por su modularidad, pues ofrece unas formas muy regulares.
El piso se puede ajustar a dos alturas y hay iluminación y ganchos para sujetar bolsas. Bajo el piso del maletero puede equiparse una rueda de emergencia o un kit antipinchazos. El borde de carga queda a 625 mm del suelo. El portón tiene apertura y cierre manuales, aunque para abrir y cerrar las puertas se ofrece el sistema manos libres.
Motorización Volkswagen Golf GTI Clubsport
Por primera vez se utilizan ocho versiones diferentes de propulsión en el Golf, con una gama que incluye opciones de gasolina, diésel, gas natural (CNG), Mild Hybrid e híbridas enchufables. Todos los motores de gasolina y diésel son de inyección directa y turbo. Además, se ha desarrollado una eficiente caja de cambios manual de seis marchas completamente nueva.
La gama gasolina arranca con el 1.0 TSI de tres cilindros con 110 CV (81 kW), extendiéndose hasta el potente Golf R de 320 CV (235 kW). En función de la versión se ofrecen cajas manuales o automáticas DSG y sistema Mild Hybrid de 48V. En la rama de los diésel el 2.0 TDI se ofrece con 115 CV (85 kW) o 150 CV (110 kW). Hay manuales y automáticos.
Las opciones más eco friendly son los Golf GTE y Golf eHybrid. El primero combina el 1.4 TSI con un motor eléctrico para ofrecer 245 CV (180 kW) y, el segundo, el 1.4 TSI con un motor eléctrico para desarrollar 204 CV (150 kW). Ambos se asocian al cambio DSG de seis relaciones. Se benefician del distintivo ambiental CERO de la DGT.
El GTI Clubsport es una de las novedades más interesantes de la gama. Cuenta con un bloque de cuatro cilindros TSI fabricado en hierro y aluminio. Con 1.984 cm3, cuatro válvulas, dos árboles de levas en la culata, inyección mixta directa/indirecta, turbo e intercooler, desarrolla una potencia de 300 CV (221 kW) entre las 5.300 y las 6.500 rpm.
Está asociado a un par máximo de 400 Nm a partir de las 2.000 rpm y hasta las 5.200 rpm. Es un rango amplio de revoluciones, lo que unido al elástico cambio DSG, le permite ser tremendamente aprovechable tanto en la carretera como en la pista. Es capaz de aportar una aceleración contundente y superior a la del GTI convencional en todas las situaciones.
En cifras es cierto que no hay grandes diferencias. El Clubsport acelera de 0 a 100 km/h en 5.6 segundos, recuperando de 80 a 120 km/h en torno a los 2.9 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 250 km/h. Además, es un motor que empuja con fuerza desde bajas vueltas (es capaz de rodar a apenas 1.600 rpm en 7ª velocidad).
Como el GTI, es un motor que resulta realmente explosivo a partir de las 3.000 rpm. Lo mejor de todo es que acompaña cada aceleración de un bonito sonido que, sin ser radical, nos permite disfrutar de una conducción más deportiva. El sonido es un poco más acusado que en el GTI. Por el contrario, es una mecánica silenciosa cuando no le damos caña.
En función del modo de conducción el sonido de los escapes es más o menos llamativo.
Pero si hay algo en lo que destaca un Golf es en polivalencia, y el GTI Clubsport no iba a ser menos. También es un coche que nos permite circular muy tranquilos. Rodando en 7ª velocidad a 120 km/h el motor gira a apenas 2.100 rpm. Destaca el ‘modo vela’ cuando no aceleras con el modo Comfort activado, porque contribuye a bajar el consumo.
Esta mecánica está pensada para circular incluso en circuito con gran relación potencia-consumos.
Volkswagen declara un consumo combinado de 7.3 l/100 km en WLTP, aunque durante la semana de pruebas la cifra final fue de 8.1 l/100 km. Durante una conducción real en carretera obtuve 6.9 l/100 km, mientras que en ciudad rondaba los 9.0 l/100 km. Son cifras inferiores a las de sus rivales y el depósito de combustible tiene una capacidad de 50 litros.
Si queremos un plus de deportividad podemos optar por la regulación adaptativa del tren de rodaje DCC con varios modos de conducción: Eco, Comfort, Individual, Sport y Special. Este último ofrece una puesta a punto específica en Nürburgring más permisiva en lo que a reacciones se refiere. Actúan sobre diversos parámetros del coche y el salto entre ellos es perceptible.
Cabe destacar que, a la hora de necesitar algo más de potencia en momentos puntuales, no es especialmente necesario darle las órdenes al acelerador con algo de tiempo para que transmisión y motor reaccionen con la energía que cabría esperar de un conjunto como este, pues es muy resolutivo (salvo que hundamos el pie a fondo y tenga que saltar varias marchas).
En cuanto al cambio DSG, este se muestra tan eficaz como de costumbre, proporcionándonos una rapidez notable y unos cambios de marcha prácticamente imperceptibles. En una conducción tranquila, sube de marcha en el entorno de las 2.000 rpm. Se puede utilizar con las levas ubicadas tras el volante, pero la “palanca” no tiene modo secuencial, solo posición ‘S’.
Version | Golf GTI Clubsport - 4 cilindros en línea |
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Cilindrada | 1.984 cm³ |
Potencia | 300 CV (221 kW) @ 5.300 - 6.500 rpm |
Par | 400 Nm @ 2.000 - 5.200 rpm |
Peso | 1.461 kilos |
Dimensiones Lar/An/Al mm | 4.295 / 1.789 / 1.465 mm |
Volumen Maletero | 374 (1.230) litros |
Aceleración 0 a 100 km/h | 5,6 segundos |
Recuperación 80 a 120 km/h | 2,9 segundos |
Velocidad máxima | 250 km/h |
Consumo homologado | 7,3 / 11,1 - 7,2 - 6,2 - 7,0 l/100 km (Comb. / vel. baja - media - alta - muy alta) |
Emisiones CO2 por km | 166 g/km de CO₂ (Euro 6) |
Pegatina de la DGT | C |
Precio de partida | 49.290 euros (este motor y acabado sin descuentos ni extras) |
Comportamiento Volkswagen Golf GTI Clubsport
El Golf GTI me dejó un sabor agridulce tras probarlo. Es bueno, pero no tanto como un BMW 128ti, que te da un mayor margen de juego y te transmite más sensaciones al volante. Tras probar el GTI Clubsport, la cosa cambia, porque le pisa muy de cerca los talones al bávaro en dinámica, con una potencia bastante superior. Si buscas un GTI, que sea un Clubsport.
Hablar del Volkswagen Golf siempre es hablar de equilibrio. Es un producto prácticamente redondo en comportamiento que, en esta nueva entrega, se mantiene en su línea. Además, tenemos el plus que aportan las siglas GTI cuando queremos salir de la rutina, aunque siempre sin perjudicar excesivamente el confort para aquellos a los que les gusta viajar.
Las mejoras introducidas en el GTI Clubsport contemplan cambios en la suspensión – ejes delantero McPherson y trasero multibrazo-, con nuevos soportes de rueda, cojinetes de amortiguación a medida y una nueva configuración de muelles. El ABS y los sistemas de control de estabilidad se han ajustado para mejorar el rendimiento y la estabilidad de frenado.
No menos interesante es el diferencial delantero de bloqueo electromecánico VAQ que reemplaza el sistema electrónico XDS del GTI. Está compuesto por un embrague multidisco controlado electrónicamente. La gestión va integrada dentro de los modos de conducción. En el GTI normal el mecanismo que limita el deslizamiento excesivo de las ruedas son los frenos.
Lo cierto es que en el día a día será difícil apreciar la mejora del conjunto respecto al GTI para muchos usuarios. Es más notable sobre la pista o en carreteras de montaña, donde permite negociar las curvas con mayor precisión y un agarre sobresaliente. Pierde algunos puntos en largos viajes, pese a contar con un confort y una calidad de rodadura buenos.
No se venden tantas unidades del Golf sólo porque sea un coche bonito y casi premium, sino porque es capaz de aunar comodidad y prestaciones dinámicas para convertirse en uno de los modelos más polivalentes del segmento. Como os decía, en el Clubsport se ha conseguido además ese punto de picardía que le falta al GTI respecto al BMW 128ti.
Se siente más revoltoso y, al pisar con fuerza el acelerador, se aprecia que el eje delantero tiene mucha potencia que gestionar. Es rápido, preciso y eficaz a más no poder, pero en mi humilde opinión, a la dirección le falta algo de dureza y le sobra asistencia para que el conductor disfrute aún más del conjunto. Es algo común a los Golf que he probado, salvo el R.
En ciudad, la visibilidad es buena en todos los ángulos, pues sus medidas tampoco son excesivas y la superficie acristalada es generosa. Además, cuenta con cámara de marcha atrás y sensores de aparcamiento para ayudarnos con las maniobras, pero no es un coche que por sus dimensiones la requiera. Su diámetro de giro entre paredes se mantiene en 10,9 metros.
La desmultiplicación es no lineal y encontramos asistencia en función de la velocidad.
En la pista destaca el gran trabajo sobre el chasis (hay un subchasis delantero de aluminio más ligero y rígido). Contiene con eficacia los movimientos de la carrocería y permite que toda la potencia llegue al asfalto. Resulta suficientemente flexible como para que las irregularidades no provoquen reacciones inesperadas, ofreciendo un paso por curva y unos cambios de apoyo envidiables.
Las reacciones son nobles, seguras y aportan cierta diversión, algo que se agradece cuando le buscamos las cosquillas al coche. Además, como ya he comentado, su mecánica empuja con energía curva tras curva e incluso te pide más en muchas ocasiones, así que si te gusta divertirte de vez en cuando seguramente sea tu opción preferida, por delante del GTI.
Por otra parte y, como os comentaba unas líneas más arriba, la dirección ha recibido una nueva calibración respecto a otros Golf. Para mi gusto, no termina de transmitir toda la información que debería y en el modo Sport muestra un peso y una resistencia poco naturales, pero trabaja con mucha eficacia incluso cuando le exigimos lo máximo al eje delantero.
Para las llantas de 19 pulgadas pueden pedirse neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 de tipo semislick.
En conjunto, es un coche muy gratificante de conducir y, sobre todo, muy equilibrado. Nos permite disfrutar en el circuito, es divertido en carreteras de montaña y podemos hacer largos viajes con él sin dejarnos la espalda en el intento. Su suspensión es deportiva y 15 mm más baja, pero en los modos Eco y Comfort no se siente especialmente seca o incómoda.
La suspensión adaptativa opcional reacciona permanentemente a la calzada y a la situación de conducción, teniendo en cuenta los procesos de dirección, frenado y aceleración. El sistema electrónico puede regular la dureza los amortiguadores hasta 200 veces por segundo. Podemos equipar el DCC + tren de rodaje deportivo.
Como en otras versiones de esta generación la calidad de rodadura, el aislamiento del habitáculo y la gran sensación de aplomo que aporta en autopista consiguen que te sientas realmente cómodo y seguro al volante. Eso sí, hay que tener en cuenta que, si equipamos llantas de mayor tamaño, iremos reduciendo el confort cuando el firme esté deteriorado.
En cuanto al equipo de frenos, el GTI Clubsport monta pinzas de doble pistón. Encontramos discos ventilados en el eje delantero y discos macizos en el trasero. La potencia de frenada es buena y la fatiga es difícil de encontrar en la vía pública. Sí que es cierto que para un uso en circuito no estarían nada mal unas pastillas más deportivas.
En materia de asistencias a la conducción y de seguridad, no faltan el nuevo «Travel Assist».Permite la conducción asistida hasta 210 km/h. También encontramos control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, asistente de colisión frontal con detección de vehículos, peatones y asistente de esquiva; alerta de tráfico cruzado trasero y asistente de aparcamiento, entre otros.
El nuevo Golf GTI Clubsport también cuenta con Car2X. Este sistema permite al Golf intercambiar información relevante para el tráfico con otros vehículos (no tienen por qué ser VW) y las infraestructuras de tráfico en un entorno local de hasta 800 metros. Este intercambio de información tiene lugar en milisegundos. Poco a poco se ha ido introduciendo en otros modelos.
Equipamiento y precio
La gama de acabados del Golf contempla los Golf, Life, R-Line, GTI, GTI Clubsport y R. Desde el básico encontramos en materia de seguridad faros LED, alerta de cambio de carril, frenada automática en ciudad, aviso pre-colisión, detector de peatones y fatiga, bloqueo electrónico del diferencial XDS, control de crucero adaptativo con limitador, freno de mano eléctrico…
También de serie son el climatizador automático de una zona, volante multifunción, instrumentación digital configurable, cuatro elevalunas eléctricos, arranque por botón, encendido automático de luces, sensor de lluvia, apoyabrazos central delantero y llantas de aleación de 16 pulgadas y asistente al arranque en cuestas, entre otros.
El sistema multimedia posee desde el acabado más sencillo una pantalla táctil de 8 pulgadas, bluetooth, varias tomas USB (también en las plazas traseras), Android Auto, Apple CarPlay, App Connect, mandos en el volante para su control, seis altavoces, sistema de llamada de emergencia eCall… El navegador es opcional.
En el caso de los GTI Clubsport, hemos de añadir al equipamiento los faros Matrix IQ.Light inteligentes, intermitentes dinámicos, paquete deportivo exterior, llantas de aleación de 18 pulgadas, pilotos LED, pantalla táctil de 8 pulgadas con Apple CarPlay, Android Auto y Mirror Link; faros antiniebla con iluminación en curva, suspensión deportiva y pinzas de freno en rojo.
A todo ello hemos de sumar el climatizador de tres zonas, sensor de lluvia, encendido automático de luces, espejo interior fotosensible, instrumentación digital, iluminación ambiental, control de crucero adaptativo, acceso y arranque sin llave, detector de fatiga y sensores de estacionamiento delanteros y traseros con visualización en pantalla, entre otros.
Por otra parte, Volkswagen continuará trabajando en lo que han bautizado como la «reequipación», y es que el Golf llevará en muchos acabados equipos de serie cuyas funcionalidades podrán ampliarse en un futuro bajo pago y demanda del cliente. Lo conoceremos como «We Upgrade» y en este enlace puedes encontrar más información.
En España, los precios recomendados para la gama del Volkswagen Golf 2022 sin descuentos ni promociones parten de los 29.705 euros. Si hablamos del GTI Clubsport, las cifras ascienden hasta unos nada despreciables 49.290 euros. Por su parte, el Golf GTI convencional se sitúa en poco más de 46.000 euros con cambio DSG; mientras que el Golf R cuesta 54.730 euros.
Diseño/Estética
Calidad de acabado
Equipamiento de serie
Equipamiento opcional
Habitabilidad
Maletero
Motor/Refinamiento
Prestaciones
Consumos
Transmisión
Dirección
Frenos y neumáticos
Comportamiento
Calidad de rodadura
Relación valor-precio
8
Notable+
La 8ª generación del Volkswagen Golf se presenta en el mercado muy mejorada en lo que a equipamiento y tecnología se refiere, aunque es cierto que su exterior luce un diseño continuista. El GTI Clubsport es una versión muy especial que ahora llega asociada al motor 2.0 TSI con 300 CV en combinación con una caja automática DSG de siete relaciones y tracción delantera.
Lo bueno
- Polivalencia: cierto toque deportivo sin renunciar al confort para viajar.
- Buena calidad de rodadura pese a la suspensión. Buena insonorización del habitáculo y de la mecánica.
- Gran empuje del motor con un bonito sonido acompañando cada aceleración.
- Dinámica al volante mejorada. Este Clubsport sí que es un GTI que aporta cierta diversión, con todo bajo control.
- Funcionamiento de los faros IQ.LIGHT.
- Hay mucha calidad a bordo y los ajustes son realmente buenos, con detalles cuidado como las guanteras forradas.
- Posibilidad de ampliar las funcionalidades del vehículo con We Upgrade.
- Fuerte carga tecnológica en materia de infoentretenimiento, asistentes a la conducción y seguridad.
Lo mejorable
- Fallos esporádicos en el sistema de infoentretenimiento (se bloque, va lento, se reinicia…). Debería solucionarse con la nueva actualización.
- Abuso del Piano Black, presente incluso en los botones del volante.
- El sistema de control por voz queda por detrás de sus rivales en fluidez y flexibilidad pese a ser totalmente nuevo.
- Para ser todo digital, no hay una gran evolución en el cuadro de instrumentos.
- El nuevo selector para el cambio permite un manejo más rápido, pero a cambio sacrifica el modo secuencial de la palanca tradicional.
- Precio elevado y lagunas de equipamiento. Por ejemplo, el DCC es un opcional.
- Levas pequeñas y de tacto plástico, unas deportivas irían más en sintonía con la filosofía del vehículo.
- La dirección es buena en conjunto, pero si eres algo purista echarás en falta algo más de dureza y feedback.